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PENTANGLE

2020

THE PENTANGLE

Año de publicación: 1968

Puntuación:

Puntuación:

Puntuación:

1) Let No Man Steal Your Thyme; 2) Bells; 3) Hear My Call; 4) Pentangling; 5) Mirage;

6) Way Behind The Sun; 7) Bruton Town; 8) Waltz.

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2020

En el Reino Unido, dentro del circuito musical del folk surgió una gran cantidad de músicos e intérpretes que revitalizaron el género y en algunos casos lo actualizaron mediante la fusión con otros en principio ajenos. En este mundo a priori alejado de la primera línea musical, los músicos se conocían entre ellos y solían crear proyectos conjuntos o bandas cuando la visión artística coincidía y existía una cierta afinidad personal. Este fue el caso de Pentangle (presentados primero como The Pentangle, como vemos), donde la unión de dos guitarristas, un contrabajista, un baterista y la intachable cantante Jacqui McShee, les llevó a dirigir su música hacia una fusión de jazz y folk. Entre esos músicos cabe destacar al reputado guitarrista Bert Jansch, amigo y paisano de Donovan, así como al bajista Danny Thompson, toda una garantía para quienes han contado con él como músico de sesión. Con tan grandes músicos, en estos inicios caen mucho en la tentación de incluir largos pasajes instrumentales para que demuestren su valía, sobre todo en esas guitarras que recuerdan a Django Reinhardt.

 

Lo mejor lo encontramos nada más comenzar el álbum, aparte de que la tradicional ‘Let No Man Steal Your Thyme’ nos presenta los mejores ingredientes de la música de Pentangle: la envidiable voz de Jacqui McShee que transporta al oyente a esas épocas remotas, las mesuradas guitarras de Jansch y Renbourn y la precisa sección rítmica jazzística donde el gran Danny Thompson deja siempre su impronta. Tan solo dos piezas son íntegramente instrumentales, aunque en el resto siempre hay largos pasajes donde Jacqui se queda callada. Es asombroso el poderío que transmiten en ‘Bells’ con unas guitarras acústicas, un contrabajo y una batería nada estruendosa pero frenética, como si Terry Cox se hubiera tornado un Keith Moon algo más mesurado. Por medio se atreve con un solo de batería que podría parecer una temeridad en el mundo del folk, incluso en el folk-rock, pero sale bien airoso. El peculiar juego de guitarras tiene uno de sus mejores ejemplos en ‘Waltz’, aunque en muchos momentos transmite la impresión de ser un mero alarde de técnica. No falta tampoco un solo de bajo para que Thompson deje su firma.

 

En ocasiones es Jacqui la que conecta el trasfondo de jazz con el folk, como ocurre en ‘Hear My Call’, una versión de un tema de The Staple Singers. Se nota que ‘Pentangling’ es una composición original conjunta de todo el grupo porque todos tienen su oportunidad de lucimiento a lo largo de sus siete minutos. El canto a dúo todavía no se ha perfeccionado y las voces aparecen de forma conjunta, aunque se compensan muy bien. En su último tercio persisten con un dinámico desarrollo instrumental que muestra nuevamente la vitalidad de su música. Ha de destacarse también ‘Bruton Town’, no porque hagan nada diferente sino porque también está interpretada con convicción y fortaleza, modificando así la percepción que se pueda tener sobre el folk británico. Realizan un experimento raro en la tradicional ‘Way Behind The Sun’, pues McShee canta en formato de blues mientras el ritmo está próximo al rockabilly.

 

En realidad, para cuando llega ‘Mirage’, ya da la impresión de que estamos escuchando más de lo mismo porque suena todo bastante parecido. Es esta la única objeción que se le puede hacer a un debut de exquisita ejecución donde se plasmaba una nueva manera de entender la música tradicional británica. En los próximos años comenzarán a dar preferencia a la melodía respecto de los alardes técnicos en los pasajes instrumentales, lo cual comportará como resultado una popularización mayor del nombre de Pentangle, uno de los referentes dentro del folk británico de fusión. Este debut no ha de tomarse más que como una primera experiencia.

SWEET CHILD

Año de publicación: 1968

Puntuación:

1) Market Song; 2) No More My Lord; 3) Turn Your Money Green; 4) Haitian Fight Song;

5) A Woman Like You; 6) Goodbye Pork Pie Hat;

7) Three Dances: I. Brentzel Gay/II. La Rotta/III. The Earle Of Salisbury; 8) Watch The Stars; 9) So Early In The Spring; 10) No Exit; 11) The Time Has Come; 12) Bruton Town;

13) Sweet Child; 14) I Loved A Lass; 15) Three Part Thing; 16) Sovay; 17) In Time;

18) In Your Mind; 19) I've Got A Feeling; 20) The Trees They Do Grow High; 21) Moon Dog; 22) Hole In The Coal.

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En la continuación de su debut Pentangle fueron valientes al publicar este extenso álbum que originalmente era doble LP y en algunas ediciones en CD se ha dejado como uno solo, recortando el sonido del público para ello. Como doble LP, el primero estaba grabado en directo el 29 de junio en Londres (hasta ‘Bruton Town’), mientras que el segundo disco fue creado en los prestigiosos IBC Studios, donde solían grabar, entre otros, The Who durante los años sesenta. Que una parte es en directo y la otra en estudio solo lo podemos diferenciar por los aplausos, porque el público está callado y la música suena tan perfecta y cristalina como si fuera en el estudio, aparte de que no tocan ningún tema del álbum de debut. Por otro lado, siendo un grupo que ofrece una imagen tan seria, no están mal las bromas con las que se presenta cada uno de ellos en el libreto del CD.

