OS MUTANTES

Año de publicación: 1968

Puntuación:

1) Panis Et Circenses; 2) A Minha Menina; 3) O Relógio; 4) Adeus, Maria Fulô; 5) Baby;

6) Senhor F; 7) Bat Macumba; 8) Le premier bonheur du jour; 9) Trem Fantasma;

10) Tempo No Tempo; 11) Ave Genghis Khan.

En un país tan cerrado y atrasado culturalmente como era la España franquista, los movimientos culturales (en este caso, musicales) llegaban tarde y mal. Pero en otros países donde tampoco existía libertad, podían asomar resquicios para que pudiera colarse la cultura, expandirse libremente y conseguir que sus artistas sonaran modernos e incluso con cierta relevancia dentro del panorama musical mundial. De esta manera, en el año definitivo del auge y precipitada caída de la psicodelia, surgió en Brasil el debut de este grupo pintoresco que transfundía ese estilo con la música popular brasileña, sin escatimar en otras influencias que fueran del gusto del trío de miembros principales: Rita Lee y los hermanos Baptista (Sérgio Dias y Arnaldo). Este debut es quizá su disco más bailable, en el sentido de que encontramos muchos desarrollos rítmicos de esa índole. Algo de inseguridad tendrían también respecto a la propia capacidad para componer, ya que una gran cantidad de versiones y préstamos de otros artistas nutren casi por completo el contenido del álbum.

Sonidos de trompetas circenses (del circo romano, por si había alguna duda) introducen una de las canciones legendarias de esta banda, ‘Panis Et Circenses’, seguidos de una original entrada rítmica vocal. Su estructura es bien diversa, con diferentes secciones cada cual más sorprendente, algunas de ellas un tanto naif (por ejemplo, ese segmento de flauta amateur). Pero la parte principal maravilla desde el principio con sus imbatibles melodías: “Eu quis cantar / Minha canção iluminada de sol”, variando ligeramente la entonación en cada retorno de estrofa. Esta composición de Caetano Veloso, igualmente en la versión de Os Mutantes, formaría parte también del inminente, histórico e imprescindible álbum Tropicália: ou Panis et Circencis, el cual saldría publicado unos meses después del presente álbum para recoger una fantástica colección de canciones de algunos de los mejores músicos brasileños de la época, dentro de ese movimiento artístico. Nótese también que el latín no era muy del dominio de Veloso.

Aunque por su título parece que se trate de una versión de algún tema inglés, ‘Baby’ es otra composición de Caetano Veloso tratada aquí con unos arreglos psicodélicos que dejan una sensación bien extraña, ya que en realidad se trata de una relajada balada que pierde cualquier conato de calma con la guitarra eléctrica distorsionada y otros efectos varios. Aunque no participa en la grabación, Veloso está muy presente en este álbum y vuelve a aparecer como coautor junto a Gilberto Gil en ‘Bat Macumba’, un genial mantra psicodélico que aparece también, en una versión más recomendable, en el citado Tropicália: ou Panis et Circencis. La única objeción aquí es que se exceden con los efectos psicodélicos. Pero se lo pasarían muy bien grabándolo, puesto que el mismo Gilberto participa en la percusión.

Como estamos en Brasil, los ritmos bailables son algo intrínseco a casi cualquier tipo de música de allí y Os Mutantes no pretendían ocultar sus raíces. El mejor ejemplo es la jovial ‘A Minha Menina’, que sería versionada por The Bees ya en el siglo XXI. En la voz, así como en la guitarra acústica, podemos escuchar como invitado a su autor, el gran Jorge Ben, lo cual sirve de confirmación del grupo como nombre emergente e importante en la evolución de la música de su país. La incursión de la banda en el music hall llega de la mano de ‘Senhor F’, aunque le añaden una coda psicodélica a lo Magical Mystery Tour para que no se pierda el toque lisérgico. De alguna manera, es lo que intentan fusionar con la música brasileira en la relajante primera parte de ‘O Relógio’, la cual se transforma en su parte central en una marcha lisérgica que se acaba desbocando un poco. Aunque la verdadera fusión de música tradicional y psicodelia la encontramos en ‘Tren Fantasma’, una curiosa amalgama que acaba divagando un poco pero que no deja de sorprender, fruto de la unión compositiva de Os Mutantes y Caetano Veloso. Y es que, en ocasiones, se exceden en su pretensión de sonar modernos: casi un minuto de efectos hay que tragarse antes de que se enfilen con su versión de ‘Adeus, Maria Fulô’, ejemplo de ese sonido típico de la música festiva brasileña.

Como ya se ha visto, hay muy pocas composiciones originales propias, si bien la elección del cancionero denota cierto gusto por la variedad. Hay incluso cabida a la canción francesa en la forma de una versión de la delicada ‘Le premier bonheur du jour’. Respecto a ‘Tempo No Tempo’, es la versión del tema casi a capella de The Mamas And The Papas ‘Once Was A Time I Thought’, al que le añaden sonidos extra al final para que parezca psicodélico, aunque sirve para mostrar la buena conjunción vocal del grupo. El mejor y más extenso solo de guitarra lo encontraremos precisamente en una de las pocas composiciones del trío Lee-Baptista-Dias, ‘Ave Genghis Khan’, que además presenta una estructura cambiante y un ritmo principal muy pegadizo y enardecido por los coros. Por medio no pueden evitar introducir nuevamente varios efectos de sonido y que no se olvide que estamos en el año 1968, aunque para el mundo anglosajón la psicodelia ya estaba pasándose de moda entonces.

Llegados al final de este estupendo debut, tan solo unas pocas objeciones se le pueden hacer, una vez pasado el gran entusiasmo que provoca su descubrimiento. Por un lado, está la falta de más composiciones originales que permitan una mayor diferenciación respecto a la música ya conocida; de otro lado está la falta de experiencia que deja una sensación de amateurismo en algunos momentos. Todo ello será superado en la continuación de este debut multicolor y lisérgico, que ha quedado como un hito en la historia del rock brasileño y que confiere a Os Mutantes un estatus de banda psicodélica inconfundible y altamente recomendable.

MUTANTES

Año de publicación: 1969

Puntuación:

1) Dom Quixote; 2) Não Vá Se Perder Por Aí; 3) Dia 36; 4) Dois Mil E Um; 5) Algo Mais;

6) Fuga Nº II Dos Mutantes; 7) Banho De Lua (Tintarella Di Luna); 8) Rita Lee; 9) Mágica;

10) Qualquer Bobagem; 11) Caminhante Noturno.

La continuación de un disco tan rompedor y colorido como el de debut demostró que Os Mutantes no eran unos simples aprovechados que se habían subido al tren de la psicodelia para explotar un nicho de mercado en su país, sino que se trataba de una propuesta artística consciente y deliberada. Tenían cosas propias que decir y en consecuencia se reduce aquí el número de composiciones ajenas, pero sin olvidarse por ello de reflejar citas musicales y homenajes durante las canciones.

