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STEREOLAB

PENG!

Año de publicación: 1992

Puntuación:

1) Super Falling Star; 2) Orgiastic; 3) Peng! 33; 4) K-Stars; 5) Perversion; 6) You Little Shits;

7) The Seeming And The Meaning; 8) Mellotron; 9) Enivrez-vous; 10) Stomach Worm;

11) Surrealchemist.

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Antes de comenzar y para no volvernos locos con la distribución discográfica de la producción de Stereolab, ha de indicarse que, salvo excepciones concretas, los EP's y singles serán comentados por separado únicamente en el caso de que no hayan formado parte de alguna recopilación posterior. Es por ello que comenzamos mediante Peng!, LP de debut de este grupo tras haber publicado previamente, el año anterior, hasta dos EP's (Super 45 y Super-Electric) que no tardarían mucho en ser nuevamente publicados pero juntos bajo el título de Switched On.

 

Dicho esto, vayamos con la génesis de Stereolab, que es lo mismo que hablar de su pareja de líderes, Lætitia Sadier y Tim Gane. La historia comienza de forma sentimental: chico inglés toca en Francia con su grupo – chica francesa acude al concierto – ambos se conocen y se enamoran. Hasta el momento, esto da para hacer una comedia romántica con Jennifer Aniston (Y la actriz de doblaje pronunciando la 'r' como una 'g'). Pero la diferencia a partir de aquí estriba en que Lætitia tenía inquietudes musicales que encajaban con la visión de Tim, así que aprovechando que el grupo de este se acabó disolviendo, ella se fue a Inglaterra y ambos tortolitos fundaron Stereolab, comenzando así una larga relación artística (la sentimental acabaría desvaneciéndose) en la que ella cantaba y tocaba el teclado mientras que él se quedaba con la guitarra y también más teclados, además de conseguir la incorporación de un bajista y un batería para conformar una banda hecha y derecha, con ganas de mostrar al mundo lo que tenían que ofrecer.

 

Y lo mejor que podían ofrecer lo encontramos nada más empezar. El comienzo del álbum es una maravilla mediante esa actualización del canto polifónico al mundo contemporáneo que es ‘Super Falling Star’. Manteniéndose todo el tiempo en un tono menor y melancólico, la voz de Sadier (todavía no había entrado Mary Hansen en la formación) se duplica/triplica para tomar el liderazgo y hacerse el contrapunto armónico de tal manera que el resultado es de una belleza conmovedora. Encontramos otro ejemplo similar en ‘K-Stars’, si bien no logran conseguir un nivel tan excelso. En cualquier caso, en estos inicios todavía estaban comenzando a definir su sonido, siendo deudores todavía de la música previa que les había inspirado. Así, el dinámico ritmo acústico de guitarras de ‘Peng! 33’, ‘Seeming And The Meaning’ o ‘Perversion’ nos hace pensar más en The Smiths que en un grupo electrónico. Y no decimos Belle And Sebastian porque estos no se formarían hasta 1996, ya que la calidez vocal y algunos sutiles detalles en el acompañamiento instrumental entroncan estas canciones con el estilo de pop melódico y suave de los escoceses. El toque diferencial de Stereolab está, por supuesto, en el juego de voces y armonías que consigue Lætitia.

 

Para quien guste de Stereolab por su música de baile, no va a salir defraudado porque piezas como ‘Orgiastic’ desarrollan ya ese estilo tan particular donde se crea un muro de sonido de ritmo animado para que la voz/voces de Lætitia fluyan con naturalidad y envuelvan tanto o incluso más que el propio entramado instrumental. Con aires más joviales se desarrolla ‘Stomach Worm’, aunque su duración de más de seis minutos se antoja un poco excesiva.

 

Pueden encontrarse algunos pequeños experimentos que todavía quedan algo amateur. Por ejemplo, juegan con las disonancias en ‘Mellotron’ obteniendo un resultado interesante, aparte de jugar también con el ritmo en lo que acaba pareciendo un rockabilly electrónico. Algo así como la guitarra de ‘Eight Miles High’ de The Byrds es lo que parecen tomar como inspiración para los pasajes instrumentales de ‘You Little Shits’, pero las disonancias no casan bien con la propuesta pop de este grupo. La letra recitada de ‘Enivrez-vous’ proviene de un poema de Baudelaire, pero no acaba de cuajar el experimento porque el acompañamiento instrumental queda bastante repetitivo. Cuando se acaba el poema y se centra todo en la música, deja mejor impresión al transmitir una cierta energía.

 

La falta de experiencia les hace tomar algunas decisiones que no son las más adecuadas. Si nos fijamos en la sencillez inicial de ‘Surrealchemist’, podría ser una manera delicada y agradable de finalizar el álbum, por lo cual no es una decisión nada acertada dedicar sus últimos cuatro minutos a una coda instrumental que se vuelve excesivamente repetitiva. Pero bueno, tampoco se les podía exigir que fueran perfectos en sus inicios. Lo que hacen aquí es poner las cartas sobre la mesa y ofrecer una perspectiva musical en parte devota de estilos anteriores pero con unas características especiales en cuanto al tratamiento de las voces. En resumen, estamos ante un buen debut de Stereolab (con permiso de los EP's), que les servía para transmitir buenas sensaciones. Faltaba por ver cómo iban a evolucionar, si bien la evolución no tendrá mucho más recorrido. Pero no adelantemos acontecimientos y sigamos con este prolífico grupo.

LOW FI [EP]

Año de publicación: 1992

Puntuación:

1) Low Fi; 2) (Varoom!); 3) Laisser-Faire; 4) Elektro (He Held The World In His Iron Grip).

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Comentamos aquí este tercer EP publicado por Stereolab porque no fue incluido posteriormente en ninguna recopilación. Y ciertamente se entiende el motivo, ya que no encontramos nada que se acerque a los mejores logros conseguidos hasta la fecha. Se limitan a hacer lo que ya saben más el añadido de un poco de experimentación fallida, así que el resultado es más que superfluo.

 

El caso es que ‘Low Fi’ y ‘Laisser-Faire’ suenan bien, pero es lo que ya conocemos de esta banda y lo que esperamos escuchar de ellos cuando no tienen ganas de esforzarse en conseguir algo más original. En cambio, cuando se deciden por investigar un poco, tampoco están muy acertados. Si el propósito de ‘Elektro (He Held The World In His Iron Grip)’ es comprobar nuestra paciencia para escuchar una pieza de música completa, ciertamente es un buen experimento, puesto que hemos de aguantar durante más de tres minutos una cacofonía electrónica casi insoportable hasta que llega una sencilla tonada acústica cantada por Lætitia con placidez. Por otro lado, a pesar de que ‘(Varoom!)’ es en su primera parte una emocionante pieza de baile de las que Stereolab consiguen de vez en cuando, a partir de los tres minutos y medio se transforma en una cacofonía indigesta que se alarga hasta los nueve minutos, arruinando lo que podría haber sido toda una joya perdida en el catálogo del grupo.

 

En definitiva, un olvidable EP que solo puede interesar a coleccionistas (si es que los hubiera) de la discografía de Stereolab. No supone ningún adelanto en su evolución y queda como un redundante inciso en su producción.

SWITCHED ON

Año de publicación: 1992

Puntuación:

1) Super-Electric; 2) Doubt; 3) Au Grand Jour; 4) The Way Will Be Opening; 5) Brittle;

6) Contact; 7) Au Grand Jour; 8) High Expectation; 9) The Light That Will Cease To Fail;

10) Changer.

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Una de las constantes en la carrera de Stereolab es la publicación de recopilatorios que recogen los numerosos EP’s y singles publicados a lo largo de su carrera. Aquí se agrupan las primeras grabaciones de la banda a lo largo de 1991, dos EP’s y un single, pero sorprendentemente no están ubicadas de forma cronológica, sino repartidas bajo algún criterio oculto, si es que lo hay. De todas maneras, el sonido es muy uniforme y solo con la música sería imposible saber qué canciones son anteriores a las otras.

 

La primera publicación de Stereolab como banda fue el EP Super 45 en mayo con cuatro temas que casi podrían intercambiarse entre ellos sin notar la diferencia, a saber: ‘The Light That Will Cease To Fail’, los dos ‘Au Grand Jour’ y ‘Brittle’. Es decir, diferencias hay, pero en esencia es el mismo concepto repetido a lo largo del EP. La continuación de este debut llegó unos meses más tarde, en septiembre y con el título de Super-Electric, cuya canción homónima explora con acierto ese estilo característico de conjuntar un juego de voces semi-coral con unos ritmos bailables. Este EP deja así una mejor sensación, porque además las melodías vocales de ‘High Expectations’ tienen cierto gancho. Hay que reconocer también el mérito o la valentía de grabar un tema de ocho minutos como ‘Contact’ cuando los mimbres son tan escasos, es decir, que acaba sonando excesivamente repetitivo porque las variaciones son mínimas. Y bueno, cuando emplean un ritmo tan ordinario como el de ‘The Way Will Be Opening’, el resultado obviamente se resiente.

 

Por último, del mes de noviembre de 1991 se recoge un single que contenía como cara A la bailable y adictiva ‘Doubt’, mientras que la cara B, titulada ‘Changer’, no es más que otro mantra rítmico donde se va acelerando gradualmente el ritmo para intentar que sea algo diferente. De todas maneras, lo que nos queda en conjunto es un disco algo flojo, sin nada que objetarle en cuanto al nivel general (Tim Gane ya tenía su bagaje previo) pero con una falta de originalidad al componer demasiado evidente, esto es, hay alguna que otra buena idea pero la repiten hasta la extenuación.

THE GROUP PLAYED SPACE AGE BACHELOR PAD MUSIC [EP]

Año de publicación: 1993

Puntuación:

1) Avant Garde M.O.R.; 2) Space Age Batchelor Pad Music (Mellow);

3) The Groop Play Chord X; 4) Space Age Batchelor Pad Music (Foamy);

5) Ronco Symphony; 6) We're Not Adult Orientated; 7) U.H.F. – MFP;

8) We're Not Adult Orientated (Neu Wave Live).

