CLÁSICOS DEL ROCK 2
MY BLOODY VALENTINE
2021
THIS IS YOUR BLOODY VALENTINE
Año de publicación: 1985
Puntuación:
Puntuación:
Puntuación:
1) Forever And Again; 2) Homelovin' Guy; 3) Don't Cramp My Style; 4) Tiger In My Camp; 5) The Love Gang; 6) Inferno; 7) The Last Supper.
2021
My Bloody Valentine se formaron en Dublín, vivieron en los Países Bajos y grabaron este mini-LP de debut en Berlín para acabar posteriormente instalándose en Londres. Todo este movimiento ejemplifica lo que será la discografía del grupo en sus primeros años, toda una vorágine de idas y venidas, de singles, EP’s, mini-LP’s y LP’s. En este debut estaban conformados como un cuarteto, pero no con la formación mediante la que lograrán su mayor prestigio. Kevin Shields ya estaba como guitarrista aunque no como vocalista principal, pues ese puesto lo tenía al principio un tal David Conway que parecía tomar como modelo a Ian Curtis (Joy Division). También está como fundador el baterista Colm Ó Cíosóig y a ellos hay que sumar la teclista Tina Durkin, por entonces novia de Conway, para completar el cuarteto.
Más sorprendente no puede ser el primero de los temas, pues ‘Forever And Again’ se desarrolla bajo un ritmo de swing, de lo último que esperaríamos de un grupo de guitarras distorsionadas. Pero así demostraban desde el principio su imprevisibilidad, aparte de que el resultado es muy bueno, saben aprovechar el factor sorpresa. A continuación llega un tema más enérgico y más en la onda de lo que esperaríamos de My Bloody Valentine, ‘Homelovin' Guy’, que va mejorando conforme avanza y renueva su fortaleza, pues el solo de guitarra es sensacional y luego parece como que el ritmo es todavía más incisivo, ayudado por esos coros memorables que, tomado todo en conjunto, los entroncan con los Bad Seeds más incisivos. De los Bad Seeds parece que nos dirigimos a un radicalismo más propio de los Birthday Party en ‘Don't Cramp My Style’, con los músicos y el vocalista Conway llevando el sonido al límite de lo soportable.
En cambio, los aullidos que se marca el cantante en ‘Tiger In My Camp’ le restan puntos y ‘The Love Gang’ no deja de ser simple relleno a base de distorsión. Tampoco convence ‘Inferno’ porque comienza con brío y capta pronto el interés, pero acaba repitiendo ideas y sus casi cinco minutos acaban haciéndose largos. Para el final nos guardan otra sorpresa en forma de pop (‘The Last Supper’), donde parecen que hayan querido hacer algo del estilo de ‘Love Will Tear Us Apart’ de Joy Division pero con un teclado intentando imitar a Ray Manzarek de The Doors. Suena pasable si uno le pilla la gracia a la idea, pero tampoco es una canción para escuchar repetidamente, como tampoco este debut es para escucharlo más de una vez porque nos muestra a un grupo novato y todavía sin identidad propia.
MAN YOU LOVE TO HATE - LIVE
Año de publicación: 1985
Puntuación:
1) Scavengers; 2) The Devil Made Me Do It; 3) The Love Gang; 4) Inferno;
5) The Man You Love To Hate; 6) Homelovin' Guy; 7) A Town Called Bastard;
8) Tiger In My Tank.
Parece una broma que un grupo sin apenas repertorio se lance tan pronto a grabar un álbum en directo, pero la “buena noticia” es que la mitad del contenido son nuevas composiciones. Se mantiene la misma formación que en el mini-LP de debut y eso significa que será la última vez que contarán con la teclista Tina Durkin en la banda. La calidad del sonido es muy mala, se notan que eran unos desconocidos y que a alguien se le ocurrió encender la grabadora. De quién sería la idea de publicar algo así, queda como un misterio, pero quizá era más una necesidad para un grupo que comenzaba y necesitaba promocionarse.
De los cuatro temas pertenecientes a This Is Your Bloody Valentine no se pueden extraer muchas conclusiones. En uno de ellos, ‘Inferno’, no solucionan nada respecto a la versión de estudio) y en ‘Tiger In My Camp’, rebautizado aquí como ‘Tiger In My Tank’, nos toca soportar unos aullidos un poco ridículos porque a David Conway le falta voz para conseguir algo decente. Vuelven sonar a los primerizos Joy Division (los de antes de grabar su primer LP) en ‘The Love Gang’, todavía más que en el equivalente de estudio, aunque se acaba desbocando todo demasiado a pesar de tener un incisivo y reconocible riff. Aunque lo que parece de verdad una joya perdida en este álbum es la interpretación de ‘Homelovin' Guy’, pues sus melodías vocales son muy pegadizas y la progresión de acordes en su hipnotizador riff es todo un portento.