Más sorprendente no puede ser el comienzo del disco, al colocar música de Verdi sonando como introducción de la coral ‘Dom Quixote’, que suena a cervantino trabalenguas en portugués hasta que llega esa enérgica parte donde cantan “Vem devagar / Dia há de chegar”. Es una buena lección para los españoles, que una obra literaria de tal envergadura haya servido de inspiración para músicos de fuera antes que para los de nuestro país. Más gracioso resulta escuchar las trompetas del 7º de Caballería en el comienzo de ‘Caminhante Noturno’, una sensacional composición multiparte donde podemos escuchar lo mejor que podía ofrecer esta banda durante sus cinco minutos en una deslumbrante diversidad donde no falta épica, delicadeza, frenesí, solo de guitarra, teatralización… y todo ello con memorables melodías bien repartidas. Está ubicada al final del álbum pero serviría de perfecto resumen de lo que vamos a encontrar en él.

Estamos en 1969 pero en Brasil la psicodelia no se ha acabado, toda una suerte porque Os Mutantes consiguen joyas como ‘Algo Mais’, de depurado ritmo y ambientación, donde las voces suenan etéreas para crear en conjunto un intrigante pasaje que mantiene en vilo de principio a fin. La pintoresca ‘Mágica’ comienza como una especie de western-rock psicodélico (toma definición) hasta que se llega a un gran estribillo formado por una primera parte pulsante y luego los siempre gloriosos coros etéreos que consiguen transportarnos a diferentes lugares. Como no pueden faltar los homenajes, la coda está dedicada a ‘Satisfaction’ de los Rolling Stones. Sin embargo, para la balada psicodélica ‘Dia 36’ parece que se inspiran en los Grateful Dead, una mala elección porque podrían haber aprovechado mucho mejor su cuidada parte instrumental y haber cantado sin ese horroroso efecto de distorsión.

La primera impresión que deja ‘Dois Mil E Um’ es que se trata de una entretenida broma en forma de canción popular brasileña (aunque parecería inspirada en ‘Straight Arrow’ de Spirit), pero cuando llega su cambio de registro cuando cantan “Eu quase posso falar/ A minha vida é que grita / Emprenha se reproduz / Na velocidade da luz”, vemos que Os Mutantes saben saltar de una dimensión musical a otra en décimas de segundo. El título de ‘Rita Lee’ puede parecer un caso de narcisismo, pero tratándose de estos chicos no deja de ser una broma para introducir algo de music-hall.

Junto a otro de los grandes nombres de la música de Brasil, Tom Zé, escriben una mezcla de canción popular e himno psicodélico titulado ‘Cualquer Bobagem’, en cuyo estribillo aparecen unas trompetas desacompasadas como si estuviéramos escuchando el final de ‘All You Need Is Love’ de los Beatles. Más devota de la canción brasileña es ‘Fuga Nº II dos Mutantes’, la cual contiene unas bonitas estrofas cantadas por Rita acompañada de un xilófono entre otros instrumentos, junto un estribillo coral y orquestal con un cierto toque a lo Beatle. Por otro lado, ‘Tintarella Di Luna’ fue en su origen un twist de mucho éxito de la cantante italiana Mina, nada menos que en 1959, aquí transformado en un batiburrillo psicodélico muy al estilo extravagante de Os Mutantes y bajo el título de ‘Banho De Lua’, donde no falta un desquiciado solo de guitarra distorsionada. En cuanto a ‘Não Vá Se Perder Por Aí’, tampoco es una composición original de ellos, pero posee un ritmo ultrapegadizo y una parte vocal no menos atrayente que parecen haber sido ideados expresamente para estos chicos.

Así pues, estamos nuevamente ante un disco que es imposible que llegue a la perfección pero que mejora lo que habíamos visto en su fascinante debut. Por tanto, estamos ante una de las cimas de la carrera de Os Mutantes, una amalgama de géneros pasados por el tamiz de la psicodelia, una propuesta singular y única que expande la mente al romper barreras musicales a base de creatividad.

A DIVINA COMÉDIA OU ANDO MEIO DESLIGADO

Año de publicación: 1970

Puntuación:

1) Ando Meio Desligado; 2) Quem Tem Medo De Brincar De Amor; 3) Ave, Lúcifer;

4) Desculpe, Babe; 5) Meu Refrigerador Não Funciona; 6) Hey Boy;

7) Preciso Urgentemente Encontrar Um Amigo; 8) Chão De Estrelas; 9) Jogo De Calçada; 10) Haleluia; 11) Oh! Mulher Infiel.

Hasta ahora, lo único lacónico y reservado que habíamos encontrado en Os Mutantes eran los títulos de sus álbumes. En esta ocasión ya no es así y el título es bastante pintoresco, aunque no hay nada que nos induzca a pensar en el infierno o el purgatorio de Dante. Lo que puede observarse en la música es que ya se van despojando de la psicodelia poco a poco, pero sin que se les pueda definir categóricamente de otra manera todavía. Se consolida Arnaldo Baptista como compositor principal, ya que todas las composiciones originales le tienen como autor o coautor, además de afirmarse como teclista de una manera bastante destacada, ya que su técnica con el órgano es muy buena, casi a un nivel Rod Argent. Tanta prominencia toma, que hasta encontramos una canción de corte religioso (‘Haleluia’) donde no hay excusa para que el órgano sea lo más importante aparte de los coros litúrgicos. Por otra parte, esta canción puede tomarse como una ayuda temprana para que la iglesia, tan importante en Brasil, modernizara sus cánticos anticuados, algo hoy en día de lo más natural cuando se puede escuchar a los jóvenes músicos católicos imitando acordes y melodías de rock para cantar sus plegarias religiosas. Lo gracioso es que toman esos préstamos de músicos que en principio abominan de la estricta vida religiosa.

El ritmo y estilo de la canción ‘Algo Mais’ del disco anterior debió gustarles tanto que aquí se inspiran de alguna manera en lo mismo para dejarnos otras nuevas que no son precisamente copias en carbón. La parte principal de ‘Ando Meio Desligado’ transcurre por medio de uno de esos intrigantes ritmos hasta que llega el delicado puente donde cantan: “Eu nem vejo a hora de lhe dizer / Aquilo tudo que eu decorei”; luego elevan un poco más el tono en el estribillo (con los instrumentos desquiciándose, en especial el órgano) y más adelante añadiendo pasajes psicodélicos marca de la casa. Cuenta también con la percusión de un entonces desconocido Naná Vasconcelos, quien pronto comenzaría una envidiable carrera grabando sus propios álbumes o participando como soberbio percusionista en los de gente de ámbitos tan dispares como Pat Metheny, Paul Simon, B.B. King o los Talking Heads. Otro gran ejemplo del citado estilo es ‘Jogo De Calçada’, que presenta además un estupendo estribillo de estilo Beatles y una guitarra que suena sin discusión a ‘Sgt. Pepper's’.