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Este EP significó el debut de Mary Hansen en el grupo, aportando una segunda guitarra, tercer teclado y voz de apoyo a Sadier. La dirección musical de Stereolab no se modifica por la entrada de la nueva compañera, sino que se refuerza para que el sonido sea igual o incluso más consistente, pero en un EP tampoco se pueden pedir resultados relevantes. Estamos ante lo que parece un disco metamusical con continuas referencias en los títulos de los temas a terminología musical (MOR, chord, symphony), porque la portada es también un homenaje a viejas grabaciones de una discográfica donde se empleaba el término “Stereolab” para designar un nuevo método de grabación, término que aparecía en letras bien grandes como las de la presente portada.

 

A pesar de la ilusión que siempre aporta la entrada de alguien nuevo en un grupo, la primera mitad de este EP es muy floja y recoge lo peor que habían realizado hasta la fecha. La lentitud no suele jugar muy a favor de Stereolab, como demuestra ‘Avant Garde M.O.R.’, pero al mismo tiempo ‘Ronco Symphony’ refleja lo contrario, ya que trabajando las melodías vocales solo hay que dejar que Lætitia permita aflorar toda la expresividad de su voz. En cuanto a ‘The Groop Play Chord X’, habría que catalogarlo como folk electrónico, pero aun así es un tema bastante discreto.

 

Bajo el título de ‘Space Age Batchelor Pad Music’ encontramos dos piezas instrumentales experimentales que son difíciles de justificar. La primera de ellas, subtitulada como ‘Mellow’, parece una demo de una melodía de programa de sobremesa de los sesenta, mientras que la segunda, ‘Foamy’, representa sonidos electrónicos que podrían parecer salidos de algún videojuego de los ochenta. Sobra decir que ambos experimentos son para olvidar.

 

Las dos versiones de ‘We're Not Adult Orientated’ no presentan diferencias relevantes, siendo como es una especie de mantra bailable de rápido ritmo, mucho más rápido en la versión en directo. Carente de percusión alguna y aun así convirtiéndose en el mejor tema del disco, ‘U.H.F. – MFP’ recupera la guitarra eléctrica como instrumento principal para desarrollar un dinámico tempo donde la voz de Sadier fluye con soltura y Hansen (¿o quizá sea Sadier doblada?) realiza un excelente contrapunto armónico. En conjunto, este EP es muy irregular y adolece de excesiva experimentación y escaso componente melódico original, inaugurando así un período de inseguridad creativa del que tardarán un poco en salir.

TRANSIENT RANDOM-NOISE BURSTS WITH ANNOUNCEMENTS

Año de publicación: 1993

Puntuación:

1) Tone Burst; 2) Our Trinitone Blast; 3) Pack Yr Romantic Mind;

4) I'm Going Out Of My Way; 5) Golden Ball; 6) Pause; 7) Jenny Ondioline;

8) Analogue Rock; 9) Crest; 10) Lock-Groove Lullaby.

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Como cabe esperar con tanta producción en tan poco tiempo, los avances son mínimos y lo más novedoso es que Stereolab consiguieron fichar por una discográfica tan prestigiosa como Elektra para su distribución en Estados Unidos. Quizá por ello, para dar buena imagen de entrada, colocan en primer lugar la agradable ‘Tone Burst’, cantada en francés y que sirve para dejar una buena sensación de entrada, gracias al animado ritmo llevado por la guitarra.

 

Esa deliciosa amalgama de dulzura, nostalgia y lirismo que alcanzan de vez en cuando Stereolab en sus mejores momentos, aquí viene ejemplificada en ‘Pack Yr Romantic Mind’. Que puedan extraer tal nivel de emoción con el mero hecho de repetir continuamente una misma letra, es una demostración bien clara de la grandeza de este grupo. La clave, como siempre, está en las imbatibles melodías y armonías vocales, puesto que enganchan indefectiblemente y solo hay que dejarse llevar por su fluidez. En cambio, el efecto en la voz principal de ‘Our Trinitone Blast’ es todo un error porque elimina precisamente el factor primordial por el cual las composiciones consiguen elevarse por encima de lo convencional.

 

Otros temas como ‘Golden Ball’ presentan interesantes ideas como sería su incisivo ritmo en este caso pero, si están repitiendo más o menos lo mismo durante siete minutos, entonces el impacto se acaba perdiendo sin remedio, como ocurre también con ‘Analogue Rock’. Más flagrante es el caso de ‘Jenny Ondioline’ y sus casi veinte minutos, duración adecuada para una suite pero no para una pieza de pop electrónico de baile. Su letra es bastante reivindicativa aunque no se acaben de entender algunas palabras debido a la forma de cantar de Sadier, pero nos conminan a pensar en las carencias y problemas de nuestro sistema socioeconómico, un sano ejercicio que debería estar más extendido. Quizá por eso mismo dure tanto este tema, para que nuestra mente se acabe evadiendo de la música monótona y piense en algo productivo. Lo que sí podemos quedarnos es con los seis minutos de animado ritmo de ‘Crest’, la cual hay que escuchar en modo baile y dejarse llevar, pues es sobre los cuatro minutos que llegamos al mejor momento gracias al acompañamiento de las voces corales.

 

El intento de ambientación contemplativa de ‘Pause’ no está mal, pero es extremadamente lenta hasta que pasados los tres minutos se convierte en un batiburrillo de sonidos con un rápido ritmo artificial. Menos mal que al final añaden una breve coda con voces y algo de energía. Algo parecido parecen idear en la final ‘Lock-Groove Lullaby’, pero le sobraría la experimentación del final. Por el contrario, lo único que puede decirse de ‘I'm Going Out Of My Way’ es que su melodía principal y (súper)-recurrente recuerda a ‘It's All Too Much’ de los Beatles, pero llega a ser cansina igualmente.

 

Así pues, estamos ante otro disco intrascendente de Stereolab donde vale la pena rescatar lo poco que se ha destacado. Talento tenían, pero lo que faltaba era volver a exponerlo en un disco completo como habían conseguido en su debut. El ritmo frenético que llevaban con las publicaciones tampoco ayudaba a centrarse mejor en las composiciones, pero ese era el camino que habían decidido seguir.

CRUMB DUCK [EP]

Año de publicación: 1993

Puntuación:

1) Steel Dream March Of The Metal Men; 2) The Dadda's Intoxication;

3) Exploding Head Movie; 4) Animal Or Vegetable (A Wonderful Wooden Reason ......);

5) A New Dress (remix).

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Los Stereolab se apuntaban a todo y de esta manera se juntaron con un grupo vanguardista de música experimental llamado Nurse with Wound. De esta unión teórica, puesto que en la práctica no queda muy clara, surgió Crumb Duck, una estrafalaria propuesta que probablemente satisfizo a los seguidores de Nurse with Wound pero no a los de Stereolab. De hecho, en tres de los cinco temas solo participa Nurse With Wound. Y se nota. Con escuchar el primero de ellos, ‘Steel Dream March Of The Metal Men’, es más que suficiente para que nos hagamos una idea del estilo del citado grupo, al tratarse de pura experimentación con la percusión, ruidos varios y/o voces.

 

En cuanto a la aportación de Stereolab, es necesario señalar que ‘Exploding Head Movie’ no es más que la regrabación de una sección de ‘Jenny Ondioline’, concretamente la que comienza sobre los ocho minutos. La única diferencia es que aquí suena ligeramente más rápida. El único tema en el que se puede hablar de una colaboración conjunta entre Stereolab y Nurse With Wound es la extensa ‘Animal Or Vegetable (A Wonderful Wooden Reason ......)’, dividida en dos secciones bien diferentes. La primera y más breve, unos tres minutos, nos sirve para escuchar a Lætitia en modo contemplativo y acompañamiento minimalista; después pasamos a una sección de unos diez minutos en el cual dan rienda suelta a la experimentación con la percusión, teclado y guitarra, pero esta vez de una manera más digerible.

 

En definitiva, se trata de un EP engañoso y que nada aporta a la trayectoria de Stereolab, quienes parecían valorar más la cantidad que la calidad. Pero bueno, son los perdonables pecados de juventud.

2020

MARS AUDIAC QUINTET

Año de publicación: 1994

Puntuación:

1) Three-Dee Melodie; 2) Wow And Flutter; 3) Transona Five; 4) Des Étoiles Électroniques; 5) Ping Pong; 6) Anamorphose; 7) Three Longers Later; 8) Nihilist Assault Group;

9) International Colouring Contest; 10) The Stars Our Destination;

11) Transporté Sans Bouger; 12) L'enfer Des Formes; 13) Outer Accelerator;

14) New Orthophony; 15) Fiery Yellow.

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2020

No hay dato más clarificador que echar un vistazo a la desproporcionada producción de esta banda en tres años para hacernos una idea del nivel cualitativo y de originalidad que podemos prever a priori en este nuevo álbum. De esta manera, Stereolab quedaban instalados en una mediocridad difícil de superar en tanto no descubrieran lo que significa el control de calidad, es decir, que grabaran menos y seleccionaran más, aunque se quedara por ello mucho material archivado. Porque si todavía quedaba material archivado después de todo esto, sería ya un caso agudo de hiperactividad musical.

 

El comienzo del álbum no está mal, ya que ‘Three-Dee Melodie’ y ‘Wow And Flutter’: son nuevas piezas dinámicas para jugar con las armonías vocales. Suenan más inspiradas de lo general en este álbum y por tanto están entre lo mejor junto al que fue el single de presentación, el tema ‘Ping Pong’ de pegadizo ritmo bien marcado por la batería, es decir, una batería real. Cuando se ponen en plan repetitivo como en las extensas ‘Nihilist Assault Group’ o ‘Anamorphose’, más vale intentar dejarse llevar por su tempo durante sus siete minutos de duración, pues de otra manera se vuelven eternas. Quizá por ello, a continuación de ‘Anamorphose’ llega el comienzo mantraico de ‘Three Longers Later’, antesala de un cambio radical de sonido justo a la mitad.

