CLÁSICOS DEL ROCK 2
GUNS N' ROSES
2020
APPETITE FOR DESTRUCTION
Año de publicación: 1987
Puntuación:
Puntuación:
Puntuación:
1) Welcome To The Jungle; 2) It's So Easy; 3) Nightrain; 4) Out Ta Get Me;
5) Mr. Brownstone; 6) Paradise City; 7) My Michelle; 8) Think About You;
9) Sweet Child O' Mine; 10) You're Crazy; 11) Anything Goes; 12) Rocket Queen.
2020
En una época en que la música heavy se había convertido en una moda y las casas discográficas apostaban igualmente por bandas que tuvieran principalmente imagen (o directamente se la creaban para ellos), derivando todo hacia el aberrante género llamado glam metal (o casi más apropiadamente, hair metal), la aparición de Guns N' Roses supuso un verdadero soplo de aire fresco para los amantes de la guitarra y del rock duro más contemporáneo. Formados en Los Ángeles y tras un EP sin mucho éxito que será recuperado en el segundo álbum del grupo (Lies) tras el éxito masivo del presente debut, se establecieron desde el principio como un quinteto con dos guitarristas, bajo y batería, más la voz extrema/extremista de Axl Rose. Al principio del todo no estaba todavía como líder en la guitarra el gran Slash, pero sí desde que grabaron el primer EP. Estos dos miembros serán el alma del grupo, sobre todo la implacable guitarra de Slash. Otra cuestión aparte son las letras provocadoras, pues todo en este grupo está enfocado a no dejar indiferente al oyente. Incluso la portada original hubo de ser cambiada porque reflejaba una violación y eso, por mucho que tuviera un simbolismo concreto, era demasiado para la mentalidad estadounidense anclada en la primera mitad del siglo XX.
En lo musical, pronto ponen las cartas sobre la mesa con la mejor presentación posible. La espectacular introducción de ‘Welcome To The Jungle’ ya nos anuncia su condición de himno de la música heavy. El riff de guitarra de Slash es de los más brutales creados en el género, pero no solo se luce Slash, sino que todas las partes de guitarra (desde la rítmica hasta los espeluznantes solos) son de una maestría para enmarcar. Slash no va precisamente lento, pero tampoco es necesario tocar a mil por hora para demostrar la técnica y la valía. Hay lugar hasta para la sorpresa, pues por medio encontramos algunos cambios de ritmo, incluido ese inciso llevado por el bajo a los 3:20. Capítulo aparte merece el apartado vocal, pues Axl Rose se consagra como una de las voces del género, transportando al oyente y llegando a los más hondo con sus desaforados agudos. Este tema podría tomarse como el ‘Whole Lotta Love’ de su generación. Como si nos hubieran cambiado al vocalista, Axl suena mucho más serio y comedido en ‘It's So Easy’, un tema en el que todos muestran su lado más profesional para ejecutar un sólido rock. Y a continuación llegan ‘Nightrain’ y ‘Out Ta Get Me’ para dejarnos la sensación de que han comenzado el álbum en la cima del poderío heavy para luego ir suavizándose paulatinamente hasta (casi) llegar al pop-rock. Menos mal que siempre están los solos de guitarra de Slash para que no pierdan la perspectiva.
Este álbum no está rebosante de ideas (cuando menos, musicales) y por ello la introducción de ‘Mr. Brownstone’ es como si hubieran tomado la de ‘Welcome To The Jungle’ y le hubieran cambiado el ritmo por uno de Bo Diddley. El riff de guitarra también nos hace pensar en los Aerosmith de los ochenta, además de que la canción en general recuerda vagamente a ‘Paradise City’, que llega justo a continuación. En esta última se lanzan a un sonido más comercial en consonancia con los años ochenta, de ahí que añadan un pegadizo teclado al inicio. Así pues, alternan unas aguerridas estrofas con un estribillo de gancho pop, del cual acaban abusando un poco. El mejor momento es cuando se deciden a acelerar el ritmo y entramos en un vertiginoso tramo final donde vuelven a demostrar su grandeza. Precisamente, un ritmo más acelerado a lo Motörhead es lo que nos presentan en ‘You're Crazy’.