Dejando perfectamente demostrado su dominio de los ritmos rápidos, más frenéticos que en ‘Quem Tem Medo De Brincar De Amor’ será difícil encontrar a Os Mutantes, fallando únicamente en la excesiva repetición final (¡un minuto!) del verso “Ama não ama se ama me chama que eu vou”. Nada lejos se quedan en frenesí en la primera sección de la pieza final ‘Oh! Mulher Infiel’, muy estridente (como si quisieran emular a The Who) y con algunos gritos de Rita como si fuera Yoko Ono. Luego se transforma por sorpresa en un breve jazz de relajado piano antes de retomar toda el poderío de la primera mitad. Sin conocer como es la original, la versión que hacen aquí de ‘Preciso Urgentemente Encontrar Um Amigo’ de Roberto Carlos seguro que no se parecerá mucho, puesto que Os Mutantes la hacen suya a base de jugar con los ritmos, añadir efectos y colocar el órgano de Arnaldo Baptista en un lugar preferencial en el entramado instrumental. La duración de seis minutos de ‘Meu Refrigerador Não Funciona’ nos hace pensar en una primera incursión de Os Mutantes en el rock progresivo, pero sorprendentemente se trata de un afilado blues-rock donde el órgano de Baptista toma el liderazgo con convicción. En todo caso, hay que tomar este tema como una broma, o eso parece indicar su letra, primero en inglés expresando todas las frases típicas y tópicas, para luego realizar un lamento en portugués sobre el refrigerador que no funciona. Eso sí, es una broma ejecutada de manera impecable.

La artística balada psicodélica ‘Ave, Lúcifer’ posee una infinidad de efectos para lograr un acabado inigualable. Bueno, hay efectos muy vistos como el de reproducir en sentido inverso los instrumentos grabados para que haga un sonido de percusión, pero en conjunto es una pequeña obra de arte. Una balada más sencilla como ‘Desculpe, Babe’ también demuestra la capacidad de este grupo para expresar una especial sensibilidad en las melodías vocales, quizá abusando un poco de la reverberación de la voz. Donde meten la pata es en la versión de ‘Chão De Estrelas’, una pieza acústica más tranquila que se acaba desquiciando pero que resulta poco atractiva y acaba molestando más bien con tanto ruido extra y la voz exagerada de Baptista. Por otro lado, El estilo doo-wop asoma en ‘Hey Boy’, añadiendo luego una imprevista distorsión tras un primer solo de guitarra y luego los típicos efectos de sonido que dejen el sello del grupo.

Como aspecto histórico, cabe señalar que la represión de la dictadura se había intensificado tanto que músicos tan importantes relacionados con Os Mutantes como Caetano Veloso y Gilberto Gil hubieron de exiliarse en Francia. El giro musical que comenzaba a calar en el grupo quizá fue forzado por la ruptura que ese exilio suponía en el movimiento cultural denominado Tropicália, verdadero motor en la modernización de la música brasileña del momento. Pero todavía nos queda por disfrutar de estos excéntricos brasileños.

JARDIM ELÉTRICO

Año de publicación: 1971

Puntuación:

1) Top Top; 2) Benvinda; 3) Tecnicolor; 4) El Justiciero; 5) It's Very Nice Pra Xuxu;

6) Portugal De Navio; 7) Virgínia; 8) Jardim Elétrico; 9) Lady, Lady; 10) Saravá; 11) Baby.

La apertura a nuevos sonidos que habían buscado en el álbum anterior, situación que era al mismo tiempo una necesidad y la consecuencia de la idiosincrasia ecléctica de la banda, les lleva a traspasar las fronteras musicales una vez más. Pero esta vez ya no miran solamente a Estados Unidos, pues incluso podremos disfrutar de una primera incursión en la música de aires latinos fuera del ámbito brasileño. El grupo estaba ya consolidado en forma de quinteto y aquí el trío principal vuelve a trabajar de una manera más unida, puesto que las composiciones son en su mayoría coautoría de Arnaldo, Rita y Sérgio.

Los aires latinos que se han señalado aparecen en ‘El Justiciero’, del cual hay imágenes de Televisión Española del grupo interpretándola en directo, una elección bastante adecuada para promocionarse en nuestro país ya que está cantada en lengua castellana, aparte de algo de inglés y alguna frase en italiano. Es una extraña mezcla de música mexicana (sobre todo por sus trompetas) y balada western, con algún puntazo típico del grupo, pero resulta sorprendentemente pegadiza. Es una de las varias muestras de eclecticismo que sigue habiendo en los álbumes de Os Mutantes. Otro ejemplo es ‘Portugal De Navio’, una incursión en la música teatralizada tipo Broadway, pero tiene su gracia el ritmo empleado y no fallan los floridos detalles que van añadiendo. Análogamente, adoptan la técnica de los cantautores para dotar a ‘Virgínia’ de aires folk, si bien el melódico estribillo es puro pop.

No todo iba a ser de color de rosa y hay aspectos que siguen siendo controvertidos. La voz reverberante de Arnaldo Baptista resulta algo cargante si no se es un entusiasmado fan suyo, de ahí que ‘Benvinda’ solo logre tomar algo de brío cuando aparecen los coros, ya que se trata además de una canción melódica acompañada de orquesta. En la primera canción del disco, Rita tampoco de una buena impresión, puesto que en la extravagante ‘Top Top’, de comienzo fulgurante con el órgano, parece que estemos escuchando a Yoko Ono en vez de a Rita Lee. Pero al menos la canción es entretenida si toleramos lo suficiente sus chillidos.

‘It's Very Nice Pra Xuxu’ es un simple homenaje a aquellas baladas orquestales de principios de los años sesenta, de ostentosos arreglos y estribillos, con algo de phasing como toque excéntrico. Suena algo así como ‘You've Really Got a Hold on Me’, aquella canción de Smokey Robinson que popularizaron los Beatles. Y ya que citamos a los de Liverpool, en ‘Lady, Lady’ adoptan el instinto melódico de aquellos en el estilo de McCartney, hasta que a partir del segundo minuto introducen elementos brasileños para darle exotismo, si bien el solo de guitarra que completa la coda deja bastante que desear. Y ya puestos a tomar la inspiración de fuentes ideales, la perfecta y estupenda introducción de ‘Tecnicolor’ ya nos anuncia la cuidada estructura de esta canción, que los acerca de nuevo a The Mamas & The Papas pero con un sonido incluso más sofisticado. Por otro lado, la canción que da título al álbum es como una primera incursión en un rock más duro con la guitarra más desquiciada que nunca, pero alejado todavía de los entonces reyes Led Zeppelin. No parece que puedan convencer por este camino, pero más adelante en ‘Saravá’ el sonido duro deja mucha mejor impresión al acercarse al sonido de los Santana más fieros, creando uno de los temas más enérgicos de su carrera.

Como ya hicieran en su debut, vuelven a grabar ‘Baby’ de Caetano Veloso, esta vez con mayor énfasis en el ritmo y adoptando el estilo de bossa nova. Sirve para cerrar este disco de una manera agradable aunque mucho más convencional, cosa que daría para un debate aparte. En cualquier caso, aquí se acaba el cuarteto dorado de álbumes de Os Mutantes, quienes sufrirán a partir de ahora una gradual caída cualitativa que acabará en unos años con la disolución del grupo. Pero resulta muy loable que mantuvieran un nivel tan bueno tras cuatro álbumes en sus cuatro primeros años. Deberíamos gritarles el equivalente de ¡olé! en portugués.