 

La experimentación se deja entrever en la peculiar ‘The Stars Our Destination’, apoyada en un ritmo programado cíclico y unas sencillas notas alargadas de sintetizador que tampoco sirven para mucho más que llamar la atención la primera vez. Precisamente lo más flojo de este álbum es el intento de música ambiental con retazos rítmicos de ‘Fiery Yellow’, denotando que la fortaleza de este grupo radicaba en el componente melódico, básicamente de los juegos de voces. De experimental no puede catalogarse la decisión de cantar en francés, pero puede proporcionar un toque exótico a las composiciones, de ahí que este mismo año Lætitia llegara incluso a cantar en ese idioma en una canción de Blur (‘To The End’) de su obra maestra Parklife. En todo caso, las tres canciones que podemos encontrar cantadas en francés no se diferencian en nada, musicalmente hablando, del resto, pero sí suenan más originales que la mitad de este álbum. Es gracioso que el ritmo de ‘Transporté Sans Bouger’ recuerde al de ‘Communication’ de Pete Townshend, algo que en realidad sirve para elogiar a este último como genio de la música que trasciende fronteras estilísticas y generacionales.

 

En realidad es todo muy parecido a lo ya conocido y entre las mismas canciones de este disco, como si estuvieran realizando variaciones de cuatro composiciones nuevas a base de combinar diferentes ritmos y efectos de sonido. Cuando las ideas originales se exprimen demasiado, se pierde frescura y solo los nuevos adeptos al sonido de Stereolab podrían disfrutar de este álbum. Para el resto de seguidores debía suponer lo mismo de siempre y bien se podría catalogar a esta banda como los AC/DC del electropop.

REFRIED ECTOPLASM (SWITCHED ON VOLUME 2)

Año de publicación: 1995

Puntuación:

1) Harmonium; 2) Lo Boob Oscillator; 3) Mountain; 4) Revox; 5) French Disko;

6) Exploding Head Movie; 7) Eloge d'Eros; 8) Tone Burst (Country);

9) Animal Or Vegetable (A Wonderful Wooden Reason...); 10) John Cage Bubblegum;

11) Sadistic; 12) Farfisa; 13) Tempter.

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El subtítulo de Switched On Volume 2 para esta nueva recopilación de rarezas y caras B nos indica que se trata de una continuación cronológica del Switched On original, de tal manera que aquí se recogen grabaciones de 1992 y 1993. Como si tuviéramos pocas de esa época. Pero eso incide en la problemática ya vista del exceso de producción sin apenas filtros cualitativos que puedan servir para discriminar las ideas buenas de las menos inspiradas. En fin, es lo que hay.

 

El título de ‘Harmonium’ ya nos indica el tipo de sonido que vamos a escuchar en este tema. Sin poder constatar si se trata realmente de un harmonio o no, la canción transcurre con el dinamismo habitual de Stereolab y una breve letra en francés. Más asociaciones francófonas llegan mediante ‘French Disko’, la cual es un ejemplo de canción comprometida y bailable al mismo tiempo, gracias a una letra bastante breve y sencilla pero que llama a “la resistance” ante las injusticias del mundo y ante aquellos que las normalizan. Aunque el título parezca sugerirlo, no está cantada en francés, para eso ya están ‘Eloge d'Eros’ y ‘John Cage Bubblegum’ en un tono similar, si bien son composiciones más convencionales.

 

A estas alturas podemos denominar sin complejos como relleno a varios temas, entre ellos ‘Lo Boob Oscillator’ (que podría pasar por una reescritura bien camuflada de ‘Pure’ de The Lightning Seeds) o ‘Revox’. En cualquier caso, es una delicia escucharles emplear el contrapunto vocal en una canción de ritmo tan rápido como el de ‘Mountain’, si bien el apartado instrumental suena a lo de siempre. Más elaborada en los detalles instrumentales resulta ‘Sadistic’, que es un buen ejemplo de que la música bailable puede ser verdaderamente emocionante, solo que aquí el contrapunto vocal se acaba volviendo repetitivo con tanto “la, la, la, la, la, la, la”.

 

En cuanto a ‘Tone Burst’, ya la conocíamos del álbum Transient Random-Noise Bursts With Announcements, por lo que aquí descubrimos una versión primeriza bajo el título de ‘Tone Burst (Country)’, que suena relajada y sirve de respiro en esta compilación. Que su ubicación hacia la mitad es estratégica parece corroborarlo el hecho de que ‘Tempter’ se encuentre como final del álbum, aunque en este caso la calma inicial es engañosa. El prominente órgano de fondo ya nos indica que algo puede ocurrir en algún momento y por ello una percusión aparece en segundo plano para ir elevando su volumen y tomando protagonismo junto a otros ruidos industriales, de tal manera que al final acabamos metidos en un semicaos sonoro sin quererlo. De todas formas, no hay nada relevante en este disco y puede obviarse sin problemas.

EMPEROR TOMATO KETCHUP

Año de publicación: 1996

Puntuación:

1) Metronomic Underground; 2) Cybele's Reverie; 3) Percolator; 4) Les Yper-Sound;

5) Spark Plug; 6) OLV 26; 7) The Noise Of Carpet; 8) Tomorrow Is Already Here;

9) Emperor Tomato Ketchup; 10) Monstre Sacre; 11) Motoroller Scalatron;

12) Slow Fast Hazel; 13) Anonymous Collective.

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Antes de la publicación de este nuevo álbum, Stereolab publicaron un EP titulado Cybele's Reverie que nos hemos saltado porque aparecerá incluida en el recopilatorio Oscillons From The Anti-Sun de 2005. Precisamente la canción ‘Cybele's Reverie’ también se incluyó aquí, aunque en una versión diferente pero igualmente recomendable. En cualquier caso, este disco no supone ninguna revelación especial y esto significa que habrá mucho relleno como siempre. Con suerte, entre tanto relleno podremos seguir encontrando algunas composiciones que valgan la pena, pero todavía no será en cantidad suficiente.

 

Sorprende el comienzo de álbum con el ritmo de estilo hip-hop que marca ‘Metronomic Underground’, cuya parte vocal queda demasiado robótica e impersonal aunque su propósito sea crear una especie de mantra. Pero casi ocho minutos de –más o menos– lo mismo resulta excesivo, como también lo es el segundo tema de mayor duración, que son casi seis minutos en el caso de ‘OLV 26’, un tema que suena demasiado electrónico y por tanto artificial. Da la sensación de que no aciertan con las composiciones que merecen ser alargadas y con las que no, puesto que ‘Tomorrow Is Already Here’ ya lo ha dicho todo con la mitad de sus cinco minutos, la tercera más larga de este álbum.

 

Muy poco inspiradas y forzadas suenan algunas canciones como ‘Percolator’, ‘Les Yper-Sound’ o la que le da título al álbum, que simplemente nos recuerdan la falta de mesura de este grupo a la hora de cribar su producción musical. Al menos la experimentación es soportable cuando se aúna con melodías agradables como ocurre con ‘Motoroller Scalatron’. No podía faltar un intento de mantra electrónico, que aquí lo reservan para el final (‘Anonymous Collective’) pero deja más bien indiferente al oyente.

 

La combinación de ritmos dinámicos y pegadizos con una parte vocal repleta de armonías suele dejarnos en Stereolab alguna que otra pequeña joya, como es el caso aquí de ‘The Noise Of Carpet’, un título jocoso. También saben sacar un buen resultado cuando rebajan el ímpetu y crean piezas más sutiles y comedidas como ‘Monstre Sacre’. En cambio, para ‘Slow Fast Hazel’ se ha de tener paciencia porque la originalidad se la reservan para el estribillo e incluso añaden en la recta final una guitarra muy distorsionada por el pedal. Por otro lado, en lenguaje rock se desarrolla ‘Spark Plug’, donde podemos disfrutar de una guitarra distorsionada y un notable juego de voces.

 

Como puede verse, no hay en realidad mucho donde elegir y solo estos destacados momentos que se han citado consiguen que el disco no sea un verdadero paso en falso dentro de la carrera de Stereolab. O más que paso en falso, un paso innecesario porque a veces es mejor esperar un tiempo para luego conseguir progresar mucho más. Pero esta era la línea de trabajo que se habían marcado y eran consecuentes con ello, aunque la musa de la inspiración iba a caer sobre ellos en su siguiente obra de larga duración.

DOTS AND LOOPS

Año de publicación: 1997

Puntuación:

1) Brakhage; 2) Miss Modular; 3) The Flower Called Nowhere; 4) Diagonals;

5) Prisoner Of Mars; 6) Rainbo Conversation; 7) Refractions In The Plastic Pulse;

8) Parsec; 9) Ticker-Tape Of The Unconscious; 10) Contronatura.

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Tras un EP titulado Fluorescences (y que será incluido en el recopilatorio ya citado en anteriores ocasiones Oscillons From The Anti-Sun), llegó la mejor obra jamás grabada por este conjunto musical. Cuando la experiencia acumulada y la madurez se dan la mano, unido a una mayor y más constante inspiración a la hora de componer, el resultado ha de ser siempre notable. La producción también es muy importante, pues aparte de enriquecer el sonido con una gran cantidad de músicos invitados, es al mismo tiempo cristalino y profuso en texturas sonoras consistentes. Se puede catalogar a Dots And Loops como la obra más francesa/afrancesada de Stereolab, pero además de una manera en la cual se disipa cualquier traza británica en el sonido.

