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PREMIATA FORNERIA MARCONI

2020

STORIA DI UN MINUTO

Año de publicación: 1972

Puntuación:

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1) Introduzione; 2) Impressioni di settembre; 3) E' festa; 4) Dove... quando... (Parte I); 5) Dove... quando... (Parte II); 6) La carrozza di Hans; 7) Grazie davvero.

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2020

Los dos primeros álbumes de los italianos Premiata Forneria Marconi (en adelante, PFM) cimentaron el prestigio del que se nutrirían y que también llamaría la atención de Greg Lake (el de ELP) para ficharlos y promocionarlos en todo el mundo. Aquí podemos escuchar por primera vez a un grupo de rock progresivo de base clásica y asombrosa diversidad estilística, con un decidido gusto por la melodía en consonancia con la tradición musical italiana. Más o menos podría decirse que toman como modelo a los King Crimson originales, tanto en lo musical como en la formación de rock donde se incluyen el Mellotron, violines y flautas, como también encontraremos similitudes con Genesis. A lo largo del álbum podemos observar que no escatiman en detalles, como tampoco en pasar por diferentes secciones de estilos diversos dentro de un mismo tema.

 

Como el propio título indica, ‘Introduzione’ es una bellísima introducción ejecutada en forma de crescendo con un llamativo final, que luego da paso a otro tema de calmado comienzo pero que es toda una obra de arte a la altura de, por ejemplo, ‘Epitaph’ de King Crimson: ‘Impressioni di settembre’. Como ya se ha dejado entrever, al principio casi ni se aprecia que ha comenzado porque incluso la voz suena muy apagada y no es hasta el cambio de entonación previo al estribillo instrumental (“Quanto verde tutto intorno a ancor piú in là / Sembra quasi un mare l'erba”) que de verdad empieza a llamar la atención. Luego llega el memorable estribillo instrumental de sintetizadores con su épica melodía, de las que nunca se olvidan, para hacer el resto. Pero ahí no quedan los momentos grandiosos, sino que todavía nos han de deslumbrar con otro poderoso arranque vocal de Mussida (“No, cosa sono adesso non lo so / Sono come, un uomo in cerca di se stesso”), un soberbio inciso instrumental tras la nueva repetición –y por partida doble– del sensacional estribillo, y por último una emotiva coda donde la voz en modo coral nos sigue transportando a lugares musicales nuevos.

 

Tras toda esta catarata emocional de entrada, desconcierta al principio encontrar a continuación el marcado rock de ‘E' festa’, pero es que PFM tampoco se iban a dedicar al folk. Esta pieza parece instrumental porque hemos de llegar casi a la mitad para encontrar voces, pero su mayor fortaleza reside en su diversidad. Su primera mitad suena a unos The Nice accesibles y con guitarra, aunque el liderazgo lo toma el teclado de Premoli, pasando luego a una sección central relajada y de voces etéreas que es interrumpida abruptamente por un marcado ritmo de cierta velocidad con el bajo en primer término. Tampoco dura mucho este nuevo ritmo y encontraremos hasta un par de cambios más hasta el retorno a la melodía principal, que suena inspirada en el Barroco. Tras el movimiento llega de nuevo la calma mediante la delicada primera parte de ‘Dove... quando...’, donde Mussida vuelve a demostrar una sensibilidad especial como vocalista, junto a unos impecables arreglos que crean una ambientación intimista gracias al acertado equilibrio entre los instrumentos, entre los que cabe destacar la bucólica flauta de Pagani. La segunda parte de ‘Dove... quando...’ es instrumental y está estructurada en tres secciones: en sus primeros dos minutos nos recuerdan a Genesis, luego llega una segunda sección absolutamente clásica donde resaltan los violines y por último entramos en una última sección más jazzística al estilo de ‘Bitches Crystal’ de ELP.

 

Una voz susurrante nos anuncia el comienzo de ‘La carrozza di Hans’, otra composición multiparte e imprevisible donde la guitarra eléctrica vuelve a colocarse pronto en primer plano para aportar energía al álbum, aunque luego tendremos una agradable sesión de guitarra clásica y un final brioso con los sintetizadores y luego nuevamente la guitarra eléctrica animando la conclusión. La pieza final ‘Grazie davvero’ no podía ser menos en su imprevisibilidad y vuelve a enlazar diversos estilos, lo cual incluye un segmento vocal quizá menos inspirado que en otros momentos del álbum, así como una incursión en las atonalidades para demostrar que no temían nada y seguían su propio instinto.