Una primera y breve muestra de la sensibilidad que tenían escondida hacia los temas lentos es la delicada introducción de ‘My Michelle’, sin que tenga nada que ver con los Beatles, aunque pronto cambia todo hacia el rock duro del que hacen gala. En cuanto a gancho melódico, uno de los temas más destacados es el trepidante ‘Think About You’. La idea del contrapunto vocal para la coda será retomada tiempo después para la gran ‘You Could Be Mine’. En cambio, una de las canciones más famosas del grupo es ‘Sweet Child O' Mine’, lo más pop que podían llegar a ser (aunque en ‘Anything Goes’ también se acercan mucho). Su introducción de guitarra vuelve loca a mucha gente y presenta una agradable cadencia que Axl se apresta a no romper con una afable manera de cantar. Slash, fuera de la introducción, parece que esté tocando con dos dedos la guitarra, de lo sencillo que parece en comparación con el resto del álbum, aunque se acaba resarciendo más adelante con un notable solo de los suyos, tal como hace también en la citada ‘Anything Goes’.
Para acabar con un fuerte impacto final, por si no ha sido suficiente todo lo escuchado previamente, en la extensa ‘Rocket Queen’ añaden la grabación de sonidos sexuales reales de Axl con una conocida del grupo. Quizá era la única manera de destacar una composición que recicla ideas ya implementadas en el disco. Llegó al número uno de ventas en Estados Unidos y tuvo también un gran éxito mundial, iniciando la leyenda de este grupo maldito. Para ellos, esto significaba volverse millonarios de la noche a la mañana y, lo peor de todo, disponer de dinero en abundancia para todo tipo de excesos que acabaría consumiéndolos en unos años. De momento, acababan tan solo de comenzar y tenían talento suficiente e ideas para ir desarrollando en los próximos años. En su momento, significaban un punto de esperanza en la música rock y quedaba por ver cuál sería su evolución.
LIES
Año de publicación: 1988
Puntuación:
1) Reckless Life; 2) Nice Boys; 3) Move To The City; 4) Mama Kin; 5) Patience;
6) Used To Love Her; 7) You're Crazy; 8) One In A Million.
Había que capitalizar el éxito conseguido con Appetite For Destruction y lo primero fue publicar un EP bastardo que ni siquiera vale la pena comentar porque simplemente junta el exitoso ‘Sweet Child O' Mine’ junto a grabaciones en directo (o incluso falso directo) de versiones y canciones propias. Una de ellas, ‘Move To The City’, es la misma que encontramos aquí. Para Lies podemos replicar la misma definición de producto de consumo destinado a exprimir las rentas comerciales obtenidas con su disco de debut. La casa discográfica probablemente pensara que la vida de excesos de estos chicos les podría llevar al colapso y por tanto lo mejor era hacer caja lo antes posible, por lo que pudiera ocurrir. Así pues, este breve álbum de poco más de media hora se divide en dos partes: los primeros cuatro temas se corresponden con el EP de debut del grupo, titulado Live ?!*@ Like a Suicide; los cuatro últimos son acústicos, toda una sorpresa para un grupo donde la electricidad y el volumen parecían aspectos imprescindibles.
El citado EP de debut no hacía prever nada especial en esta banda, todavía necesitaban tiempo para establecer su sonido y encontramos hasta tres versiones, si bien una de ellas pertenece al grupo primigenio que sirvió de antecedente a los Guns N' Roses: Hollywood Rose, donde ya estaban Axl e Izzy desde la fundación. Aparte, añaden trucos de estudio para que parezca que está grabado en directo, algo que se ha venido haciendo desde los orígenes del rock. El único tema escrito como Guns N' Roses es ‘Move To The City’, donde sorprende escuchar instrumentos de viento como única novedad reseñable, pues por lo demás es un tema correcto dentro de su estilo pero dentro de los convencionalismos típicos. El solo de Slash no es muy inspirado. En ‘Reckless Life’, el tema de Hollywood Rose, ya nos colocan de entrada un poderoso riff y un frenético ritmo donde desentona un poco la voz pasada de rosca de Axl, que suena como si hubiera estado chillando dos horas seguidas y ya le quedara poca voz. En cambio, ‘Nice Boys’ suena más vulgar y pertenece a una banda australiana desconocida para quienes no sean seguidores de este género. La que sonará más es ‘Mama Kin’ al pertenecer a Aerosmith, aunque aparte de eso no llama mucho la atención.
La segunda mitad del álbum es acústica, todo un sacrilegio si nos atenemos a cuáles eran las fortalezas de estos chicos. Sea en forma de balada (‘Patience’) o sea como canción pop camuflada por la voz intimidante de Axl, esto no se ajusta a la imagen de nuevos héroes del rock duro que se habían ganado. Lo mejor de esta parte acústica es precisamente lo que ya conocíamos pero en versión eléctrica. ‘You're Crazy’ la recuperan de Appetite For Destruction para animar esta segunda mitad, aunque el ánimo (o más bien animosidad) prosigue en la canción final ‘One In A Million’, donde sí introducen algo de electricidad para acompañar a su vigoroso ritmo. La mayor objeción que se le puede hacer es su excesiva duración de seis minutos, puesto que en formato acústico resulta más complicado sonar suficientemente diversos como para no transmitir sensación de repetición. En cualquier caso, este último tema es muy polémico porque Axl Rose suelta sus fobias irracionales sin mesura alguna y sin calibrar el efecto de versos como: “Immigrants and fagots / They make no sense to me / They come to our country / And think they'll do as they please”. La inteligencia es un sustantivo que nunca relacionaríamos con Axl, pero eso no justifica esta lamentable letra porque ni siquiera está interpretando a un personaje, sino que está expresando sus ideas.
