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BELLE & SEBASTIAN

2022

TIGERMILK

Año de publicación: 1996

Puntuación:

Puntuación:

Puntuación:

1) The State I Am In; 2) Expectations; 3) She's Losing It; 4) You're Just A Baby;

5) Electronic Renaissance; 6) I Could Be Dreaming; 7) We Rule The School;

8) My Wandering Days Are Over; 9) I Don't Love Anyone; 10) Mary Jo.

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2022

Casi treinta años tenía el escocés Stuart Murdoch cuando pudo debutar con la banda que había formado y en la cual escribía todas las canciones. Más o menos como otro escocés ilustre había hecho veinte años antes: Mark Knopfler. Pero Belle & Sebastian no tienen nada que ver con Dire Straits y desde el principio pusieron las cartas sobre la mesa con su propuesta de pop melódico y pulcros arreglos. Así pues, bajo un nombre que despistaba, Stuart reclutó un buen puñado de músicos comprometidos con el proyecto y que le seguirán acompañando en los siguientes años. El resultado de este debut es bien loable porque no suenan como novatos sino como un grupo humilde, sin estridencias ni virtuosismos y que sabe cuáles son sus puntos fuertes, que es centrarse en las melodías y en las texturas acústicas para conseguir un sonido principalmente suave y sosegado.

 

Más apropiadamente no podía iniciarse la andadura de esta banda en el disco que con una canción como ‘The State I Am In’, donde en primer lugar escuchamos el canto a cappella de Murdoch (lo cual pasará a ser tradición en los siguientes años) para que empecemos a reconocer de manera suave la bonita melodía que aparece. Luego entran los músicos y ya queda toda la pintura completa, conjugando humildad y emotividad en un cóctel del que este escocés es todo un maestro. Aunque la música de Belle & Sebastian es bastante previsible en ese sentido, el título de ‘Electronic Renaissance’ ya nos avisa de que se inmiscuirán eventualmente en el terreno de la electrónica y la percusión programada, pero lo hacen de una manera llamativa y con gran resultado. No se olvidan de la experimentación y la llevan un poco más allá para que ‘I Could Be Dreaming’ no quede como canción de relleno, sino que contenga ese agudo sintetizador que sería impensable en una canción comercial.

 

Pero ya no busquemos más experimentación porque esa no es la batalla que busca Stuart Murdoch. Él se suele conformar con facturar un pop de impecable factura, sea con aciertos (en lo melódico) como ‘She's Losing It’ o ‘My Wandering Days Are Over’, o en simples canciones de relleno como ‘You're Just A Baby’ o ‘We Rule The School’. En modo de pegadizo rockabilly se desarrolla ‘Expectations’, con un estribillo al estilo de los Hollies en su época gloriosa (recuerda algo a ‘Stop Right There’) y añadiendo una trompeta como los Love de ‘Alone Again Or’. Podríamos continuar con equiparaciones a bandas de los sesenta si recordamos a los primeros The Byrds en ‘I Don't Love Anyone’.

 

La canción final, ‘Mary Jo’, parece que va a pasar de manera discreta, pero el estribillo vuelve a tener un gancho especial y en la recta final aparece en todo su esplendor al incluir elementos que hemos escuchado previamente como armonías vocales o la flauta. Todo ello nos deja un aceptable debut que contiene suficientes detalles melódicos y una cuidada instrumentación como para quedar satisfecho y elegir escucharlo cualquier tarde de relax en casa. Se queda bordeando lo convencional, pero los toques imprevisibles señalados y la acertada elección de influencias salvan el disco por poco margen.

IF YOU'RE FEELING SINISTER

Año de publicación: 1996

Puntuación:

1) The Stars Of Track And Field; 2) Seeing Other People; 3) Me And The Major;

4) Like Dylan In The Movies; 5) The Fox In The Snow;

6) Get Me Away From Here, I'm Dying; 7) If You're Feeling Sinister; 8) Mayfly;

9) The Boy Done Wrong Again; 10) Judy And The Dream Of Horses.

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La cualidad de prolífico que tiene Stuart Murdoch pronto tuvo un ejemplo claro con este segundo álbum publicado unos meses después del debut y que supuso el primer éxito artístico (que no de ventas) de Belle & Sebastian, aclamados por la crítica como una de las grandes bandas de la segunda mitad de los noventa. Si bien su música en realidad no ofrecía novedades relevantes, lo cierto es que la pulcritud y exquisitez del sonido, unido a la introspección de Murdoch, conferían un aura y un carisma especial a este grupo que les hacía sobresalir en una escena musical cada vez más decadente y enfocada al comercialismo y la mercadotecnia pura y dura. En realidad no hay muchas diferencias respecto a Tigermilk, pero sí se aprecia una evolución positiva y que el grupo en conjunto había adquirido experiencia.

 

La manifiesta evolución ascendente del grupo respecto al álbum de debut queda perfectamente ejemplificada en el inicio, pues ‘The Stars Of Track And Field’ comienza igualmente con un canto a cappella (como ocurría en ‘The State I Am In’) para que luego se vayan añadiendo instrumentos de forma paulatina. La diferencia respecto al comienzo del álbum previo radica en que ahora está todo realizado con mayor inteligencia y sutileza, aparte de que ahora las melodías y su manera de progresar son realmente memorables, no solo agradables sin más. Tampoco puede fallar el empleo de un dinámico y adictivo ritmo junto a otra memorable parte vocal en ‘Seeing Other People’. Igualmente se palpa toda la emoción de Murdoch en ‘Me And The Major’, pues su voz suena cercana y directa, como si estuviera añadiéndola a un tema instrumental.