 

En resumen, este deslumbrante debut los convertía en honorables herederos de la primera hornada de grupos de rock progresivo. Eso sí, dentro de Italia porque fuera no tenían mercado donde entrar. Por entonces, de los Apeninos tan solo nos llegaba a España la canción ligera tipo San Remo, el rock extranjero estaba casi exclusivamente reservado al mercado anglosajón. Pero bien vale la pena descubrir a este grupo y sus dos primeros álbumes.

PER UN AMICO

Año de publicación: 1972

Puntuación:

1) Appena Un Po'; 2) Generale!; 3) Per Un Amico; 4) Il Banchetto; 5) Geranio.

Los PFM sabían que eran un grupo importante en su país y tantas ganas tendrían de demostrar su valía que en menos de un año volvieron a publicar otro álbum y con un gran nivel. Los músicos siguen siendo los mismos y eso garantiza la cohesión y coherencia de la música desarrollada, esta vez con menos concesiones líricas en el apartado vocal porque hay menos temas y al ser más extensos abundan los pasajes instrumentales. Comienza así la evolución del grupo hacia una complejidad que en el futuro se irá despojando de la creatividad melódica de estos inicios.

 

Una introducción inquietante de sintetizadores al estilo Genesis que da paso a un solo de guitarra clásica y luego de flauta, nos presenta a ‘Appena Un Po'’, otra pieza estructurada en múltiples partes que pasados los dos minutos inicia su sección rockera. La sección vocal recoge la delicadeza habitual tanto en la cadencia de la voz como en las cuidadas melodías y pasados los cuatro minutos nos regalan otra memorable melodía de teclado de corte épico. Luego llega otra sección de folklore italiano que nos recuerdan que PFM no eran unos meros imitadores, sino que sabían aportar su propia idiosincrasia cultural.

 

La mejor parte vocal del álbum la encontraremos en el tema que le da título, pues sirve también para crear una tensión luego resuelta con el desarrollo instrumental. En su parte central encontraremos un acelerado solo de violín que al principio hace recordar el de ‘Baba O'Riley’ de The Who, pero con la velocidad con la que estos chicos cambian de sección tampoco resulta ningún problema. Cuando ya parece que llega el final, añaden otra ostentosa y épica parte de teclado, pues al principio en PFM cuidaban los detalles. En ‘Il Banchetto’ comienzan sonando como un grupo de pop acústico, pues pocas veces escucharemos en ellos melodías tan abiertamente pegadizas, pero sus casi nueve minutos dan para mucho y más con la predilección de esta banda por los cambios de sección. Sobre los cuatro minutos incluso parece que suenen españoles, pero desafortunadamente llega a continuación una sección bastante aburrida de teclado que hemos de soportar hasta que llega de forma sensacional el retorno a la parte vocal del principio, todo finiquitado a la perfección con el clímax del juego de voces.

 

Cuando se dedican a demostrar técnica instrumental sin sustentarla en una creatividad melódica, les sale algo como ‘Generale!’, cuyo único mérito es aportar dinamismo al disco. Su título quizá se deba a que hacia la mitad se escucha un tambor y una flauta de estilo militar. La composición más desconcertante de todas es ‘Geranio’ porque no se puede saber qué sección es la principal. Por defecto dejamos la primera, que es además la mejor, puesto que lo que llega después resulta entretenido por lo variado, pero no llegan a alcanzar el nirvana melódico como en otras ocasiones. Al tratarse de una pieza de ocho minutos, da a entender que la originalidad siempre tiene un límite y en los siguientes álbumes del grupo veremos el problema inmediato que esto va a suponer.

 

Por tanto, todavía estamos ante un álbum emocionante en muchos momentos, con una música que les permitía desplegar toda su creatividad con la inteligencia suficiente para aunar diferentes secciones dentro de una composición multiparte. Durante una gira de ELP por Italia, Greg Lake descubriría al grupo y consiguió su fichaje por la discográfica que habían montado, Manticore Records, de tal manera que los PFM consiguieron una distribución a nivel mundial, si bien a costa de regrabar su música en inglés, algo un poco absurdo al ser una música principalmente instrumental. Pero bueno, si no fuera por Lake, quién sabe si nos habríamos perdido el descubrimiento de estos emocionantes dos primeros discos.

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L'ISOLA DI NIENTE

Año de publicación: 1974

Puntuación:

1) L'isola di niente; 2) Is My Face On Straight; 3) La luna nuova; 4) Dolcissima Maria;

5) Via Lumiére.

