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DONOVAN

2020

WHAT'S BIN DID AND WHAT'S BIN HID

Año de publicación: 1965

Puntuación:

1) Josie; 2) Catch The Wind; 3) Remember The Alamo; 4) Cuttin' Out; 5) Car Car;

6) Keep On Truckin'; 7) Goldwatch Blues; 8) To Sing For You; 9) You're Gonna Need Somebody On Your Bond; 10) Tangerine Puppet; 11) Donna Donna; 12) Ramblin' Boy.

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2020

El debut de Donovan no difiere mucho del de cualquier cantautor folk de la época. Si acaso, su diferencia radica en que parece más estadounidense que escocés (su lugar de origen), pues en su música no encontraremos nada de tradición gaélica, sino un entronque directo con Woody Guthrie y demás cantautores norteamericanos importantes que marcaron el devenir del género en los primeros años sesenta. Así pues, aferrado a su guitarra acústica y manteniendo los cánones del género con alguna excepción, Donovan demostraba aquí que no era un cualquiera pero sin todavía poder hacer nada que superara la barrera de lo convencional. De momento, se conformaba con transgredir los límites del folk en unos pocos casos, quizá más un recurso para romper la monotonía que una declaración de intenciones. Pero ahí queda un incipiente talento que todavía no puede brillar.

 

La etiqueta de Dylan británico (pero tan solo en relación con la vertiente folk de Bob Dylan) que le colgaron en sus inicios, queda más que justificada al escuchar piezas acústicas de guitarra y armónica como ‘Josie’, o simplemente por limitarse a su guitarra y voz (‘Ramblin' Boy’ o ‘To Sing For You’, esta última con mejor gusto) como elementos propios inconfundibles. De igual manera, resulta imposible escuchar ‘Catch The Wind’ y no acordarse inmediatamente de ‘Chimes Of Freedom’. En el caso de ‘Remember The Alamo’, no es una composición original suya, pero cuando grita “heyyyyyy!” podemos recordar también ‘Mr. Tambourine Man’ y justo a continuación acordarnos de ‘To Ramona’.

 

Para evitar cualquier atisbo de monotonía del álbum, nos mete por medio algunas canciones con ritmo, sea el frenético de la tradicional ‘Keep On Truckin'’, el r&b apacible de ‘You're Gonna Need Somebody On Your Bond’ o la jazzística y deliciosa ‘Cuttin' Out’. Más discreto resulta el ejemplo de ‘Car Car’, una composición de Woody Guthrie que es más bien una canción infantil, mientras que ‘Donna Donna’ es una canción originalmente hebrea que desarrolla una parte vocal interesante. La canción protesta contra la explotación laboral ‘Goldwatch Blues’ es también de otro cantautor folk británico desconocido fuera de las islas británicas. Por otro lado, esa técnica especial de punteo que tanto agradaría a Lennon y a McCartney unos pocos años después cuando coincidirán con Donovan en la estancia en la India, la coloca este en primer plano en el instrumental ‘Tangerine Puppet’.

 

En resumen, este álbum de debut queda como una obra menor y olvidable aunque contenga ‘Catch The Wind’, la cual como single obtuvo un éxito inesperado para un cantautor escocés interesado en la música de otro lado del charco. Saciada la curiosidad de escuchar esta imitación de Bob Dylan, poco interés puede suscitar ya un disco folk interpretado con gusto pero sin enseñar nada que no se conociera en el mundo musical del momento. De todas maneras, muy pronto comenzará a desarrollar su instinto melódico y a componer memorables composiciones. Esto no es más que un humilde debut que permitía presagiar obras más inspiradas e interesantes, que pronto irían llegando.

FAIRYTALE

Año de publicación: 1965

Puntuación:

1) Colours; 2) To Try For The Sun; 3) Sunny Goodge Street; 4) Oh Deed I Do;

5) Circus Of Soul; 6) The Summer Day Reflection Song; 7) Candy Man; 8) Jersey Thursday; 9) Belated Forgiveness Plea; 10) The Ballad Of A Crystal Man; 11) The Little Tin Soldier;

12) The Ballad Of Geraldine;

[BONUS TRACKS:] 13) Universal Soldier; 14) The Ballad Of A Crystal Man; 15) The War Drags On; 16) Do You Hear Me Now; 17) Turquoise; 18) Hey Gyp (Dig The Slowness).

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Era evidente que en menos de medio año no podían haber apenas cambios, pero sí se atisba una pequeña mejora y humilde evolución que permitían pensar en que Donovan podría llegar alto, sobre todo viendo el ejemplo de Bob Dylan al otro lado del Atlántico. Aquí nuevamente escucharemos ecos de Dylan porque era imposible no fijarse en quien se había convertido en faro de toda una generación de músicos de folk con inquietudes artísticas. Pero prácticamente todo el contenido se trata de Donovan con su guitarra y la armónica, acertando un poco más en el componente melódico.

Una de las cancioncillas folk de Donovan cuya fama ha aguantado el paso del tiempo es ‘Colours’, de pegadiza melodía pero sin que tampoco suponga ningún hito en el mundo del folk. Igual que Dylan en Another Side Of Bob Dylan, en general las letras contienen surrealismo suficiente para aislarse de su entorno y de la situación real del momento. Así, ‘The Summer Day Reflection Song’ encandila con su parte vocal que parece una vindicación por su entonación, pero si nos fijamos en la letra es todo lo contrario de una protesta. Pero de esta manera también consigue aciertos como esa breve joya titulada ‘Jersey Thursday’, cuya gama de colores líricos le sirve para crear una especie de nostalgia sobre el amor. Su estructura es tan sencilla como el recurso de repetir dos veces la misma estrofa, pero transmite una gran emoción.

 

El único momento en que encontraremos una música diferentes es cuando el jazz asoma con buen resultado en ‘Sunny Goodge Street’, pues la adición de instrumentos enriquece la canción (por ejemplo, el violoncelo aporta un tono sombrío) e incluso realizan un interesante cambio de ritmo por medio. Desafortunadamente, no deja de ser un hecho aislado pero quizá servía para allanar el terreno a lo que iba a ser su futuro inmediato, esto es, una expansión total del sonido sin límites ni restricciones. Aquí todavía tiene espacio para seguir cometiendo errores. Ese pecado recurrente en el folk de caer en la repetitividad lo encontramos aquí en diversas ocasiones, de las más evidentes en las canciones más largas del disco: ‘The Ballad Of A Crystal Man’ y ‘The Ballad Of Geraldine’. En cambio, si se pone tan infantil como en ‘Circus Of Sour’ o ‘Candy Man’, aún resulta menos interesante. Al menos suena más convincente al narrarnos la historia del soldadito de plomo (‘Tin Soldier Man’, una composición ajena).

 

Aunque el movimiento folk estaba muy relacionado con las protestas sociales, las reivindicaciones no las encontraremos aquí hasta llegar a los bonus tracks añadidos en la reedición en CD. No puede faltar antibelicismo por ser la época que era, aquí con dos claros ejemplos como ‘Do You Hear Me Now’ o la versión de ‘Universal Soldier’ de la cantautora canadiense indígena Buffy Sainte-Marie, en cuya letra nos recuerda que un soldado es un simple peón que recibe órdenes, sea del bando que sea. Más concreta resulta ‘The War Drags On’, esta de Donovan, al nombrar la guerra de Vietnam. También nos toca soportar la armónica de ‘Turquoise’ cuando llega a extremos irritantes, mientras que para la pegadiza y dinámica ‘Hey Gyp (Dig The Slowness)’ se acompaña de una original percusión entre marcial y estridente. Serían The Animals quienes extraerían lo mejor de esta composición en directo, como atestigua la actuación incluida en la película documental Rock City (1973), donde Eric Burdon realiza una portentosa interpretación vocal. Como curiosidad, podemos escuchar también ‘Jersey Thursday’ como música de fondo en otro momento de la película. Donovan no podía competir con la voz de Burdon, pero estaba mejorando mucho en la composición y eso le llevaría a asombrar al mundo con su siguiente obra.

 

SUNSHINE SUPERMAN

Año de publicación: 1966

Puntuación:

CD I: 1) Sunshine Superman; 2) Legend Of A Girl Child Linda; 3) Three Kingfishers;

4) Ferris Wheel; 5) Bert's Blues; 6) Season Of The Witch; 7) The Trip; 8) Guinevere;

9) The Fat Angel; 10) Celeste; [BONUS TRACKS:] 11) Breezes Of Patchuli; 12) Museum;

13) Superlungs; 14) The Land Of Doesn't Have To Be; 15) Sunny South Kensington; 16) Epistle To Dippy; 17) Writer In The Sun; 18) Hampstead Incident;

19) Sunshine Superman.

CD II: 1) Sunshine Superman; 2) Legend Of A Girl Child Linda; 3) The Observation;

4) Guinevere; 5) Celeste; 6) Writer In The Sun; 7) Season Of The Witch;

8) Hampstead Incident; 9) Sand And Foam; 10) Young Girl Blues; 11) Three Kingfishers;

12) Bert's Blues; [BONUS TRACKS:] 13) Ferris Wheel; 14) The Trip; 15) The Fat Angel.

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Tercer álbum de Donovan y tercera ocasión en la que podemos citar a Bob Dylan por el paralelismo resultante entre ambas carreras, aunque la de Donovan obviamente por detrás. Aquí el escocés expande su idea musical hasta absorber todo tipo de influencias de la música contemporánea del momento. Para tal fin, se hizo con los servicios en la producción del entonces afamado Mickie Most, quien había sido el productor detrás de los primeros éxitos de The Animals como ‘The House Of The Rising Sun’ o de otro grupo de éxito de la primera mitad de los sesenta como Herman's Hermits, estos ya olvidados. Este nuevo álbum supuso todo un torpedo en la línea de flotación del movimiento folk del Reino Unido, al cual Donovan nunca había sentido la necesidad de restringirse. La mezcla de géneros, incluida una incipiente y pionera psicodelia, ofrece aquí una gama de sonidos casi inédita hasta ese momento, pues estamos en la misma época en que los Beatles se lanzarán a grabar el monumental Revolver.