En cuanto a los temas nuevos, ‘Scavengers’ es una incursión en el punk incisivo pero vulgar, mientras que la canción que le da título al álbum tiene una calidad de sonido horrorosa y es una verdadera lástima, pues posee un trepidante ritmo y una parte vocal que pronto capta el interés. No parece que ‘A Town Called Bastard’ sea ninguna broma respecto a ‘A Town Called Malice’ de The Jam, pero en todo caso es una canción deplorable y vomitiva. Muy lamentables suenan también en ‘The Devil Made Me Do It’, pues el organillo de fondo queda muy cutre y los gritos y jadeos de Conway resultan irritantes. Con canciones así, el grupo podría haberse rebautizado como My Bloody Ballantine's. En cualquier caso, no se pueden extraer conclusiones de una grabación casera que no tiene mayor interés que el histórico para quien desee realizar un seguimiento de la trayectoria de este grupo.
GEEK! [EP]
Año de publicación: 1985
Puntuación:
1) No Place To Go; 2) Moonlight; 3) Love Machine; 4) The Sandman Never Sleeps.
Tras dos mini-LP, lo siguiente que publicaron My Bloody Valentine no fue un LP hecho y derecho, sino un álbum catalogado como EP, a pesar de que sus trece minutos le dan más bien para denominarse single. En cualquier caso, la denominación es lo de menos y lo más relevante de esta nueva y escasa entrega es la entrada de una nueva bajista en la formación, la inglesa Debbie Googe.
Respecto a la música, ‘No Place To Go’ pavimenta el camino hacia el futuro con ese estilo de distorsión donde asientan poderosos riffs de guitarra y pegadizas partes vocales en la mejor tradición del pop. Es algo así como si los Beatles de la primera época hubieran descubierto la distorsión y la hubieran aplicado a alguna de sus composiciones de entonces. En cambio, los aullidos de entrada de ‘Love Machine’ nos hacen pensar en unos Beach Boys distorsionados, o incluso en The Kinks cuando entran los animados acordes de guitarra de estilo power-pop, aunque todo bañado por el ruido de fondo de la distorsión, como no podía ser de otra manera.
‘Moonlight’ posee un atrayente ritmo que renueva su impulso cada vez que entra la parte vocal, aunque el estribillo es poco inspirado. Más convencional suena ‘The Sandman Never Sleeps’ al ser menos atractiva en su apartado vocal, quedando como lo más superfluo de este EP, un EP cuyo interés radica en que por fin se nos muestran como una banda que sabe componer temas pegadizos sin renunciar a su visión artística basada en la experimentación sonora, básicamente apoyándose en la distorsión y el feedback como características principales.
THE NEW RECORD BY MY BLOODY VALENTINE [EP]
Año de publicación: 1986
Puntuación:
1) Lovelee Sweet Darlene; 2) By The Danger In Your Eyes; 3) On Another Rainy Saturday;
4) We're So Beautiful.
En 1985 se publicó el resplandeciente Psychocandy de The Jesus and Mary Chain y eso probablemente sirvió de acicate para que My Bloody Valentine se decidiera a seguir de manera más terminante y definitiva hacia el mundo de la guitarra distorsionada como base de sus composiciones y con el pop como referencia. De esta forma, este nuevo EP que bien podría haberse denominado single, nos ofrece cuatro nuevos temas que inciden en esa vía y donde vuelven a convencer.
Conforme pasaban los años se iba definiendo claramente cuál iba a ser la idiosincrasia de este grupo. La catarata de distorsión que nos inunda conforme empieza a sonar ‘Lovelee Sweet Darlene’ no debería ser ya un obstáculo para que podamos fijarnos y disfrutar de sus delicadas melodías vocales. Su estribillo es adorable, al más puro estilo de las baladas de los sesenta, como también pertenecería a esa década el power-pop de ‘On Another Rainy Saturday’ si no fuera por la ubicua distorsión. Más discreta en las estrofas pero con un excelso estribillo resulta ‘By The Danger In Your Eyes’, mientras que para el final dejan la canción más indiferente del EP, ‘We're So Beautiful’, que toma brío cada vez que se inicia una estrofa pero luego se va difuminando esa fortaleza. Como vemos, el EP va de más a menos pero vale la pena echarle un vistazo.
SUNNY SUNDAE SMILE [SINGLE]
Año de publicación: 1987
Puntuación:
1) Sunny Sundae Smile; 2) Paint A Rainbow; 3) Kiss The Eclipse; 4) Sylvie's Head.