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En 1973, antes de publicar su tercer álbum, los PFM regrabaron Per un amico para cantarlo en inglés y que fuera publicado a nivel mundial en la discográfica de ELP. El título de ese álbum bastardo fue Photos Of Ghosts, cuya única composición nueva fue el discreto instrumental ‘Old rain’. Lo peor fue verificar que en las regrabaciones habían recortado la duración original de las piezas, excepto ‘Il banchetto’ que resulta ser la misma. Aparte, el encargado de las letras en inglés fue Peter Sinfield (letrista de King Crimson y ELP) y este no realiza una traducción, sino que se inventa nuevas letras que acaban de desvirtuar por completo la regrabación.

 

Seguimos así con el tercer álbum propiamente dicho del grupo, también en italiano pero con uno de los temas directamente grabado en inglés, que tampoco era cuestión de duplicar siempre el trabajo. Comprobamos inmediatamente que el número de temas se reduce drásticamente, aunque vista la predilección por las composiciones multiparte, tampoco suponía ningún problema. El problema real que observaremos es la dificultad por encontrar melodías reconocibles, mucho menos memorables al estilo de las que existían en sus dos primeros álbumes. Un grupo especulador de los que triunfan en las radiofórmulas de hoy en día, probablemente hubiera dosificado todas las ideas de los dos primeros álbumes de tal manera que hubieran publicado a cambio cuatro o cinco álbumes con ellas. Estos chicos demuestran haber mejorado técnicamente con los años, pero han perdido a cambio algo muy valioso y que no puede adquirirse con la experiencia: la originalidad.

 

No obstante, sí que tiene su originalidad comenzar ‘L'isola di niente’ con voces corales como si estuvieran emulando el Carmina Burana de Carl Orff. Transcurridos algo más de dos minutos, cambia el panorama por completo con una sección donde la guitarra eléctrica y una resonante batería crean un emocionante entramado instrumental para que entre la voz etérea, conformando el mejor momento de todo el álbum. Desgraciadamente, después de los cuatro minutos se vuelve todo un poco difuso y hemos de esperar hasta los siete para volver a empezar desde el principio con los coros, pero esta vez las secciones son todas más breves, hasta llegar a los dos últimos minutos donde se despiden con una relajada sección donde se complementan el piano de Premoli y las notas alargadas y agudas de guitarra de Mussida. Para un único tema que encontramos en inglés, ‘Is My Face On Straight’, el apartado vocal es muy lamentable. Lo más gracioso es que en la recta final el vocalista no puede evitar imitar esa manera que tenía Peter Gabriel de recitar coloquialmente en ‘I Know What I Like (In Your Wardrobe)’. En cualquier caso, este tema es muy caótico y la única parte interesante es la que comienza casi llegando a los cuatro minutos porque nos deja una reconocible y épica melodía de sintetizador replicada luego por las voces.

 

Aunque ellos eran del  norte de Italia (los verdaderos italianos, que dirían algunos de allí), aires de música popular napolitana (los falsos italianos en ese caso) asoman en el inicio de ‘La luna nuova’, transitando luego por diferentes secciones más rockeras pero sin nada que llame especialmente la atención, salvo el épico riff de teclado que aparece sobre los dos minutos y medio (y que retomarán en la recta final). Pero en su mayor parte este tema supone un ejemplo de técnica sin alma, que es la misma sensación que deja ‘Via Lumiére’. Esta última dedica su último tercio a una sección más accesible para al menos dejar una sensación final más agradable para el disco. Como necesitarían alguna canción que tuviera una duración más corta y sonara accesible para las radios, eligen meternos una mediocre balada más típica de la canción ligera o de vulgar folk que de un grupo de rock progresivo. Nos estamos refiriendo a ‘Dolcissima Maria’, donde la complejidad se la dejan a un lado y el resto se sostiene en los tópicos esperables para una canción de este tipo. La repetitiva flauta del final podría haber estado interpretada por un alumno aventajado de secundaria después de haber practicado un par de horas.

 

Mal camino habían decidido seguir en este álbum porque se alejan de un equilibrado término medio entre complejidad y melodía para acercarse, o a la complejidad sin más, o a las melodías vulgares de cualquier cantante italiano del montón. Se editó también la correspondiente versión inglesa bajo el nombre de The World Became The World, título que se correspondía a su vez con la regrabación cantada en inglés de ‘Impressioni di settembre’, recuperada de Storia di un minuto. Para las personas curiosas, las otras equivalencias son: ‘The Mountain’ es ‘L'isola di niente’; ‘Just Look Away’ es ‘Dolcissima Maria’; ‘Four Holes In The Ground’ es ‘La luna nuova’; y ‘Have Your Cake And Beat It’ es ‘Via Lumiére’.