 

Esta reedición especial contiene dos discos, el primero de ellos correspondiente a la versión en estéreo que se publicó en los Estados Unidos, junto a un buen puñado de temas adicionales. El segundo disco es la versión en mono que apareció en el Reino Unido, que contiene más canciones pero también diferencias porque hay bastantes canciones que no coinciden en las dos versiones. Paradójicamente, fue la versión del Reino Unido la que salió después, retrasada por motivos contractuales, de tal manera que se trata en realidad de una estrambótica mezcla del Sunshine Superman y del siguiente álbum, Mellow Yellow. Debido a esos motivos cronológicos, nos centraremos aquí en la versión estadounidense por ser la realmente original, de tal manera que no haya solapamientos con el siguiente álbum.

 

La celebérrima ‘Sunshine Superman’ es un deslumbrante inicio de álbum que demuestra el vuelco musical sufrido en la trayectoria de Donovan. La música rezuma colorido y sus melodías vocales son tan pegadizas como pudieran serlo las de cualquier grupo de la primera psicodelia, fueran The Byrds o The Yardbirds. Esa forma de cantar puede evocar algo de Dylan, pero aquí hay suficiente personalidad como para seguir denostando a Donovan con la denominación de Dylan británico. Es la canción más conocida del álbum junto a ‘Season Of The Witch’, de la cual se han realizado muchísimas versiones por otros artistas y grupos. La sección rítmica crea una inquietante ambientación en ‘Season Of The Witch’, estructurada magistralmente de tal manera que podemos palpar cómo se va incrementando el tono gradualmente hasta llegar al sencillo estribillo donde Donovan canta “Must be the season of the witch!” mientras podemos escuchar una fabulosa guitarra eléctrica acompañándole, la cual acaba convirtiéndose en verdadera protagonista en segundo plano.

 

Lo lejos que había llegado respecto al punto de inicio desde el folk queda confirmado con un tema tan rítmico y pegadizo como ‘The Trip’, que además fue la cara B del single de ‘Sunshine Superman’, confirmando que este último no era una mera ocurrencia eventual. El título de ‘Bert's Blues’ hace referencia al renovador del folk británico Bert Jansch y mejor homenaje no le podía hacer Donovan, pues ‘Bert's Blues’ es una notable muestra de fusión de folk, jazz y psicodelia. Una de las primeras ocasiones en que se pudo escuchar el sitar en un álbum de pop británico fue gracias a ‘The Fat Angel’. Como en su letra podemos encontrar los versos “Fly Jefferson Airplane, get you there on time”, esto quizá es lo que decidió al citado grupo de San Francisco a tocarla en directo para acabar dejando la penosa interpretación que se puede encontrar en el olvidable Bless Its Pointed Little Head. En cambio, ‘Three Kingfishers’ es una brillante fusión de música medieval, arábica, oriental (no falta el sitar) y psicodelia, donde la cálida voz de Donovan nos acompañan hasta dejarnos en una estupenda coda final entre étnica y lisérgica.

 

La delicada balada psicodélica ‘Legend Of A Girl Child Linda’ demuestra que los orígenes folk no se perdían, sino que se transformaban con la adición de originales arreglos en forma de instrumentos orquestales y otros detalles sonoros que embellecen esta canción durante sus siete minutos. Esa delicadeza la podemos volver a disfrutar más adelante en ‘Guinevere’, una aproximación a las leyendas de la Tabla Redonda. Canciones como ‘Ferris Wheel’ suenan un poco redundantes en comparación a otras similares y mejores, pues se desenvuelve nuevamente con instrumentos orientales donde resalta el sitar. Para el final de lo que fue el LP original en edición estadounidense nos deja ‘Celeste’, una pequeña obra de arte donde la sutileza vocal no se aprecia hasta que se ha escuchado varias veces, mientras que los arreglos instrumentales no se quedan atrás en originalidad, incluyendo la celesta para hacer honor al título.

 

La profusión de bonus tracks se centra en versiones primerizas o alternativas de canciones de este álbum y de otras que formarán parte de los siguientes o que serán publicadas como single (como ‘Epistle To Dippy’), pero encontraremos un par de temas que son inéditos. En la relajada ‘Breezes Of Patchuli’ abusa un poco de la reverberación de la voz, mientras que el ritmo de ‘The Land Of Doesn't Have To Be’ recuerda inmediatamente a ‘Twist And Shout’ y quizá por ello quedó archivada en su momento, pues su parte vocal no llama la atención. En cualquier caso, toda esta abrumadora cantidad de material adicional que se incluye en esta reedición en CD no debe desviarnos de la idea principal de Sunshine Superman, que es el triunfo de Donovan al apostar por una inédita vía artística que le alejaba definitivamente de la etiqueta de cantautor folk. El éxito de ventas, sobre todo del single de ‘Sunshine Superman’, serviría de aliciente para que siguiera explorando esta nueva vía de fusión estilística catalizada por la psicodelia, que a partir de ahora iba a ser una moda aunque efímera.

MELLOW YELLOW

Año de publicación: 1967

Puntuación:

1) Mellow Yellow; 2) Writer In The Sun; 3) Sand And Foam; 4) The Observation;

5) Bleak City Woman; 6) House Of Jansch; 7) Young Girl Blues; 8) Museum;

9) Hampstead Incident; 10) Sunny South Kensington;

[BONUS TRACKS:] 11) Epistle To Dippy; 12) Preachin' Love; 13) Good Time;

14) There Is A Mountain; 15) Superlungs (2nd version); 16) Epistle To Dippy (alternative arrangement); 17) Sidewalk (The Observation) (demo); 18) Writer In The Sun (demo);

19) Hampstead Incident (demo); 20) Museum (demo).

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Tras el éxito alcanzado con Sunshine Superman, Donovan necesitaba demostrar que no había sido flor de un día y por ello en este nuevo álbum le confirma como uno de los cantautores más originales de su generación. Sin renegar de ningún estilo y abierto a todo tipo de influencias, cuando más destaca Donovan es en las composiciones donde pasa por el tamiz de la psicodelia cualquier estilo más tradicional que traiga entre manos. Si a ello le unimos la inspiración a la hora de crear y conjuntar melodías, queda claro por qué fue uno de los nombres destacados en la música de finales de los sesenta. Repite Mickie Most como productor tras el excelente trabajo realizado y vuelve de nuevo a conseguir un sonido impecable con riqueza de arreglos, que en el caso del tema que le da título al disco el arreglista es John Paul Jones (futuro bajista de Led Zeppelin). Aquí encontraremos una gran diversidad estilística, sobre todo en estilos tradicionales, pero en la mayoría de casos con el toque de colorido musical que caracteriza esta etapa de Donovan.

 

En ‘Mellow Yellow’ suena como si los Kinks hubieran hecho un vodevil con música psicodélica, pero los arreglos son muy acertados y le imprimen un fuerte sabor británico, sobre todo con la entrada de los vientos. No menos británica resulta la dinámica ‘Sunny South Kensington’, donde se citan algunos nombres con cierto toque de humor, entre ellos el de Ginsberg. En cambio, el evocador folk lisérgico de ‘Writer In The Sun’ transmite una relajación absoluta mientras empatizamos con la resignación de ese escritor retirado que canta en primera persona. La imaginería surrealista campa a sus anchas a través de pegadizas melodías vocales que beben del blues en ‘House Of Jansch’, cuyo nombre es un homenaje a otro músico escocés del folk: Bert Jansch, quien no tardaría mucho en fundar el prestigioso grupo de folk-rock Pentangle.

 

Pero todo no iba a ser psicodelia y todavía encontramos piezas de estilos variados que aportan diversidad, como por ejemplo el emotivo folk primigenio de guitarra acústica que hallamos en la emotiva ‘Sand And Foam’ o en la también notable ‘Young Girl Blues’. También escucharemos jazz al estilo big-band (‘Bleak City Woman’) o incluso más libre e imprevisible (‘The Observation’). Por otro lado, los arreglos orquestales de ‘Hampstead Incident’ lo elevan hacia una reputada categoría de folk orquestal. Es inevitable encontrar alguna semejanza con el álbum anterior y se trata de ‘Museum’, donde Donovan se limita a recoger el testigo de ‘Sunshine Superman’ para hacer algo similar.

 

Esta vez, por fin, sí que podemos hablar expresamente de los bonus tracks porque contienen material no aprovechado con posterioridad. La relevancia de los arreglos en la música de Donovan queda patente en las demos incluidas, pues escucharle cantando con la guitarra deja una impresión mucho más discreta. En primer lugar hay una serie de singles donde Donovan sigue probando estilos variados, sea el jazz de ‘Preachin' Love’, el rollo Broadway de ‘Good Time’ o los ritmos latinos con propósito de crear una especie de mantra, que es lo que oímos en ‘There Is A Mountain’. La guitarra en ‘Epistle To Dipy’ está acreditada a Jimmy Page (¡otro futuro fundador de Led Zeppelin!) y el bajo a Danny Thompson, lo cual sería una lástima porque este tema es bastante flojo o al menos suena algo caótico para apreciarlo apropiadamente. Por esas fechas Page ya estaba en los Yardbirds, pero ya vemos que seguía con su trabajo de músico de estudio. De ‘Superlungs’ ya hablaremos más adelante, ya que formará parte del álbum Barabajagal.

 

En resumen, Donovan está en un buen momento creativo que todavía durará varios años más y este álbum refleja estos años de inspiración a raudales. Tampoco puede decirse que rompiera moldes, pero sí contribuyó a abrir la mente de muchos músicos a la hora de diversificar la música, aunque como eso es algo que estaban haciendo también cuatro chicos de Liverpool también desde 1966, su importancia ha quedado más difuminada. En cualquier caso, para escuchar música inspirada y creativa, Donovan es siempre una buena opción.

A GIFT FROM A FLOWER TO A GARDEN

Año de publicación: 1967

Puntuación:

1) Wear Your Love Like Heaven; 2) Mad John's Escape; 3) Skip-A-Long Sam; 4) Sun;

5) There Was A Time; 6) Oh Gosh; 7) Little Boy In Corduroy; 8) Under The Greenwood Tree; 9) The Land Of Doesn't Have To Be; 10) Someone's Singing;

11) Song Of The Naturalist's Wife; 12) The Enchanted Gypsy;

13) Voyage Into The Golden Screen; 14) Isle Of Islay;

15) The Mandolin Man And His Secret; 16) Lay Of The Last Tinker;

17) The Tinker And The Crab; 18) Widow With Shawl (A Portrait); 19) The Lullaby Of Spring; 20) The Magpie; 21) Starfish-On-The-Toast ; 22) Epistle To Derroll .