MUTANTES E SEUS COMETAS NO PAÍS DO BAURETS

Año de publicación: 1972

Puntuación:

1) Posso Perder Minha Mulher, Minha Mãe, Desde Que Eu Tenha O Rock And Roll;

2) Vida De Cachorro; 3) Dune Buggy; 4) Cantor De Mambo; 5) Beijo Exagerado/Todo Mundo Pastou; 6) Balada Do Louco; 7) A Hora E A Vez Do Cabelo Nascer; 8) Rua Augusta; 9) Mutantes E Seus Cometas No País Do Baurets; 10) Todo Mundo Pastou II.

Que después de haber grabado una serie de álbumes brillantes llegaran aquí a un auténtico desatino es más que sorprendente. Quién sabe si fue la falta de ideas o la falta de motivación o ambas cosas a la vez, pero este quinto disco del grupo deja claro que ya no eran capaces de ser creativos. No es ninguna sorpresa que acabaran separándose porque la sinergia entre ellos había desaparecido.

No se atisba mucha continuación respecto al disco anterior, aunque ‘Cantor De Mambo’ prosigue de manera obvia la estela de ‘El Justiciero’, pero en esta ocasión suenan mucho más convencionales y al menos los coros gritando “Mambo!” y los solos de guitarra le aportan vitalidad. La primera canción del álbum, de kilométrico título, no es más que un tosco rock'n'roll de corte clásico que parece ideado únicamente para que el público haga palmas en los conciertos, de ahí que esté grabado en directo. O quizá de una manera como si fuera en directo, añadiendo sonido ambiente. Prosigue ese rock clásico en ‘Dune Buggy’, donde esta vez añaden una parte coral psicodélica que al menos le aporta algo de creatividad. Resulta curioso que los versos “Na hora H / Eu derramei” están cantados con una entonación que recuerda a ‘Dear Prudence’ de The Beatles. Para ‘Balada Do Louco’ concretan todavía más al estar claramente influenciada por las baladas de piano de Lennon en su disco Imagine, añadiendo el toque extravagante con la sorpresiva introducción de un sintetizador Moog, instrumento que se carga cualquier ambientación intimista.

Rita Lee toma la voz principal en la relajada ‘Vida De Cachorro’, demostrando sus dotes como cantante a través de una voz de cadencia suave y cálida. Le sobraría la adición al final de unos aullidos de perro, ya que con la letra queda suficientemente clara su temática canina. No obstante, es la mejor canción de este álbum tan flojo. Además, cuando Rita adopta su voz chillona como ocurre en ‘Rua Augusta’, su valía como cantante es mucho menor al vulgarizarse o, como mínimo, al acercarse a Yoko Ono en vez de a Mama Cass. En este caso, ni siquiera el solo de guitarra compensa porque suena todavía más vulgar, como si fuera un aficionado intentando tocar con rapidez algo heavy. Donde asoma de verdad el rock duro con poderío es en ‘A Hora E A Vez Do Cabelo Nascer’ gracias a su rápido riff de inicio, aunque luego se desarrolla de forma más vulgar.

Os Mutantes nunca se habían caracterizado por ser unos virtuosos con la instrumentación y eso es lo que pretenden con los casi diez minutos de rock progresivo que jalonan el tema que da título al álbum. Nos queda, pues, una pieza de música totalmente pasada de moda y sin aliciente alguno, donde al final añaden una parte cantada que parece ‘Tempo No Tempo’ de su disco de debut, ahondando en el despropósito que parece este tema en conjunto. Por otro lado, las dos partes que conforman ‘Beijo Exagerado/Todo Mundo Pastou’ no son dos canciones hilvanadas, sino que en primer lugar escuchamos un animado desfase de distorsión y, una vez acabado, llega un breve canto jovial que parece extraído de una reunión de amigos que se juntan a cantar algo. Ese breve canto, ‘Todo Mundo Pastou’, aparece innecesariamente más extendido en el corte final del disco y para entonces ya no hace ninguna gracia.

La sensación que deja este disco es algo así como lo último que se ha comentado, es decir, que parece hecho a retazos de lo que se ha ido recogiendo por ahí. La experimentación resulta baldía y los trucos de estudio a veces parece que se emplean gratuitamente, como la discordancia del Moog. También nos deja bien claro que el rock duro y el rock progresivo no eran caminos a seguir. Un mal disco para olvidar.

HOJE É O PRIMEIRO DIA DO RESTO DA SUA VIDA

Año de publicación: 1972

Puntuación:

1) Vamos Tratar Da Saúde; 2) Beija-Me, Amor; 3) Hoje É O Primeiro Dia Do Resto Da Sua Vida; 4) Teimosia; 5) Frique Conmigo; 6) Amor Preto E Branco; 7) Tiroleite; 8) Tapupukitipa; 9) De Novo Aquí, Meu Bom José; 10) Superfície Do Planeta.

Aunque veamos el álbum acreditado a Rita Lee, quien ya había debutado en solitario un par de años antes con escaso éxito, la realidad es que se trata de una nueva obra de Os Mutantes. El motivo para colocar el nombre de Rita fue que la discográfica (Polydor, nada menos) se negó por motivos comerciales a que se publicaran dos discos de Os Mutantes en el mismo año de 1972, pero ellos se acabaron saliendo con la suya. Quizá para guardar las apariencias ella canta la mayoría de canciones en esta ocasión, que los ejecutivos discográficos no pudieran poner ninguna objeción. En cualquier caso, la originalidad se estaba quedando definitivamente por el camino y en muchos casos la única creatividad que aportan es el abuso de efectos sonoros para darle ese toque particular que, a estas alturas, por momentos podría definirse como kitsch.

La guitarra eléctrica en primer plano en la primera canción (‘Vamos Tratar Da Saúde’) ya nos avisa de que estamos de verdad en un disco de Os Mutantes y no de Rita Lee en solitario. De todas maneras, el gancho que tenían las canciones de los primeros años aquí apenas se discierne, como tampoco en el resto del disco. Canciones como ‘De Novo Aquí, Meu Bom José’ podrían pasar por descartes de los álbumes previos. En ‘Tapupukitipa’ copian el riff de ‘N.I.B.’ de Black Sabbath y por medio Rita se vuelve a colocar un rato en modo Yoko Ono para nuestro pesar. Igualmente pecan de ingenuos en ‘Beija-Me, Amor’ con el truco barato de distorsionar la guitarra como si fuera una voz robótica. Y es que habían llegado a un punto en que los intentos de sonar novedosos se caían por su propio peso. Las disonancias arruinan el tono épico inicial de ‘Superfície Do Planeta’, así que al menos que cuando aparezca ese punto delirante de la banda sea junto a una animada guitarra y una interpretación vocal melódica de Rita, tal como ocurre en ‘Frique Conmigo’.