Nos queda así un álbum irregular y propio de quienes están pensando en el dinero en vez del arte. No se les debe culpar demasiado por ello; eran jóvenes y tenían apetito por la autodestrucción, y para saciar ese apetito el dinero les venía genial. Para un grupo heavy, que la mitad de un álbum sea un falso directo y la otra mitad sea acústico, parece un paso en falso. No se le ha de dar mayor importancia a este disco superfluo e innecesario que solo puede interesar a l@s completistas de todo lo que tenga que ver con los Guns N' Roses. Afortunadamente, a ellos todavía les quedaban algunas cosas por decir y además querían hacerlas bien, así que solo cabía esperar con paciencia a que llegara la magna obra con la que despejar cualquier duda sobre su capacidad.
USE YOUR ILLUSION I
Año de publicación: 1991
Puntuación:
1) Right Next Door To Hell; 2) Dust N' Bones; 3) Live And Let Die; 4) Don't Cry;
5) Perfect Crime; 6) You Ain't The First; 7) Bad Obsession; 8) Back Off Bitch;
9) Double Talkin' Jive; 10) November Rain; 11) The Garden; 12) Garden Of Eden;
13) Don't Damn Me; 14) Bad Apples; 15) Dead Horse; 16) Coma.
Llega siempre un momento en la vida de los grupos de renombre en que necesitan reafirmar su importancia y eso les suele llevar a diversificar su sonido, como demostración de que son capaces de destacar en lo que se propongan. Es una opción peligrosa que puede derivar en mediocridad si no se posee la suficiente creatividad para sonar originales en los nuevos estilos interpretados, pero los Guns N' Roses estaban en su mejor momento artístico, aunando inspiración en las composiciones e impacto en las ejecuciones. Para verificar el excelente momento en el que se encontraban, solo hay que fijarse en que Use Your Illusion fue dividida en dos álbumes separados y publicados el mismo día, sumando entre ambos dos horas y media de música de diferentes tipos, aunque todo bajo el sustrato de rock en el que se habían formado. Para conseguir este objetivo fue todo un acierto ampliar la formación de quinteto (con cambio de baterista incluido) a la de sexteto para incorporar a un teclista.
‘Right Next Door To Hell’ supone una espectacular introducción y una idónea selección para encabezar el álbum, pues recoge todas las virtudes que habían hecho grandes a los Guns N' Roses, aparte de su agresivo y vistoso riff. Es como si nada hubiera cambiado desde Appetite For Destruction. La siguiente canción, ‘Dust N' Bones’ es una pieza de consistente pop-rock donde lo más destacado es su robusta sección rítmica, aunque cuando entra el solo de guitarra de Slash también sabemos que no nos va a fallar. Pero ellos son una banda de metal y no le hacen ascos a los subgéneros como el thrash, aunque ‘Perfect Crime’ no está precisamente entre lo más destacado y ‘Garden Of Eden’ es lo más flojo de este primer disco de Use Your Illusion. Tampoco consiguen notoriedad si se dedican a reciclar ideas con menor inspiración, como ocurre con ‘Back Off Bitch’, que es el hermano menor de ‘Welcome To The Jungle’ aunque por momentos también parece que tenga algo de parentesco con ‘You Could Be Mine’.
Ese lado acústico que habían mostrado en Lies reaparece aquí en ‘You Ain't The First’, una canción de aires country cantada por Stradlin a la que solo le hubiera faltado algún violín para que no pareciera de los Guns N' Roses. Esta apertura estilística les lleva a grabar versiones o a emular a otros artistas. La versión de ‘Live And Let Die’ de Paul McCartney sale fortalecida por la guitarra de Slash, aunque por lo demás no deja de ser casi una copia del original. Podemos escuchar la voz de Alice Cooper cantando a dúo con Axl en ‘The Garden’, una canción que da la primera impresión de ser más relajada hasta que entra la voz de Cooper y rompe el hechizo, como todo buen instigador de pesadillas sabe conseguir. Y quien desee escuchar a estos chicos emulando a los Rolling Stones de sonido más clásico, deben dirigirse a ‘Bad Obsession’.