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Donovan estaba en un momento muy prolífico de creatividad y a finales de año volvió a publicar un nuevo álbum que originalmente era un doble LP, aunque su duración total es de una hora. En general las canciones son de corta duración y pocas de ellas superan los tres minutos, siendo la final ‘Epistle To Derroll’ la única que supera los cinco minutos, pero con una cadencia y ambientación que nos hacen olvidarnos del tiempo. Sorprendentemente, este álbum fue publicado también en dos discos separados, el primero comprendiendo las diez primeras canciones bajo el título de Wear Your Love Like Heaven y el segundo con el título de For Little Ones. El motivo de esta separación es porque esas primeras diez canciones presentan unos arreglos más variados y electricidad, mientras que en las últimas doce el tono es mucho más folk y tan solo escucharemos instrumentos acústicos sin apenas percusión. Pero en conjunto está todo bañado por esa psicodelia que Donovan ayudó a desarrollar en el Reino Unido, estableciendo aquí las bases para la vertiente folk con unas letras surrealistas (o incluso infantiles) que particularizan la psicodelia británica.

 

El comienzo del álbum no puede ser mejor que con la preciosa balada psicodélica ‘Wear Your Love Like Heaven’ y sus celestiales melodías vocales, una canción muy pegadiza que deja una inmejorable impresión de entrada. La vertiente más rockera de Donovan suele estar siempre suavizada, sobre todo en este relajado álbum. De lo más fiero que encontraremos aquí es ‘Mad John's Escape’ (de sencillo pero pegadizo estribillo) o ritmos prominentes como el de ‘Under The Greenwood Tree’. Pero poco más encontraremos. En ‘Oh Gosh’ podemos disfrutar de un original juego de voces en el estribillo mientras que el sonido de clavicordio nunca falla y ‘There Was A Time’ sale ganando por ello y por su rápido ritmo. En el polo opuesto, canciones como ‘Skip-A-Long Sam’ o ‘Sun’ quedan más bien como relleno. La mezcla de psicodelia e infantilismo de ‘Little Boy In Corduroy’ no acaba de convencer del todo porque llega el estribillo de coros borrachuzos y rompe la ambientación onírica previa. De manera análoga, cuando le da por buscar un himno hippie como en ‘Someone's Singing’, que además queda como final del primer disco, vemos que ha perdido la originalidad y suena muy infantil, desperdiciando así la participación de Jack Bruce (Cream) con el bajo.

 

Así pues, la primera parte del álbum es interesante por la variedad de arreglos, pero en la segunda parte más acústica y folk lo suple con unas creativas composiciones donde no falta la búsqueda de nuevas texturas (‘The Enchanted Gypsy’, ‘Lay Of The Last Tinker’) o la consecución de logrados viajes astrales (‘Voyage Into The Golden Screen’). En general son piezas sencillas pero que acaban siendo adictivas, alguna como ‘The Land Of Doesn't Have To Be’ al estilo de lo que empezaba a hacer Syd Barrett con Pink Floyd. Sin embargo, otras canciones acaban sonando aburridas por su lentitud y similitud con otras, como ocurre con ‘Song Of The Naturalist's Wife’ aunque sea en realidad el principio de lo que era el segundo disco. Pero afortunadamente el grueso del álbum contiene piezas como ‘Widow With Shawl (A Portrait)’, ‘Isle Of Islay’ o ‘The Mandolin Man And His Secret’, que son temas tranquilos donde las melodías vocales fluyen de manera natural y acaban envolviendo, creando una sensación especial que a través de consiguientes escuchas se transforma en una experiencia única. En particular, ‘Isle Of Islay’ es brillante y audaz en ese sentido.

 

Queda así un largo álbum que puede producir indiferencia en las primeras veces que se escucha debido al tono humilde y similar de la música y a las sutilezas que van aflorando poco a poco. Pero no hay apenas nada trivial (salvo cosas como el estribillo de ‘Someone's Singing’) y supone un esfuerzo inaudito dentro de un terreno musical todavía por explorar pero que Donovan consigue hacer suyo. ¡Y todavía no se había ido a la India con los Beatles!

2021

DONOVAN IN CONCERT

Año de publicación: 1968

Puntuación:

CD I: 1) Intro; 2) Isle Of Islay; 3) Young Girl Blues; 4) There Is A Mountain;

5) Poor Love (Poor Cow); 6) Sunny Goodge Street; 7) Celeste; 8) The Fat Angel;

9) Guinevere; 10) Widow With Shawl (A Portrait); 11) Epistle To Derroll; 12) Preachin' Love.

CD II: 1) Lullaby Of Spring; 2) Sand And Foam; 3) Hampstead Incident;

4) Writer In The Sun; 5) Try For The Sun; 6) Someone Singing;

7) Pebble And The Man (Happiness Runs); 8) The Tinker And The Crab;

9) Rules And Regulations; 10) Mellow Yellow; 11) Catch The Wind.

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2021

Como podemos leer en el subtítulo que contiene el CD, este doble disco contiene un concierto completo de Donovan de noviembre de 1967 en Estados Unidos, incluida la presentación para su salida a escena, en la cual se narra un suceso sobrenatural que es indicativo de la ingenuidad con la que a veces se desenvolvía todo lo relacionado con el mundo hippie de la época. En el concierto, Donovan está acompañado por varios músicos donde toman protagonismo la flauta y el teclado, aunque en buena parte de la actuación le escuchamos a él a solas con su guitarra, relajándose delante del público con su repertorio acústico. Con esto ya nos podemos hacer una idea de la relevancia del concierto, pues la riqueza de arreglos de los álbumes de estudio no se ve correspondida en el escenario.

 

Los músicos no parecen especialmente inspirados más allá de cumplir su papel con profesionalidad. Hay momentos en que consigue recrear una ambientación particular y envolvente, como en ‘Sunny Goodge Street’. Pero, por ejemplo, ‘Young Girl Blues’ queda algo caótica y ‘Preachin' Love’ dura casi diez minutos porque los músicos se dedican a tocar una improvisación de jazz. El momento para que el público cantara debiera ser el estribillo de ‘Someone Singing’, pero el silencio sepulcral indica que la gente acudía a los conciertos de Donovan como quien va a escuchar a un gurú espiritual. En cualquier caso, los aplausos denotan que estaban obteniendo lo que esperaban.

 

Tampoco encontraremos apenas temas inéditos en proporción al amplio contenido que conforma el concierto. ‘Poor Love (Poor Cow)’ había sido una cara B de single cuya parte vocal recuerda en algunos momentos a ‘Dandy’ de The Kinks, mientras que ‘Pebble And The Man (Happiness Runs)’ es la típica balada acústica. También suena a algo ya visto el blues acústico y atascado de ‘Rules And Regulations’, que seguro que le gustó mucho a Syd Barrett si llegó a conocerlo. En cualquier caso, nada más que el aspecto histórico de la grabación puede resultar de interés, es decir, de histórico respecto a la carrera de Donovan, al ser su primer álbum en directo y reflejar un tipo de música que triunfaba en el año de la psicodelia por su imaginería onírica y la riqueza lírica con la cual abordaba sus composiciones.

THE HURDY GURDY MAN

Año de publicación: 1968

Puntuación:

1) Hurdy Gurdy Man; 2) Peregrine; 3) The Entertaining Of A Shy Girl; 4) As I Recall It;

5) Get Thy Bearings; 6) Hi It's Been A Long Time; 7) West Indian Lady;

8) Jennifer Juniper; 9) The River Song; 10) Tangier; 11) A Sunny Day;

12) The Sun Is A Very Magic Fellow; 13) Teas.

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A principios de 1968, Donovan se embarcó hacia la India en aquel viaje ingenuo de carácter espiritual donde se juntó con los Beatles y algunas celebridades más del mundo del espectáculo, un tipo de viaje muy exótico para el mundo occidental que Wes Anderson supo parodiar en Viaje a Darjeeling (The Darjeeling Limited, 2007). Tras ese viaje, parece que la influencia de Donovan en Lennon y McCartney fue mucho mayor que en la dirección opuesta, ya que no podemos observar novedades relacionadas con los de Liverpool en este nuevo álbum, es decir, más allá de la influencia que ya tenía de por sí la música de los Beatles en el panorama musical de la época. Entre los músicos participantes en la grabación se sugiere la participación de miembros de los entonces todavía en estado de gestación Led Zeppelin. Ni siquiera en el libreto del disco se va más allá de sugerir la posible presencia de John Paul Jones en algunos arreglos. En cualquier caso, se mantiene el buen nivel cualitativo de las grabaciones previas porque también prosigue el mismo productor de la música colorida del cantautor escocés.

 

Hurdy Gurdy Man’ representa el prototipo de balada lisérgica que Donovan dominaba y que ya para 1968 podía parecer un anacronismo por lo acelerada que iba la evolución musical. Pero posee toda la grandeza de su autor y va creciendo en intensidad conforme avanza. Aparte, contiene un sensacional solo de guitarra a mayor gloria de la psicodelia que ya comenzaba a quedar atrás. Grabada en el año 1967, el de la explosión de la psicodelia, se rescata ‘Jennifer Juniper’, menos vistosa al tratarse de una canción ligera y relajada que contiene algún verso en francés, pero tuvo un relativo éxito al publicarse como single cuya cara B fue ‘Poor Cow’, canción que había sido presentada en el disco en directo previo. ‘The River Song’ es otra balada psicodélica, esta vez con reverberación vocal como distintivo, aunque también posee ese punteo particular de guitarra acústica del escocés. Todavía encontraremos cierto regusto psicodélico también en la sensacional ‘Get Thy Bearings’, más jazzística pero con una seriedad y solemnidad que asombran en un artista solitario como Donovan, pues escuchamos la consistencia que podría tener una banda experimentada. A los King Crimson les enamoró tanto que la incluían en su repertorio en directo durante su primera época, si bien la solían emplear como vehículo para poder improvisar sobre ella.