Las veleidades progresivas de Os Mutantes aparecen en la canción que da título al álbum, todo un gustazo por su cambiante estructura y una gran parte de guitarra, aunque nos toca esperar casi un minuto para que comience a arrancar. En cuanto al folklore brasileño, aparece representado por una ágil e incisiva percusión en ‘Teimosia’, mezclado con arreglos rock y unas voces exageradas que quedan demasiado pueriles. Con Os Mutantes sabemos que no se van a limitar a tocar música brasileña sin más, por lo que en ‘Amor Preto E Branco’ añaden efectos varios a lo que sería una bossa nova normal y corriente, aunque el estribillo melódico suena muy original, por lo que ya podrían haberlo aprovechado en vez de hundirlo bajo ingenuos sonidos. La que no va a ningún lado es ‘Tiroleite’, cuyo título está referido al empleo de voces tirolesas, algo que quizá sonara exótico entonces en Brasil, pero ahora suena ridículo. Parece también una excusa para pasárselo bien en el estudio haciendo ruidos con la boca imitando una trompeta de jazz y otros sonidos.

Estaba claro que el proyecto Os Mutantes estaba finiquitado, ya no había nuevas ideas que pudieran sustituir las antiguas y ni siquiera estas últimas podían reproducirse sin acabar sonrojados. Aun así, llegaron a grabar material para un nuevo álbum, pero este sí quedaría archivado hasta su recuperación en los años noventa. Llegaba así el final de la banda tal como la habíamos conocido, de una manera que no hacía justicia a los primeros y maravillosos años. Pero así es la vida, a veces hay que saber retirarse a tiempo y estos chicos tardaron en darse cuenta. Bueno, uno de ellos en realidad no se dio cuenta aún e intentó tirar del carro por su cuenta, como veremos a continuación.

TUDO FOI FEITO PELO SOL

Año de publicación: 1974

Puntuación:

1) Deixe Entrar Um Pouco d'Água No Quintal; 2) Pitágoras; 3) Desanuviar;

4) Eu Só Penso Em Te Ajudar; 5) Cidadão Da Terra; 6) O Contrário De Nada É Nada;

7) Tudo Foi Feito Pelo Sol.

Disuelta la formación inicial de Os Mutantes, el guitarrista Sérgio Dias decidió seguir por su cuenta pero utilizando el nombre del grupo. La propuesta no invitaba a la alegría, puesto que los dos últimos álbumes habían sido bastante malos y Sérgio tampoco se había prodigado mucho con la composición. Así que era toda una incógnita saber hacia qué lado se iba a dirigir, toda vez que ya no había tres cabezas pensantes. Eso sí, forma aquí una banda conjuntada de verdad, ya que los nuevos miembros (un teclista, un bajista y un baterista) participan en la composición en mayor o menor grado.

Así pues, todos tirando del mismo carro y en la misma dirección, esta última resulta ser hacia el rock progresivo, un estilo que requiere de músicos bien competentes. Y la nueva formación responde en ese sentido, incluso podemos escuchar el sintetizador Moog en varios temas y además tocado con criterio. Eso sí, el inicio mediante ‘Deixe Entrar Um Pouco d'Água No Quintal’ proporciona pistas sobre la conversión de Os Mutantes en una banda de rock de fusión, más por los defectos que por las virtudes de este tipo de definición. En cualquier caso, el problema general de este álbum es que se olvidan de las melodías, a lo que se ha de sumar que las partes vocales no son ni la cuarta parte de atractivas que en los primeros años de Os Mutantes.

Por si fuera poco, cuando intentan esforzarse en conseguir algo diferente es cuando más fácilmente se palpa la incapacidad de la reformada banda para sobreponerse a lo que habían sido sus orígenes. Los cambios estructurales de ‘Desanuviar’ transmiten más impresión de desconcierto, de no saber hacia dónde tirar, que de una consciente intención de epatar. Pero ocho minutos son demasiado tiempo de todas maneras. Mayor duración todavía posee el tema que le da título al álbum, una pérdida de tiempo absoluta porque se dedican a replicar todos los clichés posibles del rock progresivo, más en la dirección folk de Renaissance que en la de otros grupos más rockeros como Genesis o Yes. En el instrumental ‘Pitágoras’ no se sabe bien hacia dónde van, ya que parece una mera excusa para exponer la técnica de los músicos (de tal manera que el título sería idóneo), sin melodías donde sustentar las improvisaciones. Es una tentación errónea en la que caen de forma recurrente, llegando incluso a la aberración de ‘Eu Só Penso Em Te Ajudar’.

En ‘Cidadão Da Terra’ se fijan en el rock duro para desgranar un dinámico riff inicial y aportar una mayor energía a la canción, quedando como lo mejor de todo el disco porque además la parte vocal tiene más sentido melódico. También retoman el rock clásico en ‘O Contrário De Nada É Nada’, pero el resultado sigue siendo flojo. Ellos mismos se darían cuenta de que no aspiraban a nada tomaran el camino que tomaran y por ello la única solución era dejar las cosas como estaban, porque poco arreglo había. En 1976 todavía publicarían un EP de tres canciones titulado Caveleiros Negros, pero sería un rotundo fracaso, además de publicarse un irrelevante álbum en directo con material nuevo. Por tanto, el destino de Os Mutantes estaba bien claro: desaparecer para dejar de socavar todavía más la reputación de tan distinguido nombre.

MUTANTES AO VIVO

Año de publicación: 1976

Puntuación:

1) Anjos Do Sul; 2) Benvindos / Mistérios; 3) Trem / Dança Dos Ventos; 4) Sagitarius;

5) Esquizofrenia; 6) Rio De Janeiro; 7) Loucura Pouca É Bobagem; 8) Hey Tu;

9) Rock'n Roll City; 10) Tudo Explodindo; 11) Grand Finale; 12) Anjos Do Sul.

Como epitafio a la trayectoria entonces ya difunta de Os Mutantes, se publicó este álbum en directo que, sorprendentemente, recoge al completo material nuevo. Todo composiciones propias que dirigían a la banda hacia un sonido casi en exclusiva de rock progresivo, una evolución lógica si nos fijamos en el álbum anterior. Se podría entender que los músicos de este género mejoran en directo al poder expresarse mejor a través de sus instrumentos, entendiendo que se ha de ser un buen músico para tocar rock progresivo. Sin embargo, la experiencia nos dice que en la práctica se suelen cebar de ínfulas grandilocuentes expresadas a base de interminables solos y alardes estériles de técnica. Y bueno, esta formación de Os Mutantes tenía músicos competentes pero ninguno brillante, así que la mediocridad estaba servida de antemano.

El comienzo de álbum (quién sabe si del concierto original) es acogedor y agradable, ya que ‘Anjos Do Sul’ es una bonita balada de Dias donde tan solo lo escucharemos a él con su guitarra eléctrica. La dividen en dos partes, colocadas al principio y al final del álbum, pero no se entiende bien el motivo de la división, salvo que la letra pueda arrojar luz sobre tal decisión. A partir de aquí, se dejan la humildad a un lado y se lanzan a una pomposidad absurda para lo que están ofreciendo. Cuando se ponen en plan más rockero, olvidándose por unos momentos del rock progresivo, parece que estén interpretando todo el tiempo la misma canción pero variando el ritmo, algo detectable fácilmente al ir consecutivas ‘Esquizofrenia’ y ‘Rio de Janeiro’, esta última lastrada por otro petulante solo de sintetizador al final. Si hubieran colocado ‘Tudo Explodindo’ a continuación, hubiera parecido ya una tomadura de pelo. No obstante, en ‘Rock'n Roll City’ no es que cambie el panorama, pero al menos su segunda parte instrumental suena más inspirada y la guitarra se complementa muy bien con el teclado.