LIVE IN U.S.A.

Año de publicación: 1974

Puntuación:

1) Four Holes In The Ground; 2) Dove… quando; 3) Just Look Away; 4) Celebration;

5) Mr Nine Till Five; 6) Alta Loma Five Till Nine.

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Distribuidos ya por el mundo sus álbumes en inglés gracias a la discográfica de ELP, consiguieron sobrepasar también las fronteras físicas para realizar giras fuera de Italia. La gira por Estados Unidos quedará documentada en este álbum, que recoge grabaciones de la gira sin dar información de los conciertos a los que pertenecen. Este álbum será editado en Estados Unidos bajo el título de Cook.

 

Del que era su álbum más reciente, L'isola di niente, encontramos dos temas. Como ya se dijo, ‘Four Holes In The Ground’ es ‘La luna nuova’ y aquí sale perdiendo porque le añaden un minuto más mientras le quitan uno de los mejores momentos, que era la primera entrada de la reconocible melodía épica de teclado. En cuanto a ‘Just Look Away’, se trata de ‘Dolcissima Maria’, aunque nadie lo podría intuir al principio al añadirle una primera parte de guitarra clásica de más de tres minutos que no está nada mal y además le aporta un significativo toque mediterráneo que acentúa el italianismo de la música.

 

Para el título inglés de ‘Celebration’ es fácil descubrir cuál es el tema en italiano correspondiente: ‘E' festa’. En directo no pierde fuerza y por medio incluyen extractos de otras piezas, como la melodía de la famosa canción napolitana ‘Funiculì, funiculà’ o el épico estribillo instrumental de ‘Impressioni di settembre’, que fuera de su contexto no tiene tanto impacto. La implementación instrumental de ‘Dove… quando’ es algo diferente al equivalente de estudio, sobre todo en la introducción, manteniendo luego la misma parte vocal. Por otro lado, ‘Mr Nine Till Five’ (el previamente titulado ‘Generale!’) suena todavía más caótico.

 

La única novedad de este disco es la extensa pieza instrumental de casi dieciséis minutos ‘Alta Loma Five Till Nine’, una excusa para que los músicos vayan dejando sus improvisaciones, principalmente el violinista, aparte de que llegando al final añaden la famosa obertura de la ópera Guillermo Tell de Rossini. Como novedad, esta pieza final tampoco lo es tanto porque sigue la misma estela de saltos de sección diversos que estamos acostumbrados a escuchar. En definitiva, no se trata de un álbum que apetezca escuchar repetidamente, pero se reconoce la destreza de unos músicos que podían codearse con otros grupos de rock progresivo a nivel mundial.

CHOCOLATE KINGS

Año de publicación: 1975

Puntuación:

1) From Under; 2) Harlequin; 3) Chocolate Kings; 4) Out On The Roundabout;

5) Paper Charms.

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Estamos en el año 1975 y Peter Gabriel había anunciado su marcha de Genesis. Quien llegara a escuchar entonces este álbum de PFM llegaría a la siguiente conclusión: ¡Peter Gabriel se ha mudado a Italia y se ha juntado con un grupo de allí! Esto lo decimos porque lo primero que llama la atención es cómo el nuevo vocalista principal (también guitarrista), Bernardo Lanzetti, imita a Peter Gabriel con un timbre de voz casi idéntico. Solo le hubiera faltado llamarse Pietro en vez de Bernardo. Aunque en realidad la influencia de Genesis en todos los músicos para este álbum es mucho más clara y evidente, casi exclusiva, que en el resto de álbumes, cuya variedad estilística evitaba cualquier tipo de encasillamiento. Ya no existe la dualidad versión italiana/inglesa porque concebían su mercado a nivel mundial y en realidad suponía una pérdida de tiempo que tampoco se podrían permitir eternamente.

 

La primera vez que se escucha este álbum, resulta muy desconcertante, aunque eso tampoco puede tomarse como novedad. Con este grupo ya estamos acostumbrados a que en una misma composición se alternen partes completamente diferentes, pero en sus primeros álbumes se reconocían con facilidad cada una de las partes porque contenían melodías o elementos diferenciadores. Aquí prosiguen en la indefinición mostrada en L'isola di niente, pero intentando imitar a Genesis. De hecho, para ‘From Under’ parece que se hayan fijado en los Genesis más contemporáneos de The Lamb Lies Down On Broadway. Hasta los dos minutos no encontramos una melodía reconocible, en este caso de carácter pastoril, y los mejores momentos de esta pieza son cuando vuelve a aparecer, así como los cambios de ritmo que comporta a continuación.