 

Ese cantautor folk más ortodoxo que había sido Donovan en sus inicios reaparece aquí en ‘The Entertaining Of A Shy Girl’, donde no falta ese punteo particular de guitarra que tanto cautivó a Lennon y McCartney durante su estancia en la India. Pero más que mirar al pasado, Donovan sigue abriendo su paleta musical para recoger cualquier influencia que le sea de utilidad. Así, encontramos un par de temas que hacían entrever un interés antropológico en la composición: ‘Peregrine’ y ‘Tangier’. En la primera, en un principio parece que esté recordando la balada tradicional escocesa, pero luego aparece la percusión étnica y casi que nos ubicamos mejor en el norte mediterráneo de África, tal como sugiere el título de ‘Tangier’ de una de ellas y que nos introduce en otra perspectiva musical diferente. Lo que queda demasiado pueril es el calipso de ‘West Indian Lady’.

 

El jazz cabaretero de ‘As I Recall It’ puede parecer un relleno sin más, sobre todo por el típico inicio de trompeta, pero transmite luego mucha vitalidad con su apartado vocal y la riqueza de los arreglos. El Donovan más juguetón con la estructura lo encontraremos en ‘A Sunny Day’, pero ya queda muy extravagante en ‘Hi It's Been A Long Time’ cuando se junta un entramado instrumental iluminador y vistoso con una parte vocal en tono menor y lúgubre. Es como si los Beatles de ‘Penny Lane’ hubieran ido a cantarla tras un bajón físico causado por estupefacientes. Precisamente los efectos de voz forzados no es lo más acertado que podía haber escogido para ‘Teas’. Para eso, mejor que hubiera dejado un relleno que sonara agradable como el de ‘The Sun Is A Very Magic Fellow’. En definitiva, este álbum parece haber sido completado con la buena intención de hacer algo nuevo pero sin haber conseguido asimilar las nuevas ideas para implementarlas con originalidad, mientras que se mueve con seguridad por caminos ya recorridos con anterioridad. Lo más importante de todo es que todavía podía ofrecernos composiciones emocionantes como ‘The Hurdy Gurdy Man’ o ‘Get Thy Bearings’, que a Donovan todavía le quedaba recorrido.

BARABAJAGAL

Año de publicación: 1969

Puntuación:

1) Barabajagal; 2) Superlungs My Supergirl; 3) Where Is She; 4) Happiness Runs;

5) I Love My Shirt; 6) The Love Song; 7) To Susan On The West Coast Waiting;

8) Atlantis; 9) Trudi; 10) Pamela Jo;

[BONUS TRACKS:] 11) Stromberg Twins; 12) Snakeskin; 13) Lauretta's Cousin Laurinda;

14) The Swan (Lord Of The Reedy River); 15) Poor Man's Sunshine (Nativity);

16) New Year's Resolution (Donovan's Celtic Jam); 17) Runaway (demo);

18) Sweet Beverley (demo); 19) Marjorie (Margarine) (demo);

20) Little White Flower (demo); 21) Good Morning Mr. Wind (demo);

22) Palais Girl (demo); 23) Lord Of The Universe (demo).

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El Donovan prolífico de los años sesenta continuaba su ritmo vertiginoso de producción con un nuevo álbum que no sobrepasaba mucho más de media hora en su edición original de LP. Como podemos comprobar aquí, esa duración no era debida a falta de material sino a otros criterios artísticos o empresariales, pues la cantidad de demos grabadas que quedaron entonces inéditas es más que sorprendente. Este álbum supone la última vez, durante unos años, en que Mickie Most estará como productor, quien había sido uno de los artífices del éxito comercial de Donovan al ayudar a modelar esa original propuesta de fusión de estilos pasados por el tamiz de la psicodelia.

 

Una de las canciones más conocidas de Donovan es ‘Atlantis’, tanto que incluso llegaron ambos (la canción y su autor) a aparecer en la serie de animación Futurama. Hoy en día llama poco la atención esas estrofas recitadas que pueden llegar a resultar muy aburridas, pero luego llega el épico estribillo y el panorama por completo, que completan la segunda parte del tema en un tono grandilocuente al estilo de ‘Hey Jude’ de los Beatles. Menos conocida es la canción que da título al álbum, que se desarrolla bajo un inquietante ritmo y va creciendo paulatinamente hasta llegar a un frenético final donde hay que ponerle una medalla al bajista por su arduo trabajo. Este bajista es nada menos que Ronnie Wood (el futuro guitarrista de los Rolling Stones), quien toca este instrumento porque la guitarra está cedida al gran Jeff Beck y, para completar una excelente triada de músicos, el teclado es cortesía de Nicky Hopkins.

 

En un álbum de Donovan no podía faltar el sonido jazz, sea en el modo más bucólico de ‘Where Is She’ o el más alegre de ‘Pamela Jo’, mientras que restos de psicodelia asoman en el trepidante y florido rock de ‘Superlungs My Supergirl’, una canción que retoma la mejor vertiente de Donovan y cuya génesis data de 1966. Luego se fueron realizando varias versiones, tal como se puede comprobar por el contenido adicional de la reedición de Sunshine Superman y de Mellow Yellow, donde viene incluida en versiones diferentes. En ‘Happiness Runs’ se dirige más hacia atrás en el tiempo y se acerca a la vertiente folk de sus comienzos, aunque eso significa que nos encontramos con lo menos interesante que puede ofrecer Donovan, a pesar de contar con la participación de Graham Nash en los coros. Suena también algo infantil, aunque en menor grado que la siguiente canción, ‘I Love My Shirt’, pero ambas preludian el futuro álbum de canciones infantiles HMS Donovan.

 

Un poco a The Kinks suena ‘The Love Song’ por su tono costumbrista (a pesar de tener una letra amorosa) repleto de melodías entretenidas y algunos acordes rock emocionantes al estilo de ‘Satisfaction’ de los Rolling Stones. En cambio, ‘To Susan On The West Coast Waiting’ es como una balada introspectiva pasada por el tamiz de la psicodelia, pues a la voz como narcotizada de Donovan se añaden luego unos coros procesados para que suenen como elfos que se han unido a él para cantar el estribillo. El caso es que no convence la propuesta musical, a pesar de tener una letra sobre un soldado estadounidense en Vietnam que le escribe una carta nostálgica a su chica. Respecto a la interesante ‘Trudi’, queda como la heredera de ‘Hey Gyp (Dig The Slowness)’.

 

Como vemos en el listado de canciones, encontramos una enorme cantidad de contenido adicional que incluso excede lo correspondiente al LP original. La mayoría son demos de composiciones que, en la mayoría de los casos, llegarán a formar parte de algún álbum de Donovan (incluso en 2004 para ‘Poor Man's Sunshine (Nativity)’ y ‘Lord Of The Universe’), pero aquí en general no destacan y no tienen mayor interés que la curiosidad de escuchar algo nuevo, que no novedoso. El ritmo de ‘Stromberg Twins’ llama la atención desde el principio, pues se trata de otra de las grabaciones con The Jeff Beck Group, pero melódicamente este tema está bastante vacío, mientras que ‘Snakeskin’ es otro  tema bien discreto pero con una guitarra eléctrica algo frenética para que contenga algo de interés. ‘Poor Man's Sunshine (Nativity)’ suena similar a ‘Barabajagal’, aunque en modo más rockero y con un frenético órgano.

 

De lo poco que podría destacarse de estas demos es ‘Little White Flower’, al disponer de unas atractivas melodías en primer plano, así como el hipnótico blues de ‘Lord Of The Universe’. Es una pena que tanto material adicional no sirva para elevar el nivel cualitativo del álbum en su conjunto, pues sigue oscilando entre lo original y lo convencional, con algunos experimentos por medio que no acaban de cuajar. El propio Donovan se dará cuenta que lo que necesitaba era un cambio de rumbo y también descansar un poco del ritmo frenético que llevaba entre componer, actuar y promocionar sus publicaciones.

OPEN ROAD

Año de publicación: 1970

Puntuación:

1) Changes; 2) Song For John; 3) Curry Land; 4) Joe Bean's Theme; 5) People Used To;

6) Celtic Rock; 7) Riki Tiki Tavi; 8) Clara Clairvoyant; 9) Roots Of Oak;

10) Season Of Farewell; 11) Poke At The Pope; 12) New Year's Resolution.

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En el albor de la nueva década, Donovan comprendió que debía evolucionar para no convertirse en una reliquia del pasado, tal como iba la frenética escena musical en constante cambio. Aquí nos podemos olvidar prácticamente de que una vez fue un músico de folk que amalgamó este género con el rock, el jazz y la psicodelia. Para ello, prescindió de quien había sido su productor y en parte artífice del sonido conseguido hasta ese momento, Mickie Most, y el mismo Donovan asumió esa tarea. Lo que hizo también fue rodearse de un grupo de músicos estable y grabar el álbum como si fueran una banda de pop-rock (de hecho, se bautizaron como Open Road, como el disco) donde todas las composiciones, por supuesto, son del Sr. Leitch. Pero seguía siendo un artista creativo y con ideas, capaz de ponerlas en ejecución de una manera digerible y accesible para el gran público. De esta manera, nos encontramos ante uno de sus álbumes más variados estilísticamente hablando.

 

En el comienzo del disco tampoco encontramos nada novedoso porque se nos muestra tan pegadizo como siempre en el entretenido pop de ‘Changes’. El Donovan de estilo más pop y distendido lo tenemos en la juguetona ‘Riki Tiki Tavi’, basada en un relato de Rudyard Kipling sobre una mangosta, cuyo estribillo puede acabar cansando un poco. La que seduce por su marcado ritmo es ‘Poke At The Pope’, aunque contiene incisos donde se relaja ese ritmo y en el primero de ellos se añaden unos coros psicodélicos. Muy relajante resulta la delicada ‘Season Of Farewell’, que en el estribillo se anima un poco pero sin perder esa dulzura especial que se percibe hasta en la manera de cantar de Donovan, mientras que ‘Joe Bean's Theme’ es una bossa nova sin sorpresas, de estribillo mejorable.