No puede faltar algo de pop-rock para subrayar la capacidad melódica del grupo. Sin embargo, ‘Don't Damn Me’ no cobra interés hasta que se eleva el tono en su segunda mitad gracias a Slash, como no podía ser de otra manera. Un comienzo muy simplón con guitarra acústica tiene ‘Dead Horse’, pero pronto llegan los instrumentos de rock para convertirla en una entretenida canción de rock más suave. Mediante ‘Bad Apples’ puede decirse que inventan un género nuevo, el hard boogie, aunque cuesta hacerse a la idea de escuchar un piano rítmico en el rock duro. De todas maneras, puede decirse que han acertado. Por otro lado, ‘Double Talkin' Jive’ deja una sensación rara, como si no hubieran sabido desarrollarla o darle algún final, y por eso hacen el truco de darle un fade out para que entre un inexplicable fragmento de guitarra española.
Aquella afirmación tan extendida en los años noventa de “Las mejores baladas las hacen los grupos de música heavy” tiene un ejemplo claro en la espectacular ‘Don't Cry’. La construcción musical es ejemplar, llegando al clímax en la recta final y dejándonos exuberantes destellos instrumentales por medio. Aparte, presenta un final de los que le gustan a Axl, exprimiendo su voz hasta que se le apaga. No es un caso aislado, porque precisamente el otro himno que encontramos en este primer volumen es también de índole similar. Sin embargo, la primera impresión que deja en buena medida ‘November Rain’ es la de ser una balada orquestal típica, con una parte vocal de melodías algo convencionales y unos solos de guitarra demasiado canónicos. Afortunadamente encontramos en primer lugar un notable puente sobre los 3:30 minutos (“I know it's hard to keep an open heart / When even friends seem out to harm you”) y luego la inesperada coda es fabulosa, dos minutos finales iniciados y liderados, esta vez sí, por la espectacular guitarra de Slash mientras unas voces diabólicas van repitiendo “Don't ya think that you need somebody / Don't ya think that you need someone / Everybody needs somebody”.
La percusión en forma de latidos de corazón de ‘Coma’ ya nos avisa de que estamos ante un tema especial, ubicado estratégicamente como final del primer volumen. Sus diez minutos de duración no son gratuitos porque existen diferentes fases en las cuales el grupo hace su particular interpretación musical de lo que supone el estado de coma. Eso sí, con el punto de provocación esperable, incluso existencial porque lo primero que hace Axl es presentarlo como un estado deseable que le permite evadirse permanentemente del mundo real, acentuado en la relajada sección que encontramos sobre los cuatro minutos (“No one's going to bother me anymore / No one's going to mess with my head no more”).
En realidad los dos volúmenes de Use Your Illusion se deberían comentar como una única obra, al representar una misma época del grupo, aunque ya se ha citado lo mastodóntico del conjunto de esta música, algo al alcance de muy pocos en esos años. Para acabar de completar la pintura, nunca mejor dicho, cabe destacar que la portada es un fragmento modificado de La escuela de Atenas de Rafael, una de tantas obras de arte que se encuentran en el Vaticano. Quizá era una manera sutil del grupo de reivindicar el esfuerzo que había detrás de esta obra, aunque la filosofía desarrollada en las letras de este álbum dista mucho de cualquier corriente filosófica de las representadas en el fresco de Rafael.
USE YOUR ILLUSION II
Año de publicación: 1991
Puntuación:
1) Civil War; 2) 14 Years; 3) Yesterdays; 4) Knockin' On Heaven's Door; 5) Get In The Ring;
6) Shotgun Blues; 7) Breakdown; 8) Pretty Tied Up (The Perils Of Rock N' Roll Decadence); 9) Locomotive (Complicity); 10) So Fine; 11) Estranged; 12) You Could Be Mine;
13) Don't Cry; 14) My World.
Como ya se ha dicho, el mismo día fueron publicados los dos volúmenes que conforman el faraónico Use Your Illusion, cobrando una mayor notoriedad al principio este segundo volumen al contener el primer single publicado por la banda: ‘You Could Be Mine’. En esencia no hay diferencias entre ambos volúmenes, incidiendo aquí nuevamente en una cierta diversidad estilística que abraza un amplio campo dentro de lo que podemos denominar genéricamente como rock.