Si nos fijamos en temas como ‘Sagitarius’, queda claro por qué Os Mutantes no tenían futuro en el rock progresivo, ya que la originalidad brillaba por su ausencia. En ‘Hey Tu’ comienzan recreando en formato rock una melodía de música clásica, pero tampoco logran salir de la mediocridad por muy bueno que demuestre ser el teclista Alves. Por otro lado, el intento de imitar a ELP (los de los primeros años, claro) mediante ‘Grand Finale’ los deja en una posición sin salida respecto a su futuro como grupo. Más graciosa resulta la primera parte de ‘Trem / Dança Dos Ventos’, pues parece que estén haciendo una parodia de los Beach Boys, aunque –¡ay!– probablemente no lo sea. Lo que llega después y ellos llaman como danza es un festín de sintetizadores que se puede volver muy indigesto.

Al menos no tienen problema en interpretar cantos tribales en ‘Loucura Pouca É Bobagem’, pero no pasa de ser un guiño insignificante al corazón amazónico que debiera sentirse también allí como esencia de la personalidad brasileña. Sería un buen punto de partida para endurecer los controles que hoy día permiten la degradación continuada del Amazonas. En cuanto al apartado musical de esta canción, vuelven a lanzarse a las ya inevitables improvisaciones instrumentales que no van a ningún lado. Para encontrar rock progresivo aceptable, debemos volver hacia el principio del disco. Por el comienzo, parece que estemos escuchando la transcripción de alguna obertura clásica en ‘Benvindos / Mistérios’. Luego llega la parte vocal, en tono solemne y coral, y un desconcertante estribillo que acaba siendo más melódico de lo que vaticina. La guitarra en tono funky es también de lo mejor que podemos escuchar aquí.

La primera y clásica formación de Os Mutantes flojeaba un poco en sus actuaciones en directo, tal como queda documentado en los vídeos que pueden encontrarse por internet. También era porque los medios técnicos y la excentricidad de la propuesta musical hacían difícil una correcta implementación en vivo, pero en cualquier caso lo suplían con su carisma y entusiasmo. En estos restos de Os Mutantes que quedan aquí, comprobamos que las actuaciones en directo les venían grandes. Menos mal que por fin Sérgio Dias se dio cuenta del callejón sin salida donde estaba. Solo quedaba decirle adeus y olvidar estos últimos años del grupo.

O A E O Z

Año de publicación: 1992

Puntuación:

1) 'A' e o 'Z'; 2) Rolling Stones; 3) Você Sabe; 4) Hey Joe; 5) Uma Pessoa Só;

6) Ainda Vou Transar Com Você.

Este álbum no fue una reunión del grupo sino la recuperación de un álbum grabado en 1973 que en su momento quedó archivado y olvidado. Recordemos que en 1972 la relación con la casa discográfica no era muy buena y quizá esto fuera la venganza de los directivos por la burla recibida en forma de disco grabado bajo el nombre de Rita Lee. El caso es que Rita ya no está en este álbum, pero sí Arnaldo Baptista, quedando este álbum como un último suspiro de lo que podría haber sido el grupo liderado por los dos hermanos Dias.

Lo primero que llama la atención es la duración de todos los temas, todos superando los seis minutos como indicador del enfoque progresivo con el que habían abordado la composición de esta música, pues son los hermanos Dias junto a los otros dos músicos los autores de todo el contenido. Y en muchos momentos transmite la idea de que lo han grabado todo en conjunto, echando mano de la musa de la inspiración mientras cada músico aportaba sus ideas. El disco comienza con la canción que le da título, cuya introducción es de música clásica y por su posterior desarrollo parece que tenían en mente a Emerson, Lake & Palmer, aunque en algunos momentos quizá se podría definir como algo similar a si Syd Barrett hubiera querido imitar a ELP. Aquí ya comprobamos que no hay rastro de Rita ni se le espera, tan solo unos músicos que pretenden conjugar música clásica y rock, consiguiendo un buen resultado. Bueno, salvo la recta final donde la parte vocal no suena muy agradable que digamos. La exótica mezcla de rock progresivo y canción popular brasileña de ‘Uma Pessoa Só’ deja una buena impresión, como un camino que podrían haber seguido con mayor convicción y corregir así la autoindulgencia de su intermedio instrumental.

También puede destacarse ‘Você Sabe’, una interesante pieza conformada a base de guitarras españolas y voces corales con una extensa introducción instrumental de más de dos minutos de duración. En cambio, ‘Hey Joe’ es una composición original que nada tiene que ver con la que popularizó Jimi Hendrix, pues se trata de una extensa e insufrible pieza de doce minutos que no parece que vaya a acabar nunca. Suena a desenfreno psicodélico extendido hasta lo indecible. Por su letra, ‘Rolling Stones’ queda entre broma y promoción intencionada de la revista Rolling Stone, mientras que si nos fijamos en lo musical su primera mitad deja bastante que desear, mientras que en la segunda acaban realizando una notable jam instrumental.

Para el final dejan un tema que suena agradable, ‘Ainda Vou Transar Com Você’, que podían haber reducido a la mitad porque, transcurrida su primera mitad, comienzan a divagar en exceso. No sirve para arreglar nada, porque la sensación que deja este álbum inédito es que quedó archivado por falta de una mayor elaboración que sirviera para darle una mejor forma a algunas de las buenas ideas que contiene, que tampoco es que sean muchas. Quedaba bien claro que estaba destinado a los nostálgicos de este grupo y la nostalgia siempre es lucrativa, así que unos años después alguien volvería a escarbar en los archivos de grabaciones.

TECNICOLOR

Año de publicación: 2000

Puntuación:

1) Panis et Circenses; 2) Bat Macumba; 3) Virginia; 4) She's My Shoo Shoo (A Minha Menina); 5) I Feel A Little Spaced Out (Ando Meio Desligado); 6) Baby; 7) Tecnicolor;

8) El Justiciero; 9) I'm Sorry Baby (Desculpe, Babe); 10) Adeus, Maria Fulô;

11) Le premier bonheur du jour; 12) Saravah; 13) Panis et Circenses (reprise).

No sería hasta 2009 que saldría publicado un nuevo álbum de estudio de Os Mutantes. Mientras tanto, seguían apareciendo rarezas como esta, un abortado disco de regrabaciones en inglés junto a algunas canciones que luego formarían parte de Jardim Elétrico, ya que todo esto fue grabado en 1970 y en París, verificando la intención del grupo (o quizá de la casa discográfica) de abrirse camino en el mercado europeo. Lo más curioso es que encontramos canciones del primer y tercer álbum, pero no del segundo (Mutantes), quién sabe el motivo. Lo más probable es que ni Rita Lee ni los hermanos Baptista tuvieran que ver en la decisión de realizar estas grabaciones, puesto que entusiasmo no transmiten ninguno y además el sonido se vuelve más accesible y comercial, que es justamente lo contrario de lo que habían realizado en sus comienzos.

