CLÁSICOS DEL ROCK 2
ILLUSION
2020
OUT OF THE MIST
Año de publicación: 1977
Puntuación:
1) Isadora; 2) Roads To Freedom; 3) Beautiful Country; 4) Solo Flight;
5) Everywhere You Go; 6) Face Of Yesterday; 7) Candles Are Burning.
2020
Haciendo un poco de memoria, podríamos recordar que la primera encarnación de Renaissance grabó dos álbumes y el segundo se tituló Illusion (de 1971), aunque luego tuviera una promoción casi nula y cayera en el olvido, más todavía a partir del tercer álbum con la nueva formación. Esa primera formación de Renaissance volvió a reunirse bajo el nombre de su última obra, salvo el malogrado Keith Relf, quien murió electrocutado accidentalmente cuando se estaba gestando este retorno. Así, vuelve a tomar las riendas vocales su hermana Jane Relf junto a Jim McCarty, quien se reconvierte aquí en angelical cantante y además es el compositor de todos los temas, algunos con la ayuda del teclista John Hawken. En el bajo vuelve a estar Louis Cennamo y entran unos nuevos guitarrista y baterista para completar un sexteto que debutaba con fuerza mediante este álbum plagado de memorables composiciones.
‘Isadora’ es una perfecta carta de presentación del disco, ya que presenta los mismos ingredientes que habían hecho grandes a Renaissance, esto es, voces melódicas y angelicales, piezas basadas en el piano como instrumento principal y unas secciones rítmicas precisas y con suficiente complejidad para no caer en trivialidades. Todo ello ejecutado de una manera muy agradable y atrayente, donde solo cabe dejarse llevar por tal acumulación de hermosura musical. Al mismo tiempo, en este tema puede observarse la mayor diferencia respecto a Renaissance, que son unos arreglos más propios del rock. En Illusion, la guitarra y la batería no se limitan solamente a acompañar, sino que toman el protagonismo en determinados momentos y por ello en este álbum se pueden disfrutar de varios y estupendos solos de guitarra.
Quien tenga una buena memoria de verdad podrá recordar que la balada pianística ‘Face Of Yesterday’ pertenecía al citado segundo álbum de Renaissance. Apesadumbrados quizá porque una composición tan encantadora se hubiera quedado perdida para el gran público debido a lo desapercibido que pasó el disco, vuelven aquí a regrabarla para recuperar sus delicadas melodías y su celestial estribillo. Con menos pretensiones y mayor discreción discurre ‘Everywhere You Go’, pero la manera en la que está arreglada y ejecutada consigue que se escuche con interés y agrado. Lo más convencional del disco es sin duda ‘Roads To Freedom’, donde solamente los ligeros cambios de ritmo que poseen la salvan de la monotonía y de ser una balada pop normal y corriente. En el polo opuesto, la bella introducción de mellotrón de ‘Beautiful Country’ ya nos anuncia que estamos ante otra evocadora composición con divinas voces que, en este caso, posee un piano con reminiscencias a Chopin.
Escuchar una guitarra distorsionada en la introducción de ‘Solo Flight’ es lo último que se podría esperar en teoría de este grupo, pero una canción con un ritmo tan pegadizo y casi bailable bien lo merece. En el solo de guitarra que se marca Knightsbridge demuestra ser un buen discípulo de Carlos Santana. No será la única composición de fortaleza musical, puesto que el tema que cierra el álbum es todavía mejor. El título de ‘Candles Are Burning’ trae inevitablemente a la mente el de ‘Ashes Are Burning’, aunque poco o nada tienen que ver la una con la otra. Aquí se divide en dos partes: la primera y mejor, basada en un incisivo ritmo al estilo de ‘Chasing Shadows’ de Deep Purple (si Blackmore hubiera tocado el solo de guitarra aquí, hubiera sido el no va más), donde las melodías vocales son memorables y resulta imposible no caer rendido ante tanta emoción. La segunda parte, menos interesante en comparación, comienza ya pasados los cuatro minutos y es pausada y relajada, como si hubieran querido que el álbum finalizara de manera tranquila y romántica con los versos “I can't be certain that I'll see you again / But there will always be a flame with me that never ends” y la pomposidad orquestal conseguida con el mellotrón.