Pasito a pasito seguían My Bloody Valentine su camino hasta consolidar su estilo propio, en esta ocasión con un single que recoge la misma cantidad de canciones que sus EP hasta la fecha. Sería la última ocasión en que participará David Conway, vocalista y letrista del grupo, lo cual marcará el final de una época y el principio de la siguiente, la más interesante.
Aquí no encontraremos avances sustanciales respecto a lo que ya hemos escuchado con anterioridad. El experimento de ‘Sunny Sundae Smile’ parece que es mezclar una canción al estilo de los primeros Beatles con la distorsión ya conocida, una idea que vuelven a implementar en ‘Sylvie's Head’. En los otros dos temas suenan más contemporáneos, pero no dejan de ser un relleno agradable, en el sentido de que ya no aportan nada relevante a lo ya conocido con anterioridad. Tampoco es que podamos catalogar el single Sunny Sundae Smile como un paso atrás, pero queda como una entrada superflua dentro de la discografía de la banda.
2022
ISN'T ANYTHING
Año de publicación: 1988
Puntuación:
1) Soft As Snow; 2) Lose My Breath; 3) Cupid Come;
4) (When You Wake) You're Still In A Dream; 5) No More Sorry; 6) All I Need;
7) Feed Me With Your Kiss; 8) Sueisfine; 9) Several Girls Galore; 10) You Never Should;
11) Nothing Much To Lose; 12) I Can See It (But I Can't Feel It).
2022
Llegamos aquí al momento histórico que todo/a fan de My Bloody Valentine estaba esperando, que es la publicación de un verdadero álbum (en cuanto a duración) que estuviera a la altura de las expectativas que habían creado de manera más intermitente con anterioridad. Un año antes habían publicado el EP Ecstasy y el single no incluido en ningún álbum de ‘Strawberry Wine’, que no hemos comentado porque ambos saldrán publicados de manera conjunta en 1989 bajo el título de Ecstasy And Wine. Ya en estas grabaciones encontrábamos la principal y decisiva novedad en el seno de la banda: la salida de David Conway y la entrada de Bilinda Butcher, quien con su guitarra y su voz ayudará a definir y consolidar el sonido del grupo y los avances de los últimos años. Así pues, aquí no asistimos al debut de Bilinda, pues había entrado en 1987 y ya había grabado con la banda los discos citados. No será lo único, puesto que en 1988 cambiarán de discográfica y antes del presente LP grabarán dos nuevos EP (You Made Me Realise y Feed Me With Your Kiss), que comentaremos al final porque saldrán publicados en 2012 en la recopilación EP's 1988-1991. En esta nueva discográfica, Creation Records, dispondrán de un apoyo total y sin fisuras, un aspecto esencial para la verdadera transformación del grupo. En lo musical, el avance experimentado es bien notable, pues aquí nos ofrecen un LP bien completo (casi cuarenta minutos de música) donde se aúnan el pop, el rock y la vanguardia de manera muy equilibrada, aunque todavía habrán de perfeccionar su receta un poco más adelante.
El ritmo arrastrado de ‘Soft As Snow’ y sus súbitas paradas y sutiles variaciones ya llaman la atención de por sí, pero aquí no se acaban las sorpresas porque añaden un sonido de guitarra que parece una alarma de incendios. La originalidad está en conjuntar todo eso con una parte vocal marcadamente pop y conseguir una canción interesante y accesible. Por el contrario, sonidos apocalípticos de guitarra nos apabullan en el inicio de ‘Cupid Come’, si bien luego se transforma en un memorable pop de guitarras con poca distorsión, como si aquí la experimentación fuera sonar más "normales", aunque pronto escucharemos detalles inesperados de vanguardismo eléctrico. El toque de genialidad está en las deliciosas paradas rítmicas, algo difícil de conseguir sin perder fluidez, pero aquí salen bien triunfantes. Cuando consiguen aunar con acierto la sensibilidad melódica más pop con la potente carga rítmica, alcanzan con facilidad un estupendo resultado como nos demuestran en ‘You Never Should’, aunque el estribillo decepciona un poco y quizá por eso alargan el intermedio instrumental de frenesí sónico.