De todas maneras, no se trata de una simple regrabación de sus canciones con las letras en inglés, algo que se nota nada más comenzar a escuchar ‘Panis et Circenses’, pues cambian la sílaba a pronunciar como introducción y luego añaden una batería de acompañamiento durante toda la canción, como principales novedades. Además, viene separada en dos partes y la coda la encontraremos al final del álbum, mejorando un poco el sonido amateur que presentaba el original aunque perdiendo a cambio frescura y personalidad, pues parece que estemos escuchando cantar a unos autómatas en vez de al trío. Cuidando la sección rítmica consiguen que canciones como ‘Virginia’ suenen mucho mejor, aunque en este se sobrepasan un poco con los sintetizadores.

En cualquier caso, para la mayoría de temas la regrabación y nueva accesibilidad hace que se pierda el encanto original, que es lo que ocurre por ejemplo con ‘I Feel A Little Spaced Out’, de tal manera que ahora el ritmo inicial parece una copia del de ‘Stand By Me’ de Ben E. King. Una de las decisiones más sorprendentes es la deceleración del ritmo carnavalesco de ‘Adeus, Maria Fulô’, pues de la forma original seguro que llamaría más la atención en el mundo anglosajón. Donde hacen pocos cambios es en ‘El Justiciero’, donde principalmente mantienen el idioma castellano para que no se pierda la ambientación estilo espagueti-western que justifica su existencia.

En resumen, no se trata más que de una curiosidad ideada desde la perspectiva del marketing: si quieres que te distribuyan en otros países de habla no castellana, canta en inglés y posiblemente se te abrirán las puertas. Por suerte, estas grabaciones acabaron guardadas y justamente olvidadas, pero nuevamente el marketing llevaría a rescatarlas para seguir alimentando la bestia consumista que llevamos dentro.

2020

MUTANTES AO VIVO - BARBICAN THEATRE, LONDRES 2006

Año de publicación: 2006

Puntuación:

CD I: 1) Dom Quixote; 2) Caminhante Noturno; 3) Ave Gengis Khan; 4) Tecnicolor;

5) Virginia; 6) Cantor De Mambo; 7) El Justiciero; 8) Baby;

9) I'm Sorry Baby (Desculpe, Babe); 10) Top Top; 11) Dia 36.

CD II: 1) Fuga nº II; 2) Le premier bonheur du jour; 3) Dos Mil E Um; 4) Ave, Lúcifer;

5) Balada Do Louco; 6) I Feel A Little Spaced Out (Ando Meio Desligado);

7) A Hora e a Vez do Cabelo Nascer (Cabeludo Patriota); 8) A Minha Menina;

9) Bat Macumba; 10) Panis Et Circenses.

2020

Aquí sí nos encontramos ante una nueva producción de Os Mutantes, nada menos que un concierto en Londres que tuvo lugar en 2006, tres décadas después de haberse disuelto. Están de nuevo los dos hermanos Dias Baptista, pero la reunión no es completa al faltar Rita Lee, quien tenía a sus espaldas su propia carrera consolidada y no tendría nostalgia de volver. En cualquier caso no hay canciones nuevas ni inéditas, se limitan a realizar un recorrido muy completo por sus cinco primeros álbumes, sobre todo los cuatro primeros. En el mundo anglosajón había aparecido un interés tardío por la música de Os Mutantes gracias a la reivindicación de artistas y grupos conocidos, y eso era algo que valía la pena aprovechar para devolver el agradecimiento.

En las interpretaciones no encontraremos nada relevante o novedoso, si acaso un par de homenajes a los Beatles (aunque probablemente haya más hacia otros músicos): en el intermedio instrumental de ‘Caminhante Noturno’, donde se escucha una afilada guitarra, parece que recuerdan a ‘I Am The Walrus’ con las voces que se escuchan; por otro lado, en el espectacular solo de guitarra de la segunda mitad instrumental de ‘I Feel A Little Spaced Out (Ando Meio Desligado)’, que es además el mejor solo de guitarra del concierto y puede que de la carrera de Os Mutantes, encontramos trazas de ‘While My Guitar Gently Weeps’.

Por lo demás, poco cabe decir porque en general está todo interpretado de la manera más fiel posible al espíritu original, aunque ya quedaba muy lejos todo ese mundo de fantasía lisérgica. ‘Baby’ la interpretan en clava más jazzística y podemos escuchar una voz principal femenina, que es de la cantante brasileña Zélia Duncan, con su propia carrera pero en este concierto encantada de suplir a Rita Lee. De todas maneras, el paso del tiempo se nota y alguna deficiencia se puede notar, como cuando transmiten la sensación de que en algún momento las melodías corales parece que se van a deshacer (‘I'm Sorry Baby (Desculpe, Babe)’), o la recreación psicodélica de ‘Dia 36’, que queda algo desfasada en el siglo XXI. Por el contrario, para ser un tema originalmente muy artístico y devoto de la producción, en directo ‘Ave, Lúcifer’ queda como una pequeña joya bien ambientada y con ese cautivador sonido de clavecín.

En 2002 The Bees habían incluido una versión de ‘A Minha Menina’ en su álbum de debut, llegando incluso a publicarla como single. Quién sabe si Os Mutantes llegaron a conocer ese hecho cuando acudieron al Reino Unido, pero aquí la interpretan en una recta final bailable porque a continuación interpretan ‘Bat Macumba’. Lo que se reservan para el final es la inolvidable ‘Panis et circenses’, que ya de por sí crea expectación. Como detalle ante sus espectadores, la interpretan en inglés, que para algo se había publicado Tecnicolor unos años antes del concierto. Sin embargo, cometen el error de dedicar hasta tres minutos a repetir “The music lighted with the heat of the sun” para acabar luego súbitamente, de tal manera que tanta repetición se vuelve tediosa.

Al final, este concierto no tuvo mayor recorrido porque los hermanos volvieron a separar sus destinos artísticos. Tan solo Sérgio Dias, el guitarrista, continuará en unos pocos años para grabar un par de álbumes más de estudio bajo el nombre del grupo. Así pues, este concierto debe tomarse como una muestra de agradecimiento por el interés recobrado en ellos, así como de nostalgia hacia una época dorada de creatividad que merece la pena ser recordada.

HAIH... OR AMORTECEDOR

Año de publicación: 2009

Puntuación:

1) Hymns Of The World P.1 (Intro); 2) Querida Querida; 3) Teclar; 4) 2000 e Agarrum;

5) Baghdad Blues; 6) O Careca; 7) O Mensageiro; 8) Anagrama; 9) Samba Do Fidel;

10) Neurociência Do Amor; 11) Nada Mudou; 12) Gopala Krishna Om;

13) Hymns Of The World P.2 (Final).

El renacimiento de Os Mutantes como grupo de culto le proporcionó la motivación suficiente a Sérgio Dias para resucitar el nombre del grupo nuevamente, pero esta vez con un álbum de estudio y nuevo material, treinta y cinco años después de la última ocasión. Igual que entonces, editar este álbum bajo el nombre de Os Mutantes tampoco parece lo más idóneo, tanto por la ausencia del resto del trío original como por la música desarrollada, aunque en esta ocasión hay algún guiño al estilo peculiar del pasado para justificar la decisión de volver. De todas maneras, la música que desplegaron en su momento se correspondía con una época particular y una conjunción de músicos y colaboradores que ahora sería imposible aplicar, así que no hay que crearse muchas expectativas con este álbum.