 

El comienzo de álbum es sensacional, todavía mejor que el de su debut, pues los tres primeros temas son de una calidad excepcional. La madurez de sonido que encontramos nada más comenzar el álbum mediante ‘Brakhage’ es un indicativo de que, al fin, han conseguido evolucionar a pesar de no poner freno a su prolífica producción. La densidad de los arreglos, con instrumentos reales, y los sutiles detalles que pueblan la composición (incluidas las formidables armonías vocales que dan el contrapunto a Sadier), confieren a esta seria canción el carácter de joya retro. Nada lejos se queda el tema que llega a continuación, ‘Miss Modular’, en el cual es una delicia el contraste que se crea entre la melodía llevada por los instrumentos, y acompasada por el ritmo, respecto a una parte vocal que parece extraída de otro lugar y colocada de manera sutil. Por tanto, se trata de un deleite por partida doble y de manera simultánea. Sin lugar para acabar de agradar, llega otro ejemplo de elaborada parte vocal y ritmo dinámico como ‘The Flower Called Nowhere’. Asombra la forma de cantar de Lætitia en ella, pues hay momentos en las estrofas donde va enlazando versos de una manera en la que parece que ni dedique un momento a coger aire.

 

La repetitividad melódica de ‘Diagonals’ la vuelve al mismo tiempo redundante respecto al contenido de este disco, bastante homogéneo en su propuesta. De hecho, para cuando llega ‘Ticker-Tape Of The Unconscious’ el factor sorpresa ya ha desaparecido por completo y puede parecer superfluo, pero no debemos perdernos otro estupendo juego de voces que eleva la canción por encima de la media. En cualquier caso, no todo iba a ser música francesa y en ‘Parsec’ puede observarse la influencia de la música brasileña. Pero eso sí, amalgamada extrañamente con un ritmo de los catalogados como big beat. Quizá querían demostrar que en cualquier momento podían competir con The Prodigy y nombres similares que poblaban la escena dance de final de siglo. Por otro lado, el comienzo discreto de ‘Rainbo Conversation’ hace que nos pille de improviso su glorioso estribillo (“It had to end, became too disappointing / Another end leading a new beginning / I'll try again, the right one will come along / I need someone intoxicating and strong”) porque rompe la cadencia melódica de las estrofas para sumergirnos en un nuevo paraíso vocal.

 

Aunque veamos una duración de diecisiete minutos en ‘Refractions In The Plastic Pulse’, se trata en realidad de la unión de cinco canciones diferentes enlazadas mediante sonidos electrónicos. De esta manera, aunque la primera sea una relajada pieza, luego transita por diferentes estados de ánimo y esa diversidad es el aspecto que la vuelve interesante, salvo en la cuarta de las secciones al tratarse de un teclado robótico con melodías simples. La final ‘Contronatura’ llega hasta los nueve minutos y se trata de dos piezas nuevamente unidas mediante un fragmento de ruidos electrónicos. La primera parte es lo más contemplativo y relajado que encontraremos en este álbum, pero como prefieren acabarlo con más vitalidad, los últimos cuatro minutos están dedicados a otro tema de ritmo bailable pero de tranquila parte vocal. Otra canción más contemplativa es ‘Prisoner Of Mars’, destacada por una peculiar percusión.

 

La falta de diversidad en el sonido, como también la necesidad de haber brillado con un par de canciones más, privan a este disco de poder llegar a la categoría de obra maestra que podría merecerse por la perfección alcanzada y la maestría en los arreglos vocales. La producción es ejemplar y la mayor parte del disco gana con las consiguientes escuchas. El público europeo lo entendió así y les sirvió para lograr un mayor reconocimiento, aunque siempre restringido al submundo indie en el que siempre se han movido. A Stereolab no les servirá para tomarse con más tranquilidad el nivel de producción, pero siempre tendrán este ejemplo de cómo consiguieron llegar a la excelencia musical con inteligencia y gusto.

ALUMINUM TUNES

Año de publicación: 1998

Puntuación:

CD I: 1) Pop Quiz; 2) Extension Trip; 3) How To Play Your Internal Organs Overnight;

4) The Brush Descends The Length; 5) Melochord Seventy-Five; 6) Space Moment;

7) Iron Man; 8) The Long Hair Of Death; 9) You Used To Call Me Sadness;

10) New Orthophony; 11) Speedy Car; 12) Golden Atoms; 13) Ulan Bator;

14) One Small Step.

CD II: 1) One Note Samba/Surfboard; 2) Cadriopo; 3) Klang Tone; 4) Get Carter;

5) 1000 Miles An Hour; 6) Percolations; 7) Seeperbold; 8) Check And Double Check;

9) Munich Madness; 10) Metronomic Underground; 11) The Incredible He Woman.

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Llega aquí otra recopilación de EP’s y rarezas que aparece subtitulado como Switched On Volume 3, continuando así la colección de toda la producción del grupo, una cantidad abrumadora de material. En 1997 también habían vuelto a grabar otro álbum de colaboración con Nurse With Wound titulado Simple Headphone Mind, pero la aportación de Stereolab fue proporcionarles a los otros su tema ‘The Long Hair of Death’, el cual podemos encontrar aquí sin interferencias, pues los Nurse With Wound lo que hicieron fue manipularla a su gusto. Las grabaciones que encontramos aquí datan del periodo entre 1994 y 1997, lo cual quiere decir que encontraremos algún tesoro musical entre tanto contenido, si nos atenemos a que 1997 es el año de su mejor obra. Si lo recordamos, ‘New Orthophony’ pertenece a Mars Audiac Quintet, pero aquí encontramos una versión extendida con casi dos minutos adicionales.

 

En todo caso, aquí encontramos un poco de casi todo lo que habían estado haciendo en esos años, desde un punto de vista estilístico. Siendo positivos, sabemos que encontraremos agradable pop de vivas melodías y armonías vocales (‘Pop Quiz’, ‘Extension Trip’) u otras canciones más contemplativas y devotas de los coros, como es el caso de ‘How To Play Your Internal Organs Overnight’. Por supuesto, lo que no podía faltar son temas destinados a desarrollar un ritmo, con mayor o menor fortuna, con multitud de ejemplos como ‘The Long Hair Of Death’, la distorsionada ‘Golden Atoms’, ‘Cadriopo’, ‘Get Carter’ o la aburrida ‘Percolations’, esta última una colaboración con Faust, quienes habían resurgido en los noventa tras disolverse dos décadas antes. Si la pieza es instrumental, entonces se echa en falta la voz, como ocurre en ‘Iron Man’, aunque en su segunda parte algo se escucha a Sadier. Casi podemos estar satisfechos de que, entre tanto material, tan solo encontremos tres temas indigeribles (‘Ulan Bator’, la excesivamente repetitiva ‘Klang Tone’ y el tedio absoluto de la nueva mezcla de ‘Metronomic Underground’, que en aquella mezcla incluida en Emperor Tomato Ketchup ya resultaba difícil de aguantar al completo).

 

Otros temas ya parecen reciclajes o combinaciones lineales de elementos de otras composiciones: ‘The Brush Descends The Length’, ‘Melochord Seventy-Five’. Aunque cabría analizar cronológicamente cuál es en realidad reciclaje de uno u otro. Todavía hay espacio para alguna pequeña sorpresa, como ocurre en ‘Space Moment’, pues su primera mitad es una repetición coral continuada que parece que no va a variar, pero sin embargo entra de repente un ritmo y luego un característico “na, na, na”, cambiando por completo el cariz de la canción. Los prominentes sonidos de trompeta de ‘Speedy Car’, junto al ostentoso ritmo, crean un vendaval sonoro donde la voz de Lætitia se mueve algo insegura pero sin dejar por ello de transmitir la fuerza suficiente como para convertir esta canción en todo un soplo de energía. Por otro lado, ‘You Used To Call Me Sadness’ podría haber pertenecido perfectamente a Dots And Loops por sus aires franceses y la sensacional parte vocal con deliciosas armonías y contrapuntos en el mejor estilo del grupo. ‘One Small Step’ también nos recuerda esas vibraciones especiales de la mejor obra de Stereolab.

 

La gracia que da escuchar los préstamos brasileños en ‘One Note Samba/Surfboard’ se acaba esfumando por los excesivos nueve minutos de duración, que en realidad contiene diversas secciones bien diversas aunque ninguna de ellas va más allá de lo ya visto de sobra en Stereolab. En ‘1000 Miles An Hour’ implementan la sencilla idea de modernizar la música de iglesia, añadiendo hacia la mitad un convencional ritmo. En cuanto a ‘Seeperbold’, crea grandes expectativas con su comienzo casi épico, pero luego comprobamos que no saben ir más allá de repetir la misma estructura una y otra vez. No está mal el empleo del contrapunto vocal más adelante, pero quizá deberían haberlo empleado antes y recortar así la duración excesiva de cinco minutos. El dinamismo de ‘Munich Madness’ no esconde que la melodía con gancho que se repite continuamente en su primera mitad está adaptada de la contenida en las estrofas vocales de ‘Teardrops’, del dúo Womack & Womack. En su segunda mitad se lanza a una parte bien relajada similar a muchas otras que ya han hecho con anterioridad (y posteridad).

 

Tampoco es necesario ir canción a canción comentando este doble álbum, aunque casi hemos llegado a hacerlo aquí, al tratarse en realidad de otro saco donde han metido todo lo que tenían acumulado y que podía agruparse en formato de larga duración. Si comparamos ambos discos, comprobamos que el segundo es bastante más flojo y eso echa a perder el encanto que consiguen en global con el primero. En resumen, la hiperproductividad del grupo vuelve a hacer mella porque resulta imposible conseguir un álbum consistente de esa manera.

COBRA AND PHASES GROUP PLAY VOLTAGE IN THE MILKY NIGHT

Año de publicación: 1999

Puntuación:

1) Fuses; 2) People Do It All The Time; 3) The Free Design; 4) Blips, Drips And Strips;

5) Italian Shoes Continuum; 6) Infinity Girl; 7) The Spiracles; 8) Op Hop Detonation;

9) Puncture In The Radax Permutation; 10) Velvet Water; 11) Blue Milk;

12) Caleidoscopic Gaze; 13) Strobo Acceleration; 14) The Emergency Kisses;

15) Come And Play In The Milky Night; [BONUS TRACKS:] 16) Escape Pod; 17) With Friends Like These; 18) Les Aimies Des Memes.