La grandeza de My Bloody Valentine, en lo concerniente a sus características más definidas, aparece en el abrumador riff distorsionado de ‘(When You Wake) You're Still In A Dream’, cuya parte vocal de emocionantes melodías, conseguidas con solo arrastrar las últimas sílabas, es de una genialidad que abruma por su simplicidad, lo cual es justo lo que lograron los Beatles en sus inicios. Después del frenesí de ‘(When You Wake) You're Still In A Dream’ llegamos a continuación a la calma absoluta de ‘No More Sorry’, con la misma sensación que cuando ha pasado un huracán y quedan los estertores de la devastación. Para ello se ayudan de arreglos orquestales con inteligencia, consolidando la apertura artística del grupo y diferenciándolos de cualquier grupo similar, pues este tipo de composiciones denotan un talento especial. Ese panorama de texturas postapocalípticas lo encontramos también en ‘Lose My Breath’, donde parece que estemos escuchando los restos de una estructura musical junto a un réquiem vocal donde Shields muestra la perfecta modulación de su voz para transmitir toda la emoción posible.
Aunque de momento parece que nos encontremos ante una obra maestra de la música vanguardista, lo cierto es que los problemas comienzan en la segunda mitad del álbum porque es ahí donde abrimos los ojos a la realidad, es decir, que My Bloody Valentine están en una senda de evolución ascendente pero todavía no han llegado a su tope. Ruidosos y vulgares, aparte de con un vulgar riff, se nos muestran en ‘Feed Me With Your Kiss’, la cual ya había sido publicada previamente en un EP de mismo título, si bien el estribillo mejora un poco el panorama. ‘Sueisfine’ parece la continuación de lo que acabamos de escuchar, en este caso con un apartado vocal en tono etéreo y que va a destiempo, pero que tampoco eleva el resultado a unos estándares de calidad suficientes. Más industrial se presenta ‘All I Need’, cuyas melodías no son muy atractivas y de todas maneras acaban diluidas en la ambientación de distorsión eléctrica que las envuelve, mientras que la voz más dulce en ‘Several Girls Galore’ crea ese fuerte contraste con el acompañamiento estridente, aunque aquí salen más airosos.
La percusión martilladora de ‘Nothing Much To Lose’ no deja tampoco muy buena impresión al quedar muy tosca, pero luego presenta un desarrollo más agradable, a lo cual ayudan los coros de Butcher en un segundo plano. Para finalizar nos dejan la canción con mayor gancho melódico vocal de todo el álbum, ‘I Can See It (But I Can't Feel It)’, pues conforme Shields empieza a cantar es pura gloria pop. Por supuesto, ayuda mucho el carácter relajado de la composición, pero es una de esas canciones que permitían concebir grandes esperanzas en el futuro de la banda. Se trata de un álbum fundamental tanto en la evolución de My Bloody Valentine como en la música británica de los siguientes años por su influencia en numerosos grupos y artistas. Y no tuvo repercusión mundial porque padecían de una barrera comercial que les impedía tener una distribución adecuada fuera de las islas. Menos mal que el tiempo coloca a cada uno en su lugar correspondiente e Isn't Anything es aclamada por su importancia histórica.
ECSTASY AND WINE
Año de publicación: 1989
Puntuación:
1) Strawberry Wine; 2) Never Say Goodbye; 3) Can I Touch You; 4) She Loves You No Less; 5) The Things I Miss; 6) I Don't Need You; 7) (You're) Safe In Your Sleep (From This Girl);
8) Clair; 9) You've Got Nothing; 10) (Please) Lose Yourself In Me.
La publicación de esta pequeña compilación tras Isn't Anything ya estaba condenada desde el principio, pues contiene lo que habían grabado justo antes de ese álbum clave y tras la llegada al grupo de Bilinda Butcher. Tanto el single Strawberry Wine como el EP Ecstasy fueron publicados en noviembre de 1987, con dos semanas de diferencia entre ellos. No se aprecia mucha diferencia con la línea musical que venían siguiendo en los años previos, lo cual sirve para valorar de manera mucho más positiva el salto cualitativo verificado en Isn't Anything.
Las tres primeras canciones son las que conformaron el single Strawberry Wine, siendo aquella que le da título como cara A un excelente ejemplo de contraste entre un ritmo rápido aunque nada tosco (que hace que pudiera pasar por una canción de The Smiths) con la delicadeza de la parte vocal donde la voz de Bilinda crea un genial contrapunto melódico y tonal con la de Kevin. Las caras B sí que son una pérdida de tiempo, sobre todo la plomiza ‘Can I Touch You’, de mucha guitarra a lo Johnny Marr pero sin nada atrayente, justamente como lo que estaba haciendo el propio Marr por esta época, una vez disueltos los Smiths.