 

No acaba de cuajar su inspiración en el country-rock para la tranquila ‘Song For John’ (cuyo destinatario es John Sebastian, quien por entonces acababa de debutar en solitario tras su marcha de The Lovin' Spoonful), aunque en ‘People Used To’ sí que consigue un resultado aceptable en el mismo lenguaje musical. La que sí parece la canción de un John es ‘Curry Land’, pues podríamos imaginarnos a un John Lennon en modo épico. Lo mejor es su estructura instrumental, desarrollándose a través de cambios de ritmo, paradas, y deliciosos detalles que aporta cada músico para obtener un resultado magistral. Y ya que hemos citado a Lennon, diremos que ‘Clara Clairvoyant’ es lo que nos podríamos imaginar haciendo a los Beatles a principios de los setenta, de haber seguido juntos, sobre todo por el sensacional estribillo donde las voces corales se unen en el momento preciso. De manera análoga, los de Liverpool podrían haber tocado algo como ‘New Year's Resolution’, pues suena como si hubieran conseguido desarrollar ‘Sun King’ de una manera convincente y original.

 

El título de ‘Celtic Rock’ no puede ser más apropiado para esta sensacional pieza de rock progresivo mezclado con música céltica, que para tener una duración de tres minutos y medio es todo un prodigio de diversidad rítmica. Es probable que sirviera de inspiración para los holandeses Focus, quienes se inspirarán en sus propias raíces tradicionales para conseguir un sorpresivo éxito mediante el single ‘Hocus Pocus’. También de inspiración céltica, sobre todo en la letra y en su aura misteriosa, es la inquietante e imprevisible ‘Roots Of Oak’ que se finiquita en un estupendo y original estribillo llevado por una frenética percusión, llegando al final a una coda instrumental de ambientación tétrica. Con una música tan creativa y poderosa, unas composiciones interesantes con tanto gancho y un sonido cohesionado como si se tratara de una banda experimentada y compenetrada, este álbum queda como una de las mejores y más consistentes obras de Donovan que vale la pena descubrir por algunas de sus originales canciones.

2022

HMS DONOVAN

Año de publicación: 1971

Puntuación:

1) The Walrus And The Carpenter; 2) Jabberwocky; 3) The Seller Of Stars; 4) Lost Time;

5) The Little White Road; 6) The Star; 7) Coulter's Candy; 8) The Road; 9) Things To Wear; 10) The Owl And The Pussycat; 11) Homesickness; 12) Fishes In Love; 13) Mr. Wind;

14) Wynken, Blynken And Nod; 15) Celia Of The Seals; 16) The Pee Song;

17) The Voyage Of The Moon; 18) The Unicorn; 19) Lord Of The Dance; 20) Little Ben;

21) Can Ye Dance; 22) In An Old Fashioned Picture Book;

23) The Song Of Wandering Aengus; 24) A Funny Man; 25) Lord Of The Reedy River;

26) Henry Martin; 27) Queen Mab; 28) La Moora.

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2022

Se olvidó muy pronto Donovan del grupo de rock que había formado en Open Road y aquí cambió por completo de idea para grabar un álbum de aparentes canciones infantiles. Y decimos “aparentes” porque en A Gift From A Flower To A Garden ya había realizado algo similar en su segunda mitad, pero las canciones distaban mucho de lo que podríamos llamar infantil. Aquí vuelve a ocurrir lo mismo, aunque entre las casi treinta canciones incluidas sí se cuelan algunas directamente infantiles (es decir, tradicionales) o que Donovan escribe con un público infantil como objetivo en su mente. Con tanto título, es obvio que muchas canciones serán tan breves que apenas dejarán huella dentro del tono general del álbum, como por ejemplo ese minuto a cappella titulado ‘Things To Wear’. Lo que más llama la atención es que la letra de la mitad de los temas no es de Donovan, pues se basa en el cancionero tradicional o escoge letras o poemas de autores de todos los tiempos, algunos de ellos de renombre como Lewis Carroll o William Butler Yeats.

 

El organillo circense y la voz anunciante que introducen ‘The Walrus And The Carpenter’ (una de las historias de Lewis Carroll en A través del espejo, escrita como poema) ya nos indican de entrada el carácter de este álbum y cuál es su público objetivo preferencial. Todo lo que escucharemos en este tema son tonadas infantiles, voces diversas y algún que otro ruido, así que es un potencial candidato a ahuyentar de este disco a cualquier oyente. Lo de jugar con las voces para que hagan referencia a diferentes personajes es un recurso que utilizará a lo largo del álbum en alguna que otra ocasión más, como en ‘Mr. Wind’, que quizá se refiera a él mismo por aquel primer éxito que tuvo con ‘Catch The Wind’. Y bueno, en ‘The Pee Song’, una canción ya infantil desde su título, podemos escuchar como imitan a un perro. Directamente toca una tonada infantil en ‘The Pee Song’, ‘The Star’ (que es la conocida canción infantil ‘Twinkle, Twinkle, Little Star’) o en ‘Coulter's Candy’.

 

Pero que haya tantas piezas acústicas no significa que Donovan se haya olvidado del folk-rock (o celtic-rock) y en ‘Lost Time’ tenemos por sorpresa, dado el carácter general de esta obra, otro buen ejemplo de ese estilo modernizador que tan en boga se puso por esa época. De hecho, mediante ‘Queen Mab’ parece que se adentra en el terreno de los Steeleye Span, aunque Donovan lo hace a solas con su guitarra. Curiosamente, ‘Jabberwocky’ es la reescritura acústica de ‘Celtic Rock’ del álbum previo, aunque hay un momento en el que parece que se va a electrificar todo. En la estela de ella (de los arreglos de ‘Jabberwocky’, no de ‘Celtic Rock’) prosigue ‘The Seller Of Stars’. También sorprende encontrar de repente un potente blues-rock como el de ‘Homesickness’, cuyo final abrupto sorprende todavía más, mientras que la memorable ‘Celia Of The Seals’ funciona como balada psicodélica con encantadoras melodías.

 

Las sutilezas particulares de Donovan y su delicadeza en el desarrollo de evocadores temas acústicos nos deja notables ejemplos como ‘La Moora’, ‘The Voyage Of The Moon’ o ‘The Song Of Wandering Aengus’, pero quizá se equivoque cuando busca un sonido tan letárgico como el de ‘Lord Of The Reedy River’. Queda curioso que haya canciones como ‘The Little White Road’ porque su tono y entonación podrían servir para una canción protesta, pero lo compensa con entretenidos temas como ‘Can Ye Dance’ o ‘Henry Martin’, más movidos pero al mismo tiempo sin olvidar el componente melódico. Pero bueno, en un álbum tan largo tampoco se le puede pedir que sea siempre brillante u original, así que es normal encontrar algo como ‘In An Old Fashioned Picture Book’, donde parece limitarse a repetir ideas del pasado. La verdad es que este disco fue un paso arriesgado, casi suicida, para un músico como Donovan que ya había empezado a decaer en popularidad. De hecho, fue un previsible fracaso comercial que le llevó a descansar un tiempo antes de volver al mundo de la música con un álbum más comercial pero, no obstante, menos acorde a las capacidades de este escocés.

COSMIC WHEELS

Año de publicación: 1973

Puntuación:

1) Cosmic Wheels; 2) Earth Sign Man; 3) Sleep; 4) Maria Magenta; 5) Wild Witch Lady;

6) The Music Makers; 7) The Intergalactic Laxative; 8) I Like You; 9) Only The Blues;

10) Appearances.

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Tras el inciso que supuso HMS Donovan, este músico escocés decidió que debía subirse al carro de la moda imperante y para ello volvió a llamar al productor Mickie Most, partícipe de su transformación y éxito en los años sesenta. En concreto, la moda a la cual quiso adscribirse Donovan fue la del glam-rock y para ello se rodeó de músicos de sesión que en buena parte conocieran esa nueva tendencia y pudieran aplicar el nervio necesario. Pero claro, uno no puede subirse al carro de la moda sin más porque eso hay que sustentarlo en composiciones de un nivel cualitativo suficiente. Seguramente Donovan necesitaba grabar como fuese (antes de acabar 1973 saldrá su siguiente álbum) porque de algo hay que vivir.

 

Los arreglos de violín en la incisiva canción que da título al álbum son un ejemplo del tratamiento glam que se aplicó en las labores de producción. Se nota mucho que T. Rex eran una de las sensaciones del momento y su estilo es emulado con mucha claridad en ‘The Music Makers’, como intentando decirnos que no era tan difícil conseguir un éxito dentro del llamado glam-rock. La única pega que se le puede poner a esta canción es que por su tempo suena parecida a otras del estilo de ‘Children Of The Revolution’ de T. Rex pero con menor frescura e impacto. Aun así, es una de las mejores canciones de este disco. En cambio, ‘Earth Sign Man’ es un blues-rock al estilo de los Rolling Stones de Beggars Banquet, pero con los arreglos glam ya mencionados. El problema de este álbum en realidad es cuando Donovan parece copiarse a sí mismo, tal como ocurre por ejemplo cuando cierra el álbum mediante ‘Appearances’, que es una manera de dejar una mala sensación final.

 

De lo mejor del álbum es la original ‘Sleep’ porque nos muestra una amalgama de psicodelia y rock duro, aunque a Donovan le da por recuperar el efecto de eco en su voz, tan típico en algunos momentos de su carrera, y eso sí podría habérselo ahorrado. Esa dureza del sonido no es algo puntual y el aguerrido ritmo de ‘Wild Witch Lady’ nos transporta hacia un estribillo donde escucharemos a Donovan chillar más que nunca, intentando de alguna manera emular a los cantantes de rock duro pero fracasando estrepitosamente en ello. En ‘I Like You’ juega con el contraste entre las reposadas y minimalistas estrofas con un estribillo más rítmico donde la mesurada percusión y los arreglos de cuerda crean una amigable ambientación. No faltan momentos distendidos pero olvidables como ‘Maria Magenta’ y, aparte, todavía quedan restos del Donovan del álbum previo en la acústica ‘The Intergalactic Laxative’, claramente dirigida a un público infantil (o adulto con unas cervezas de más), así como en esa especie de country acústico de la discreta ‘Only The Blues’. Mal camino llevaba Donovan si su intención era apuntarse al carro de lo que mandara en las ondas comerciales.

ESSENCE TO ESSENCE

Año de publicación: 1973

Puntuación:

1) Operating Manual For Spaceship Earth; 2) Lazy Daze; 3) Life Goes On;

4) There Is An Ocean; 5) Dignity Of Man; 6) Yellow Star;

7) Divine Daze Of Deathless Delight; 8) Boy For Every Girl; 9) Saint Valentine's Angel;

10) Life Is A Merry-Go-Round; 11) Sailing Homeward.