El arranque no puede ser más espectacular mediante el poderío épico de ‘Civil War’, que transita de forma perfecta entre secciones calmadas y otras donde las guitarras se colocan en primer plano con la espectacularidad de siempre. En algunos momentos parece que van a acelerar el tempo, aunque esto no sucede hasta que han transcurrido unos seis minutos, de tal manera que la recta final resulta más dinámica. Como curiosidad, todavía podemos escuchar en este tema al primer baterista del grupo, Steven Adler, expulsado por su adicción a las drogas (que ya es decir con los compañeros que tenía). A estas alturas la solidez del grupo es más que evidente y consiguiendo riffs asesinos como el de ‘Locomotive’ ya tienen suficiente para sustentar un tema de manera consistente. Pero si queremos escuchar la mejor esencia de este grupo, debemos dirigirnos casi al final de este álbum, pues ‘You Could Be Mine’ es otro de los himnos inmortales de Guns 'N Roses, que es lo mismo que llamarlo un himno de la música heavy. El grupo avasalla desde el principio con su endiablado ritmo y un primer riff sensacional para abrir boca. La voz cortante de Axl subyuga al oyente, que permanece impasible ante el poderío que transmite tanto el vocalista como unos guitarristas, sobre todo Slash, que desglosan una espectacular estructura repleta de variados riffs y descomunales solos. Todo un prodigio de composición y ejecución que fue incluida en la banda sonora de Terminator II.
La alegre introducción de ‘Breakdown’ con guitarra acústica, silbidos y piano es en principio la antítesis del sonido de este grupo, pero conforme avanza se lo van llevando a su terreno. Cuando llega el brutal solo de guitarra hacia la mitad, el cual volverán a repetir en la recta final, ya queda todo claro. En los instantes finales podemos escuchar unas notas de bajo que parecen presagiar algún tema nuevo, pero se acaba quedando ahí. Puestos a experimentar, en ‘Pretty Tied Up (The Perils Of Rock N' Roll Decadence)’ se añade una introducción de aires orientales y un sonido de guitarra con toques psicodélicos. En cuanto a ‘14 Years’, parece que va a ser un rock de salón al asomar el rítmico piano, pero se mantiene en un compacto y entretenido pop-rock. Pronto descubrimos que ‘Get In The Ring’ gira alrededor de un dinámico ritmo dirigido por las guitarras, siendo la parte vocal totalmente secundaria. Es gracioso pensar que Blur pudieran haberse inspirado en la parte narrada para hacer su propia versión sajona en ‘Parklife’.
Aunque ‘So Fine’ comience como una balada lacrimógena algo excesiva y falsa, sabemos que en algún momento cambiará todo y eso ocurre a los dos minutos, con el cambio a un ritmo más ágil que cambia el panorama. Afortunadamente las baladas no acaban ahí porque a continuación llega la fastuosa ‘Estranged’, donde recuperan la grandeza de ‘November Rain’ y la mejoran, pues las estrofas resultan memorables y la guitarra de Slash transmite todavía mayor emoción (recordemos que en ‘November Rain’ es la coda lo que la vuelve inolvidable). Llegando a los cuatro minutos entramos en una sección diferente, de un estilo más dirigido al pop pero igualmente exquisita, en la que se mantienen hasta llegar al final, sobrepasando en total los nueve minutos de duración que se pasan sin darnos cuenta. Sorprendentemente encontramos una segunda versión de ‘Don't Cry’, que es exactamente igual pero con una letra alternativa. Aunque puede decirse que está repetida, sigue siendo toda una experiencia como ejemplo de excelsa balada heavy.
Al haber una versión de Paul McCartney en el volumen I, hubiera hecho más gracia que el título de ‘Yesterdays’ hubiera estado allí. Tampoco es que recuerde al estilo de McCartney, sino que retoma ese estilo más dirigido al pop que ya habían probado en ‘Sweet Child O' Mine’. Y puestos a versionar nombres ilustres, aquí le toca el turno al himno eterno ‘Knockin' On Heaven's Door’ de Bob Dylan. Los Guns N' Roses no aportan en realidad mucho a esta composición, pero consiguen extraer todo el potencial posible de su interpretación en formato de rock, confirmando la grandeza que contiene esta composición. Puestos a reflejar influencias, cabe señalar que ‘Shotgun Blues’ suena a los Rolling Stones más duros pero llevados todavía más al extremo. A lo que quizá no estamos preparados es a escuchar a Axl cantar rap bajo un ritmo de hip-hop en ‘My World’. Menos mal que dura poco más de un minuto, porque como suplicio podría ser perjudicial una exposición más duradera a semejante engendro.
Llegamos así al final de uno de los grandes álbumes de la historia del rock duro (o heavy, o como se le quiera llamar). En realidad los dos volúmenes de Use Your Illusion se deberían tomar como una única obra, un álbum doble repleto de energía y emoción a partes iguales, con unos músicos que lo dieron todo y nunca más se recuperaron del esfuerzo. Bueno, del esfuerzo y de la vida salvaje que era inevitable que acabara haciendo mella tanto en el aspecto físico como en el mental. Nadie podrá negar que fueron consecuentes con los mensajes de autodestrucción y nihilismo que poblaban su música.