A partir de la cuarta canción nos adentramos en el EP Ecstasy, cuya presentación no es nada ilusionante cuando nos toca tragarnos la morralla guitarrera de ‘She Loves You No Less’. Eso sí, se ha de llevar mucho cuidado con esta música porque podemos quedarnos en la superficial y no indagar más, puesto que la apariencia es superficial. De hecho, la voz sombría de ‘The Things I Miss’ no ayuda nada, pero tampoco tiene nada más que ofrecer esta canción. Quizá la idea fue hacer algo lo más feo posible, ya que no había nada que aprovechar. En cambio, se ha de prestar mucha atención a ‘I Don't Need You’ o ‘Clair’ para percibir las sutiles melodías vocales que se desarrollan bajo la distorsión. Pero eso es precisamente lo interesante en este grupo y lo que mostrarán con inteligencia a partir de Isn't Anything. En ‘(You're) Safe In Your Sleep (From This Girl)’ es como si hubieran tocado algo al estilo de The Byrds, pero con un ritmo más rápido de lo que era habitual en aquel grupo estadounidense. Los Stone Roses tampoco tardarían mucho en echar un vistazo a esa fenomenal banda.
Canciones como ‘You've Got Nothing’ demuestran por qué el grupo tenía su masa de seguidores dentro del mundillo underground donde se integraba ese movimiento llamado shoegaze, pues bajo la densidad de sonido se puede disfrutar y hasta bailar su frenético ritmo, aparte de un interesante apartado vocal de pegadizas melodías. Con una mejor producción, podría haber sido una gran canción, sin duda. Algo similar podría decirse de la algo más lenta pero igualmente potente ‘(Please) Lose Yourself In Me’, la cual acaba perdiendo empuje conforme avanza. En definitiva, este irregular recopilación nos muestra una etapa de transición de la banda, enseñándonos al mismo tiempo la mejor y la peor cara de ellos. No se le ha de dar mayor importancia.
LOVELESS
Año de publicación: 1991
Puntuación:
1) Only Shallow; 2) Loomer; 3) Touched; 4) To Here Knows When; 5) When You Sleep;
6) I Only Said; 7) Come In Alone; 8) Sometimes; 9) Blown A Wish; 10) What You Want;
11) Soon.
Llegamos aquí a una de las obras más importantes de finales del siglo XX por lo que representó para un estilo tan poco atrayente para el gran público como el del rock alternativo de distorsión eléctrica. Previamente habían publicado dos nuevos EP, Glider (1990) y Tremolo (1991), que se comentarán más adelante por aparecer recopilados en EP's 1988-1991. En cuanto a Loveless, su grabación aparece rodeada de un aura de misticismo y épica, señalando su elevado coste de producción que disparaba cualquier previsión presupuestaria que pudiera tener una banda de rock alternativo. Pero fuera como fuese, la discográfica confió en ellos porque vio que tenían una visión artística que sabían proyectar en composiciones originales. El grupo ya había demostrado suficiente cohesión y aquí la evolución positiva les llevó a alcanzar su cúspide artística. En la reedición en CD de 2012 se añade una segunda versión del álbum extraída del master de la grabación en vinilo que ofrece un sonido similar y tan solo los más conocedores de esta obra podrán descubrir alguna diferencia.
Cuando empieza el disco y nos cae encima la cascada de electricidad y distorsión de ‘Only Shallow’, lo más natural sería apagar inmediatamente el equipo de música porque nos coloca al límite de lo que puede tolerarse, como hacían los grandes compositores dodecafónicos. Pero como ocurre con estos últimos, si aprendemos a tolerar esa inmersión en nuestro confort auditivo tendremos la recompensa de experimentar algo nuevo, aparte de que el contraste con el celestial apartado vocal es como la expresión artístico-musical de la diferencia entre un desbocado infierno y un onírico cielo. Los últimos treinta segundos sirven de réquiem o de relajación, según hacia donde hayamos desviado nuestra mente. Si conseguimos acostumbrarnos/sustraernos al envoltorio electrificado de los temas, nos daremos cuenta de que ‘Blown A Wish’ comienza de manera muy pegadiza con esas murmuraciones de Bilinda en forma de melodía y su posterior desarrollo pop con atractivas melodías vocales.
El intrigante ritmo de ‘Loomer’ también da paso a la delicada voz de Bilinda en un estilo que ya nos resulta familiar, si bien lo mejor son los incisos instrumentales porque vuelven a revelarnos fenomenales detalles melódicos que pasan desapercibidos en primer término. La breve ‘Touched’ no es más que una serie de sonidos distorsionados que poco a poco alcanzan un sentido, pero cuando la melodía, la distorsión y el onirismo encajan a la perfección, obtienen piezas que representan de forma excelente y sirven de modelo ejemplar para todo grupo que se adentre en estos mundos musicales, lo cual es el caso de ‘Come In Alone’. De manera jovial mediante una sencilla y reconocible melodía de teclado comienza ‘When You Sleep’, aunque no tan aguerrida como la que pudiera haber sido su precedente por el título, ‘When You Wake’ de Isn't Anything.