 

‘Harlequin’ no tiene nada que ver con la pieza de igual título de Genesis, pero parece inspirada en la vanguardista música que comenzaron a desarrollar en Nursery Crime, el álbum donde estaba ese tema de Genesis. Solo pueden destacarse algunas melodías instrumentales que se entremezclan entre tanta imitación de Peter Gabriel por parte del cantante, así como el último minuto bucólico y relajado. Sobre los cuatro minutos parece que quieran emular ese momento de aceleración que llegaba en el intermedio instrumental de ‘Dancing With The Moonlit Knight’. También encontramos trazas de este tema de Genesis en ‘Chocolate Kings’, algo caótico por momentos.

 

El tranquilo comienzo de ‘Out On The Roundabout’ supone un pequeño respiro antes de realizar una travesía por varias secciones en su mayor parte inspiradas de nuevo en Genesis. Quizá para darnos un chasco por esperar otro homenaje al mismo grupo inglés, en la final ‘Paper Charms’ parece que se inspiran más en ELP, pero sin lograr tampoco nada relevante que les distinga de cualquier grupo con habilidad técnica que intentara realizar lo mismo. Esto mismo es lo que puede decirse de toda la discografía de PFM excepto sus dos grandes primeros álbumes, pues cuando desapareció la musa de las melodías, el grupo quedó como un simple muestrario de técnica sin mayor poder de atracción. Y para eso es más recomendable escuchar directamente música de jazz.

JET LAG

Año de publicación: 1977

Puntuación:

1) Peninsula; 2) Jet Lag; 3) Storia In "La"; 4) Breakin In; 5) Cerco La Lingua; 6) Meridiani;

7) Left-Handed Theory; 8) Traveler.

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Como ya sabemos, en 1977 el rock progresivo estaba muerto y los grupos abanderados del género estaban evolucionando sin saber bien hacia dónde tirar, mientras llegaba la explosión del punk y la música disco para sepultar definitivamente cualquier traza de música progresiva (y sus músicos) del gusto masivo y la memoria de la gente. La evolución de PFM se dirigió hacia el jazz, es decir, el jazz-rock, la opción más seria y quizá más honesta si ya no se veían capacitados para desarrollar una vertiente más melódica. Técnicamente ya habían demostrado que estaban sobrados para ello y todos los miembros tienen la opción de demostrarlo. Es como si se hubieran vuelto un grupo completamente democrático y a cada músico se le permita su momento propio de lucimiento a lo largo del disco. Sorprende que, en esta situación, no encontremos ningún solo de batería, pero obviamente no se echa en falta.

 

Para comenzar el álbum nos colocan un instrumental de guitarra sola. Se nos vuelven flamencos en el inicio de ‘Peninsula’, aunque luego la guitarra española comienza a desarrollar una amena melodía más cercana al pop pero sin perder la complejidad y seriedad de las piezas de guitarra clásica. El tema que da título al álbum, de cerca de diez minutos de duración, se desarrolla como un jazz-rock con florituras varias pero ninguna melodía a la vista. Hacia la mitad aparece una parada súbita para que entre a continuación un aburrido solo de sintetizadores y el imitador de Peter Gabriel empiece a musitar. El último tercio de la composición está enfocado al jazz sin paliativos, con una demostración técnica de teclado pero sin emoción.

 

El solo de sintetizadores que inicia ‘Storia In "La"’ recuerda al sonido que empleaba Tony Banks en ‘The Battle Of Epping Forest’, pero aquí extendido todo en exceso, tanto que produce hasta indiferencia, que es lo mismo que ocurre en ‘Unknown’, en la cual además debemos soportar otro canto desafinado. La guitarra eléctrica es la elegida para iniciar ‘Breakin In’, en cuyo título vemos que a estos italianos se les ha olvidado escribir la letra g o el apóstrofe. Quizá sea un truco para que prestemos atención a un tema que se vuelve insufrible por esa manera de cantar con reverberación de Lanzetti. Cuando la guitarra de verdad tiene su momento de lucimiento es en ‘Meridiani’, donde el solo se extiende a través de sus seis minutos de duración y dos mitades bien diferenciadas en tempo y garra, todo en un estilo que recuerda al Frank Zappa de los extensos solos de guitarra.