 

Abren la obra con una canción compuesta por los cinco miembros del grupo, ‘Market Song’, cuya ambientación musical recuerda más a un mercado del norte de África que a uno sajón. La forma de cantar en ‘A Woman Like You’ también parece devota de la música mediterránea, una manera de incorporar nuevos elementos a su música pero sin perder nunca su propio estilo. Así, canciones tradicionales como ‘No More My Lord’ o ‘Bruton Town’ cobran una nueva perspectiva con la transformación en swing-folk por parte del grupo, donde son sabios para dejar el ritmo ralentizado y poder extraer el componente épico de este tema. Tampoco diría nadie que ‘The Time Has Come’ es una versión de otra cantautora inglesa de folk, puesto que el sonido es Pentangle en estado puro. En todas las canciones tradicionales dejan su impronta, aunque algunas queden más discretas, como en el caso de ‘Watch The Stars’.

 

La música del Renacimiento tiene su cabida en tres piezas tocadas con breves pausas por medio bajo el título de ‘Three Dances’, donde Cox toca el xilófono, y entre las cuales cabe destacar la última, una joya del compositor William Byrd titulada ‘The Earle Of Salisbury’ donde la guitarra de Jansch nos transporta varios siglos hacia atrás. Pero estos chicos demuestran que también saben componer en ese estilo y los dos guitarristas (Rebourn y Jansch) y el bajista Thompson crean y ejecutan la impecable ‘Three Part Thing’, la cual transita por el Renacimiento, el jazz y el folk durante unos escasos dos minutos y medio. La exquisita técnica de estos músicos les permite interpretar acendradas piezas instrumentales como por ejemplo ‘In Time’ o ‘Hole In The Coal’.

 

La cantante McShee también tiene su momento de lucimiento en ‘So Early In The Spring’, cantada a cappella, como también los dos guitarristas a solas tienen el suyo en ‘No Exit’. También hay lugar para versiones de jazz, como son ‘Goodbye Pork Pie Hat’ y ‘Haitian Fight Song’ de Charles Mingus, momentos ideales para que Thompson se mueva a sus anchas con el contrabajo. Tampoco falta una versión de blues que es de lo más discreto del álbum, ‘Turn Your Money Green’, pero que serviría para satisfacer los gustos particulares de Jansch.

 

Podría haber sido un gran tema ‘Sweet Child’, pero la fortaleza inicial que posee se va diluyendo debido a su estructura repetitiva. Cuando llega la recta final ya no llaman la atención canciones que inciden en el estilo jazzístico del grupo como ‘In Your Mind’ o ‘I've Got A Feeling’, aunque es hacia el final cuando tenemos la recompensa de poder escuchar una canción que verdaderamente suena épica y memorable, tal cual resulta la tradicional ‘The Trees They Do Grow High’, una de esas tonadas que podrían repetirse hasta el infinito sin perder su emoción gracias a una celestial parte vocal de Jacqui y el mesurado acompañamiento instrumental de sus compañeros. Contrasta que a continuación llegue la pieza más floja del álbum, ‘Moon Dog’, una composición de Cox que suena introspectiva y cuyos únicos ingredientes son percusión y voz, sin melodía alguna. Queda como una rareza antropológica.

 

Nos queda así un álbum que deja una sensación agridulce porque de ejecución es perfecto pero de composición no tanto. Lo que en principio podría tomarse como una enciclopedia del folk-rock británico se queda tan solo en enciclopedia de la música de Pentangle, todo pasado por el tamiz jazzístico del grupo. Lo que más pesa es que se trata de ochenta minutos de una música que en su mayor parte suena muy parecida y puede volverse algo tedioso escucharla todo de una vez. Desde un punto de vista técnico, este quizá sea su álbum más virtuoso y completo, pero le falta también más gancho melódico. Pero bueno, pronto iban a solventar estas carencias en su próximo y brillante álbum porque este grupo tenía capacidad de evolucionar.

BASKET OF LIGHT

Año de publicación: 1969

Puntuación:

1) Light Flight; 2) Once I Had A Sweetheart; 3) Springtime Promises; 4) Lyke-Wake Dirge;

5) Train Song; 6) Hunting Song; 7) Sally Go 'Round The Roses; 8) The Cuckoo;

9) House Carpenter;

[BONUS TRACKS:] 10) Cold Mountain; 11) I Saw An Angel.

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Llegamos aquí al mayor éxito de Pentangle. Y no solo eso, sino también a la cúspide del sonido del grupo, pues hasta ahora se habían centrado más en la ambientación y el ritmo que en la melodía. Pero aquí toman conciencia de la importancia de tener canciones con gancho melódico y el salto cualitativo que experimenta de esta manera es más que evidente. Incluso ‘Light Flight’ será empleada como tema principal de una serie británica de esa época, lo cual les suponía una publicidad y difusión impensables para un grupo del circuito restringido del folk-rock. En cualquier caso, lo importante es que estos músicos tienen ya un bagaje a sus espaldas y una experiencia que les aporta cohesión y compenetración, lo cual unido a su técnica impecable y a la inspiración a la hora de componer, ofrecen como resultado este excelente Basket Of Light.