 

El título de ‘Like Dylan In The Movies’ no tiene mayor historia que hacer referencia a la película Dont Look Back (sic) de los sesenta donde se seguía a Bob Dylan en su gira británica de 1965. Musicalmente la canción sigue esos parámetros de bonitas melodías y humildad que envuelven con una instrumentación comedida pero rica en detalles. La canción que da título al álbum trata la angustia existencial de una manera desoladora y bajo un ritmo de rockabilly. La respuesta al sentimiento de alienación respecto al mundo no puede ser más desesperanzador que buscar consuelo en lo que nos diga una autoridad religiosa. ‘Mayfly’ ya parece una canción de relleno respecto a lo que hemos escuchado previamente, pero hasta canciones más discretas en apariencia como ‘The Fox In The Snow’, ‘The Boy Done Wrong Again’ o ‘Get Me Away From Here, I'm Dying’ contienen hermosas melodías vocales y arreglos exquisitos.

 

‘Judy And The Dream Of Horses’ parece una manera desenfadada de finalizar, pero si nos fijamos presenta unas pegadizas melodías y unos medidos arreglos que sirven para ir incrementando gradualmente el dinamismo de la canción, convirtiéndose en una de esas canciones que parecen sencillas pero que no lo son tanto. El tiempo ha colocado a If You're Feeling Sinister como un disco clásico de culto y en cierta manera se lo merece porque mantiene la ilusión de que la música moderna no se basa en la producción, sino en el esfuerzo y el buen gusto. En cualquier caso, que nadie busque ninguna revelación musical sino una relajada manera de disfrutar de la música.

 

THE BOY WITH THE ARAB STRAP

Año de publicación: 1998

Puntuación:

1) It Could Have Been A Brilliant Career; 2) Sleep The Clock Around;

3) Is It Wicked Not To Care?; 4) Ease Your Feet In The Sea; 5) A Summer Wasting;

6) Seymour Stein; 7) A Space Boy Dream; 8) Dirty Dream Number Two;

9) The Boy With The Arab Strap; 10) Chickfactor; 11) Simple Things;

12) The Rollercoaster Ride.

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1997 no fue un año sin producción de Belle & Sebastian. Todo lo contrario, puesto que publicaron hasta tres EP: Dog On Wheels, Lazy Line Painter Jane y 3.. 6.. 9.. Seconds Of Light. Todos ellos serán recopilados en el futuro Push Barman To Open Old Wounds, así que será entonces cuando hablemos de su contenido. Lo que podemos comprobar es que, para 1998, Belle & Sebastian ya podían considerarse como una verdadera banda, no solo el vehículo de expresión de Stuart Murdoch. De hecho, en la portada aparece el teclista principal del grupo, Chris Geddes. Musicalmente nos ofrecen más de lo mismo, con alguna que otra sorpresa, pero se observa una mayor participación de diferentes miembros de la banda, lo cual redunda en una mayor versatilidad del sonido y, probablemente, en un mayor aliciente para que Stuart Murdoch siguiera evolucionando aunque esa evolución sea lenta.

 

Nuevamente la voz a cappella de Stuart es lo que escuchamos como inicio del disco en ‘It Could Have Been A Brilliant Career’, aunque muy pronto entra la suave sección rítmica y más adelante acabará acompañado de más instrumentos y una segunda voz de apoyo. Pronto observaremos también una novedad importante, ya que en ‘Is It Wicked Not To Care?’ escoge por primera vez la opción de dejar la voz principal a Isobel Campbell, una decisión inteligente que permite dotar de mayor variedad tímbrica a la música apacible de la banda. Esto no quiere decir que fuera necesario adoptar decisiones o cambios diferentes a lo que habían estado realizando previamente. Por ejemplo, mediante la canción que da título al álbum simplemente nos dejamos llevar por la cadencia y los inteligentes giros melódicos marca de la casa. Simplemente con hacer las cosas con gusto e implicación era suficiente para conseguir algo estimable.

 

Es curioso que cuando se deslizan por la sencillez instrumental, como ocurre en ‘Chickfactor’, consigan una bellísima canción de cautivadoras melodías donde únicamente se necesita un piano marcando el ritmo y el desarrollo (como si fuera una lied de Schubert), aunque la adición de los instrumentos de cuerda son un acierto absoluto porque consiguen un bello efecto similar al de cualquier cuarteto clásico de cámara. Es una muestra más del talento conjunto del grupo, más allá del propio de Murdoch, si es que fue en realidad resultado de la unión de ideas de los miembros participantes. De hecho, quien canta aquí es el guitarrista Stevie Jackson. No se puede condensar más gloria pop en menos tiempo que los menos de dos minutos de ‘Simple Things’, de adictiva guitarra al estilo de los grupos de art-rock de los sesenta y una emotiva parte vocal que transmite todo el pesar de esa persona enamorada y no correspondida, cuya única esperanza es hacer saber a la otra persona que estará ahí, pero solamente a cambio de sentirse correspondida en sus sentimientos.

 

Vuelve a sorprendernos, como en el primer álbum, con un tema que se sale por completo de lo que entendemos por Belle & Sebastian. Se trata de ‘A Space Boy Dream’, una composición cuya primera mitad es un ritmo de trip-hop con una voz recitada por parte del bajista Stuart David, para luego acelerarse en modo trance y acabar instrumentalmente bajo una fusión con la música latina de los setenta al estilo de Santana. Definitivamente, una rareza para esta banda. Sin tiempo para respirar, llega con brío el ritmo acelerado de aires franceses de ‘Dirty Dream Number Two’, cuyo estribillo parece inspirado vagamente en ‘Mr. Tambourine Man’ de Bob Dylan. Y ya que hemos nombrado al premio Nobel, aprovechamos para señalar que ‘Sleep The Clock Around’ parece la heredera de ‘Like Dylan In The Movies’, la canción del álbum anterior. De alguna manera, ‘Ease Your Feet In The Sea’ parece inspirada en el tono acústico-decadente y rítmico de Love.