 

En ‘Cerco La Lingua’ la introducción le toca esta vez al violinista, quien además era nuevo en el grupo. Cuando entra el resto de músicos, el liderazgo lo toma el bajista con unas prominentes líneas que parecen enfocadas al funk. El único tema que entusiasma de verdad es ‘Traveler’, pero en su primera mitad, gracias a una memorable melodía de teclado de las que encumbran el rock progresivo. Lástima que los últimos dos minutos sean de una vulgar pomposidad que rompe el encanto inicial (si es que la voz de Lanzetti no te lo ha arruinado antes), aunque se vuelve a repetir la memorable melodía cíclica del inicio. Le añaden un saxofón también en la recta final, pero no desentona y deja buena impresión.

 

No supone ninguna revelación elucubrar sobre la decadencia sin enmienda de este grupo italiano que tanto había deslumbrado en sus inicios. La música que estaban haciendo en estos momentos no tenía nada que enseñar ni suponía ninguna ventaja o mejora respecto a lo que muchos otros grupos de todo el mundo podían hacer en el caso de disponer de músicos de alta capacidad técnica. Tan solo en ‘Peninsula’ y ‘Traveler’ aportan melodías destacables y reconocibles, algo que no está al alcance de todos los grupos y que salvan este álbum de ser una verdadera calamidad. Pero el futuro ya se veía muy negro y circunscrito a la península Apenina (los sicilianos y sardos tendrían cosas mejores que escuchar).

PASSPARTÙ

Año de publicación: 1978

Puntuación:

1) Viene il Santo; 2) Svita la Vita; 3) Se Fossi Cosa; 4) Le Trame Blu; 5) Passpartù;

6) I Cavalieri del Tavolo Cubico; 7) Su una Mosca e sui Dolci; 8) Fantalità.

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Passpartù nos muestra la transformación de PFM en un grupo de folk, o quizá podríamos denominarlo folk progresivo para no ser demasiado duros con ellos. En cualquier caso, lo verdaderamente progresiva era la decadencia a la que se habían dirigido tras sus dos excelentes primeros álbumes, llegando aquí a sobrepasar la barrera de la vulgaridad, pero en la dirección opuesta a la deseable.

 

No obstante, la pegadiza y jovial introducción de ‘Viene il Santo’ deja una buena sensación, como también su parte vocal melódica aunque esté cantada como medio susurrada. Al repetirse tanto la misma melodía, en subsiguientes escuchas pierde puntos. A continuación, el prominente ritmo de ‘Svita la Vita’ parece que la aleja del folk, no así las guitarras acústicas y las palmas que llegan después. La tercera canción tampoco deja mala impresión al ser una agradable balada adornada por el saxofón: ‘Se Fossi Cosa’. Pero este comienzo de álbum es engañoso porque a partir de aquí, casi sin excepción, se cae en la vulgaridad absoluta e incluso en el mal gusto.

 

Comprobamos con estupor que mediante ‘Le Trame Blu’ caen en la tentación de la música disco. Al menos en ‘I Cavalieri del Tavolo Cubico’ aparecen interesantes solos de guitarra, aunque tampoco sirva para salvar la canción, lastrada también por una ya anacrónica imitación de Peter Gabriel por parte del cantante. Si buscamos una balada aburrida, nos la proporcionan en ‘Su una Mosca e sui Dolci’, mientras que ‘Fantalità’ resulta inclasificable como pastiche de folk, disco y canción popular. Por desgracia, instrumentalmente no pueden ir más allá de conseguir algo que suene agradable pero sin gancho, como en el tema instrumental que da título al álbum, otra demostración de su insignificancia. Conforme pasan los años, menos motivos (si es que hay alguno) existen para interesarse por la música de este grupo ya desahuciado artísticamente.

SUONARE SUONARE

Año de publicación: 1980

Puntuación:

1) Suonare Suonare; 2) Volo a Vela; 3) Si Può Fare; 4) Topolino; 5) Maestro della Voce;

6) Sogno Americano; 7) Bianco e Nero; 8) Tanti Auguri.

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Aunque el vocalista que imitaba a Peter Gabriel había dejado el grupo, de nuevo se acuerdan de Genesis y se dan cuenta de que el futuro pasaba por transformarse en un grupo de pop con toques de rock progresivo. Entra como nuevo miembro el multiinstrumentista Lucio Fabbri, pero esto desgraciadamente no supone ninguna mejora sustancial respecto al decaimiento creativo y artístico de PFM.