Sin embargo, hay que ser precavido con la idiosincrasia de My Bloody Valentine porque canciones como ‘To Here Knows When’ delatan lo innecesario que es ceñirse a un estilo definido o a un modus operandi determinado que implica añadir distorsión incluso cuando no se reputa necesaria, mucho menos cuando esa distorsión es llevada al extremo. Es una lástima, porque el apartado vocal es excelente. ‘Sometimes’ debería haber quedado como una pieza acústica e intimista, pero queda claro cuál es el sello de distinción del grupo. Si queremos relajación en este álbum deberemos resignarnos a algo como ‘I Only Said’, pero se de tener en consideración que comienza con una guitarra apocalíptica y que la densidad sonoro vuelve a ser extrema.
La psicodelia sobrevuela el álbum, pero hay canciones donde aparece de manera muy evidente, pues ‘What You Want’ podría pasar por un tema de finales de los sesenta trasplantado veinticinco años después bajo un ritmo más moderno y la consiguiente distorsión. Como siempre, si uno se centra en las melodías, el efecto conseguido bajo la cacofonía sonora es impresionante. Su último minuto es de descanso para que nos vayamos preparando para una pieza final de estilo dance, ‘Soon’, que recuerda mucho a lo que estaban haciendo los grupos de Manchester como los Stone Roses. De hecho, había sido publicada un año antes en una mezcla alternativa en el EP Glider. Es una manera animada de finalizar y de mostrar la versatilidad del grupo en un terreno en el que no habían incursionado todavía, pero colocándose en la primera fila de bandas similares que por aquel entonces ya empezaban a estancarse en esta moda pasajera. Quizá podrían haberle recortado algún minuto, pero como es un tema para bailar tampoco hay que ponerle mayor objeción.
Entrar a valorar Loveless como obra maestra es una tarea complicada porque para ello se deberían valorar aspectos técnicos que exceden del escaso conocimiento de quien suscribe estas palabras. Por un lado, la cantidad de melodías memorables no es lo suficientemente alto como para catalogarla de esa manera, pero es obvio que en el apartado de expresión artística alcanzaron un nivel casi impensable para otros grupos similares. En cualquier caso, es irrelevante un debate de ese tipo porque la conclusión viene a ser la misma: por mucho que no te interese el llamado shoegaze (o noise rock o como se le quiera llamar), este álbum hay que escucharlo alguna vez en la vida y vale la pena conocer a My Bloody Valentine. Es como si no te gusta el flamenco; pues muy bien, pero a Camarón de la Isla deberías escucharlo.
EP'S 1988-1991
Año de publicación: 2012
Puntuación:
CD I: 1) You Made Me Realise; 2) Slow; 3) Thorn; 4) Cigarette In Your Bed;
5) Drive It All Over Me; 6) Feed Me With Your Kiss; 7) I Believe; 8) Emptiness Inside;
9) I Need No Trust; 10) Soon; 11) Glider; 12) Don't Ask Why; 13) Off Your Face.
CD II: 1) To Here Knows When; 2) Swallow; 3) Honey Power; 4) Moon Song;
5) Instrumental No. 2; 6) Instrumental No. 1; 7) Glider (full length version); 8) Sugar;
9) Angel; 10) Good For You; 11) How Do You Do It.
Un año antes de su retorno y quizá para tantear la aceptación que podía tener el grupo veinte años después de su última aportación al panorama musical, se publicó esta recopilación que recoge cuatro EP y otras rarezas entre los años 1988 y 1991. Estos EP son los siguientes: You Made Me Realise, Feed Me With Your Kiss (ambos de 1988 y publicados antes de Isn't Anything), Glider (1990) y Tremolo (1991). Como observará cualquier persona conocedora de la trayectoria de My Bloody Valentine, se trata de los años de la transformación en la banda que hoy día se recuerda, así como de la publicación de sus dos álbumes clave. Por tanto, para una banda con una aura tan misteriosa, resultaba apetecible conocer más material de lo publicado en esa época, así como comprobar si las rarezas incluidas estaban al mismo nivel que lo que les encumbró como uno de los grupos indie más importantes. También sirve para tener más fotos del grupo de las que se hubieran podido ver con anterioridad.