 

Aunque suene agradable e inofensiva, ‘Seymour Stein’ se olvida rápidamente. No puede decirse tampoco de ‘A Summer Wasting’ que esté mal, pero suena a más de lo mismo y quizá de eso se dio cuenta Stuart para dejarla en dos minutos que se pasan volando. Donde no parece darse cuenta de la necesidad de recortar un poco la duración es en la canción final ‘The Rollercoaster Ride’, cuyo punto álgido llega pasados los cuatro minutos y muy bien se podría haber quitado algo del principio y sobre todo el último minuto y medio instrumental. Las diferentes imperfecciones citadas, así como los escasos avances y que el factor sorpresa ya se había quedado muy diluido, no permiten valorar The Boy With The Arab Strap como una obra relevante dentro de la discografía de la banda, a pesar de contener algunas sensacionales canciones. Puede llevar a una confusión razonable que tenga la misma valoración que Tigermilk, puesto que este álbum se aprecia que es mejor. Pero podríamos decir que Tigermilk es un 7'7 mientras que The Boy With The Arab Strap se quedaría perfectamente en un 8'5, de tal manera que las diferencias son claras. Pero bueno, mejor olvidemos los decimales o crearemos un precedente incómodo para quien suscribe estas palabras.

FOLD YOUR HANDS CHILD, YOU WALK LIKE A PEASANT

Año de publicación: 2000

Puntuación:

1) I Fought In A War; 2) The Model; 3) Beyond The Sunrise;

4) Waiting For The Moon To Rise; 5) Don't Leave The Light On Baby;

6) The Wrong Girl; 7) The Chalet Lines; 8) Nice Day For A Sulk; 9) Women's Realm;

10) Family Tree; 11) There's Too Much Love.

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El trabajo incansable de este grupo les llevó a publicar en 1998 el EP This Is Just A Modern Rock Song, que formará parte de la anteriormente citada recopilación Push Barman To Open Old Wounds y por tanto hablaremos de él cuando llegue el momento. En el cuarto álbum de larga duración de Belle & Sebastian los escuchamos todavía más como un grupo, no como unos acompañantes circunstanciales de Stuart Murdoch. Hasta cuatro de los miembros (incluyendo a Stuart) se alternan para cantar en una u otra canción, lo cual las dota de una cierta variedad y compensa la monotonía a la que puede llevar un sonido siempre tan dócil, por mucho que los arreglos sean de una exquisitez absoluta.

 

Como no podía ser de otra manera, el canto a cappella de Stuart sirve de inicio para el álbum en ‘I Fought In A War’ y de nuevo poco a poco se va formando una línea melódica vocal atractiva que sirve para mantener el interés cuando entran los reposados instrumentos. El adictivo piano eléctrico que inicia ‘Don't Leave The Light On Baby’, lo cual es un pequeño detalle de interés, capta muy pronto la atención, pero luego se acaba repitiendo demasiado la misma estructura de la composición y eso juega en su contra. Pero a lo largo del álbum la banda busca en general momentos de relajación sin mayores problemas, sea con canciones discretas como ‘The Chalet Lines’ o con otras que al menos ofrezcan una línea melódica interesante, como es el caso de ‘Family Tree’.

 

No es una sorpresa encontrar el espíritu de las baladas de los sesenta de ‘Wrong Girl’, pero sí constatar que el inicio de ‘The Model’ recuerda mucho a ‘She May Call You Up Tonight’ de The Left Banke (un grupo al que incluso harán referencia en la futura composición ‘Piazza, New York Catcher’) por ese teclado que suena como si fuera un clavecín, aunque por lo demás es diferente y las melodías vocales son de las más cautivadoras que sabía conseguir Murdoch. El comienzo de rítmico piano de ‘Women's Realm’ nos hace recordar a ‘Don't Go Breaking My Heart’ de Elton John y luego para los incisos instrumentales retoma una melodía de ‘The Model’, así que su carácter de relleno es más que evidente. Algo similar puede parecer ‘There's Too Much Love’, pero los detalles instrumentales y la pegadiza melodía vocal hacen olvidar cualquier tipo de similitud y convierten este tema en un hermoso final para el disco.

 

Dentro de lo que podría catalogarse como experimental para una banda como Belle & Sebastian, ‘Beyond The Sunrise’ conjuga una ambientación bucólica en la cual se va alternando la voz grave del guitarrista Stevie Jackson con la delicada voz de la violoncelista Isobel Campbell, como si estuvieran interpretando al mismo tiempo a los personajes inherentes a la letra. También cabría destacar la onírica ‘Waiting For The Moon To Rise’, cantada por Campbell, que es otro tema que ayuda a salvar mínimamente la sensación de similitud que transmite el contenido de este álbum. No se puede ubicar entre lo mejor que hicieron, pero sí resulta suficientemente aceptable para escuchar con agrado en alguna ocasión que necesitemos algo sosegado para nuestro ambiente sonoro.

STORYTELLING

Año de publicación: 2002

Puntuación:

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1) Fiction; 2) Freak; 3) Dialogue: Conan, Early Letterman; 4) Fuck This Shit; 5) Night Walk;

6) Dialogue: Jersey's Where It's At; 7) Black And White Unite; 8) Consuelo;

9) Dialogue: Toby; 10) Storytelling; 11) Dialogue: Class Rank;

12) I Don't Want To Play Football; 13) Consuelo Leaving; 14) Wandering Alone;

15) Dialogue: Mandingo Cliche; 16) Scooby Driver; 17) Fiction Reprise; 18) Big John Shaft.