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Establecido ya su sonido característico y habiendo producido ya su obra más equilibrada y madura (Doots And Loops, obviamente), parecía que había poco margen para conseguir superar lo ya conseguido. En realidad, lo tenían difícil para siquiera igualar el punto máximo alcanzado. En este nuevo álbum simplemente se limitan a echar mano de profesionalidad y experiencia para crear un álbum pulcro y entretenido que acaban echando a perder cuando se extralimitan en sus posibilidades.

 

Cuando se escucha un sonido pop tan sencillo como el de ‘Infinity Girl’ o el de ‘People Do It All The Time’ (aunque no falten efectos sonoros por medio), es cuando uno es más consciente de la densidad de sonido que suelen aplicar Stereolab a su música. El toque especial llega con sus armonías vocales, donde demuestran que a veces con soluciones sencillas se consigue un efecto logrado. Cuando ese toque no aparece, pues se queda todo en una canción agradable y olvidable como ‘The Spiracles’. Aciertan sin duda cuando suenan tan juguetones con las voces como en ‘Blips, Drips And Strips’. Donde tampoco suelen fallar (y aquí no lo hacen) es en las piezas bailables, aquí representadas en destellos de buen gusto como ‘Op Hop Detonation’. En el polo opuesto, comprobamos con satisfacción cómo el estilo vocal del grupo se adapta muy bien en piezas de corte intimista como ‘Velvet Water’.

 

Canciones como ‘The Free Design’ suenan ya a lo de siempre, aunque eso ya sabemos que es una característica endémica de Stereolab, pero las cuidadas partes vocales son siempre una garantía. En el tramo final se añaden unas trompetas que acaban repitiéndose demasiado. Cuando se ponen a experimentar con claridad, vemos que los resultados no son del todo satisfactorios. ‘Italian Shoes Continuum’ parece que esté a medio acabar, mientras que el experimento inicial de ‘Fuses’, con sus instrumentos aleatorios, no acaba de convencer. Donde sí vale la pena detenerse es en ‘Puncture In The Radax Permutation’, cuya primera sección es la experimental, ya que después transita por lugares comunes a la música del grupo.

 

Encontramos en este disco dos piezas bien largas que, de alguna manera, son determinantes a la hora de valorarlo. Por desgracia, ninguna de las dos convence. El experimento de ‘Blue Milk’ se acaba convirtiendo en un martilleo insoportable hasta que sobre los ocho minutos y medio (ya muy tarde) llega un fragmento más movido pero irrelevante, mientras que las diferentes secciones ‘Caleidoscopic Gaze’ no llaman apenas la atención, tan solo las armonías vocales cuando ya llevamos unos cinco minutos y medio. Estos dos temas suman entre ellos casi veinte minutos, un verdadero lastre para el álbum, a pesar de que todo lo que llega después, incluidos los bonus tracks, son canciones con suficiente gancho melódico para trascender la mera etiqueta de relleno. En conjunto no se trata de un mal disco, pero no se puede recomendar porque no llega a contener ningún tema que pueda considerarse clásico del grupo, simplemente se dedican a transitar entre lo aceptable y lo mediocre, que es un lugar peligroso para ubicarse.

THE FIRST OF THE MICROBE HUNTERS

Año de publicación: 2000

Puntuación:

1) Outer Bongolia; 2) Intervals; 3) Barock-Plastik; 4) Nomus Et Phusis;

5) I Feel The Air (Of Another Planet); 6) Household Names; 7) Retrograde Mirror Form.

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Vuelven aquí al formato EP, aunque con una duración de casi cuarenta minutos que podría ser perfectamente la de un LP normal y corriente. Este detalle quizá sea para prevenirnos de que encontraremos música de relleno y que, si recortásemos lo superfluo de los temas, la duración de este álbum sí sería la normal de un EP (que vendría a ser la mitad). Y es que aquí se dedican a vivir de las rentas y seguir haciendo lo mismo de siempre, como si solo estuvieran pensando en l@s fans devotos de Stereolab. Y hacer lo de siempre significa en este caso que todo, o casi todo, suena a algo ya escuchado con anterioridad en su discografía, como si se hubieran esfumado las ideas.

 

Bueno, en ‘Outer Bongolia’ parece que se hayan inspirado en el sonido que emite un pato, si es que eso puede contarse como original. Está directamente dirigida a las pistas de baile, de ahí que sus casi diez minutos estén destinados a repetir un mismo ritmo y añadir como única variedad una gama de sonidos electrónicos. Es todo lo contrario de la canción que llega a continuación, ‘Intervals’, de comienzo espiritual y luego desarrollada con delicadeza y sentido de la melodía, siendo lo mejor de este EP, donde lo esperable será encontrar agradable relleno como por ejemplo ‘Barock-Plastik’.

 

El típico pop francés de la banda es lo que obtenemos en ‘Household Names’, un canción que tiene su gancho al principio pero luego este se acaba diluyendo por la monotonía que subyace en su desarrollo. Esa dilución del impacto inicial es lo que le ocurre también a ‘Retrograde Mirror Form’, cuya segunda mitad se centra en la electrónica de baile y contiene unas líneas de sintetizador que en algún momento recuerdan a las de ‘Saturday Night Fever’ de los Bee Gees. Aunque encontremos canciones divididas en dos o más partes diferenciadas como es el caso también de ‘Nomus Et Phusis’ o ‘I Feel The Air (Of Another Planet)’, lo cierto es que ninguna de ellas se aparta de lo que ya conocemos de este grupo. Se trata, pues, de un EP irrelevante que tan solo puede interesar a quienes sigan con devoción a Stereolab.

2021

SOUND-DUST

Año de publicación: 2001

Puntuación:

1) Black Ants In Sound-Dust; 2) Space Moth; 3) Captain Easychord; 4) Baby Lulu;

5) The Black Arts; 6) Hallucinex; 7) Double Rocker; 8) Gus The Mynah Bird;

9) Naught More Terrific Than Man; 10) Nothing To Do With Me;

11) Suggestion Diabolique; 12) Les Bons Bons Des Raisons.

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2021

Previamente a la publicación de este nuevo álbum apareció un nuevo EP titulado Captain Easychord que nos hemos saltado porque en 2005 saldrá incluido en la recopilación Oscillons From The Anti-Sun. Aquí en general deciden dejar en un segundo plano la experimentación en favor de los temas pop más melódicos para ampliar el número de oyentes potenciales. Eso sí, dirigiéndose a unas piezas multiparte que en realidad enlazan temas más cortos que pocas veces guardan relación entre ellos. Lo mejor es que los juegos vocales de Lætitia Sadier y Mary Hansen vuelven a alcanzar la excelencia en algunos momentos. Una gran lástima el trágico fallecimiento de Mary por accidente un año después.

 

Sin embargo, todo lo contrario es lo que encontramos nada más comenzar mediante un raro tema titulado ‘Black Ants In Sound-Dust’, que como experimento es interesante pero luego acaban entrando unas cacofonías y ya no está tan claro que vaya a gustar. A partir de este tema, lo que va llegando luego es una serie de composiciones multiparte donde vuelven a alternar fragmentos de distinta índole y con suficientes elementos de interés. El sonido similar al clavicordio convierte la primera sección de ‘Space Moth’ en un recoveco de barroquismo contemporáneo, al estilo de las bandas sonoras de terror. Luego se transforma en pop de aires franceses en los siguientes dos fragmentos diferenciados que encontraremos. Esa será la tónica habitual en el disco y lo que encontraremos de manera continuada, como por ejemplo en ‘Baby Lulu’, otra típica canción afrancesada y rítmica de Stereolab donde no faltan vientos para enfatizar su francofilia.

 

El título de ‘Captain Easychord’ ya delata su procedencia del citado EP, aunque aquí encontramos una versión extendida que nos permite disfrutar tanto de su adictivo ritmo inicial como de sus excelsos juegos de voces y luego el cambio de sección hacia otro adictivo ritmo con efectos oníricos y unas voces más experimentales sin que eso signifique perder un propósito melódico. Esa maestría para engarzar voces en contrapunto o simplemente para simultanear las melodías y las armonías vocales vuelve a aparecer en ‘Double Rocker’, la cual desafortunadamente cambia hacia la mitad hacia la vertiente pop habitual. Ese es en realidad el mayor problema del álbum, esto es, que el sonido es monótono y recurrente, lo mismo que hemos podido escuchar en obras previas aunque aquí está todo ejecutado con gusto. Si acaso podemos objetar lo demasiado lenta que resulta ‘Naught More Terrific Than Man’.

 

El comienzo de la canción final (‘Les Bons Bons Des Raisons’) es bien sugerente con su jovial melodía de teclado y las voces celestiales, pero luego se vuelve más monótona en las últimas secciones, incidiendo en los defectos más que en las virtudes de este disco. Como ya se ha dicho, es el tono similar en casi la totalidad del álbum lo único que acaba lastrando la percepción global sobre él. Por lo demás, puede disfrutarse casi desde principio a fin aunque escuchar la hora completa acaba transmitiendo esa sensación de monotonía.

INSTANT 0 IN THE UNIVERSE

Año de publicación: 2003

Puntuación:

1) "...Sudden Stars"; 2) Jaunty Monty And The Bubbles Of Silence; 3) Good Is Me;

4) Microclimate; 5) Mass Riff.

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La primera publicación tras la infausta muerte de Mary Hansen fue este nuevo EP, donde se dejan la experimentación a un lado y se lanzan a un sonido más accesible y comercial, sin que eso signifique perder su propio estilo. Desde el melódico inicio de ‘"...Sudden Stars"’ nos damos cuenta de que, por fin, Stereolab buscan agradar abiertamente al oyente. El juego de voces es una gozada, aunque el ritmo rápido que imprimen queda demasiado convencional para lo que podrían haber logrado con otra elección.