THE SPAGHETTI INCIDENT?
Año de publicación: 1993
Puntuación:
1) Since I Don't Have You; 2) New Rose; 3) Down On The Farm; 4) Human Being;
5) Raw Power; 6) Ain't It Fun; 7) Buick Makane (Big Dumb Sex); 8) Hair Of The Dog;
9) Attitude; 10) Black Leather; 11) You Can't Put Your Arms Around A Memory;
Después de lo que podía considerarse un doble álbum (o un cuádruple LP) y una extensa gira que los dejó exhaustos, en 1993 no extrañaba a nadie que los Guns N' Roses publicaran un álbum de versiones, que es el recurso empleado por quienes necesitan un descanso o quienes están faltos de inspiración (o ambos casos). Ya vimos en Use Your Illusion que les gustaba tocar canciones de otros artistas y algunos de los temas aquí incluidos ya habían sido grabados durante aquellas sesiones de grabación. Pero hubo un problema interno que provocó que se hubieran de desechar el material grabado previamente: Izzy Stradlin, el segundo guitarrista, dejó las drogas y se sintió inmediatamente fuera de lugar dentro de este grupo de vida desenfrenada al límite. Así pues, Izzy se fue, entró otro guitarrista nuevo y regrabaron las canciones que ya tenían con el nuevo miembro. Añadieron unas cuantas canciones más y así ya tuvieron suficiente material para publicar el presente álbum.
Como suele ocurrir con este tipo de obras, están destinadas a los fans porque al resto no le puede producir mucho interés escuchar temas ajenos con la voz particular de Axl. No obstante, ya habíamos visto en Use Your Illusion que el poderío instrumental del grupo les permitió ejecutar arrolladoras versiones de temas de Bob Dylan o Paul McCartney, pero aquí tampoco se lanzan a tocar éxitos conocidos, sino que también rescatan temas menos conocidos o incluso bastante oscuros. En cualquier caso, queda ridículo escuchar a Axl cantar un tipo de canción que no encaja de ninguna manera con su estilo y sus registros, sobre todo cuando canta las notas más altas: ‘Since I Don't Have You’. Para hacernos una idea, sería como escuchar a Julio Iglesias cantar ‘You Could Be Mine’. Hay curiosidad por ver lo que son capaces de hacer con el riff asesino de ‘Buick Mackane’ de T. Rex (aquí retitulada como ‘Buick Makane (Big Dumb Sex)’) y ciertamente lo bordan, si bien el apartado vocal se resiente bastante. Al menos en la recta final tienen el detalle de tocar un riff de guitarra que originalmente se escuchaba bajo arreglos orquestales. En cambio, el himno punk ‘New Rose’ de The Damned lo tocan exactamente igual (o casi) a la original y por eso está entre lo mejor de este álbum.
A los New York Dolls les venía grande intentar hacer temas extensos como ‘Human Being’, pero los Guns N' Roses tampoco consiguen sacarle punta a una composición bastante justita y repetitiva, basada en el rock'n'roll más convencional. Curiosamente, encontramos después un tema mucho mejor de Johnny Thunders (el guitarrista principal de los New York Dolls) titulado ‘You Can't Put Your Arms Around A Memory’, desarrollado como un pegadizo pop-rock que engarza muy bien partes acústicas y eléctricas y que es de lo mejor de este álbum de versiones. Donde por fin consiguen trasladar el supuesto poderío del grupo es en el comienzo de ‘Ain't It Fun’, perteneciente a un poco conocido grupo estadounidense de punk. El primer minuto es asombroso, una penetrante y espectacular guitarra nos traspasa hasta la entrada de la parte vocal, cantada en un tono mucho más resignado de lo habitual. Lo que es una lástima es su estribillo menos inspirado. Otras canciones como ‘Raw Power’ de los Stooges o ‘Attitude’ pasan de forma aceptable pero sin justificar su presencia en el disco más que para completar contenido con algo potente. Tampoco llama especialmente la atención ‘Black Leather’, cuyo único dato curioso es que pertenece a The Professionals, grupo que formaron dos de los Sex Pistols tras su disolución final.