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Antes de grabar su propia película de ficción como director, Stuart Murdoch tuvo una primera incursión en el mundo cinematográfico gracias al mordaz director Todd Solondz, para quien grabó la banda sonora de Cosas que no se olvidan (Storytelling en su título original), otra de sus películas que nos muestra la incomodidad de una posible realidad que nos obliga a enfrentarnos a prejuicios, estereotipos o, peor aún, lo cruel que puede ser la mente humana bajo una apariencia inofensiva. Para quien desee adentrarse en su cine, se recomienda verlo en versión original (tampoco pasa nada por leer subtítulos), porque sus personajes, que se nos aparecen siempre tan reales, parecen totalmente falsos con la voz de doblaje. Los doblajes vienen bien para el cine de aventuras, animación o comedia romántica, pero no para el cine realista (o de realismo hiperbólico y satírico, que es el mundo de Solondz). Respecto a la música, no encontraremos mucho del pop estilizado típico de la banda, sino que aprovechan para tocar varios palos aunque con poca originalidad. Por medio de las canciones encontraremos diálogos extraídos de la película, uno de ellos con algo de música (‘Mandingo Cliche’), pero como cabía esperar son totalmente superfluos.

 

El instrumental ‘Fiction’ es una pieza ideal como comienzo de una película por su delicadeza en los arreglos de cuerda y por las bellas melodías que nos va dejando el piano, siguiendo a continuación ‘Freak’ en un tono similar pero más relajado, donde podemos escuchar una voz de tipo coral que encaja perfectamente en el onirismo buscado en la interpretación. Como suele ocurrir en las bandas sonoras, habrá alguna pieza o melodía recurrente a lo largo del álbum y eso ocurre con ‘Fiction’, que la volveremos a escuchar en otra versión alternativa en ‘Night Walk’ y en, obviamente, ‘Fiction Reprise’, esta última con sección rítmica de acompañamiento. Un sonido algo más latino, ayudándose de trompetas para ello, busca en ‘Consuelo’, el nombre de uno de los personajes de la película, pero las melodías se olvidan rápidamente y los adornos de arpa sirven para vestir un poco más la pieza. Si nos fijamos en ‘Consuelo Leaving’, su inicio orquestal es algo engañoso porque luego entran más motivos latinos y se vuelve una pieza más bien rítmica donde se retoma algo de ‘Fiction’.

 

El ofensivo título de ‘Fuck This Shit’ esconde por sorpresa un tema más acogedor e incluso de tono familiar, con una armónica en primer lugar que recuerda las tonadas de series de sobremesa para toda la familia o a canciones confortables de película tipo ‘Raindrops Keep Fallin' On My Head’. Esa mirada al pasado no es casual porque en otros momentos apreciaremos situaciones similares, como por ejemplo parecer un trasunto de los primeros Byrds en la breve ‘Scooby Driver’. En ‘Wandering Alone’ parece mirar el estilo de serenata de canciones tipo ‘Only The Lonely’ de Roy Orbison, pero aquí queda un tanto chabacano porque no parece una parodia, que sería lo suyo al tratarse de una película de Todd Solondz. Por otra parte, ‘Black And White Unite’ es una tranquila canción acústica de aires psicodélicos.

 

La mejor canción del disco es sin duda ‘Storytelling’, un pop dinámico y muy pegadizo donde se alternan las voces femeninas y masculinas para hablarnos sobre el proceso de creación de una narración, todo bajo espléndidas melodías que se crecen conforme la canción avanza. Es también la canción que más nos recuerda el estilo de Belle & Sebastian junto a la final ‘Big John Shaft’, esta implementada en ese modo placentero y exquisito que tan buenos resultados les había dado. Porque al fin y al cabo se trata de una banda sonora y como tal es una entrada menor en la discografía del grupo, quedándose en un punto cercano a la indiferencia que queda salvado por esos precisos detalles melódicos que consiguen que disfrutemos de algunos grandes momentos musicales como los señalados. Como aclaración final, la portada no tiene nada que ver con la película.

DEAR CATASTROPHE WAITRESS

Año de publicación: 2003

Puntuación:

1) Step Into My Office, Baby; 2) Dear Catastrophe Waitress; 3) If She Wants Me;

4) Piazza, New York Catcher; 5) Asleep On A Sunbeam; 6) I'm A Cuckoo;

7) You Don't Send Me; 8) Wrapped Up In Books; 9) Lord Anthony;

10) If You Find Yourself Caught In Love; 11) Roy Walker; 12) Stay Loose.

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Cambios significativos habían ocurrido en el seno de Belle & Sebastian porque, en primer lugar, la violoncelista Isobel Campbell había abandonado la banda. Más revelador resultaba el hecho de que Stuart Murdoch volvía a convertirse en el compositor y vocalista principal, después de unos últimos álbumes más colaborativos en ese sentido. La guinda de todos los cambios, si descontamos el cambio a una nueva discográfica, es la participación como productor de Trevor Horn, aquel tipo de gafas que alcanzó un gran éxito en 1979 con su proyecto The Buggles y la sensacional canción ‘Video Killed The Radio Star’, tanto que llegó a formar parte de Yes. La intervención de Horn se podía entender como un gesto claro de voluntad para actualizar el sonido del grupo, algo que en cierta manera consigue sin que se pierda la esencia de lo que habían sido Belle & Sebastian hasta ese momento, aunque el mayor cambio que se encuentra es el estado de ánimo de las canciones. Nunca antes había desprendido tanta alegría un álbum de esta banda, más propicia a la melancolía y la relajación.