Seguía dando bandazos el Donovan de los setenta y del glam-rock anterior volvió aquí a un sonido folk-rock más convencional. Para ello, volvió a despachar al productor Mickie Most pero no tuvo mejor idea que meter de productor a Andrew Loog Oldham, aquel manager que tuvieron los Rolling Stones. Era un hombre perfectamente conocedor del panorama musical, pero probablemente no tanto de los conocimientos de producción que se deberían suponer, que una cosa es el marketing y otra los aspectos técnicos de la música. Eso sí, gracias a él podemos encontrar en el largo listado de músicos participantes a gente como Steve Marriott y Peter Frampton (Oldham estuvo detrás del debut de Humble Pie), el pianista Nicky Hopkins, Carole King o el bajista Danny Thompson. Pero el problema viene a ser la inspiración de Donovan, que iba decayendo gradualmente.

 

Pocas veces acertará en este álbum con el gancho pop y ‘Life Goes On’ es uno de esos momentos para destacar, aunque el estribillo decepciona en comparación con las atrayentes melodías vocales de las estrofas. Es casi justo lo contrario de ‘Dignity Of Man’, donde lo único destacable es el tono creciente del estribillo, apoyado en vientos, pero solo del primero de los estribillos porque más adelante ya no se percibe esa grandeza por ningún lado. Desgraciadamente encontraremos tan solo otro momento de cierta gloria musical en la cautivadora pieza de aliteración en su título, ‘Divine Daze Of Deathless Delight’, pues contiene unas maravillosas melodías y podría haber sido uno de los grandes temas de Donovan de haber tenido un estribillo en condiciones, porque no es de recibo acabar susurrando “Deathless delight” como manera de finiquitarlo. En cambio, lo único que puede destacarse de ‘Operating Manual For Spaceship Earth’ es su intermedio casi instrumental con la guitarra eléctrica en primer plano, porque por lo demás es una discreta canción de folk-rock.

 

Por lo demás, lo que más abunda es relleno con poca gracia como ‘Lazy Daze’, en ese carácter de balada de corte acústico que suena a lo de siempre. De algo tan trillado encontraremos varios ejemplos más como ‘Sailing Homeward’ (a pesar de sus cuidados arreglos), ‘There Is An Ocean’ o ‘Saint Valentine's Angel’ (a pesar de su elaborada construcción instrumental al estilo Rolling Stones). El comienzo de ‘Boy For Every Girl’ es muy esperanzador porque su introducción es como la de un himno folk, pero luego se queda en canción infantiloide que evidencia la decadencia de Donovan. También queda muy cutre el pastiche reggae de ‘Yellow Star’, que es como si hubiera querido aprovechar el tirón comercial de un entonces emergente Bob Marley en todo el mundo, pues en 1973 es cuando sorprendió a todos con Catch A Fire. Al final acaba sonando como un artista acabado de los sesenta en ‘Life Is A Merry-Go-Round’, que eso es lo último que le debe ocurrir a un músico, esto es, dar lástima en comparación con su época anterior. Pero Donovan no estaba para levantar cabeza y este disco es una pérdida de tiempo.

7-TEASE

Año de publicación: 1974

Puntuación:

1) Rock And Roll Souljer; 2) Your Broken Heart; 3) Salvation Stomp; 4) The Ordinary Family; 5) Ride-A-Mile; 6) Sadness; 7) Moon Rok; 8) Love Of My Life; 9) The Voice Of Protest;

10) How Silly; 11) The Great Song Of The Sky; 12) The Quest;

[BONUS TRACKS:] 13) Rock And Roll Souljer (single version);

14) Salvation Stomp (single version); 15) Age Of Treason; 16) What The Soul Desires.

El juego de palabras bastante malo del título ya nos avisa de que estamos ante otra obra menor del escocés. En esta ocasión ya no se hizo con los servicios de ningún productor con nombre (que no renombre) porque quizá se dio cuenta de que no había mucho que hacer con unas composiciones que hacen aguas la mayor parte del tiempo. Eso sí, tiene la fortuna de contar con muchos músicos para poder diversificar el sonido, pero eso no es una solución para los problemas de inspiración que acuciaban a Donovan, quien se deja llevar por la experiencia para intentar salir airoso.

 

En otros tiempos una balada de medio tempo como ‘Your Broken Heart’ hubiera llamado la atención, pero para 1974 ya parece más de lo mismo que había hecho en otras ocasiones anteriormente. Mejor sensación deja ‘The Ordinary Family’ por ser más imprevisible, que es lo que uno esperaría con buena fe del escocés. El tipo de balada pomposa de ‘Love Of My Life’ no era tampoco lo más recomendable para Donovan por su trayectoria, porque eso solo podía servir para sepultar su imagen de músico creativo. Mucho peor es la tontería (nunca mejor dicho) de swing de ‘How Silly’, donde al mismo tiempo quiere parecer gracioso y enrollado pero no consigue ninguna de las dos cosas. Por otra parte, una canción que suena tan pretendidamente agradable dentro de su mediocridad como ‘Rock And Roll Souljer’ ya nos indica que Donovan no estaba para levantar cabeza.

 

No llama mucho la atención la acústica ‘Sadness’, pero vale la pena escuchar ese gancho del estribillo: “Sweet dream, my baby lie / Here in my arms tonight”. Bajo el pretencioso título de ‘The Great Song Of The Sky’ se esconde un penoso ejercicio de nostalgia que incluso en los sesenta hubiera sonado pueril e impropio de un autor de la categoría de Donovan. La que sí se acerca a la grandeza del Donovan de los sesenta es ‘Ride-A-Mile’, aunque acaba sonando a repetición de ideas previas (buenas, al menos) más que a algo original. Pero tiene su gracia esa florida guitarra psicodélica que suena en algún momento, así como el inciso instrumental estilo Beatle que suena cada vez que canta “I'm gonna ride on down those miles”. Es lo mejor del álbum, algo a lo que parece apuntarse también ‘The Voice Of Protest’ por su atrayente comienzo, pero luego acaba deslizándose por caminos más convencionales, incluso añadiendo una armónica como la que empleaba en sus comienzos.

 

No era ajeno a la moda del glam-rock, como ya había demostrado previamente en Cosmic Wheels, y aquí nos ofrece otro tema de ese estilo, ‘Moon Rok’, aunque eso no es lo suyo y simplemente suena a oportunista. Y bueno, se parece más a los Wings de McCartney que a T. Rex. Adopta el lenguaje cabaretero para la frenética ‘Salvation Stomp’ y lo hace con cierta gracia, mientras que para el final nos deja una agradable pieza acústica, ‘The Quest’, que nos devuelve ese tono entre bucólico y psicodélico que había cultivado unos años antes. En los bonus tracks encontraremos también ‘Age Of Treason’ y ‘What The Soul Desires’, que son piezas acústicas de tipo folk sin interés alguno. Como vemos, diversidad sin más no era la solución para un músico que ya parecía amortizado y sin nada interesante que ofrecer.

SLOW DOWN WORLD

Año de publicación: 1976

Puntuación:

1) Dark-Eyed Blue Jean Angel; 2) Cryin' Shame; 3) The Mountain;

4) Children Of The World; 5) My Love Is True (Love Song); 6) A Well Known Has-Been;

7) Black Widow; 8) Slow Down World; 9) Liberation Rag.

Seguimos en la decadencia de un músico sin ideas, aunque esta vez él mismo pareció darse cuenta de la situación y por ello ya se dejó de productores para sus discos. Asentado en una insignificancia absoluta dentro del panorama musical, lo mejor que podía hacer era tomárselo con tranquilidad y hacer lo que se le había dado mejor, que es probablemente lo que más le gustaría también. Así pues, Slow Down World representa una obra de autor, pero una obra sin novedades ni apenas sorpresas. Donovan se olvida de las modas y ya se dirige a sus seguidores fieles.

 

Este disco es como si estuviera retornando a las diferentes vertientes que nos había demostrado a lo largo de su carrera. De esta manera, ‘Dark-Eyed Blue Jean Angel’ nos devuelve al cantautor evocador de finales de los sesenta, casi psicodélico aunque sin llegar a acercarse a ningún sonido alejado de una consistencia rockera más bien estándar. Como también encontramos un himno de esos para toda la familia en ‘Children Of The World’. Pero ya suena a nostalgia insustancial en ‘The Mountain’ o en ‘Slow Down World’ (de fiscorno Beatle), unas canciones de guitarra acústica de las que ya hay suficientes ejemplos previos. Como productor, demuestra un buen conocimiento del tempo musical y los arreglos en ‘Black Widow’, una canción que va creando en el oyente esa sensación de que algo grande va a surgir en algún momento. Y algo de eso llega, pero decepciona porque sus dos últimos minutos instrumentales bajo un aguerrido ritmo de guitarra acústica y percusión tribal como base para el liderazgo de los vientos no son suficientes para la catarsis que cabría esperar como perfecto colofón de este tema.

 

Copiar el ritmo principal de ‘Come Together’ de los Beatles con instrumentos de viento no parece la mejor presentación para ‘A Well Known Has-Been’, así que al menos se salva por otra pegadiza melodía de vientos, si bien su extensa duración de casi siete minutos provoca que se acaben repitiendo demasiado los detalles de interés. En cambio, parece que su idea es hacer algo similar a los Kinks cuando abrazaron el sonido norteamericano a principios de los setenta, pero sin la grandeza de aquellos y sin la frescura de un recurso ya tan trillado por muchos artistas británicos unos años antes. Aun así, se mantiene digno con su armónica en ‘Cryin' Shame’. Aunque la mayoría del álbum son composiciones de Donovan, es en una composición ajena donde más brilla. Nos referimos a la sinuosa e intrigante ‘My Love Is True (Love Song)’, sobre todo porque no estamos acostumbrados a un Donovan tan sombrío. Pero ni esta notable canción consigue que el grueso del álbum se salga de la mediocridad, a pesar de que hubiera mejorado sensiblemente respecto a los álbumes previos.

2023

DONOVAN

Año de publicación: 1977

Puntuación:

1) Local Boy Chops Wood; 2) Astral Angel; 3) The Light; 4) Dare To Be Different;

5) Brave New World; 6) Lady Of The Stars; 7) International Man; 8) Sing My Song;

9) Maya's Dance; 10) Kalifornia Kiddies.