Finaliza así esta grandísima obra. 1977 es también el mismo año en que Renaissance publicaron su último gran álbum antes del descenso gradual a la vulgaridad más absoluta, donde por desgracia Illusion también les acompañaría. Pero bien vale la pena recuperar y descubrir este olvidado disco porque es de los que sirven para estimar la música mucho más allá del mero entretenimiento o acompañamiento.
ILLUSION
Año de publicación: 1978
Puntuación:
1) Madonna Blue; 2) Never Be The Same; 3) Louis' Theme; 4) Wings Across The Sea; 5) Cruising Nowhere; 6) Man Of Miracles; 7) The Revolutionary.
En primer lugar, resulta curioso que, tras haber bautizado al grupo con el nombre del último disco que grabaron como Renaissance, el segundo de Illusion sea de título homónimo. Es como si estuvieran tan seguros de su potencial que pudieran borrar los vestigios del pasado y reafirmar a Illusion como los verdaderos adalides de ese estilo entre el rock progresivo, el folk y la música clásica. El problema viene porque las naves las habían quemado muy pronto. Si McCarty había tenido unos años por delante para desarrollar y pulir las composiciones que formarían parte del sensacional debut, con un único año de diferencia para grabar la continuación demuestra que no es capaz de alcanzar el mismo nivel.
Lo mejor llega al principio con la composición que abre el disco. ‘Madonna Blue’ mantiene los mismos parámetros de memorables partes vocales, estructura cambiante y cuidada instrumentación que engrandecían Out Of The Mist. Su estribillo es ciertamente mejorable, pero el resto del tema es nueva música celestial para los oídos, sobre todo la emocionante coda instrumental y devota del rock progresivo que comienza a partir de los cuatro minutos. A partir de este tema, todo se divide, como es de esperar, entre baladas relajantes y piezas de mayor impulso rítmico, siendo estas últimas las únicas en las que se aprecia un mínimo de inspiración y que transmiten algo más que una eventual sensación agradable.
Y es que, cuando ya empezamos a quedarnos dormidos ante tanta relajación musical que nutre el disco, llega la energía de ‘Cruising Nowhere’, que en realidad no es más que una reescritura de ‘Candles Are Burning’ pero muy necesaria para aportar algo de brío a este álbum. Luego hemos de esperar hasta el final ‘The Revolutionary’, cuya letra podría hacer referencia al Che Guevara si no fuera porque dicen otro nombre (“José”, quizá elegido porque Che es demasiado corto y Ernesto demasiado largo). Su fulgurante comienzo mediante un ritmo de guitarra acústica no decae luego, al contrario, la participación vocal de Jane en el ritmo contribuye a engrandecer su impacto. Lo que no se entiende son los casi dos minutos finales de sonidos atonales de teclado. Pero bueno, está ubicado al final y se puede prescindir de ello.
Es inevitable encontrar canciones de relleno como es el caso de ‘Wings Across The Sea’ o ‘Never Be The Same’, que son agradables pero no aportan nada. En ‘Man Of Miracles’ aparece la firma como coautor de Keith Relf, por lo que probablemente se trate de un homenaje hacia él, única justificación que tendría la recuperación de este discreto tema de corte atmosférico y que suena más bien a canción de cuna. Quizá viendo el decaimiento compositivo de su compañero, el bajista Cennamo y Jane Relf aportan una composición propia, ‘Louis' Theme’, una balada acústica y bastante lenta que debería haber recortado su duración a la mitad, o incluso menos, puesto que es todo el tiempo lo mismo y solo se salva por la buena voz de Relf, de una cadencia y dulzura que seduce y obliga a perdonar el excesivo alargamiento.