 

El comienzo algo infantil de ‘Step Into My Office, Baby’, en un estilo al ‘Soul Bossa Nova’ de Quincy Jones, puede dejar una primera impresión muy equivocada para esta canción que muy pronto desarrolla una irresistible parte vocal con unas deslumbrantes melodías vocales que llegan al olimpo de la gloria pop en el estribillo y los incisos corales. Transcurridos los tres minutos incluso aparece una entrada rítmica que se va acelerando y que recuerda a ‘Old Brown Shoe’ de los Beatles, pero antes de finalizar tendremos también otro ejemplo de grandeza vocal al mejor estilo de los Beach Boys. Y es que la manera de jugar con el tempo de la canción es magistral. Que hagamos referencia a tantos grandes nombres de la música sin que en ningún momento se pierda la esencia de Belle & Sebastian, eran señal de que habían alcanzado el estatus de banda importante. Bueno, algo de la esencia se había perdido cuando sonaban tan joviales y con una letra humorística. El humor también puede apreciarse en el vídeo musical de ‘Step Into My Office, Baby’, donde abundan las metáforas visuales referentes a la copulación. Y podemos proseguir con la referencia a otros nombres ilustres, puesto que entran en el terreno del glorioso power-pop de los Hollies (los de Nash) mediante ‘Dear Catastrophe Waitress’ y sus cambios de ritmo, dinamismo envolvente y memorables melodías vocales

 

El espíritu transgresor y carnavalesco de Os Mutantes lo encontramos en la pegadiza ‘Roy Walker’, donde el estribillo de “I wandered all night, I wondered all night about you / I've been here for years just wandering around the neighbourhood” invita inmediatamente a cantar al unísono. Las estrofas cantadas a gran velocidad, así como los efectos de sonido variados, sí que recuerdan a los primeros Os Mutantes, los más psicodélicos y atrevidos. Aparte, en esta canción podemos escuchar un sensacional solo de guitarra bien estridente y potente, algo nada habitual en Belle & Sebastian. The Byrds asoman en la guitarra de ‘Wrapped Up In Books’, donde la riqueza de arreglos y la diversidad melódica en el apartado vocal la convierten en una pequeña joya del álbum. Aparte, cabe elogiar su vídeo musical porque refleja el amor por los libros y la lectura, una afición muy recomendable y necesaria. Por otro lado, la base folk que tenía Murdoch aparece con gusto y acogedoras melodías vocales en ‘Piazza, New York Catcher’, en cuya letra se nombra la canción ‘Walk Away Renée’ de The Left Banke, como también aparece ese tono folk más adelante pero en modo orquestal en ‘Lord Anthony’.

 

Hay momentos en los que el grupo necesita relajarse con algo más tranquilo y sencillo como ‘If She Wants Me’, agradable pero más discreto en comparación con los mejores temas de este disco. No convence mucho la simplona melodía de trompeta que emplean para ‘You Don't Send Me’, cuyo regusto sesentero del apartado vocal deja al menos una mejor impresión, pero resulta imposible no caer rendido ante los llamativos y humildes ritmos, al más puro estilo de la banda, de ‘If You Find Yourself Caught In Love’, ‘I'm A Cuckoo’ o de ‘Asleep On A Sunbeam’. En esta última, la cálida voz de Sarah Martin nos acompaña en ese relajado trayecto musical que nos proponen. Es la única canción donde esta violinista adopta el rol de vocalista principal.

 

La mano de Trevor Horn como productor se aprecia con claridad en la canción más sorprendente por lo extraña que resulta para cualquier seguidor/a del grupo, aunque tampoco era la primera vez que se desviaban de su estilo más típico. Esa canción la reservan para el final, ‘Stay Loose’, de hipnótico organillo y estrofas casi robóticas que los podrían hacer pasar por un grupo de la New Wave de principios de los ochenta (tipo The Cars o XTC, o incluso recordar a ‘Ashes To Ashes’ de David Bowie o –toma ya– ‘This Year's Girl’ de Elvis Costello, de 1978), pero con un estribillo que podría parecer surgido de The Jam. Y bueno, otro aspecto que deleita por completo es el sencillo pero excelente solo de guitarra que sirve para finalizar una estructura musical que se vuelve a repetir, con la salvedad de un reposado inciso que se añade cerca de los cinco minutos y que parece inspirarse vagamente en ‘Mr. Tambourine Man’ de Bob Dylan.

 

Resulta curioso que hayamos citado en este análisis a una docena o más de otros artistas o grupos, pero todo ello no significa que nos vayamos a encontrar un álbum mediocre que se limita a copiar a otros, ni mucho menos. Belle & Sebastian poseían un estilo definido y devoto de la música anterior, pero el talento de Stuart Murdoch radica en unas imbatibles melodías que aquí aparecen en mayor número de lo habitual, donde el soporte musical sirve de homenaje respetuoso a otros músicos que le precedieron, pero sin perder la propia esencia. Un gran álbum del siglo XXI.

PUSH BARMAN TO OPEN OLD WOUNDS

Año de publicación: 2005

Puntuación:

CD I: 1) Dog On Wheels; 2) The State I Am In; 3) String Bean Jean; 4) Belle And Sebastian; 5) Lazy Line Painter Jane; 6) You Made Me Forget My Dreams; 7) A Century Of Elvis;

8) Photo Jenny; 9) A Century Of Fakers; 10) Le Pastie De La Bourgeoisie; 11) Beautiful;

12) Put The Book Back On The Shelf/Songs For Children.