2023

Muy mal iban las cosas (musicales) para Donovan porque su trayectoria decadente y las escasas ventas le dejaron sin casa discográfica. La suerte del destino quiso que su antiguo productor Mickie Most le acogiera en una pequeña discográfica propia que había fundado en 1969 y le diera la oportunidad a Donovan para poder grabar un nuevo álbum. Por supuesto, Most es el productor, que para algo era ahora su jefe también, pero el problema del escocés no era la producción, sino la composición. La mediocridad en la que se veía sumido no tenía solución, era un artista ya amortizado.

 

En cualquier caso, no se le puede pedir que suene más pegadizo que en ‘Local Boy Chops Wood’, una canción donde parece fijarse en la ELO y nos regala un vibrante ritmo acústico de los que hacía años que no le salían. En cambio, parece fijarse en el rock influenciado de funk de los Rolling Stones de la época para la turbia ‘International Man’ y lo cierto es que el resultado es bastante notable. Parece que vuelve a fijarse en la ELO en ‘Dare To Be Different’, pero llega el estribillo y lo que nos parece en realidad es que ha hecho una mezcla de la ELO con música latina, lo cual tampoco resulta tan apetecible. Siguiendo con las comparaciones, lo cual es algo significativo respecto a dónde se había dirigido la carrera de Donovan, nos podemos imaginar ‘The Light’ entre el repertorio de baladas folklóricas de ABBA, es decir, de lo que no entusiasma para nada de ABBA.

 

Porque hablando de canciones lentas, es un signo de decadencia cuando tu música suena igual que la canción ligera de cualquier país. De esta manera, nos encontramos aquí baladas pasteleras (‘Lady Of The Stars’) o demasiado pasteleras (‘Astral Angel’), así como la típica balada de guitarra acústica de cantautor medio (‘Maya's Dance’). Nos podemos imaginar un rock consistente con sabor a blues como el de ‘Brave New World’ en un álbum de Crosby, Stills & Nash, pero con poca frescura, eso sí. A Donovan no le puede salir nada fiero, como cabe esperar. Por otra parte, lo que suena ya demasiado infantil es el vodevil de ‘Sing My Song’, nada original y una pérdida de tiempo y espacio en el disco. Al final, hasta Mickie Most intuyó que no había ya nada que hacer con este artista y Donovan volverá a quedarse sin discográfica que confíe en él. Tampoco era para menos.

NEUTRONICA

Año de publicación: 1977

Puntuación:

1) Shipwreck; 2) Only To Be Expected; 3) Coming To You; 4) No Hunger; 5) Neutron;

6) Mee Mee I Love You; 7) Heights Of Alma; 8) No Man's Land (Green Fields Of France);

9) We Are One; 10) Madrigalinda; 11) Harmony;

[BONUS TRACKS:] 12) Heights Of Alma (live); 13) Universal Soldier (live);

14) Only To Be Expected (acoustic); 15) Split Wood Not Atoms; 16) Shipwreck (alt mix);

17) Madrigalinda (alt. version); 18) Fair Ye Well (acapella).

Proseguimos con la trayectoria irrelevante de Donovan, para quien la primera batalla era ir consiguiendo el contrato de alguna discográfica para publicar sus discos. Una vez conseguido esto, no se dejó llevar por la música comercial del momento y simplemente se limitó a hacer lo de siempre. Eso sí, necesitaba ofrecer alguna canción con gancho, que eso es lo que alegra a las casas discográficas, y aquí se esfuerza lo justo en ese sentido. Lo único que podremos señalar en este álbum como curiosidad es que la batería corre a cargo de Morris Pert, por entonces un músico que acompañaba a Mike Olfield (su etapa con él abarca desde Platinum hasta Five Miles Out).

 

Como Donovan tenía pocas probabilidades de impactar al oyente, lo más vistoso lo coloca al inicio del disco. Así, la sorprendente ‘Shipwreck’ se ubica entre el rock progresivo, el funk y la música disco. Una catalogación imposible de pensar por separado para Donovan, así que no digamos una definición juntando esos tres estilos. Pero la canción capta el interés desde el principio y su dinamismo la hace entretenida de escuchar, aparte de poseer un afilado solo de guitarra, un instrumento que parece sonar mejor en la remezcla incluida en el contenido adicional. El estribillo es algo discreto, aunque eso lo soluciona en la siguiente canción, ‘Only To Be Expected’, de vibrante ritmo y un estribillo emocionante, que aparte podemos encontrar en versión acústica en los bonus tracks. Estas dos canciones son lo mejor del álbum junto a ‘We Are One’ cuya estructura es interesante porque en principio se desarrolla como balada de mensaje universal, pero luego llega un estribillo turbio y amenazante, creando un extraño contraste.

 

Lo que queda de álbum se puede decir que pasa sin pena ni gloria, pues no hay nada que aleje de la mediocridad a ‘Coming To You’, la espacial ‘Harmony’, el rock compuesto con su hija ‘Mee Mee I Love You’ o la tradicional ‘Heights Of Alma’. ‘No Man's Land (Green Fields Of France)’ es la típica balada folk, pero muy lenta, mientras que ‘No Hunger’ podría pasar por la reescritura infantil de ‘Imagine’ de John Lennon, pues incluso la letra parece una parodia o una mala sucesión de clichés donde sólo se salvan los versos “Food is burnt to balance Banks / Taxes go to purchase tanks”. Si bien ‘Neutron’ es una canción de tono infantil, en este caso está justificado porque ha de tomarse como el humor negro de Donovan. El amable protagonista de este tema es un neutrón, que es como si nos pusieran un documental de animación presentado por unos personajes simpáticos llamados Neutrito y Fusionín para hablarnos sobre las bondades de vivir cerca de una central nuclear. El paraíso de los paraísos.

 

La instrumentación minimalista de ‘Madrigalinda’ contiene algunas melodías destacables, pero el apartado vocal no puede ser más convencional. El poco talento subyacente quedaba así desaprovechado. El contenido de los bonus tracks tan sólo aporta versiones en directo o alternativas de canciones del disco, excepto la interpretación en directo de la balada versionada por él en los sesenta ‘Universal Soldier’ y las inéditas ‘Split Wood Not Atoms’ (en formato demo donde denota algo de potencial) y ‘Fair Ye Well’, esta última cantada a capela para facilitar que la olvidemos rápidamente. En definitiva, Neutronica es una pérdida de tiempo.

2024

2024

LOVE IS ONLY FEELING

Año de publicación: 1981

Puntuación:

1) Lady Of The Flowers; 2) Lover O Lover; 3) The Actor; 4) Half Moon Bay;

5) The Hills Of Tuscany; 6) Lay Down Lassie; 7) She; 8) Johnny Tuff;

9) Love Is Only Feeling; 10) Marjorie Margerine.

Cuesta prestar atención a un músico del cual sabemos que ya no tiene nada importante que decir, así que el único punto favorable que tenemos a priori es que no nos requerirá de esfuerzo intelectual. Al menos el bueno de Donovan podía seguir grabando álbumes y vivir de su trabajo. Aquí las novedades principales son la presencia del gran Danny Thompson (Pentangle) con su contrabajo y la de un músico de instrumentos de viento, lo cual permite mantener un nivel cualitativo suficiente en la ejecución de las canciones, que ya es algo.

 

Se nota que en esta ocasión se ha esforzado un poco más que en las anteriores y por ello es más fácil encontrar alguna parte con gancho como por ejemplo en el puente que antecede el sencillo estribillo (repetir el título con voz aguda) de ‘The Actor’. Aunque tampoco se ha de tener mucha esperanza porque esos casos no serán numerosos. Hacía mucho tiempo que no percibíamos un Donovan tan evocador como el de ‘Half Moon Bay’, donde recupera un punteo de guitarra muy particular a la altura de alguien que enseñó unas cuantas cosas a Lennon y McCartney durante su estancia en la India en los sesenta. En la voz del escocés se aprecia una emoción especial al cantar ‘She’, como si fuera una declaración verdadera de amor y, lo mejor de todo, a través de atrayentes melodías vocales.

 

Como si volviera a sus inicios folk, ‘Lady Of The Flowers’ transita relajadamente por un estilo acústico sobradamente conocido donde se añade una flauta como elemento principal. Esa flauta también aporta un toque especial al tono decadente de ‘Lover O Lover’, donde se ha de destacar la sensacional aportación de Danny Thompson con el contrabajo. De todas maneras, no falla encontrar canciones como ‘The Hills Of Tuscany’ o ‘Johnny Tuff’, que no ofrecen nada especial. También se muestra demasiado convencional en ‘Lay Down Lassie’, aunque sea completamente inofensiva. Pero quién puede esperar que no exista contenido de relleno.

 

Lo peor con diferencia de este álbum es la regrabación de ‘Someone's Singing’ (de A Gift From A Flower To A Garden), titulado aquí ‘Love Is Only Feeling’, pues simplemente es la excusa para cantar a dúo con su hija un estribillo facilito. En cambio, ‘Marjorie Margerine’ data de la época de Barabajagal y la podíamos encontrar en la reedición de aquel álbum, en los bonus tracks. Tiene un estilo similar a ‘Dear Prudence’ de los Beatles, aunque en realidad fueron estos quienes tomaron prestado en su momento el estilo de guitarra de Donovan. En resumen, este disco posee momentos más interesantes que las últimas entregas de este cantautor, pero básicamente porque se retrae al estilo de folk acústico que mejor se le había dado en el pasado, obviando por completo las modas musicales imperantes. En cualquier caso, permanece en el convencionalismo más puro.

LADY OF THE STARS

Año de publicación: 1984

Puntuación:

1) Lady Of The Stars; 2) I Love You Baby; 3) Bye, Bye Girl; 4) Every Reason;

5) Season Of The Witch; 6) Boy For Every Girl; 7) Local Boy Chops Wood;

8) Sunshine Superman; 9) Living For The Love Light; 10) Till I See You Again.