 

El canto robótico inicial de ‘Good Is Me’ tan solo sirve para borrar una de las señas de identidad de Stereolab, es decir, para involucionar en vez de aprovechar sus mejores virtudes. Este tema transita por diferentes secciones de diferente índole que incluyen un pasaje de delicadeza vocal y una última sección instrumental muy interesante porque los instrumentos llegan a una intensidad que podríamos esperar más bien de grupos como Can, guitarra incluida. Precisamente la guitarra caracteriza la mejor composición de este EP, que es ‘Mass Riff’, la cual suena a música de rock francés de finales de los sesenta y atrae desde el principio con su pegadizo ritmo bien adornado también por los teclados y que incluye otra sorprendente aceleración del ritmo para introducirnos en una excelente sección ideal para las pistas de baile.

 

Tras la entrañable delicadeza inicial en ‘Microclimate’, sorprende el cambio súbito tras el primer minuto a una pueril melodía más propia de un videojuego de principios de los noventa. Afortunadamente, retoman la primera sección para darnos a entender que el juego de la composición está en alternar esos fragmentos tan diferentes y de dudoso encaje. En cambio, ‘Jaunty Monty And The Bubbles Of Silence’ es un jovial tema que parece instrumental porque no escuchamos cantar a Sadier hasta que ha transcurrido más de la mitad.

 

Aunque parecía que los discos recomendables de Stereolab iban a ser una excepción, en este EP consiguen un acertado equilibrio entre melodía y originalidad en la implementación. Grabar un EP tan entretenido y agradable era el mejor homenaje que podían hacerle a su excompañera fallecida y además fue la antesala de su próximo álbum, también uno de los mejores de su discografía.

MARGERINE ECLIPSE

Año de publicación: 2004

Puntuación:

1) Vonal Declosion; 2) Need To Be; 3) "...Sudden Stars"; 4) Cosmic Country Noir;

5) La Demeure; 6) Margarine Rock; 7) The Man With 100 Cells; 8) Margarine Melodie;

9) Hillbilly Motobike; 10) Feel And Triple; 11) Bop Scotch; 12) Dear Marge.

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Ya nada volvería a ser lo mismo en Stereolab, pues al fallecimiento de Mary Hansen se suma aquí la ruptura sentimental entre Lætitia Sadier y Tim Gane, una relación que había supuesto el nacimiento del grupo. Este hecho no afectará en la producción de nuevo material en los próximos años, pero sí marcaba el principio del fin, como suele ocurrir en estos casos. Respecto a la música, nada ha cambiado respecto a lo que nos habían presentado en el EP previo, es decir, que prosiguen con el sonido más accesible que nos habían mostrado pero sin perder por ello su esencia franco-británica y el gusto por las composiciones multiparte. ‘"...Sudden Stars"’ la repiten del EP anterior, pero el resto es nuevo material.

 

Esa parte imprevisible de no saber cómo y cuándo cambiará una pieza respecto a lo que escuchamos en su comienzo es lo que permite destacar numerosos temas como ‘Cosmic Country Noir’, ‘Bop Scotch’ o ‘La Demeure’, pues siempre se acaba colando alguna melodía interesante en cualquiera de las secciones que los conforman. Por ejemplo, el clavicordio de entrada de la multiparte ‘Need To Be’ capta pronto el interés y la dota de solemnidad, aunque luego se transforma en una pieza dinámica de floreciente ritmo y parte vocal cantada en francés, a pesar del título. Hacia la mitad del tema, el entramado sonoro se vuelve más sencillo y ya se pierde bastante el interés. Cantada en francés, ‘Vonal Declosion’ llega a su momento álgido antes de llegar al primer minuto y luego ya no vuelve a alcanzar ese punto, dejando una sensación agridulce en ese sentido. Aparte, una elaboración más melódica de las estrofas hubiera quedado probablemente mejor.

 

No pueden fallar cuando un tema bailable como ‘Margarine Rock’ contiene sensacionales melodías vocales (que incluyen los juegos de voces que tan bien dominan) y una juguetona guitarra eléctrica que nos deja varios destellos junto al resto de elementos electrónicos, todo un detalle del grupo. Un poco más de paciencia se ha de tener con ‘The Man With 100 Cells’, pues se va creciendo conforme avanza y sus ganchos melódicos son más sutiles, pero es una pieza exquisita. La que va dirigida de forma clara a las pistas de baile es ‘Margerine Melodie’, que hubiera quedado mejor de haber recortado un poco su duración, pues acaba sonando algo repetitiva. Por el contrario, mediante ‘Dear Marge’ aportan el toque exótico con su ritmo de bossa nova que intenta alejarse de la trivialidad, aunque luego irá cambiando a lo largo de sus siete minutos, como cabía esperar.

 

Respecto a la personal ‘Hillbilly Motobike’, ya suena a lo típico de Stereolab, pero con suficiente gusto por la melodía para poder destacarla. Aunque en este caso su letra en francés bastante explícita sobre el final de una relación ya nos indica la probable motivación que tuvo detrás, tal como hemos comentado al principio. De manera análoga en el apartado musical, son los juegos vocales de ‘Feel And Triple’ los que permiten redimirla de la calificación de agradable relleno, mientras que en este caso se trata de un homenaje y despedida a Mary Hansen, donde la letra muestra el gran afecto que le profesaron sus compañeros. Así pues, si tomamos este álbum en conjunto, nos ofrece una buena muestra de las cualidades de Stereolab, acercándose más a la melodía que a la experimentación, pero sin perder ese toque diferente que los eleva artísticamente por encima de la media de los grupos electrónicos más convencionales.

OSCILLONS FROM THE ANTI-SUN

Año de publicación: 2005

Puntuación:

CD I: 1) Fluorescences; 2) Allures; 3) Fruition; 4) Wow And Flutter;

5) With Friends Like These; 6) Pinball; 7) Spinal Column; 8) Ping Pong; 9) Golden Ball;

10) Cybele's Reverie; 11) Nihilist Assault Group (Parts 3, 4, 5); 12) Off-On.

CD II: 1) Jenny Ondioline Pt.1; 2) Young Lungs; 3) Escape Pod; 4) Moodles;

5) You Used To Call Me Sadness; 6) Captain Easychord; 7) Les Aimies Des Memes;

8) French Disco; 9) Transona Five; 10) Moogie Wonderland; 11) Canned Candies;

12) Narco Martenot.

CD III: 1) The Noise Of Carpet; 2) The Free Design; 3) Les Yper-Yper Sound;

4) Pain Et Spectacles; 5) Ping Pong; 6) Long Life Love; 7) Jenny Ondioline;

8) Heavy Denim; 9) Brigitte; 10) Miss Modular; 11) Soop Groove #1.

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Una buena parte de los EP’s y singles que publicaron Stereolab durante casi una década vienen recopilados en este triple álbum que incluye también un DVD. Los EP’s en cuestión son: Jenny Ondioline (1993), Ping Pong y Wow And Flutter (ambos de 1994), Fluorescences y Cybele's Reverie (ambos de 1996), Miss Modular (1997), The Free Design (1999) y Captain Easychord (2001). De esta manera, se hace un recorrido de la trayectoria seguida por el grupo, todavía con Mary Hansen en la formación, aunque el contenido no sigue un orden cronológico y por ello no se pueden extraer conclusiones tan rápidamente. De varios de los temas incluidos ya conocemos una versión alternativa de algún álbum publicado previamente, mientras que aquí escucharemos su versión en single: ‘Ping Pong’, ‘Captain Easychord’, ‘The Noise Of Carpet’, ‘Cybele's Reverie’, ‘You Used To Call Me Sadness’... De ‘Jenny Ondioline’ podemos encontrar hasta dos versiones alternativas, siendo bastante floja la incluida en el tercer disco.

 

Tal como cabe esperar de una compilación de Stereolab repleta de material, el contenido de relleno es abundante: ‘Pinball’, ‘Les Aimies’, ‘Moogie Wonderland’ a pesar de su tratamiento experimental, ‘Heavy Denim’… y no seguimos copiando títulos para que esto no parezca una retahíla de nombres como cuando en la Ilíada nos enumeran la lista de quienes siguen a los beocios, los focios y todo ese submundo helénico. Este material de relleno es en general aceptable, aunque por supuesto que encontraremos algunos más flojos como ‘Off-On’, ‘Moodles’ o la diversa pero inacabable ‘Soop Groove #1’. Mención aparte merece, pero en un sentido negativo, ‘Nihilist Assault Group (Parts 3, 4, 5)’, ya que pone a prueba los nervios de cualquiera. Sus primeros minutos están dedicados a una cancioncita normal y corriente, pero después nos tenemos que tragar casi tres minutos de un sintetizador muy irritante que acaban cortando con un entramado ruidoso, el cual es también cacofónico aunque por comparación deje mejor sensación.

 

Canciones como las entretenidas ‘Wow And Flutter’, ‘Pain Et Spectacles’ o ‘Escape Pod’ tampoco nos enseñan nada nuevo, pero podemos dejarnos llevar por su ritmo. En cambio, chirría demasiado y acaba cansando el organillo rítmico de ‘With Friends Like These’, a pesar de que en su segundo mitad se acelera todo un poco. ‘Fluorescences’ va ganando en densidad sonora conforme avanza y nos muestra esa habilidad para los perfectos juegos de voces, siendo esto último lo que vuelve interesantes otros temas aparentemente menos llamativos como ‘Fruition’. En clave de bossa nova nos ofrecen ‘Allures’, mientras que el xilófono aporta un toque especial para ‘Canned Candies’. Por otra parte, tanto en la cuidada y original instrumentación electrónica como en las melodías y armonías vocales de ‘Spinal Column’ se aprecia el talento de la banda.