‘I Don't Care About You’ es el típico punk berreado que queda demasiado simplón para unos músicos como los Guns N' Roses y caería inmediatamente en el olvido si no fuera por el macabro detalle de pésimo gusto que tuvieron al incluir a continuación, como tema oculto, una composición de Charles Manson. Sobra decir que la música es muy vulgar, pues por algo nunca pudo grabar nada antes de los asesinatos en Los Ángeles aun teniendo contactos en el mundo de la música como Dennis Wilson de los Beach Boys. Al menos los Guns N' Roses no pusieron su canción en los créditos del álbum, pues de otra manera el lunático asesino de Manson todavía hubiera ganado un buen dinero por los derechos de autor. En todo caso, ya no le rieron a Axl esta provocación y este se daría cuenta de que se había convertido en una celebridad que ya no podía hacer cualquier cosa para llamar la atención.
Comienza así el largo período oscuro del grupo, que ya no publicará ningún álbum de estudio hasta quince años después, sobre todo por el bloqueo creativo que padecerá Axl. Slash sí que continuará con proyectos paralelos, retomando el éxito ya en el siglo XXI con los Velvet Revolver. Pero el final, este primer final de los Guns N' Roses, era la conclusión lógica de la vida salvaje que llevaban desde sus comienzos. Por cierto, cabe destacar que en 1994 publicarán una nueva versión y con cierto éxito. Se trata de ‘Sympathy For The Devil’ de los Rolling Stones, incluida en la banda sonora de Entrevista con el vampiro. Luego, la oscuridad.
Año de publicación: 1999
Puntuación:
CD I: 1) Nightrain; 2) Mr. Brownstone; 3) It's So Easy; 4) Welcome To The Jungle;
5) Dust N' Bones; 6) My Michelle; 7) You're Crazy; 8) Used To Love Her; 9) Patience;
10) It's Alright; 11) November Rain.
CD II: 1) Out Ta Get Me; 2) Pretty Tied Up; 3) Yesterdays; 4) Move To The City;
5) You Could Be Mine; 6) Rocket Queen; 7) Sweet Child O' Mine;
8) Knockin' On Heaven's Door; 9) Don't Cry; 10) Estranged; 11) Paradise City.
LIVE ERA '87-'93
La desaparición de los Guns N' Roses de la escena musical dejó en su momento desconcertado a todo el mundo, pues quedaba la sensación de que todavía podían haber progresado un poco más y haber logrado la obra maestra que los hubiera consagrado. Mientras se corría el rumor de que estaban planeando su retorno (un retorno que todavía tardaría una década más), apareció en el mercado este doble álbum que recopilaba una selección de sus conciertos entre 1987 y 1993, sobre todo de los comprendidos en la gira de Use Your Illusion. Esto en principio significaría que se trata de la mejor versión del grupo y en su mejor momento de forma, pero esa última gira fue bastante atropellada y este álbum parece ser la prueba auditiva que lo corrobora.
De manera análoga, para ser una supuesta selección de lo mejor de sus actuaciones en directo, ciertamente no escuchamos al grupo en su máximo nivel. Los solos de Slash no los puede tocar cualquiera, por supuesto, aunque a veces se limita a calcar los mismos que se pueden encontrar en los álbumes de estudio, como si tuviera puesto el piloto automático. Eso sí, son para quitarse el sombrero (hasta el del propio Slash) algunos de ellos como el de ‘Knockin' On Heaven's Door’, un verdadero paraíso para los amantes de la guitarra eléctrica. Una lástima que en esta interpretación se ponga Axl a interactuar con el público en una larga recta final, minimizando así el efecto deslumbrante de lo que se ha podido escuchar hasta ese momento. Se trata además de la interpretación que hicieron en el concierto de homenaje en Wembley tras la muerte de Freddie Mercury.
Como cabe esperar de un grupo de estas características, existen muchos pasajes instrumentales que muestran su consistente armazón musical pero que no entusiasman a quienes no sean unos devotos. Una extensa (quizá demasiado) introducción de teclado sirve de presentación de ‘November Rain’, donde se nota la diferencia respecto a los arreglos orquestales originales. Por lo demás, está tocada casi calcada al equivalente de estudio. Mención aparte merece el apartado vocal, con un Axl que en el escenario parece que le cueste estar concentrado y que le importe un pimiento cómo salga la actuación. ¿En serio no existe ninguna otra grabación en directo de ‘Welcome To The Jungle’ donde Axl no tenga la voz un poco afónica? Y si nos fijamos en ‘You Could Be Mine’ transmite algo de desgana, como si la hubiera estado cantando diez noches seguidas y a la undécima ya le saliera de tirón sin necesidad de poner ninguna emoción.
Es en definitiva muy decepcionante descubrir que un grupo perfectamente capacitado para crecerse en directo y conseguir unas interpretaciones definitivas de su cancionero se limite a cumplir el trámite de tocar y satisfacer al público. Esto es, entendiendo que aquí estamos escuchando lo mejor de las grabaciones existentes de sus conciertos, porque ya no volvió a salir nada más de su primera etapa. Se entiende que acabaran hartos y se acabaran separando, pero bien podrían haberse ahorrado el innecesario retorno de Chinese Democracy.