 

‘Light Flight’ puede que sea la mejor composición original que hayan creado los Pentangle como grupo. El irresistible ritmo creado por los músicos, incluidas las guitarras acústicas, sirve de base para una emocionante parte vocal de Jacqui, quien se contrapuntea ella misma mediante el doblaje de voz (en directo serán sus compañeros quienes canten esa voz secundaria), dejándonos unas memorables melodías que nos dejan con ganas de volverlas a escuchar repetidamente. Aparte, la sección central es de un lirismo que atraviesa todas las capas sentimentales que uno posee. De toda esa alegría rebosante pasamos a continuación a una reposada emoción mediante ‘Once I Had A Sweetheart’, de evocadoras melodías y un delicioso xilófono que acaba de adornar esta majestuosa canción y que además incluye una espectacular parte de sitar. Toda una obra maestra. Ingredientes similares, pero esta vez mediante una composición original, los encontramos en la sensacional ‘Hunting Song’, en la cual nos narran una historia medieval con un lenguaje equivalente al de las narraciones que se conservan de esa época. Dura casi siete minutos que pasan con una dulzura y una cadencia que no hacen decaer el interés en ningún momento. Como curiosidad, sorprendentemente podía escucharse esta canción en una escena del biopic sobre Jimi Hendrix Jimi: All is by my side.

 

Los dominios de los ritmos eran una de las claves de este grupo y en ‘Springtime Promises’ la sección rítmica es la clave junto a los irresistibles finales de estrofa, esta vez con la voz de Jansch que le proporciona un toque más aguerrido. Se atreven incluso a emular el movimiento del tren en ‘Train Song’ a partir de un dinámico ritmo y el tarareo cíclico de McShee, con buen resultado. Solo hay que fijarse en el alarde técnico final de Thompson, quien parece que esté tocando las cuerdas graves de un violín por la rapidez con que lo hace. En la parte central de esta canción cambian por completo el panorama y se tornan más contemplativos, de tal manera que por momentos parece que estemos escuchando a los Renaissance de Annie Haslam, quienes todavía tardarían unos años en aparecer en escena. Por otro lado, la versión del tema de folk ‘Sally Go 'Round The Roses’ es otro ejemplo de maestría rítmica y en formato acústico, que tiene aparte su mérito.

 

El canto gregoriano de ‘Lyke-Wake Dirge’ lo ejecutan a la perfección con las tres voces de McShee, Renbourn y Cox. Probablemente les dieron una idea a los Steeleye Span para que se decidieran a grabar ‘Gaudete’. En cualquier caso, el apartado vocal en la música de Pentangle es siempre excelente, a la altura de sus coetáneos más célebres. Es escuchar temas como ‘The Cuckoo’ y pensar en lo imposible que resulta, a priori, poder mejorar o siquiera igualar la hechizadora interpretación de Jacqui McShee, cuya voz desprende progresiones de notas y registros altos con una naturalidad deslumbrante. Una versión bien antigua de la tradicional ‘House Carpenter’ la podemos encontrar en la primera tanda de la colección The Bootleg Series de Bob Dylan. Aquí le aplican una percusión casi tribal y el inconfundible sitar para darle un aspecto diferenciado, quedando como una rareza.

​

Como bonus tracks de la reedición en CD se incluyen dos caras B de single de diferente índole. Por un lado está ‘Cold Mountain’, que no pasa de ser una agradable canción de relleno. En cambio, en la interesante ‘I Saw An Angel’ es donde más se acercan al rock, pero sin perder las guitarras acústicas. Con los coros de fondo, casi fantasmales de Jacqui, casi parece que estemos escuchando una versión folk de los Jefferson Airplane. En cualquier caso, no afectan al nivel general de este sensacional álbum, que queda como una de las joyas del folk-rock británico y una obra imprescindible para entender la creatividad y singularidad que Pentangle aportaron a la música tradicional del Reino Unido.

CRUEL SISTER

Año de publicación: 1970

Puntuación:

1) A Maid That's Deep In Love; 2) When I Was In My Prime; 3) Lord Franklin;

4) Cruel Sister; 5) Jack Orion.

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Por primera vez encontramos un álbum conformado por versiones de temas tradicionales, sin ninguna composición original por parte del grupo, aunque con tan solo cinco temas no se pueden sacar conclusiones sobre ese dato. Esto en la práctica no supone desviarse del sonido que habían ido desarrollando hasta ese momento. Todo lo contrario, les permite seguir probando ideas nuevas dentro de las limitaciones propias de un género tradicional, por mucho que esté fusionado con el rock y el jazz. La novedad más evidente es encontrar todo lo que era la segunda cara del LP original conformada por una suite de folk-rock, a priori toda una sensación para quienes encuentren atractivas este tipo de piezas.

 

Y no nos defraudan, porque los casi veinte minutos de ‘Jack Orion’ dan para mucho y no llega a resultar aburrida o monótona en ningún momento. Hay que tener una gran maestría instrumental y mucha valentía para salir airosos en una extensa pieza que enlaza secciones más rápidas, otras más relajadas, aires orientales, vocalistas alternándose, instrumentación variada… todo con diversos momentos de exquisita belleza. Cabe destacar también que por primera vez escuchamos una guitarra eléctrica en un álbum de Pentangle, marcándose Renbourn un extenso solo de unos tres minutos. No muy lejos de esta suite se quedan los siete minutos de ‘Cruel Sister’, de estructura repetitiva que los músicos se encargan de poner a su favor gracias a unos arreglos detallistas y enriquecedores que incluyen el empleo del sitar. No es descabellado pensar que Loreena McKennitt pudo escuchar esta interpretación porque buena parte de su música parece inspirada en canciones como esta.