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CD II: 1) This Is Just A Modern Rock Song; 2) I Know Where The Summer Goes;

3) The Gate; 4) Slow Graffiti; 5) Legal Man; 6) Judy Is A Dick Slap; 7) Winter Wooskie;

8) Jonathan David; 9) Take Your Carriage Clock And Shove It;

10) The Loneliness Of A Middle Distance Runner; 11) I'm Waking Up To Us;

12) I Love My Car; 13) Marx And Engels.

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Esta compilación recoge la producción en EP y singles de Belle & Sebastian entre 1997 y 2001. La colección de EP reúne los siguientes: Dog on Wheels, Lazy Line Painter Jane y 3.. 6.. 9 Seconds of Light (los tres de 1997), y This Is Just a Modern Rock Song (1998); así mismo, encontraremos los singles Legal Man (2000), Jonathan David y I'm Waking Up To Us (ambos de 2001). En la portada observamos una foto de Stuart Murdoch que evoca las películas francesas de la Nouvelle vague. Uno piensa inmediatamente en Banda aparte de Godard. Respecto a lo musical, uno puede pensar que los EP y singles pudieron ser la vía para que la banda mostrara algunas vertientes diferentes a las mostradas en los álbumes de larga duración. Sin embargo, en ese apartado saldremos decepcionados porque la música aquí incluida mantiene más o menos los mismos parámetros desarrollados en esos años. Y bueno, también nos daremos cuenta de que lo mejor de su cancionero estaba ya en aquellos álbumes.

 

Resulta curioso encontrar una canción cuyo título es el nombre de la banda, pero no vamos a encontrar nada relevante en ‘Belle And Sebastian’, ni siquiera en la letra porque no habla del grupo, sino de dos personajes ficticios con ese nombre. Son detalles así lo único que podrá captar el interés, puesto que el grueso de esta compilación es de un estilo sobradamente desarrollado por este grupo. Así, tenemos soft-pop más animado pero olvidable (‘String Bean Jean’, ‘Jonathan David’, ‘Photo Jenny’, ‘The Gate’); baladas de un estilo ya suficientemente visto y testado (‘A Century Of Fakers’); instrumentales de relleno como ‘Judy Is A Dick Slap’, donde abusan un poco de los sintetizadores, o quizá es que estaban parodiando a Air, aunque el último minuto no tiene nada que ver y lo dedican a un piano solo. Peor es encontrarnos aburridas baladas como ‘Take Your Carriage Clock And Shove It’ o ‘You Made Me Forget My Dreams’ (donde se les va la olla al final y meten súbitamente unos ruidos), o la bochornosa ‘Beautiful’, que es lo contrario de lo que sugiere el título.

 

No habrá tampoco muchas canciones a destacar entre tanta morralla de música agradable aunque insignificante. Pero aciertan en las emotivas ‘Winter Wooskie’ y ‘The Loneliness Of A Middle Distance Runner’, en esta última añadiendo un notable solo de guitarra de los que no se prodigan mucho en el cancionero de la banda. En algunos momentos cambia algo el panorama y nos encontramos intrépidas piezas de pop ágil y adictivo como ‘Le Pastie De La Bourgeoisie’, de vibrante teclado y guitarras surferas que más o menos vuelven a reproducir de forma más convencional en ‘Legal Man’. Por otra parte, el musicalizado título de ‘Lazy Line Painter Jane’ esconde una especie de balada que nos traslada al sonido del período 1966-67, a lo que hacían por entonces los Rolling Stones cuando empezaron a asimilar la psicodelia, con una coda instrumental muy potente. Lo más inesperado de la canción es la irrupción de una voz femenina que suena a Bonnie Tyler rejuvenecida.

 

Si recordamos, ‘The State I Am In’ era la canción que abría el álbum de debut de la banda, Tigermilk, y aquí podemos escucharla en una versión alternativa de sonido más sobrio y directo. El comienzo a cappella de ‘Put The Book Back On The Shelf/Songs For Children’ también nos hace recordar el estilo de los inicios de sus primeros álbumes, bien desarrollada luego en un vibrante pop que va ganando en intensidad mientras los vientos y las cuerdas adornan con gusto el conjunto. Bueno, la segunda parte titulada ‘Songs For Children’ es mucho más discreta y no encaja con lo que hemos escuchado previamente. Por el contrario, mal comienza el segundo disco de esta recopilación con canciones muy lentas, llegando a lo más cursi y soporífero en ‘I Know Where The Summer Goes’. Los avances de ‘This Is Just A Modern Rock Song’ (nombre del EP donde están contenidos los cuatro primeros temas del segundo disco) son tan mínimos que sus siete minutos de tranquilidad se vuelven pesados de digerir. Resulta curioso que la tranquila ‘Slow Graffiti’ fuera incluida en la banda sonora de The Acid House, una floja adaptación de la colección de relatos bajo el mismo título (en este caso, mucho mejor leerlos) de Irvine Welsh, un escritor de quien acertaron con la plasmación fílmica del primer Trainspotting pero luego ya no han corrido la misma suerte el resto de adaptaciones cinematográficas de su obra.

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Dog On Wheels’ de alguna manera copia la línea melódica de las estrofas de la canción ‘Summer Wine’ de Lee Hazlewood y Nancy Sinatra, introduciendo por medio una trompeta mexicana al estilo de ‘Alone Again Or’ de Love. Lo más gracioso es que son exactamente las mismas influencias las que parecen llevarnos a ‘I'm Waking Up To Us’, como si todo ello fuera una fijación freudiana de Murdoch. Al bajista le dejan recitar una historia suya sin interés mientras suena una agradable música en ‘A Century Of Elvis’, pero queda entre lo más flojo de esta recopilación. Nos queda citar un ejemplo de costumbrismo británico al estilo de los sesenta (‘I Love My Car’) y el título de ‘Marx & Engels’ que llama la atención inmediatamente, aunque diste de ser una canción política. Los anticomunistas directamente ni la escucharán porque no saben quién es Engels, pero las personas analíticas comprobarán que se trata de una inocente canción, discreta y reposada, sobre un chico que quiere acercarse tímidamente a una chica que está leyendo algún texto sobre los filósofos del título. Este texto se revela hacia el final, cuando se escuchan los coros femeninos cantando un fragmento del Manifiesto Comunista, obra conjunta de ambos.