Donovan Lady of the Stars.jpg

Por fin el bueno de Donovan pareció entender lo que demandaban las casas discográficas, que en los ochenta era tener alguna canción con gancho e imagen para vender en la era del videoclip. Como ya no tenía mucho margen de maniobra, de las diez canciones incluidas, cinco pertenecían a su cancionero previo y eso incluía un par de éxitos de los sesenta. Era su manera de asegurarse algo con gancho, pero al mismo tiempo era una decisión desastrosa desde un punto de artístico. Pero claro, primero está el comer. La discográfica apostó por él y pudo contar con una buena cantidad de músicos para perfeccionar el sonido, una buena oportunidad para que volvieran a hablar de él. Sin embargo, que sólo haya cinco nuevas composiciones lastra cualquier expectativa de la persona conocedora de la trayectoria del escocés.

 

En el álbum anterior comenzaba cantando a la señora de las flores y aquí lo hace a la señora de las estrellas, con la salvedad de que ‘Lady Of The Stars’ proviene originalmente de su álbum Donovan de 1977, igual que la animada ‘Local Boy Chops Wood’, de tal manera que puede deducirse que el escocés buscaba entre su cancionero las composiciones más accesibles y con cierto gancho. Como habían pasado inadvertidas para el público con anterioridad, siempre podía ser un buen momento para comprobar si funcionaban unos años después. Lo que se aprecia en ambas es un papel relevante para la guitarra eléctrica, con suficiente gusto para escuchar con agrado sus entradas. La que sale mejorada respecto a la original es ‘Boy For Every Girl’, proveniente de Essence To Essence de 1973, aunque tampoco es para escucharla repetidamente porque no era nada difícil mejorar lo que era bastante desastroso en origen. Mucho más discutible es regrabar dos éxitos como ‘Sunshine Superman’ y ‘Season Of The Witch’, pues estandariza el sonido para llegar fácilmente al público y eso vulgariza el resultado, aunque la calidad de ambas composiciones es suficiente para salir airoso.

 

En cuanto a las composiciones nuevas, son mejores de lo que cabría esperar si pensamos en cómo fue la gestación del álbum y que estamos en plena década de los ochenta. Eso sí, se acerca a la calidad de los Hollies más competentes de mediados de los setenta en ‘Till I See You Again’, donde se ha de destacar nuevamente a los músicos participantes por el consistente sonido que consiguen.Aunque el estribillo no sea todo lo agraciado que cabría esperar, las estrofas de ‘I Love You Baby’ son mucho más pegadizas de lo que nos tenía acostumbrados en los últimos diez años y el ritmo cambiante aporta un gran dinamismo al desarrollo de la canción. Lo más rockero que podemos encontrar a Donovan es lo que escuchamos en ‘Bye, Bye Girl’, que no está mal porque no se olvida ni de añadir melodías vocales ni de que aparezca un fiero solo de guitarra.

 

También hay lugar para una baladas discreta pero con suficiente riqueza instrumental como ‘Living For The Love Light’, mientras que lo único flojo del álbum es el pop excesivamente recargado y que se acaba repitiendo de ‘Every Reason’. Viendo el nivel general del nuevo material, es una lástima que echara mano de regrabaciones para completar el álbum, puesto que las composiciones nuevas nos muestran a un artista que había recobrado algo de su inspiración, aunque también cabe pensar que no hubiera podido mantener ese nivel a lo largo de un álbum completo y por ello estará más de una década sin publicar un álbum con material nuevo. Había llegado el momento de retirarse de verdad.

SUTRAS

Año de publicación: 1996

Puntuación:

1) Please Don't Bend; 2) Give It All Up; 3) Sleep; 4) Everlasting Sea; 5) High Your Love;

6) The Clear-Browed One; 7) The Way; 8) Deep Peace; 9) Nirvana; 10) Eldorado;

11) Be Mine; 12) Lady Of The Lamp; 13) The Evernow; 14) Universe Am I; 15) The Garden.

Más de una década de descanso para componer supone un respiro para cualquier músico y puede haber hasta expectación por saber cómo será el retorno. Ante un lapso de tiempo tan grande, salvo que se explote comercialmente a un artista musical, ese retorno suele comportar un retorno a las raíces, a lo que uno ha hecho desde siempre, lo que se le da mejor. Este enfoque no está nada mal y la única pega que presenta es que, como es obvio, ya no se tiene la frescura ni el entusiasmo de los inicios. En el caso de Donovan, fue positivo el retorno y pudo rodearse de diferentes músicos para dotar al álbum de un sonido variado aunque también retro. Lo más curioso es que contó con la colaboración del productor Rick Rubin, cuyo currículum es tan variopinto que incluye álbumes desde los Red Hot Chili Peppers o AC/DC hasta conjuntos de hip-hop como los Beastie Boys o Run-DMC.

 

Hacía veinticinco años que Donovan no conseguía emocionarnos con una canción tan magnífica como ‘Please Don't Bend’, una magnificencia conseguida en formato acústico y escasos instrumentos, donde brillan los punteos característicos del gran Donovan de antaño y su voz emotiva que llega bien adentro. Algo así es lo que ofrecía en los sesenta y el motivo de su merecida fama de entonces. Lo que no era necesario era reescribir esta canción de manera algo más lenta en ‘The Evernow’, pero si aquí grabó quince canciones nuevas parecía inevitable que no se repitiera en alguna ocasión. Pero sigamos con este álbum porque bien lo vale. Justo como en sus inicios artísticos, con guitarra y armónica como únicos acompañantes a su voz, vuelve a dejarnos un digno ejemplo de su estilo sencillo de cantautor en ‘Give It All Up’. En cambio, añade unos económicos arreglos de cuerdas en ‘Sleep’ para no romper la sensación de dormir que transmite, acorde a su letra. Pero tenemos clara la recuperación de Donovan cuando sale ganador en piezas con guitarra y voz como únicos ingredientes, tal cual es el caso de ‘Lady Of The Lamp’.

 

Es maravilloso poder constatar que Donovan se acuerda de cómo tocar su guitarra con estilo y con gusto, lo cual comporta que disfrutemos de una sencilla canción como ‘The Clear-Browed One’ tanto por su cálido apartado vocal como por su sensacional trabajo con una guitarra acústica que transmite todavía más emoción que la voz. De manera análoga, la reposada ‘Everlasting Sea’ nos recuerda a sus baladas psicodélicas de los sesenta. En ‘Eldorado’ toma un poema de mismo título de Edgar Allan Poe y lo transforma en una balada de western, algo lógico si pensamos que el propio Poe quizá estaba pensando en la Fiebre del oro cuando lo escribió. Para un estadounidense de la Costa Este, ese fenómeno de masas que ocurría al otro extremo del país le debió parecer una aberración del género humano. Quizá no era buena opción colocar a continuación ‘Be Mine’ porque posee un tono similar.

 

Pensando en su sonido vocálico, ‘Deep Peace’ suena irrisoria y cacofónica, mientras que en ‘High Your Love’ parece que busque una adaptación melódica del Hare Krishna. Al menos el relleno de ‘The Way’ suena agradable y decente. Por otra parte, la sombría ‘Nirvana’ parece una demo de algún tema de Pink Floyd tipo ‘Embryo’, con base rítmica de guitarras acústicas y una sólida percusión que en el caso de Donovan recupera en parte sus inclinaciones más rockeras aunque se trate de una balada. Su letra no tiene nada que ver con ese grupo tan de moda en los noventa cuyo líder se suicidó. Es una pena que sólo volvamos a escuchar otra balada-rock similar en ‘Universe Am I’, pero en cualquier caso son un verdadero acierto dentro de un álbum bastante equilibrado y que hace honor al legado que había dejado durante su carrera.

PIED PIPER

Año de publicación: 2002

Puntuación:

1) I Love My Shirt; 2) Happiness Runs; 3) Sun Magic; 4) People Call Me The Pied Piper;

5) Little Boy In Corduroy; 6) Colours; 7) Jackie Beanstalk; 8) A Funny Man;

9) Mandolin Man And His Secret; 10) Nature Friends; 11) Wynken, Blynken And Nod;

12) Little Teddy Bear; 13) Voyage Of The Moon.

A lo largo de su carrera, Donovan ya había grabado música destinada al público de menor edad. La diferencia en esta ocasión es que ya no hay apenas composiciones nuevas, sino que se trata en su mayor parte de regrabaciones, dotándolas de un carácter todavía más infantil que las grabaciones originales, dejando claro de esta manera que su público objetivo era otro en esta ocasión. La contraportada del disco nos da pistas de lo que nos encontraremos aquí, puesto que Donovan aparece sonriente junto a dos niños, que probablemente sean sus nietos. Si lo recordamos, uno de los discos del doble álbum A Gift From A Flower To A Garden contenía música de temática infantil (aunque propósito serio), pero de ese disco tampoco encontramos aquí mucho más que un par de canciones. También era infantil el álbum HMS Donovan, de 1971, y no faltan algunos temas de él.

 

Lo que caracteriza este álbum lo podemos distinguir claramente si nos fijamos en su tema exitoso de folk de los sesenta ‘Colours’. Aquí desfigurado con una mayor velocidad, la presencia de un violín y el canto a dúo con una voz femenina adulta que lo hace con entonación country. En cambio, en ‘Hapiness Runs’ escuchamos una voz de niña cantando a dúo, que puede ser otra concesión a una nieta. Encontramos tres composiciones nuevas que, como cabe esperar, no suponen nada relevante. La olvidable balada de medio tempo ‘Jackie Beanstalk’ se alarga innecesariamente hasta sobrepasar los seis minutos para que a Donovan le dé tiempo a contar toda la historia. Elige el jazz para ‘Little Teddy Bear’ y eso la dota de consistencia, pero ‘Nature Friends’ es demasiado pueril y apropiada para niños menores de cinco años.

 

‘People Call Me The Pied Piper’ no era una canción nueva, pero no se llegó a incluir en ningún álbum porque formó parte en 1972 de la banda sonora de El flautista de Hamelín, dirigida por el francés Jacques Demy y con papel de Donovan incluido, haciendo precisamente de flautista. Aparte de eso, no presenta interés descubrir las novedades de las regrabaciones porque no se aprecia ningún esfuerzo artístico destacable. Por ejemplo, como novedad para ‘Voyage Of The Moon’ lo que hace es copiar parcialmente la melodía del Canon en re mayor de Pachelbel. Pero bueno, este álbum infantil debe tomarse con la misma consideración que un álbum de villancicos. Nada serio. Un disco del abuelito para sus nietos.

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