Los cinco primeros temas pertenecen al EP You Made Me Realise y ya mostraban el futuro inmediato del grupo. Más claro no puede quedar si observamos que ‘You Made Me Realise’ queda como una precursora de ‘(When You Wake) You're Still In A Dream’ porque las estrofas son casi calcadas, aunque en este caso hay estribillo (en la canción de Isn't Anything el riff rítmico actuaba como estribillo) y es igual o más pegadizo todavía que el resto de la canción. Por medio meten disonancias algo extremas para darle el toque artístico, aunque podríamos vivir sin ellas. Si no fuera porque el riff estilo alarma de central nuclear se vuelve algo repetitivo, ‘Slow’ sería todo un prodigio por su esplendorosa parte vocal que se desenvuelve bajo una cautivadora melodía, aunque sea para cantar cosas tan explícitas como “Just a slow, slow, slow suck”. La guitarra acústica que sirve de base para ‘Thorn’ no es nada extravagante si lo comparamos con las notas alargadas de guitarra que acompañan buena parte de la canción, creando un tono igualmente apocalíptico para lo que hubiera sido una gentil pieza de pop-rock acústico en manos de otro grupo. Pero más agradables se muestran en ‘Drive It All Over Me’, como si hubieran querido recompensar al oyente con algo decididamente más audible dentro del entramado de distorsión habitual. En cambio, ‘Cigarette In Your Bed’ no es más que relleno para poder escuchar algo animado.
Desde la sexta a la novena canción entramos en el EP Feed Me With Your Kiss, cuya canción de mismo título ya la conocimos por su publicación posterior en Isn't Anything. Mantienen los mismos parámetros ya observados en el EP anterior y por ello no tienen problema en deslizarse hacia el gancho pop tan innegable que encontramos en ‘I Believe’, que sin estridencias incluso podría haber pasado por una pieza de soul rítmico. Esa especie de dejadez al cantar de ‘I Need No Trust’, dentro de una ambientación pesarosa, es al mismo tiempo un preludio de lo que iba a ofrecer Kurt Cobain en su vertiente más intimista y un homenaje a los pasajes hipnóticos de la Velvet Underground. Aunque para homenaje (o antihomenaje) a este grupo neoyorquino están las cacofonías de ‘Glider’, que para mayor castigo encontraremos una versión extendida de diez minutos en el segundo disco.
Este último tema conforma, junto a los cuatro últimos del primer disco, el EP Glider, en el cual encontraremos una mezcla alternativa de ‘Soon’, aparecido en Loveless y donde tampoco hay diferencias sustanciales entre uno y otro, que es la misma impresión que deja la repetición en diferente mezcla de ‘To Here Knows When’, ya en el segundo disco. La percusión de pandereta de ‘Don't Ask Why’ nos asegura un momento más o menos relajado, porque la distorsión y la tensión musical no se eliminan nunca. Por otra parte, la memorable y bien entendida psicodelia actualizada a los nuevos tiempos reaparece en ‘Off Your Face’, que nos ofrece la delicada voz de Bilinda con un contrapunto vocal que parece sonar como una grabación reproducida a la inversa.
Los cuatro primeros temas del segundo disco se corresponden con el cuarto EP contenido en este álbum, Tremolo. Sorprende mucho encontrar esos aires orientales de ‘Swallow’, aunque no tanto si pensamos que la música de Oriente Medio fue también fuente de inspiración para los restos de psicodelia que fueron quedando tras la fiebre lisérgica de 1967. Si uno le ha pillado el truco a este grupo, conseguirá discernir un memorable riff entre tanta distorsión y sonidos de alarma en ‘Honey Power’, aparte de que la parte vocal de Bilinda emociona desde el principio. Sorprende que en su último minuto y medio cambie por completo y se transforme en una relajada pieza más ambiental pero suficientemente delicada y melódica para que no sea tratado como relleno. De ahí se enlaza con ‘Moon Song’ en una especie de agonía sonora en la cual acaba emergiendo una voz que parece luchar contra esa adversidad. Cuesta cogerle el punto a la delicada melodía en forma de balada psicodélica que se desarrolla en el apartado vocal.
Los instrumentales sin título no aportan nada relevante aunque puede destacarse el número 2 porque se desenvuelve en modo trance, algo poco habitual en la banda. Buscan un sonido más agradable en el pop lisérgico de ‘Sugar’, pero acaba resultando más discreto el resultado. Las tres últimas canciones son inéditas y evidencian que el archivo del grupo no es precisamente un tesoro para explotar. De ahí que dos de ellas, ‘Angel’ y ‘How Do You Do It’, no sean más que relleno en el estilo ya conocido del grupo, aparte de que no es nada que otros grupos similares no hayan hecho. En cambio, las cacofonías de inicio de ‘Good For You’ nos hacen temer lo peor, pero luego se desenvuelve como un college-rock al estilo de los primeros ochenta sin perder, eso sí, el efecto inmanente de distorsión como característica propia. La sensación más floja que deja buena parte del segundo disco provoca que se mitigue la emoción por todo lo que se ha escuchado con anterioridad, que sí vale la pena conocer para toda persona con interés por My Bloody Valentine.
m b v
Año de publicación: 2013
Puntuación:
1) She Found Now; 2) Only Tomorrow; 3) Who Sees You; 4) Is This And Yes; 5) If I Am;
6) New You; 7) In Another Way; 8) Nothing Is; 9) Wonder 2.