IF YOU'RE FEELING SINISTER: LIVE AT THE BARBICAN

Año de publicación: 2005

Puntuación:

1) The Stars Of Track And Field; 2) Seeing Other People; 3) Me And The Major;

4) Like Dylan In The Movies; 5) The Fox In The Snow;

6) Get Me Away From Here, I'm Dying; 7) If You're Feeling Sinister; 8) Mayfly;

9) The Boy Done Wrong Again; 10) Judy And The Dream Of Horses.

En el siglo XXI empezó a crearse una especie de moda donde los grupos o artistas interpretaban en directo de manera íntegra y en el mismo orden alguno de sus álbumes más aclamados. Y esto es lo que hicieron Belle & Sebastian con If You're Feeling Sinister en un concierto en Londres en septiembre que no tardaron en publicar antes de acabar el año. Bueno, el concierto fue mucho más largo porque tocaron otras canciones de su ya amplio repertorio, sobre todo de las que habían publicado unos meses antes en la recopilación de Push Barman To Open Old Wounds, pero finalmente publicaron aquí únicamente lo referente al álbum en cuestión. Y bueno, ¿qué se puede decir de la implementación en directo de un álbum de sonido pulcro y consistente pero más bien sencillo? Pues en realidad poca cosa en comparación con la grabación de estudio, de tal manera que la primera impresión que deja es la de haber realizado un copia-pega porque no hay apenas diferencias y tampoco podría haber muchas.

 

En teoría salían acompañados de suficientes músicos adicionales para embellecer la música, pero esto tampoco resulta tan evidente y en pocos casos (como por ejemplo la canción que da título al álbum), se aprecia cómo embellecen el sonido con instrumentos de cuerda complementarios. Más acústico e incluso más rústico se muestra el entramado instrumental de ‘Me And The Major’, con la armónica cobrando protagonismo, en lo que queda como una de las pocas sorpresas o novedades que encontraremos en esta interpretación de su aclamada obra. Se puede disfrutar tanto como el equivalente de estudio, pero es tan similar que tan solo podrá interesar a quienes sean verdaderos/as fans de la banda.

2023

THE LIFE PURSUIT

Año de publicación: 2006

Puntuación:

1) Act Of The Apostle; 2) Another Sunny Day; 3) White Collar Boy;

4) The Blues Are Still Blue; 5) Dress Up In You; 6) Sukie In The Graveyard;

7) We Are The Sleepyheads; 8) Song For Sunshine; 9) Funny Little Frog;

10) To Be Myself Completely; 11) Act Of The Apostle II;

12) For The Price Of A Cup Of Tea; 13) Mornington Crescent.

Belle Sebastian life pursuit.jpg

2023

Tras la publicación de una recopilación y un concierto, llegaba un nuevo álbum de Belle & Sebastian, The Life Pursuit, un título con pretensiones que no esconde nada nuevo salvo que se trata del álbum más británico de la banda hasta la fecha. O bueno, para un grupo de orígenes escoceses, podríamos concretarlo como su álbum más inglés, pues ir más al norte en la isla es volverse más céltico. The Life Pursuit es también el álbum de los homenajes, algo que no es nuevo en Belle & Sebastian pero sí cuando se aprecia un menor esfuerzo en aportar la personalidad propia, que es lo que más se echa en falta en esta ocasión. Y bueno, tampoco está ya Trevor Horn en la producción y por ello no cabía esperar que la banda se saliera de los sonidos ya conocidos.

 

Pero el grupo sigue estando en forma y su talento para las melodías cautivadoras reaparece en ‘Another Sunny Day’, que suena como la perfecta heredera de ‘Wrapped Up In Books’, de Dear Catastrophe Waitress. La que engancha desde el inicio por su humildad (la canta el guitarrista Stevie Jackson, que no puede tener más apariencia de buenazo) y pegadizas melodías es ‘To Be Myself Completely’, aunque el estribillo copia por completo el puente de ‘Never Can Say Goodbye’, canción popularizada en su versión discotequera por Gloria Gaynor: Solo cabe comparar cuando esta canta “Every time I think I've had enough / And start heading for the door” con cuando Jackson canta aquí “And forever and for no one I will let it all go by”). Si no fuera por ese detalle, sería una de las grandes canciones de Belle & Sebastian.

 

Como ya se ha dicho, hay aquí mucho homenaje y, por ejemplo, ‘Dress Up In You’ podría pasar por una canción de Ray Davies y el empleo de prominentes instrumentos de viento acentúa la idea de que podría haber pertenecido a algún álbum de los Kinks justamente previos al Village Green Preservation Society. El rock algo más clásico pero con un tratamiento que recuerda a T. Rex es lo que encontramos en ‘The Blues Are Still Blue’, mientras que ‘Sukie In The Graveyard’ nos deja un regusto al Ziggy Stardust de David Bowie pero con alguna trompeta de más. Es imposible no acordarse de Stevie Wonder cuando empieza a sonar el clavinet de ‘Song For Sunshine’, aunque luego el tratamiento de la canción es al más puro estilo de The Bees, es decir, tal como estos harían un homenaje postmoderno y serio de esa música, mientras que la ostentosa ‘White Collar Boy’ nos traslada al brit-pop de los noventa, esto es, de ese brit-pop que bebía intensa y directamente del pasado musical de las islas.