 

De igual manera, temas tan evocadores y excelentemente interpretados como ‘A Maid That's Deep In Love’ satisfacen a cualquiera que no esté necesariamente enamorad@ del folk británico. Si nos fijamos en la tranquila ‘Lord Franklin’, cantada por Renbourn, le encontramos un parecido más que razonable con ‘Kathy's Song’ de Simon & Garfunkel. Perfectamente podría haberla tomado como referencia Paul Simon, pues recordemos que este vivió largas temporadas en Inglaterra antes del inesperado éxito de la versión electrificada de ‘The Sound Of Silence’, de tal manera que pudiera haber escuchado su interpretación por algún cantante folk al tratarse de un tema tradicional. Por otro lado, cantar una canción a cappella como ‘When I Was In My Prime’ y conseguir captar la atención del oyente todo el tiempo solo está al alcance de grandes cantantes que saben dotar de expresividad veraz su interpretación, y Jacqui McShee es una de ellas.

 

Nos queda en conjunto un impecable álbum, otro más, en el cual vuelven a demostrar que cuando aúnan técnica y melodías, eran un grupo referente dentro del folk-rock británico. Cada uno de los miembros de Pentangle posee una gran reputación en su respectivo cometido y Cruel Sister es un buen ejemplo. Aparte, encontrar en este género una suite de la calidad de ‘Jack Orion’ es todo un descubrimiento que vale la pena conocer por su singularidad. Tan solo Jethro Tull o The Incredible String Band podrían haberse atrevido a hacer algo así en las islas británicas, pero a los primeros les habría tentado el rock en exceso y a los segundos les salía siempre alguna rayada psicodélica difícil de clasificar. Y bueno, Pentangle ya cubrió el apartado técnico sobradamente.

2021

REFLECTION

Año de publicación: 1971

Puntuación:

1) Wedding Dress; 2) Omie Wise; 3) Will The Circle Be Unbroken?; 4) When I Get Home;

5) Rain And Snow; 6) Helping Hand; 7) So Clear; 8) Reflection.

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2021

Comenzaban a aflorar las tensiones entre los miembros de Pentangle y eso también empezaba a pasar factura en la música del grupo. La magia especial de sus primeros años parecía que se estaba perdiendo y también comenzaban a perder algunos de los rasgos característicos de su música. Eso sí, nunca había aparecido tanta guitarra eléctrica en un álbum de Pentangle como la que encontramos en Reflection, un signo de que al menos Rebourn buscaba un sonido todavía más moderno.

 

Muy pronto nos damos cuenta de que algo había cambiado en el seno del grupo, como si comenzaran a perder el interés en hacer algo particular y vieran más fácil el recurso de la imitación estilística. En ‘Wedding Dress’ se acaban pareciendo más a Steeleye Span al perder el componente jazzístico y crear una pieza de ágil ritmo entroncado al rock, que aun así sigue siendo una notable canción, en este caso rescatada del cancionero tradicional igual que ‘Will The Circle Be Unbroken?’, la cual resulta más monótona y se salva por la gracia vocal de Jacqui. Y es que en muchos casos son las individualidades las que libran este disco de caer en convencionalismos. Así, tan grande es Danny Thompson que él solo se basta para marcar con su prominente ritmo de contrabajo el sustrato instrumental de ‘Omie Wise’ para que Jansch narre de manera convincente el relato del fatídico destino del personaje del título.

 

No es hasta que llegamos a ‘When I Get Home’ que encontramos el sonido más característico de Pentangle. Eso sí, con la guitarra eléctrica que asoma y la manera de cantar, casi que recuerdan a los Jefferson Airplane más folk. La introducción de contrabajo de ‘Reflection’ es también una señal de identidad de Pentangle y una buena manera de aprovechar la técnica depurada de Thompson. En esta pieza vuelven a dar rienda suelta al swing en un registro más marcadamente jazz de lo habitual. Luego transitan por algún registro de rock para variar un poco, pero por su extensa duración no deja de ser un vehículo para el lucimiento de los músicos, en especial de la sección rítmica, lo cual incluye un breve solo de batería y también otro de armónica como final.

 

El banjo y el sonido de sitar (menuda combinación) aparecen conjuntamente en ‘Rain And Snow’ para crear una pieza exótica a la cual se añade luego una percusión nada trivial. Era una buena señal que todavía fueran capaces de sorprender dentro de un estilo con tantas limitaciones como el folk-rock. No tan sorprendente resulta encontrar influencia de la bossa nova brasileña en ‘Helping Hand’, donde lo más destacado es el peculiar timbre de la guitarra eléctrica que entra más adelante. Por otro lado, la calidez de ‘So Clear’ recuerda la delicadeza de Paul Simon en sus composiciones acústicas más intimistas. Nos queda así un álbum que, en general, debió resultar muy fácil de grabar por la menor implicación a nivel creativo de los miembros del grupo. Esto se agravará todavía más en el siguiente álbum, el último antes de su primera disolución.

SOLOMON'S SEAL

Año de publicación: 1972

Puntuación:

1) Sally Free And Easy; 2) The Cherry Tree Carol; 3) The Snows; 4) High Germany;

5) People On The Highway; 6) Willy O' Winsbury; 7) No Love Is Sorrow;

8) Jump Baby Jump; 9) Lady Of Carlisle.