Más de veinte años tras haber publicado el cénit de su carrera y con una leyenda detrás que hablaba de horas y horas de grabaciones archivadas antes de disolverse en los noventa, había mucha expectación por comprobar cómo era el material que Kevin Shields y sus acólitos habían seleccionado y pulido durante todos estos años. Bueno, hubo unos diez años de abandono total, pero desde 2006 se había retomado lo que debía ser la esperada continuación de My Bloody Valentine. Y básicamente lo que ofrecieron fue eso mismo, la continuación desde el punto en el que se quedaron, sin apenas detalles novedosos que nos avisen de que estamos en otro siglo diferente. Tampoco es que el siglo XXI haya aportado nada relevante a la música rock más allá de un mayor empleo de la electrónica, pero My Bloody Valentine eran de los que podrían haber dado un paso más allá. Pero no quisieron o, probablemente, no podían ir más allá de donde llegaron en 1991.
Es evidente que nada ha cambiado desde Loveless ni se muestran condescendientes con el oyente cuando colocan de entrada una canción como ‘She Found Now’, completamente distorsionada como si la estuviéramos escuchando a veinte metros de distancia desde unos altavoces de baja potencia. Cada vez nos lo ponen más difícil para distinguir las melodías y las progresiones, pero es que esta canción las tiene y vale la pena hacer el esfuerzo, aunque tampoco se trate de un nuevo clásico para la banda. Es curioso que cuando uno empieza a hacer el esfuerzo necesario para captar lo que nos quiere enviar este grupo de manera subrepticia, luego llegan canciones que se perciben rápidamente como sensacionales. Es por ello que uno no sabe si ‘Who Sees You’ suena memorable porque es la tercera canción y se tiene el oído ya educado, o porque simplemente se aprecia una memorable parte vocal que por desgracia pierde algo de fuelle debido a la duración de seis minutos de un tema que debiera haberse quedado en la mitad.
Se ha de tener paciencia en ‘In Another Way’ para que la progresión instrumental cobre forma, aunque acaban dejando la sensación de ser unos Stone Roses bajo una capa de distorsión densa. El carácter pop esencial es más fácil de apreciar en la moderadamente feliz ‘New You’ o en ‘Only Tomorrow’, cuyo gancho vocal es complementado después por un solo de guitarra más bien disonante al principio pero que luego cobra una forma más sugerente. Más discreta suena ‘If I Am’, mientras que ‘Nothing Is’ es una burda mezcla de rockabilly y distorsión que hace clamar al cielo cada vez que pensamos en las (supuestas) horas y horas de grabaciones de las que el grupo disponía. Como un descanso entre todo el vendaval sonoro que abruma e intimida al oyente, nos topamos con el órgano sosegado y la voz etérea de Bilinda en ‘Is This And Yes’, un tema que podría haber salido de los Cocteau Twins de los ochenta y cuya única misión es dejarnos respirar, pues tampoco ofrece mucho más.
Para camuflarse entre la juventud del momento (los miembros del grupo ya rondarían los cincuenta años en 2013), realizan una valiente incursión en la música electrónica de baile mediante ‘Wonder 2’, un experimento bastante desconcertante. Ya es bastante complicado encajar melodía con distorsión, para que además aquí introduzcan otro elemento disruptivo como es un frenético ritmo de tipo big beat, que es lo que baila la gente moderna y guay. Nuevamente, todo dependerá de la atención que uno/a esté dispuesto/a a prestar, pero es un loable experimento. No está nada clara la valoración que se le puede dar a este álbum. Desde un punto de vista puramente artístico, es todo un logro; desde un punto de vista más comercial, es otro suicidio de estos chicos. En todo caso, lo que quedaba claro es que My Bloody Valentine no podían tener más recorrido, ya estaba todo dicho y solo podían acabar repitiéndose. Su última obra deja una sensación irregular de la que cuesta desprenderse para decidir hacia donde doblar el pulgar, pero hoy al menos los salvaremos. Mañana, ya veremos.