 

Dado el comienzo del disco mediante el pop comercial de ‘Suonare Suonare’, ni siquiera podemos intuir que años antes habían sido un grupo de tendencias progresivas o de jazz. El virtuoso comienzo de piano de ‘Volo a Vela’ es tan solo una introducción para lo que es otro tema pop que recuerda a los Genesis más comerciales de la misma época, aunque los desarrollos instrumentales suenan a tradición italiana. La indiferencia con la que uno asiste a esta música provoca una sensación de inutilidad absoluta, puesto que no hay apenas nada que se salga de lo esperable para un grupo que no sabe lo que hacer y se limita a buscar un sonido lo más comercial y accesible posible. De ahí que ‘Bianco e Nero’ se mantenga como aburrida balada rock que sigue todos los cánones. En ‘Topolino’ salimos momentáneamente del sopor cuando llegan sus vigorosos solos de guitarra, que quedan como una aguja dentro del pajar de vulgaridad de este disco.

 

En sus inicios, PFM eran conocidos por sus cambios de ritmos y secciones, pero aplicar eso mismo para emparejar dos vulgares piezas de pop, como hacen en ‘Tanti Auguri’, produce el efecto contrario. El único tema que capta y mantiene el interés desde el principio es ‘Maestro della Voce’, básicamente por su inquietante ritmo y la ambientación creada, además de contener un solo de guitarra breve pero intenso. Destaca bastante dentro de esta aberración de álbum. Es decir, una aberración si lo comparamos aunque sea con Chocolate Kings, porque esto ya desmerece por completo llevar la etiqueta de PFM.

2021

SERENDIPITY

Año de publicación: 2000

Puntuación:

1) La Rivoluzione; 2) K.N.A. - Kaleidoscopic Neutronic Accelerator;

3) L'Immenso Campo Insensato; 4) Nuvole Nere; 5) Ore; 6) Automaticamente;

7) La Quiete Che Verrà; 8) Domo Dozo; 9) Polvere; 10) Sono un Dio; 11) Exit.

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2021

Damos un salto de veinte años en la discografía de PFM porque: 1) Probablemente no encontremos nada interesante en los álbumes publicados por medio; y 2) Buscar esos álbumes supone una tarea desmoralizante porque de antemano se supone el punto 1. Así pues, veamos qué nos ofrece este grupo en el albor del siglo XXI. Si nos viene a la mente la cantidad de veces que habían tomado como modelo a Genesis, podemos temblar al recordar también que Calling All Stations estaba bastante reciente porque fue publicado en 1997. Afortunadamente, nada tiene que ver con aquel disco, pero esta nueva obra ahonda en la completa irrelevancia a la que había llegado la banda.

 

El inicio de álbum deja buena impresión gracias al potente riff que introduce ‘La Rivoluzione’, aunque la parte vocal parece que esté inspirada en la canción de cabecera del Inspector Gadget, esto es, que no parece nada seria. Tan solo detalles así de inocuos son los que permiten establecer una diferencia entre los temas más destacados y lo que sería simple música de relleno. Así, una imitación de sitar e inspiración en la música oriental, o quizá deberíamos citar directamente ‘Tomorrow Never Knows’ de los Beatles, es lo que encontramos en ‘K.N.A.’. Cuando pretenden sonar como un grupo de rock progresivo, pero acentuando el término de rock, les sale algo tan falso y horrendo como ‘Domo Dozo’, donde incluso se atreven a añadir lo que parece un fragmento teatral al estilo de los Genesis de Peter Gabriel para acabar de completar el despropósito.

 

En ‘Nuvole Nere’ emplean el viejo truco del contraste entre estrofas de corte atmosférico y un estribillo potente, sin que las melodías sobrepasen lo convencional. De manera análoga, canciones como ‘La Quiete Che Verrà’ es lo que puede hacer cualquier grupo de pop-rock comercial, quizá con menos capas de sintetizador en algunos momentos. Por lo demás, encontramos lo que cualquiera podría esperar de, por ejemplo, ________________ (completar el espacio en blanco con el nombre del grupo de pop-rock comercial que se desee): aburridas baladas-rock que intentan recoger retazos progresivos (‘L'Immenso Campo Insensato’), pop entre intimista y comercial (‘Ore’, ‘Polvere’) e incluso pop de baile (‘Automaticamente’). Todo completamente olvidable.