Año de publicación: 2008
Puntuación:
1) Chinese Democracy; 2) Shackler's Revenge; 3) Better; 4) Street Of Dreams;
5) If The World; 6) There Was A Time; 7) Catcher In The Rye; 8) Scraped;
9) Riad N' The Bedouins; 10) Sorry; 11) I.R.S.; 12) Madagascar; 13) This I Love; 14) Prostitute.
CHINESE DEMOCRACY
A finales de los noventa dos bandas copaban la mayoría de rumores sobre su posible retorno porque habían desaparecido de la escena musical unos años antes, cuando más se esperaba de ellas. Una banda eran las británicas Elastica, quienes decepcionarían completamente con su regreso mediante el lamentable The Menace del año 2000, mientras que el otro esperado retorno era, obviamente, el de Guns N' Roses. Que decepcionaran Elastica era previsible porque en realidad nunca ofrecieron nada nuevo ni tampoco tenían una destreza musical elevada. Los Guns N' Roses se hicieron esperar una década, aunque habían empezado a grabar material nuevo desde 1997. Esta larga espera provocó una expectación todavía mayor ante lo que estaba por llegar, pero un retorno sin Slash estaba claro que no podía ser lo mismo. De hecho, aparte de Axl Rose el único que repite de la primera época es el teclista Reed. Participaron varios guitarristas en la grabación, siendo el más reputado de ellos el extravagante Buckethead, cuya excelente técnica no es aprovechada debido al flojo nivel general de las composiciones.
La canción inicial, ‘Chinese Democracy’, nos muestra a un grupo que sigue transmitiendo fiereza pero no poderío, sonando como cualquier banda heavy del montón. De forma análoga, cualquier grupo de rock duro con tablas podría crear con facilidad algo como ‘Scraped’. Paradójicamente, cuando buscan la melodía en este álbum, aunque sea en un sentido pop como ‘Madagascar’ o ‘There Was A Time’, es cuando salen ganando. Esto ya nos dice bastante sobre lo que son ahora los Guns N' Roses. Y estos temas al menos contienen extensos e interesantes solos de guitarra, que nunca podrán igualarse a lo que pudiera haber conseguido Slash, pero al menos les permite mantener el tipo.
Un poderoso estribillo es lo que salva la aburrida ‘Shackler's Revenge’ de ser un desastre, mientras que la percusión programada de ‘Better’ parece una broma de mal gusto tratándose de los Guns N' Roses, pero afortunadamente el tema suena lo suficientemente ameno para que pasemos por alto ese detalle. En cambio, ‘Street Of Dreams’ es una balada impropia de este grupo, así que quien desee escuchar algo que recuerde mínimamente a himnos como ‘November Rain’, lo único que encontrará que se le acerque es ‘Sorry’. O ya baladas casi más propias del festival de la OTI como ‘This I Love’.
Tanto ha cambiado Axl con el tiempo que hasta intenta pasar por literato mediante ‘Catcher In The Rye’, la famosa novela de J. D. Salinger traducida en castellano como El guardián entre el centeno. Pero conociendo a Axl, sabemos que no es por haberla leído (aunque tiempo tuvo de sobra) sino por buscar la provocación fácil con el asesinato de Lennon. No obstante, lo más criminal es esta composición musical, un pastiche pop con guitarras estridentes. En ‘If The World’ escuchamos a Axl haciendo de cantante de lo que viene a llamarse, sorprendentemente, R&B en el siglo XXI. Tampoco encaja con los Guns N' Roses una música de este tipo, que es lo que esperaríamos de Alicia Keys o Mariah Carey si añadieran algo más de guitarra en sus canciones, pero al menos no resulta ofensiva.
Resultaba evidente que esto fuera el final absoluto de Guns N' Roses, puesto que diez años de trabajo no pueden dar como resultado una obra tan mediocre e innecesaria. No encontraremos nada original ni nada que recuerde la gloria de los primeros años. Es como si nos encontráramos aquí con un grupo nuevo, aunque de hecho esa es la cruda realidad y se reconoce así la importancia que tuvieron Slash, McKagan e Izzy Stradlin para llegar a lo más alto en los noventa. Chinese Democracy tan solo sirvió para hundir lo que quedaba de reputación en el nombre del grupo y para sanear las cuentas de Axl gracias a los ávidos fans que corrieron a comprar el nuevo disco. Después de la consiguiente gira, ya no habrá más noticias hasta la reunión nostálgica para salir de gira de la formación clásica en 2016.