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La música de Pentangle se estaba volviendo previsible y la originalidad escaseaba cada vez más. De hecho, incluso se estaban alejando del sonido que les dio notoriedad en sus primeros años para sumergirse en entramados sonoros ya suficientemente explorados por los grupos del circuito del folk-rock británico. La formación de quinteto seguía siendo la misma, pero las tensiones personales ya no podían aguantar mucho más y el fin tenía que llegar más pronto o más tarde. La disolución llegó al menos con un álbum aceptable por medio, pues este Solomon's Seal ya no nos muestra nada nuevo pero sigue estando ejecutado con suficiente gusto y profesionalidad para que no suponga una decepción.

 

El bajo de Thompson en primer término nada más comenzar ‘Sally Free And Easy’ parece indicarnos que Pentangle se han vuelto a fijar en sus propias virtudes, pues en el apartado vocal saben aprovechar también el papel secundario de McShee para cantar unos magníficos coros agudos. Vemos también que Rebourn ya no abandona la guitarra eléctrica y aquí incluso añade algo de distorsión. Pero no encontraremos muchos temas que nos hagan recordar esos primeros años del grupo. La relajada pero sensible ‘No Love Is Sorrow’ sí retoma esos consistentes entramados instrumentales donde la sección rítmica y las guitarras acústicas se funden en un conjunto impecable. Jacqui toma el mando en la emotiva ‘The Cherry Tree Carol’, que contiene todo el sabor añejo de la música tradicional y consigue transportarnos a ese momento de incierta peregrinación de María y José. En ese sentido tradicionalista, ‘The Snows’ es similar aunque en este caso se trata de una composición original, esta vez con la voz de Jansch como cantante solista pero con el sonido de sitar para compensarnos por no poder escuchar a McShee.

 

Demasiado tradicionales se vuelven en ‘High Germany’, mientras que en ‘People On The Highway’ podrían pasar por los Jefferson Airplane (cuántas veces los habremos nombrado ya) haciendo folk, lo cual no es un menosprecio sino la constatación del sentido rítmico que aplican a lo que es una pieza de folk algo sombrío. La tradicional ‘Willy O' Winsbury’ ya la habían grabado los Fairport Convention bajo el título de ‘Farewell, Farewell’ en Liege & Lief y con una letra diferente de Richard Thompson. La interpretación vocal de Sandy Denny era imbatible, así que en comparación la ganadora está clara, aparte de que ‘Willy O' Winsbury’ carece de percusión y eso la ubica como interesante tonada tradicional sin mayor repercusión (vaya con el retruécano), aunque se recomienda a toda persona encantada con la voz de Jacqui.

 

Aunque duele hablar de relleno en un álbum de Pentangle, otra categoría no se le puede aplicar a la olvidable, hasta en el título, ‘Jump Baby Jump’. Tampoco se salvaría de esta denominación la canción final ‘Lady Of Carlisle’, si bien cabe reconocer el esmero que ponen en el orden de los arreglos. La ubicación de estas dos canciones parece avisarnos de que la inspiración ya se había esfumado y lo mejor para el grupo era disolverse. Aun así, volverán en la década siguiente pero ya sin trascendencia alguna, aunque sorprendentemente mejorando lo presente.

OPEN THE DOOR

Año de publicación: 1985

Puntuación:

1) Open The Door; 2) Dragonfly; 3) Mother Earth; 4) Child Of The Winter; 5) The Dolphin; 6) Lost Love; 7) Sad Lady; 8) Taste Of Love; 9) Yarrow; 10) Street Song.

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Muy breve fue el período de vida de Pentangle y más de una década había transcurrido desde su disolución, pero la perspectiva del tiempo hace ver las cosas más claras y volvieron a juntarse. A diferencia de los otrora grandes contemporáneos Fairport Convention o Steeleye Span, quienes en los ochenta se habían transformado en unas vulgares bandas de revival con nada que ofrecer, los Pentangle sí que puede decirse que volvieron justamente desde el punto en el que se habían quedado a principios de los setenta. Pero no lo decimos en el sentido peyorativo de que se limitan a emular su estilo original, sino que se juntaron con el propósito de crear algo perdurable y con la calidad que se esperaba de ellos. John Rebourn no está en esta reunión, así que lo suplen por otro músico que además toca el violín. Precisamente la mayor novedad es escuchar un violín de forma prominente en varios temas del disco.

 

La canción que da título al álbum y que lo inicia nos muestra que no había pasado el tiempo para el grupo, pues nos ofrecen otro inquietante pero atrayente entramado rítmico (sobre todo por la cíclica guitarra acústica) a la vieja usanza para que se alternen Jacqui y Bert con la parte vocal. Todas las composiciones originales y propias están acreditadas a Pentangle en conjunto, excepto ‘Lost Love’ porque era un tema de Jansch que este ya había publicado en la década anterior, en uno de sus álbumes en solitario. Tampoco se entiende bien el motivo de haberlo elegido, pues parece únicamente la excusa para que haya algún solo de guitarra eléctrica en el disco. Por otra parte, no parece muy entusiasmada McShee al cantar ‘Child Of The Winter’, o quizá es que ella misma perciba que debiera haberse recortado esta canción en un par de minutos para que no acabara resultando algo repetitiva.