Una extraña introducción con una voz hablando hacia un imaginario público (el título de “himno” realmente solo se puede aplicar a su segunda parte) da paso a ‘Querida Querida’, una pieza de rock de salón que suena vistosa pero no posee el gancho ni la magia especial de la época esplendorosa de Os Mutantes. Tampoco es que pudiéramos esperar otra cosa después de tantísimos años. A una nueva cantante, que nunca podría suplir el carisma de Rita Lee, le dan la oportunidad de llevar la voz solista en ‘2000 e Agarrum’, una actualización de la psicodelia al siglo XXI que suena a entretenimiento inofensivo, incluyendo ritmos carnavalescos. Más claramente se aprecia el carácter brasileiro en ‘O Careca’, como también en los aires de bossa nova de ‘Anagrama’, esta última cantada también por una voz femenina. Parece que el carácter exótico de la música autóctona era una obligación para llamar la atención del público norteamericano y europeo.

El convencional pop de ‘O Mensageiro’, al que le añaden un solo de guitarra más vigoroso de lo que cabría esperar, también es indicativo de las pocas pretensiones que había en este disco más bien fruto de la nostalgia. La extensa introducción de ‘Teclar’ ya nos avisa de la cuidada e imprevisible estructura que nos van a implementar, donde no faltan unas destacadas armonías vocales, siendo de lo mejor del disco. Donde suenan frescos y recuperan con acierto la excentricidad psicodélica que les había caracterizado en sus inicios es en ‘Nada Mudou’, aunque el estribillo es más discreto. Suena en un estilo al Smile de los Beach Boys. En cambio, el experimento de ‘Gopala Krishna Om’, mezclando pasajes industriales con un estribillo de vulgar balada ligera, estaba condenado a fracasar desde el principio. La que es una verdadera calamidad es ‘Baghdad Blues’, imposible de entenderla ni aceptarla en condiciones psicológicas estables.

Así pues, lo único que tiene llamativo este álbum es el nombre del grupo y el factor sorpresa por lo inesperado del retorno. Por lo demás, no aporta nada relevante, ni siquiera para la carrera de Os Mutantes, que bien podría haberse detenido en 1971 y haber dejado este nombre como una leyenda irrepetible. No es que no sean una leyenda igualmente, pero podrían habernos ahorrado muchas decepciones también.

FOOL METAL JACK

Año de publicación: 2013

Puntuación:

1) The Dream Is Gone; 2) Fool Metal Jack; 3) Picadilly Willy; 4) Ganja Man; 5) Look Out;

6) Eu Descobri; 7) Time And Space; 8) To Make It Beautiful; 9) Once Upon A Flight;

10) Into Limbo; 11) Bangladesh; 12) Valse LSD.

Llegamos aquí al final de Os Mutantes, o sería más correcto decir de lo que quedaba de ellos. La nostalgia, y puede que el afán lucrativo también, le llevó a Sérgio Dias a continuar con un nuevo álbum bajo el nombre de Os Mutantes, cuando ya había quedado claro en la anterior ocasión que no le quedaba nada por decir. Aquí sí busca en más ocasiones la música psicodélica de sus comienzos, pero no trata tanto de actualizarla (aunque sí hay algún experimento) como de emular ese estilo como si no hubiera pasado casi medio siglo.

No obstante, nada de eso apunta ‘The Dream Is Gone’, una inofensiva canción de pop con un prominente acordeón que no se entiende bien por qué ha sido elegida para iniciar el disco, pues es bastante diferente a todo lo demás. El intento de sonar experimentales en el estilo de los primeros años del grupo les lleva a grabar la calamidad de ‘Fool Metal Jack’, donde pugnan por ver quién irrita más, si la percusión o la voz de Sérgio. También en un estilo años sesenta se desenvuelve el sonido de ‘Ganja Man’, pero de acuerdo con su título rastafari la parte vocal está cantada al estilo jamaicano, con una voz que imita descaradamente a Bob Marley. Aires orientales adornan ‘Eu Descobri’, una composición de Gilberto Gil que deja de llamar la atención una vez pasado el efecto exótico inicial.

Como cabe esperar, es cuando aúnan ritmos brasileños con el rock que consiguen algo mínimamente reseñable, como ocurre en ‘Look Out’, en la cual parecen recobrar el espíritu más rockero, incluido un fiero solo de guitarra que tampoco acaba de convencer. Sin embargo, uno de los mejores temas del álbum es justo uno de los que no contiene nada que se pueda asociar a Os Mutantes, ‘Time And Space’. Bueno, si no contamos el palmeo porque eso es más español que brasileño. Pero el tema tiene mucha fuerza con las estrofas dirigidas por un pegadizo ritmo acústico y un estribillo bien desarrollado. En la canción que llega a continuación, ‘To Make It Beautiful’, parece que repitan la fórmula pero con un resultado más discreto. También cabe destacar ‘Once Upon A Flight’ como uno de los mejores momentos del disco al recuperar la psicodelia de los sesenta con originalidad en el siglo XXI.

Hay un momento que se dejan llevar por el rock duro al estilo de los setenta, pero sonando a relleno, que es el caso de ‘Picadilly Willy’. Sin ser ninguna versión, el título de ‘Bangladesh’ nos hace pensar en George Harrison, pero es que la música comienza con un sonido de sitar casi copiado de ‘The Inner Light’ y en la parte vocal parece que hayan querido sonar lo más parecido al exBeatle, quedando todo como un pastiche difícil de tragar. Para el final dejan una balada psicodélica que no tiene ritmo de vals, aunque su título sea ‘Valse LSD’. Al final este último álbum de estudio de Os Mutantes queda como un vacuo ejercicio de nostalgia que, a lo sumo, consigue emular una psicodelia suficientemente engrandecida en los sesenta como para pretender hacer lo mismo de nuevo. Si le sirvió a Sérgio Dias para retirarse satisfecho de su última aportación al legado de Os Mutantes, no lo sabemos, pero sería el único aspecto positivo de este triste álbum.

VÍDEOS

TROPICÁLIA

Año de publicación: 2012

Este documental recoge ese excitante período de los sesenta en Brasil en el que surgió el movimiento cultural conocido como Tropicália, que no solo comprendía música sino también cualquier forma de expresión artística abierta a todo tipo de influencias, fueran externas o de la cultura popular brasileña. Obviamente, los nombres principales y abanderados del movimiento en general fueron Caetano Veloso y Gilberto Gil, pero Os Mutantes ocupan también su lugar destacado y a lo largo de la película podemos ver diferentes extractos de actuaciones que muestran su extravagante puesta en escena y el sonido un tanto amateur que tenían en directo pero que suplían con carisma y entusiasmo. Y bueno, los extractos de entrevistas actuales con los hermanos Dias dan a entender que su mente no ha abandonado la mentalidad psicodélica de aquellos años.