 

Con el apropiado título de ‘Exit’, este tema proporciona un final de álbum cuando menos digno respecto a buena parte del contenido que se ha tenido que soportar con anterioridad. Se trata de un potente instrumental donde el guitarrista puede lucirse mientras todos los músicos parecen dar lo mejor de sí, como si se hubieran estado reservando todo el tiempo hasta llegar a este momento. Por tanto, este final nos deja con la duda de si en realidad podrían haber hecho algo mejor, si esta deriva comercial no tenía parte de culpa en las exigencias de las casas discográficas para grabar música accesible que pueda comprar todo el mundo. En cualquier caso, nos queda un álbum que merece caer en el olvido absoluto. Otro más.

LIVE IN JAPAN 2002

Año de publicación: 2002

Puntuación:

CD I: 1) Sea Of Memory; 2) Bandiera bianca; 3) La carrozza di Hans; 4) Rain Birth;

5) River Of Life; 6) Photos Of Ghosts; 7) Peninsula; 8) Out Of The Roundabout;

9) La rivoluzione; 10) Suonare Suonare; 11) Promenade: The Puzzle; 12) Tokyo Piano Solo; 13) Dove… Quando (part 2); 14) Dove… Quando.

CD II: 1) Il banchetto; 2) Dolcissima Maria; 3) Maestro Della Voce; 4) Si Può Fare;

5) Mr 9 Till 5; 6) Scary Light; 7) Tokyo Electric Guitar Jam – including Altaloma 5 Till 9;

8) Tokyo Violin Jam (part 1); 9) Rossini's William Tell Overture; 10) Tokyo Violin Jam (part 1); 11) Impressioni di Settembre; 12) È Festa; 13) La luna nuova.

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En el siglo XXI nadie fuera de Italia (e incluso dentro) podría pensar que PFM estuvieran siquiera juntos todavía. Por ello, resulta interesante a priori escucharles echar una mirada nostálgica a su extensa discografía en un doble álbum en directo. Al menos eso es lo que debieron opinar en Japón, pues uno no se acerca a un país tan lejano si no sabe de antemano que tendrá una buena acogida. Así pues, este doble álbum recoge un concierto que tuvo lugar en Kawasaki salvo los dos primeros temas, ‘Sea Of Memory’ y ‘Bandiera bianca’, que son grabaciones nuevas en un estudio de Milán. Una gran sorpresa nos llevamos al escuchar en el primer tema del estudio, ‘Sea Of Memory’, la voz de Peter Hammill como vocalista. No obstante, una vez ha pasado la sorpresa nos damos cuenta que contiene algunos pasajes interesantes pero no es un tema que nos provoque un deseo de escuchar repetidamente. A continuación, el comienzo de ‘Bandiera bianca’ parece copiado del estilo de Renaissance, pero luego se desarrolla como un vulgar pop en plan homenaje (por su letra) que acaba en forma de pretencioso himno.

 

En cuanto al concierto en sí, al principio uno puede pensar que el transcurso de los años ha convertido a los músicos en impecables intérpretes que pueden mejorar lo que habían hecho treinta años antes, pero la realidad es que eso lo consiguen muy pocos y la mayoría suelen sonar profesionales pero sin entusiasmo. Aquí tan solo consiguen igualar la grandeza de antaño en la solemne ‘River Of Life’, que es el título inglés de ‘Appena Un Po'’, una de las mejores composiciones de Per Un Amico. Por lo demás, en los mejores temas de sus primeros álbumes no decepcionan pero tampoco logran alcanzar las altas cotas de emoción de sus inicios. En general, podemos asegurar que hay más momentos interesantes que aburridos o poco acertados, aunque de estos últimos hay unos cuantos ejemplos. En ‘Suonare Suonare’ no sabemos si estamos ante un concierto de PFM o de Eros Ramazzotti, tanto por el estilo como la voz algo nasal del vocalista. Precisamente del álbum con ese mismo título tenemos aquí uno de los mayores tostones del concierto, que es la interpretación extendida hasta los doce minutos de ‘Si Può Fare’ para que sirva de presentación de los miembros del grupo y cada uno pueda hacer un solo.

 

Curiosamente escuchamos en primer lugar la segunda parte de ‘Dove… Quando’ antes que la primera, aunque en realidad esto ocurre porque se trata de una continuación del solo de piano previo titulado ‘Tokyo Piano Solo’. Como es previsible, hay un buen montón de minutaje instrumental porque el apartado vocal tampoco era el fuerte de este grupo, así que al menos los PFM pueden estar tranquilos de que la imagen que van a transmitir es la de un grupo experimentado y profesional que tiene suficiente repertorio como para poder interpretar un concierto aceptable. Al fin y al cabo, este álbum va dirigido a los seguidores del grupo que tengan curiosidad por conocer cómo suenan los clásicos de su repertorio con tantos años de perspectiva.

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