 

A lo que no estamos nada acostumbrados con Pentangle es a la fiereza de ‘Dragonfly’, que no resulta más intimidante porque no hay guitarra eléctrica y el solo instrumental lo lidera el violín. Posee también una épica parte vocal que transmite más fuerza de lo que la inocente letra permite suponer. El inicio a cappella de la tradicional ‘Yarrow’ sirve para recordarnos la valía de McShee, aunque luego sigue siendo su voz la que engrandece por completo esta interpretación, aparte de que sus compañeros comienzan a entrar paulatinamente y la acaban acompañando, con una excelente secuencia donde al final acaban creando un notorio entramado instrumental como en los viejos tiempos. También posee un inicio de canto gregoriano ‘Street Song’, para después dejarse llevar por acordes de rock y acabar aproximándose a The Who (los clásicos) si nos imagináramos a estos con Townshend tocando la guitarra acústica con la misma determinación que la eléctrica.

 

‘Mother Earth’ es la versión de una canción de Milton Nascimento, que en su traslación al idioma inglés pierde musicalidad pero no por ello dejan de deleitar sus emotivas melodías vocales. Maria del Mar Bonet también caerá en el hechizo especial de esta sensacional composición y grabará su propia versión, más lenta y reposada que la de Pentangle (pero extrayendo mucho mejor su apesadumbrada carga emocional), en uno de los varios grandes álbumes de su carrera, Gavines i dragons (1987). El cálido inicio de ‘Taste Of Love’ podría haber salido perfectamente de una canción brasileña también, aunque los cambios de ritmo posteriores nos introducen de nuevo en el terreno favorito de Pentangle. En ‘Sad Lady’ juegan también con los ritmos más sofisticados, mientras que el placentero instrumental ‘The Dolphin’ es de inspiración de guitarra clásica, pero luego se desarrolla de manera más mundana.

 

Nos queda así, pues, un sensacional retorno, tan inesperado por la reunión de los viejos compañeros como por la alta calidad de los temas. Pentangle no se habían juntado para introducirse en los círculos de folk como nostálgicos de una época, sino para reivindicarla y revitalizarla al mismo tiempo. Todo un ejemplo para cualquier grupo que tenga la idea de volver, pues lo interesante es hacerlo con espíritu artístico y no para pasar un rato agradable o ganar dinero, aunque esto en realidad ya forma parte del ámbito personal de cada músico. Pero como oyente, las diferencias entre cada una de esas opciones es más que evidente.

IN THE ROUND

Año de publicación: 1986

Puntuación:

1) Play The Game; 2) The Open Sea; 3) She Moved Through The Fair;

4) Set Me Free (When The Night Is Over); 5) Come To Me Baby;

6) Sunday Morning Blues; 7) Chase That Devil Away; 8) The Saturday Movie;

9) Süil Agrar; 10) Circle The Moon; 11) Let Me Be.

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Tan solo un año de diferencia respecto al álbum previo pero la distancia musical que encontramos aquí parece mucho mayor. Danny Thompson se había ido y eso resultaba ser una baja muy sensible, pero tuvieron suerte con la entrada de un nuevo bajista que tenía una buena formación jazzística, si nos atenemos a lo que realiza en este disco. Aquí, la denominación de folk-rock casi que podría obviarse en pro de denominar ahora a Pentangle como un grupo de soft-rock. Los aires tradicionales se van perdiendo y las texturas se vuelven más convencionales, aunque pretendan abrirse tímidamente a otras influencias. Esto ya es un grupo que busca agradar al oyente medio sin importarle mucho la originalidad.

 

Escuchar un banjo conforme comienza a sonar ‘Play The Game’ y el tono de country-pop que posee ya nos deja una mala impresión de entrada. ¿Esto es Pentangle o es otra cosa? Afortunadamente el resto del álbum no es así, pero la transformación de Pentangle en un grupo de soft-rock queda reflejada mediante ‘The Open Sea’. Eso sí, la progresión instrumental que siguen los instrumentos nos muestra a los músicos intachables que permanecían en la banda. Sin embargo, en ‘Come To Me Baby’ parece que estemos escuchando a los primeros Lindisfarne (curiosamente, uno de sus miembros fundadores formará parte de Pentangle en el siguiente álbum), pero en su vertiente más convencional. Tal es la desvirtuación que había alcanzado la banda en este álbum. Sin embargo, en esta versión más adulta y comercial del grupo consiguen una pieza de gran belleza mediante ‘Set Me Free (When The Night Is Over)’, principalmente por su parte vocal que desemboca en un emotivo estribillo. Sorprende que su autor sea el baterista Cox.

 

Hemos de esperar hasta ‘Sunday Morning Blues’ para encontrar un ritmo complejo, que es algo que se echa en falta en estos Pentangle maduros. Unos músicos tan técnicos no están bien aprovechados si no pueden demostrar sus cualidades. La estrella es el baterista Terry Cox. Se acercan tímidamente a los ritmos latinos en ‘Chase That Devil Away’, dejando bien claro que la apertura estilística del grupo trascendía por completo el ámbito británico, aunque observamos que el nuevo bajista pasa completamente del asunto y se queda con sus preferencias jazzísticas. Precisamente el bajo de Portman Smith vuelve a ser el instrumento estrella en ‘The Saturday Movie’, otra canción de impecable instrumentación y relajante cadencia aunque tienda tanto a la formalidad. Por otra parte, es una lástima que el sensacional apartado instrumental de ‘Let Me Be’ no se vea acompañado por una parte vocal al mismo nivel, pues queda como una oportunidad desaprovechada de haber conseguido otro gran tema para el repertorio de la banda.