Así pues, demasiado relleno y momentos flojos en comparación con los buenos, de tal manera que el entusiasmo inicial que provocó la aparición de Illusion se diluyó muy pronto, igual que el propio grupo. Lo que parecía que iba a ser el tercer álbum de la banda quedó archivado finalmente en 1979 y así finalizó este breve periplo de una banda destinada a recoger el testigo de Renaissance pero fracasada en el intento. En el siglo XXI volvería la nostalgia y se reunieron para grabar un nuevo álbum, pero eso ya eso ya es otra historia.
ENCHANTED CARESS
Año de publicación: 1990
Puntuación:
1) Nights In Paris; 2) Walking Space; 3) The Man Who Loved The Trees;
4) Getting Into Love Again; 5) As Long As We're Together; 6) Slaughter On Tenth Avenue; 7) Living Above Your Head; 8) Crossed Lines; 9) You Are The One;
10) All The Falling Angels.
Aquellas fallidas grabaciones de 1979, que quedaron olvidadas por la disolución del grupo, salieron a la luz en 1990. Cuando se tardó tantos años en recuperarlas fue por un motivo bien justificado, ya que se trataba de un nuevo paso en falso que, en su momento, hubiera eliminado igualmente cualquier atisbo de esperanza respecto a la recuperación de este grupo de efímero recorrido. Que nadie se espere ninguna joya perdida ni nada que entronque esta música inédita con el sensacional debut que tuvieron.
El piano que introduce ‘Nights In Paris’ y la posterior entrada de un dinámico ritmo no hace presagiar ningún cambio respecto a lo que se podría esperar en 1979 de Illusion, vista la trayectoria que estaban siguiendo. Es decir, está por encima de la media respecto a lo que podíamos encontrar en el anterior álbum homónimo, aunque no llega a las cotas de grandeza del contenido de Out Of The Mist. Pero de ahí en adelante es casi una decepción detrás de otra. Se echa en falta más dosis de esa energía en este álbum, por lo cual es un alivio cuando llega mucho más adelante ‘Crossed Lines’, pues sin ser gran cosa ya consigue elevar el ánimo gracias a su ritmo más ágil. Y poco más puede destacarse en realidad del contenido de este disco. Si acaso ‘Slaughter On Tenth Avenue’, que es la versión en clave de rock de una conocida pieza del mítico compositor Richard Rodgers, quien además falleció cuando se acababa 1979, por lo que hubiera quedado en su momento como un homenaje. El único miembro de Illusion que toca en ella es el guitarrista, acompañado por otros músicos, así que en realidad es toda una rareza que se incluya aquí.
La animada melodía de piano que introduce ‘Walking Space’ es lo único interesante que posee, perdiéndose el resto del tiempo por convencionalismos pop con un chillón sintetizador por ahí, intentando que destaque un poco más. Otros temas como ‘The Man Who Loved The Trees’ y ‘Getting Into Love Again’ pasan sin mayor pena ni gloria, olvidándose tan rápidamente que es como si nunca hubieran existido. Al menos suenan agradables, así que bien podría haber sido peor, como ocurre con la excesiva repetición del edulcorado estribillo de ‘As Long As We're Together’, una decisión que pone la guinda para convertirla en una vergonzosa balada apta para película lacrimógena de sobremesa. Hasta parece que se quieren inmiscuir en la música de baile mediante la floja ‘You Are The One’, que adolece de un estribillo en condiciones para haber podido aprovechar mejor la voz de Jane Relf. En cambio, en ‘Living Above Your Head’ parece que estén imitando el ritmo de ‘Song For Guy’ de Elton John.
Como pequeña sorpresa se incluye al final una composición de Keith Relf grabada en 1976, ‘All The Falling Angels’, donde podemos escuchar una última vez su voz como cantante, ya que fue la última grabación que realizó antes de su muerte. Por desgracia, si la despojamos de toda carta sentimental, lo que nos queda es una floja canción o, cuando menos, una canción que todavía requería de mayor elaboración para intentar conseguir algo positivo de ella. En realidad, esta última afirmación podría aplicarse a buena parte de un álbum como este que bien podría haberse quedado guardado en un cajón por los siglos de los siglos, puesto que solo consigue enturbiar más el breve legado musical de Illusion.