 

En ‘Golden Ball’ se lanzan con éxito al estilo mantraico de la Velvet Underground, donde Lætitia incluso parece cantar con una voz más grave de lo habitual, como si estuviera pensando en Nico. También en modo de alguna manera mantraico se desarrolla ‘Transona 5’, pero no transmite la indiferencia de ‘Young Lungs’ en la cual tan solo podemos apreciar algún detalle de talento en momentos concretos (a los 2:30 minutos), quedando difuminado su efecto debido a su extensa duración de más de seis minutos. El ritmo de ‘The Free Design’ casi que parece extraído de algún tema de Can, como pudiera ser por ejemplo ‘On The Beautiful Side Of A Romance’, mientras que en la interesante ‘Long Life Love’, de secciones bien diversas, está la curiosidad de escuchar a Hansen y Sadier alternarse con la voz principal. Esa característica de unir secciones diferentes como si se tratara de temas enlazados es lo que juega también a favor de ‘Brigitte’.

 

En el álbum se incluye un DVD con vídeos musicales que están bastante bien para tener un tono amateur, pues experimentan con la imagen igual que son su sonido. El vídeo de ‘Cybele's Reverie’ está realizado con encanto retro, como si se hubieran trasladado a los años treinta del siglo XX. También encontraremos dos canciones interpretadas en directo en un programa de televisión, de la época de Emperor Tomato Ketchup, donde se aprecia el encanto de la sencillez de su puesta en escena. Y aquí, con algo de resuello por parte de quien suscribe estas palabras, acaba el repaso de este extenso compendio de una buena porción de la carrera de Stereolab, cuyos mejores temas ya los conocemos en versiones diferentes pero muy similares, por lo que es un álbum prescindible para quien no sea un fan acérrimo del grupo.

FAB FOUR SUTURE

Año de publicación: 2006

Puntuación:

1) Kyberneticka Babicka Pt 1.; 2) Interlock; 3) Eye Of The Volcano; 4) Plastic Mile;

5) Get A Shot Of The Refrigerator; 6) Visionary Road Maps; 7) Vodiak; 8) Whisper Pitch;

9) Excursions Into "Oh, A-Oh"; 10) I Was A Sunny Rainphase; 11) Widow Weirdo;

12) Kyberneticka Babicka Pt 2..

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Esta nueva recopilación recoge seis singles (caras A y B) publicados entre 2005 y 2006, de tal manera que puede casi tomarse como un álbum propiamente dicho. También habían publicado en 2005 una nueva canción para un álbum de varios artistas con destinos benéficos. Se trata de ‘Mudra’, una rayada experimental que va completamente en contra de la melodía. No tiene nada que ver con lo que encontraremos en esta recopilación, pues los singles tuvieron un enfoque comercial que se aprecia claramente, sin que ello suponga una comercialización del sonido en el sentido peyorativo que se suele asociar a este término. Pero tampoco vamos a escuchar la mejor versión de esta banda.

 

Lo más genérico que encontraremos son canciones basadas en el desarrollo de un ritmo bailable y que para Stereolab supone una manera fácil de crear composiciones, como es el caso de ‘Vodiak’, ‘Excursions Into "Oh, A-Oh"’, ‘Interlock’ o ‘Visionary Road Maps’, cuyo último minuto cambia por completo y entorpece el resultado. A veces la diversidad de secciones, una de las señas de identidad de Stereolab, causa una cierta confusión como en ‘Get A Shot Of The Refrigerator’, aunque se acaba centrando en una de ellas y recuperan un poco el terreno perdido hasta que se dedican a un cansino tramo final de teclados. Los deliciosos cambios de ritmo y melodía durante el primer minuto de ‘Plastic Mile’ aseguran una agradable experiencia. Otro asunto es si alargar durante varios minutos la misma sección era una buena idea.

 

Entre lo experimental y lo accesible se ubica ‘Kybernetická Babička’, pero con un sonido muy vistoso que capta pronto la atención. Lo que ya no es una buena idea es volver a repetir lo mismo y colocarle el cartelito de “segunda parte” para ver si así cuela, porque eso significa que el single en cuestión era exactamente lo mismo dividido en dos partes. Los instrumentos de viento dotan de costumbrismo y nostalgia a la primera sección de ‘Widow Weirdo’, dentro de los aires ingleses que aporta ese sonido. Luego parece lanzarse a una especie de jazz donde la voz de Sadier se acomoda bien. Esos vientos son también los que caracterizan la placentera ‘Eye Of The Volcano’, otra de las piezas recomendables de este álbum, que tampoco es que haya muchas.

 

Pocas veces hemos escuchado en la música de Stereolab una guitarra eléctrica tan melódica como la que suena en ‘Whisper Pitch’, en la mejor tradición británica del pop de guitarras. Como vemos, no tienen problema en añadir cualquier tipo de arreglo que enriquezca una composición y eso ayuda a dotar de diversidad el sonido. Sin embargo, en esta recopilación el grupo suena artísticamente estancado, ciñéndose a ideas ya probadas con anterioridad y sin aportar nada nuevo a su legado.

2023

CHEMICAL CHORDS

Año de publicación: 2008

Puntuación:

1) Neon Beanbag; 2) Three Women; 3) One Finger Symphony; 4) Chemical Chords;

5) The Ecstatic Static; 6) Valley Hi!; 7) Silver Sands; 8) Pop Molecule (Molecular Pop 1);

9) Self Portrait With 'Electric Brain'; 10) Nous Vous Demandons Pardon; 11) Cellulose Sunshine; 12) Fractal Dream Of A Thing; 13) Daisy Click Clack; 14) Vortical Phonotheque; [BONUS TRACKS:] 15) The Nth Degree; 16) Magne-Music.

2023

Cada vez más se iba acercando el final de Stereolab porque exprimir una fórmula a la larga se convierte en muerte artística. Por otra parte, los lazos sentimentales ya estaban rotos desde hacía años y no podía haber más ilusión que la profesional para producir nuevos discos. Ya no encontraremos nada nuevo, es como si pudieran estar eternamente creando canciones de tono similar sin que haya un tope. Eso sí, emplean más músicos de cámara de lo habitual y los teclados no son tan protagonistas, que es quizá la idea que tenían como aliciente, esto es, conseguir un sonido más real y cercano al oyente. Sin embargo, eso no oculta el problema de fondo que sigue siendo el mismo: la falta de originalidad respecto a lo que ya habían ofrecido.

 

Saben captar la atención desde el principio con esa melodía cíclica de teclado que parece sonar como un clavecín electrónico en ‘Neon Beanbag’. Tan solo es en pequeños detalles así donde puede apreciarse algo novedoso que capte realmente la atención. Con echar mano de la experiencia y su propio savoir-faire (nunca mejor dicho para estaba banda), canciones como ‘Valley Hi!’ o ‘Cellulose Sunshine’ pueden seguir encantando sin que haya una relación demasiado directa con lo que han hecho con anterioridad. En la canción de aires franceses que da título al álbum emplean con acierto los arreglos orquestales (entre los que se cuela una deleitosa guitarra eléctrica), pues estos aportan melodías aparte del toque de distinción correspondiente, que es lo que buscan también cuando se muestran cabareteros y entretenidos en ‘Daisy Click Clack’.

 

Para romper la cadencia típica de la música del grupo, el instrumental ‘Pop Molecule (Molecular Pop 1)’ se nos muestra estridente y fuera de onda respecto al disco en conjunto. Por el contrario, recuerdan a los Beatles más floridos en ‘The Ecstatic Static’, pero luego acaban repitiendo la fórmula en ‘Self Portrait With 'Electric Brain'’ y se pierde un poco el encanto con esta banda. De manera análoga, es imposible no pensar en ‘Dear Prudence’ de los Beatles cuando comienza a sonar ‘Vortical Phonotheque’, pero los excelentes juegos de voces de Stereolab consiguen que ese aspecto no sea relevante.

 

En el modo más festivo de Stereolab, de sobra conocido, se sucede ‘Nous Vous Demandons Pardon’ y comprobamos que todavía se defienden cuando quieren tocar algo destinado a las pistas de baile como ‘Magne-Music’. Sin embargo, resulta chocante que esa monotonía que supone conocer ya sobradamente la música de Stereolab se rompa de manera favorable con una canción adicional que recupera la chispa y el gancho de la banda en sus mejores creaciones. Esta canción es ‘The Nth Degree’, dinámica y pegadiza, ideal para las pistas de baile con exquisitez. Es como una pequeña joya que podemos disfrutar dentro de un álbum olvidable que pavimentaba el camino hacia el final definitivo de la banda.

NOT MUSIC

Año de publicación: 2010

Puntuación:

1) Everybody's Weird Except Me; 2) Supah Jaianto; 3) So Is Cardboard Clouds;

4) Equivalences; 5) Leleklato Sugar; 6) Silver Sands (emperor machine mix);

7) Two Finger Symphony; 8) Delugeoisie; 9) Laserblast; 10) Sun Demon; 11) Aelita;

12) Pop Molecule (Molecular Pop 2); 13) Neon Beanbag (atlas sound mix).

Este nuevo álbum no era en realidad tan nuevo porque una parte de su contenido provenía de las mismas sesiones de grabación que dieron lugar a Chemical Chords. Esto obviamente provoca suspicacias porque los temas sobrantes de un grupo que se había acomodado tanto dentro de su estilo ya no deja lugar para sorpresas, pero el aspecto positivo de este acomodamiento es que Stereolab se mantenían al menos en un nivel cualitativo aceptable para grabar canciones en su mayor parte agradables para ser escuchados. El único sentido que parece tener este disco es aprovechar lo que había quedado grabado y añadir algo más hasta completar un álbum completo, puesto que la banda ya no tenía futuro tras la ruptura sentimental de Sadier y Gane. De alguna manera era como cerrar un capítulo de sus vidas.

 

El comienzo del álbum deja buena impresión, pues la sencilla instrumentación de ‘Everybody's Weird Except Me’ la remedian con un excepcional juego de voces y un elaborado estribillo. Esto es lo que apreciaremos a lo largo del álbum, es decir, una instrumentación menos consistente de lo que nos habían acostumbrado (al menos en sus mejores logros), pero al menos que consigan suplirlo con un apartado vocal por encima de la media, que es lo que consiguen con bastante esfuerzo y en momentos concretos como en ‘Laserblast’. En cualquier caso, lo previsible aquí es encontrar canciones que suenan a lo mismo de siempre, como ‘Supah Jaianto’ y ‘Delugeoisie’, lo cual significa que al menos resultan agradables, porque eso precisamente es decir que Stereolab suena a lo de siempre. Así que no se han de lanzar cohetes cuando se lee un título como el de ‘Two Finger Symphony’, ya que no tiene nada de sinfonía y el título quizá lo veamos ideal cuando nos fijemos en que las partes de teclado sí parecen tocadas con dos dedos, como se hacía en los ochenta durante el boom de los teclados para todo el mundo.