 

Aunque la tradicional ‘She Moved Through The Fair’ acabará popularizada por Loreena McKennitt, quien aparte ya la había publicado en su álbum de debut Elemental de 1985, lo cierto es que Pentangle dejan plasmado aquí todo el lirismo que se podía extraer de esta canción, en este caso colocando el violín como instrumento principal y con una percusión suave que encaja bien. El violín se coloca también en primer plano en la tradicional en ‘Süil Agrar’, donde cumplen con profesionalidad y poco más. Casi para el final nos dejan la pieza más sencilla de todas pero también la que quizá se percibe como más auténtica, ‘Circle The Moon’, pues vuelven a sonar por una vez más como un gran grupo de folk, de los que saben transportar al oyente a esas épocas pretéritas de donde proviene la música. Y eso es lo que al final uno busca en un grupo que actualiza la música tradicional, que no se pierda por el camino esa conexión con el pasado. Una conexión que, desgraciadamente, ya quedaba muy desdibujada.

THE TIME HAS COME 1967-1973

Año de publicación: 2007

Puntuación:

CD I: … 3) Poison; 4) Travelling Song; 5) Forty-Eight; 6) Koan (alternate take);

7) In Your Mind (BBC session); 8) Sovay (BBC session); … ;

11) The Trees They Do Grow High (alternate take); … ; 15) I Saw An Angel; … ;

17) Cold Mountain; … ; 19) Hunting Song (BBC session).

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CD II: … 2) Jack Orion (instrumental edit); … ; 5) Faro Annie;

6) Reflection (alternate take); 7) So Clear (alternate take); … ; 10) Yarrow;

11) Tam Lin; 12) The Best Part Of You; 13) Green Willow.

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CD III: 1)Waltz; 2) Way Behind The Sun; 3) The Time Has Come;

4) Let No Man Steal Your Thyme; 5) So Early In The Spring; 6) Hear My Call;

7) No More My Lord; 8) Three Dances: I. Brentzel Gay/II. La Rotta/III. The Earle Of Salisbury; 9) Market Song; 10) Bruton Town; 11) A Woman Like You; 12) No Exit;

13) Haitian Fight Song; 14) Goodbye Pork Pie Hat; 15) Bells; 16) John Donne Song;

17) Watch The Stars; 18) Turn Your Money Green; 19) Travelling Song.

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CD IV: 1) Pentangling; 2) Sally Go Round The Roses; 3) Sarabande;

4) Sally Free And Easy; 5) Wondrous Love; 6) Sweet Child; 7) Willy O' Winsbury;

8) Rain And Snow; 9) No Love Is Sorrow; 10) Wedding Dress; 11) The Furniture Store;

12) Christian The Lion; 13) Reflection; 14) People On The Highway.

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Tal como podemos observar por su título, este box set de cuatro discos se centra en la primera etapa de Pentangle, la que les hizo un pequeño hueco en la historia de la música del Reino Unido. En los dos primeros discos se alterna una selección de temas incluidos en los álbumes de estudio con otros inéditos o que pertenecen a actuaciones en directo o singles. Se sigue un orden más o menos cronológico, pero no riguroso en ese sentido. El tercer disco contiene un concierto y el cuarto es material raro e inédito, de tal manera que esta compilación puede dejar satisfecho igualmente al conocedor de la obra de Pentangle y a quien se acerca por primera vez a ellos. Eso sí, la abundante cantidad de música exige que se vaya escuchando con mesura para no acabar saturados de tanto alarde instrumental. Contiene también un libreto de unas cincuenta páginas con profusión de imágenes y una elaborada y completa narración sobre la trayectoria convulsa de la banda a lo largo de esos años, donde llegaron a ir de gira varias veces por Estados Unidos, todo un logro para un grupo de raigambre tan marcadamente inglesa.

 

Para proporcionar una pintura más completa de la trayectoria de la banda, se incluyen temas pertenecientes a la carrera en solitario de los miembros de Pentangle porque participan igualmente varios de los compañeros. En el caso de ‘Poison’, podemos leer que proviene de la primera sesión de grabación del grupo en 1967, pero quedó inédita hasta que su autor, Jansch, volvió a grabarla para un álbum suyo en solitario, ya en 1969. Suena más a los primeros Jefferson Airplane que a Pentangle, pero es que ese sonido parece que atraía mucho a los grupos pioneros del folk-rock británico, si recordamos también los inicios de Fairport Convention. En el segundo disco encontramos otro tema perteneciente a un álbum de Bert Jansch, en este caso la tradicional ‘Yarrow’ que se hace un poco larga aunque se incluyen toques andinos. De John Rebourn en solitario encontramos los instrumentales ‘Forty-Eight’, todavía un ejemplo discreto de lo que iba a ser el grupo muy pronto, y el proto-hip-hop de ‘Faro Annie’, toda una extravagancia que resulta adelantada a su tiempo para ser de 1972. Igualmente moderno suena el ritmo de otra canción suya, ‘Green Willow’, aunque la voz susurrante no pega mucho con la jovialidad de la música.

 

En el single ‘Travelling Song’, publicado ya bajo el nombre de Pentangle y por la misma época de su LP de debut, observamos una transición entre ese sonido de folk de San Francisco y el folk sazonado de jazz que iba particularizar su sonido. Del instrumental ‘Koan’, que fue un descarte de su álbum homónimo de debut, encontramos aquí la primera toma que nos muestra nuevamente esa vertiente jazzística del grupo, con una exquisita ejecución. Las interpretaciones de ‘In Your Mind’ y ‘Sovay’ provienen de una actuación en un programa de radio de la BBC (el mítico Top Gear) de 1968, cuando estaban promocionando Sweet Child, mientras que ‘Cold Mountain’ y ‘I Saw An Angel’ son dos caras B de single que ya conocíamos por venir incluidas en la reedición en CD de Basket Of Light. De la colosal ‘Jack Orion’, la pieza principal de Cruel Sister, encontramos una versión instrumental y editada (dura poco más de cinco minutos) que sigue sonando evocadora y diversa y casi que acaba sonando como unos Grateful Dead inspirados.

 

También participaron en su momento en la banda sonora de una oscura película que tenía a Ava Gardner (ya acabada su vida idílica en España) de protagonista y titulada en España La viuda del diablo (1970). Su título original es The ballad of Tam Lin, pero la canción incluida aquí, ‘Tam Lin’, no tiene nada que ver con el fascinante tema de mismo título de Fairport Convention, pues aquí se trata de una composición original del grupo y aparte está interpretada en un tono reposado y evocador, casi como si fuera una reescritura de ‘Once I Had A Sweetheart’, sitar incluido. Aunque dura siete minutos y medio, la escuchamos separada en diferentes partes, pues se trata de los mismos extractos que van apareciendo en la película, ya que no se acabó publicando banda sonora. Pero acaba volviéndose todo demasiado repetitivo porque el desarrollo melódico es siempre el mismo. A la misma banda sonora pertenece la convencional ‘The Best Part Of You’, pero esta vez en un tono rockero y peliculero, con instrumentos de viento, donde parece que estemos escuchando a otro grupo diferente de Pentangle, incluso en la voz impersonal y a veces doblada de Jacqui.

 

El tercer disco recoge el concierto del Royal Festival Hall del 29 de junio de 1968, que es el mismo del que se extrajeron hasta doce temas que formarían parte de Sweet Child (esos doce temas son los subrayados en gris), de tal manera que el resto son básicamente temas de su álbum de debut o el citado single ‘Travelling Song’. No se sabe si el concierto aquí incluido es íntegro, aunque por la duración total probablemente no lo sea. En el libreto podemos observar, entre las decenas de fotos e imágenes incluidas, que en una de ellas se incluye el repertorio que tocaban en directo, pero con el lema “The programme will be chosen from the following:”, de tal manera que no podemos extraer conclusiones. En cualquier caso, no hay ningún momento en el que consigan elevar la música a los niveles máximos que podían conseguir salvo en la interpretación final de ‘Travelling Song’, pues transmiten una energía y un entusiasmo mayor que en lo que se apreciaba cuando la publicaron como single de estudio. Bueno, si acaso la voz de Jansch no parece la más entusiasta, pero es un detalle menor. En ‘Let No Man Steal Your Thyme’ Cox varía la percusión durante las estrofas en una variación que no mejora lo ya conocido, mientras que McShee parece cantar con menos emoción, como si ya le saliera todo más mecánico, y eso se acaba palpando. La única novedad en el repertorio es ‘John Donne Song’, nombre de un poeta inglés contemporáneo de William Shakespeare, de tal manera que esta canción no es más que un poema de aquel al que Rebourn le ha puesto música, aunque se trata de él a solas con su guitarra y su voz.

 

El cuarto disco está compuesto íntegramente de material inédito, que no composiciones inéditas, la mayoría de actuaciones en televisión. Entre esas piezas inéditas encontramos la agradable sorpresa de escuchar una delicada ‘Sarabande’ de Johann Sebastian Bach interpretada por la guitarra eléctrica de Rebourn y el xilófono. También vale la pena echarle un vistazo a la tradicional y solemne ‘Wondrous Love’, si bien no tanto a la tradicional pero mucho más convencional ‘Rain And Snow’, de estilo country. Participaron nuevamente en la banda sonora de otra película todavía más oscura que la citada anteriormente y titulada Christian the Lion, de 1972, cuya música tampoco fue publicada y lo que aquí encontramos está extraído directamente de la película. ‘The Furniture Store’ es un interesante minuto de sitar al que se acaban uniendo el contrabajo de Thompson y la voz ululante de McSheem, mientras que ‘Christian The Lion’ es la unión de varios segmentos que pueden encontrarse a lo largo del film, que en algunos momentos suenan a demos pero en otros se aprecian las virtudes del grupo.

 

Ha de destacarse también una interpretación mastodóntica en directo de ‘Pentangling’ que llega casi a los veinte minutos porque, como cabe esperar, está repleto de improvisaciones pero con la suficiente diversidad (swing, folk, blues…) y mesura en los solos de los músicos para que sea en conjunto una experiencia placentera. Resulta muy curiosa la interpretación de ‘Wedding Dress’, pues suena como si un grupo de folk estuviera haciendo hip-hop, ¡pero en enero de 1973! Cronológicamente son, junto a ‘Reflection’ y ‘People On The Highway’ de la misma actuación en una televisión belga, las últimas grabaciones de Pentangle antes de su primera disolución, que es lo que recoge este recomendable box set, muy útil como complemento y broche de oro a esos años espléndidos de este quinteto de ensueño.

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