 

No falta algo más grácil como ‘Sun Demon’, aunque no suponga nada nuevo, mientras que el ritmo de ‘Equivalences’ parece prestado de Radiohead, pero a diferencia de estos, vemos que Stereolab no saben qué hacer con él. De manera análoga, ‘So Is Cardboard Clouds’ promete mucho pero no llega a desbancarse de convencionalismos y acaba repitiéndose demasiado, tanto que puede llegar a ser molesta. Varios temas aparentemente se repiten respecto del álbum previo, dando a entender que en su manera de trabajar podían barajar opciones opuestas en la implementación de las composiciones. Encontramos sendas remezclas de ‘Silver Sands’ y ‘Neon Beanbag’, donde el sonido de pop francés original es sustituido por la electrónica pura y dura. ‘Neon Beanbag’ se transforma en ruido molesto, mientras que ‘Silver Sands’ tampoco tiene que ver con la original pero aquí se convierte en una pieza electrónica de diez minutos destinada a las pistas de baile, aunque su segunda mitad tiene un ritmo diferente y algo más pausado, de tal manera que se vuelve un poco larga. En cambio, en la continuación de ‘Pop Molecule’ sí que consiguen grabar algo decente y que puede escucharse con agrado, aunque sea otro tema olvidable al fin y al cabo.

 

Lo mejor del álbum es la primera mitad (y el tramo final) de ‘Leleklato Sugar’, donde vuelven a cautivarnos con un apartado vocal celestial y un juego de armonías excepcional. Por medio hay un inciso donde aceleran el ritmo y se adentran en una vulgaridad que afortunadamente dura muy poco, para volver a la grandeza inicial. Esto es curiosamente lo contrario que ocurre en ‘Aelita’, donde la única sección interesante es la central, más animada y diferente al convencionalismo del resto de la canción a pesar de la llamativa percusión. Como vemos, este álbum se mantiene en los mismos parámetros que el 80% de la discografía de Stereolab, esto es, en una música agradable y a veces bailable, otras experimental, pero pocas veces lo suficientemente consistente para engrandecer un álbum por completo. Así que el final de la banda era inevitable, independientemente del final de la relación sentimental entre Lætitia Sadier y Tim Gane.

ELECTRICALLY POSSESSED (SWITCHED ON VOL. 4)

Año de publicación: 2021

Puntuación:

CD I: … 8) Solar Throw-Away (original version); 9) Pandora's Box Of Worms;

10) L'exotisme intérieur.

CD II: 1) The Super-It; 2) Jump Drive Shut-Out; 3) Explosante Fixe;

4) Fried Monkey Eggs (instrumental); 5) Monkey Jelly; 6) B.U.A.;

7) Free Witch And No Bra Queen; 8) Heavy Denim Loop Pt. 2; 9) Variation One;

10) Monkey Jelly (beats); 11) Dimension M2; 12) Solar Throw-Away; 13) Calimero;

14) Fried Monkey Eggs (vocal); 15) Speck Voice.

Disuelto el grupo, lo único que quedaba era seguir haciendo recopilaciones de los EP y singles publicados desde el anterior recopilatorio similar, así como otras rarezas que iban quedando archivadas sin pertenecer a ningún disco de larga duración. El contenido abarca desde al año 1994 al 2008, que es casi como recorrer la carrera al completo de la banda. Los primeros siete temas son los pertenecientes al EP The First Of The Microbe Hunters del año 2000, ya comentado previamente y por ello se ha eliminado del listado de arriba.

 

Respecto al contenido, como la diversidad estilística no es una de las características de la banda (a pesar de que, en cierta manera, son eclécticos), tampoco es un dato importante que se abarque un período de quince años. Y bueno, a estas alturas tampoco se espera encontrar ningún tesoro oculto. Podemos disfrutar de dos versiones de ‘Solar Throw-Away’, la original más apetecible porque emplea instrumentos reales (incluido trompetas), aunque la versión alternativa, más electrónica, también tiene su gancho y dura un minuto más para que podamos movernos un poco mientras la escuchamos, pero cualitativamente eso le hace perder puntos respecto a la versión original. En el otro tema duplicado que encontramos, no cambia la impresión de indiferencia que transmite ‘Fried Monkey Eggs’ por introducir apartado vocal o no, pues ambas versiones se olvidan con la misma velocidad. Que al menos sirva para la pista de baile. De todas maneras siguen convenciendo cuando se muestran introspectivos en ‘Explosante Fixe’ o incluso aciertan en algún tema más bailable como ‘Variation One’ por incluir melodías cantables, a pesar de que su intermedio instrumental es bastante mejorable.

 

Algo aburridos acaban resultando en ‘Calimero’, mientras que ‘Pandora's Box Of Worms’ es un descarte de su mejor obra, Doots And Loops, pero no llega ni a la denominación de maqueta y parece una estafa que hayan incluido algo así, como si se tratara de aprovechar cualquier cosa grabada que se encuentren. No faltan canciones de las que justifican el despectivo comentario de que Stereolab “siempre hacen lo mismo”, como es el caso de ‘The Super-It’, ‘B.U.A.’, ‘Dimension M2’, ‘Speck Voice’, que en realidad suenan bien pero ya dejan indiferente a estas alturas, sobre todo cuando se conoce la trayectoria de la banda.  También se incluyen instrumentales pasables que se olvidan rápidamente (‘Jump Drive Shut-Out’) o que directamente son un ataque al buen gusto como ‘Free Witch And No Bra Queen’ (y no sólo por el título). También vale la pena obviar algunos experimentos abortados que sólo sirven para ocupar espacio: ‘Heavy Denim Loop Pt. 2’ y ‘Monkey Jelly (beats)’. Como vemos, se trata de una recopilación decepcionante.

PULSE OF THE EARLY BRAIN (SWITCHED ON VOL. 5)

Año de publicación: 2022

Puntuación:

1) Simple Headphone Mind; 2) Trippin' With The Birds; 3) Robot Riot;

4) Spool Of Collusion; 5) Symbolic Logic Of Now!; 6) Forensic Itch; 7) ABC;

8) Magne-Music; 9) Blaue Milch; 10) Yes Sir! I Can Moogie!; 11) Plastic Mile (original version); 12) Refractions In The Plastic Pulse (Feebate mix); 13) Unity Purity Occasional;

14) The Nth Degrees; 15) XXXOOO; 16) Cybele's Reverie (live at the Hollywood Bowl).

Esperando que esto sea ya lo último que quedaba por escarbar en los archivos, se publicó el quinto volumen de las recopilaciones de singles, EP y rarezas de Stereolab. En otra edición más completa de esta recopilación puede encontrarse el EP Low Fi de 1992, que ya se comentó aquí en su momento, pero eso no aparece en el listado de arriba porque recoge la edición digital del álbum. Aun así, ‘Magne-Music’ y la sensacional ‘The Nth Degrees’ eran bonus tracks de Chemical Chords que ya se comentaron en su momento y aquí se han sombreado en gris para su identificación.

 

El comienzo de la recopilación se antoja bastante duro porque entre los dos primeros temas abarcan más de media hora. ‘Simple Headphone Mind’ supera los diez minutos y únicamente resulta interesante su primer tercio al sonar una adictiva guitarra rítmica, pero luego se basa en la adición de sonidos y motivos orientales, un recurso más convencional o simplemente que estaban pensando en los Pink Floyd de More. Justo a continuación continúa la misma idea con los más de veinte minutos de una nueva colaboración con Nurse with Wound (ay, señor) titulada ‘Trippin' With The Birds’, pero ya sin gracia ni originalidad, pues a lo máximo que podían llegar por este camino era conseguir algo pasable como ‘Simple Headphone Mind’ y la compañía de Nurse with Wound no es precisamente lo más adecuado, tal como nos hicieron padecer con el EP Crumb Duck. Poco criterio es lo que demuestran también cuando escogen para versionar la irritante ‘ABC’, cuyo único interés reside en saber el motivo que les llevó a grabar semejante atentado contra la música. Quizá con la intención de parecer más serios se reflejan en el jazz para ‘Symbolic Logic Of Now!’, esto es, que la técnica instrumental de la banda sólo les da para ser un reflejo de la música jazz y acabar así aburriendo un poco una vez pasado el efecto sorpresa.

 

Entre lo poco salvable de esta recopilación se encuentra la delicada pieza instrumental y algo orquestal ‘Forensic Itch’, que podría haber encajado bien en Dots And Loops, el mejor álbum de la discografía de la banda. En cambio, ‘Blaue Milch’ parece que nunca vaya a despegar, pero es hacia los dos minutos cuando por fin aparece una melodía original y a partir de ahí todo mejora, incluso aparece un breve apartado vocal que se acaba difuminando con efectos robóticos. ‘Robot Riot’ es la típica canción rítmica de apartado vocal sobrio, mientras que ‘Plastic Mile’ era una canción de Fab Four Suture que aquí se presenta en su versión original y deja incluso mejor sensación que la de aquel álbum. De lo más rockeros que podemos encontrar a Stereolab es en canciones como ‘Spool Of Collusion’, un camino que pocas veces eligieron pero que nunca se les dio mal. Por el contrario, ‘XXXOOO’ parece una demo, tanto por su título como por su brevedad, como si fuera un fragmento que se quedó sin encajar en nada más. En resumen, no hay nada de lo que asombrarse en este álbum porque encontraremos lo de siempre en este grupo: de lo bueno, lo malo y lo regular. Eso sí, más de lo malo y lo regular, sobre todo a estas alturas.

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