 

A veces el homenaje es simplemente citar una canción (una buena costumbre de este grupo), en este caso de Cat Stevens en la adusta pero melódica ‘Act Of The Apostle’, cuya segunda parte encontramos ya avanzado el álbum pero no tiene nada que ver con la primera porque se trata de un discreto music-hall cuyos finales de estribillo son calcados a los de ‘Lazy Old Sun’ de The Kinks, aquella canción que mezclaba con poca fortuna la psicodelia con el vodevil. Eso sí, en el tramo final de ‘Act Of The Apostle II’ sí que retoman la primera parte de manera gloriosa. En cambio, ‘Funny Little Frog’ posee un intrigante e interesante comienzo, más algún cambio de ritmo, pero suena a hermana menor de canciones joviales populares como, por ejemplo, aquella titulada ‘Dancing In The Moonlight’, canción de los setenta que por el año 2000 fue versionada con mucho éxito por algún grupo de esos de los que luego ya no se sabe nada.

 

El comienzo de ‘We Are The Sleepyheads’ es muy desconsolador porque parece el de algún programa de variedades de fin de semana y mínimamente lo salvan con el apartado vocal y un solo de guitarra distorsionado, pero no deja de ser lo más flojo de este álbum. Nos quedan así el jovial relleno de ‘For The Price Of A Cup Of Tea’ y una balada bien implementada y con el piano liderando la instrumentación, ‘Mornington Crescent’, que es una buena manera de finalizar un álbum sin pretensiones como el que acabamos de comentar. De Belle & Sebastian siempre cabe esperar alguna joya pop de canción y en ese sentido tampoco salimos decepcionados, pero no se trata de uno de sus mejores trabajos.

THE BBC SESSIONS

Año de publicación: 2008

Puntuación:

CD I: 1) The State I Am In; 2) Like Dylan In The Movies; 3) Judy And The Dream Of Horses; 4) The Stars Of Track And Field; 5) I Could Be Dreaming; 6) Seymour Stein; 7) Lazy Jane;

8) Sleep The Clock Around; 9) Slow Graffitti; 10) Wrong Love; 11) Shoot The Sexual Athlete; 12) The Magic Of A Kind Word; 13) Nothing In The Silence;

14) (My Girl's Got) Miraculous Technique.

​

CD II: 1) Here Comes The Sun; 2) There's Too Much Love; 3) The Magic Of A Kind Word;

4) Me And The Major; 5) Wandering Alone; 6) The Model; 7) I'm Waiting For The Man;

8) The Boy With The Arab Strap; 9) The Wrong Girl; 10) Dirty Dream #2;

11) Boys Are Back In Town; 12) Legal Man.

Como todo grupo británico que se precie, de Belle & Sebastian también se publicó un álbum de grabaciones de la BBC, pero con la particularidad de que no todo son grabaciones radiofónicas con sonido pulcro. De los dos discos que conforman este álbum, el primero sí que reúne sesiones radiofónicas grabadas entre 1996 y 2001, mientras que el segundo se corresponde con un concierto en Belfast de diciembre de 2001. De esta manera podemos comparar el sonido del grupo en ambientes diferentes, pues incluso hay canciones que se repiten en ambos discos. Encontraremos composiciones inéditas y versiones inesperadas, aunque sin demasiadas sorpresas en el tratamiento musical. Ya podemos intuir que Belle & Sebastian no nos van a ofrecer variaciones significativas en la interpretación de su cancionero, mucho menos desarrollos o improvisaciones instrumentales.

 

En el primer disco, el de grabaciones en los estudios radiofónicos, no encontraremos muchas sorpresas. Quizá la mayor sorpresa, pero negativa, sea comprobar cómo en algunas canciones como ‘Judy And The Dream Of Horses’ o ‘I Could Be Dreaming’ suenan algo amateur. Algunos títulos esconden versiones primerizas de futuras canciones del grupo, como por ejemplo ‘Wrong Love’, que luego se convertiría en ‘The Wrong Girl’, canción de Fold Your Hands Child, You Walk Like A Peasant y que aquí podemos escuchar también interpretada en el segundo disco, lo cual demuestra la evolución positiva que siguió la banda. ‘Lazy Jane’ es una versión alternative de ‘Lazy Line Painter Jane’, canción publicada en un EP de mismo título que venía incluido en Push Barman To Open Old Wounds, una recopilación gracias a la cual ya conocemos otras canciones aquí interpretadas como ‘Slow Graffitti’.

 

La mayor parte de canciones inéditas las encontraremos al final del primer disco, pues justo las cuatro últimas pertenecen a una sesión de radio de 2001 y nunca aparecieron en ningún álbum de la banda, siendo composiciones originales y algunas de ellas bastante recomendables. Parece que estemos escuchando a Lou Reed en ‘Shoot The Sexual Athlete’ por ese estilo tan particular de recitar y aplicar una aguda guitarra bajo un marcado ritmo. Pero es una rareza sin mayor interés y de lo más flojo que encontraremos en este álbum. El colorido art-rock de reminiscencias psicodélicas ‘The Magic Of A Kind Word’, muy al estilo de Os Mutantes, la encontraremos por duplicado para comprobar cómo los Belle & Sebastian saben llevar su exquisitez musical a diferentes tipologías de escenario. Por otra parte, con una delicada voz femenina ‘Nothing In The Silence’ se ubica entre la balada minimalista y la balada western en sus fragmentos instrumentales. En cambio, ‘(My Girl's Got) Miraculous Technique’ es una agradable reescritura de ‘Femme Fatale’, de The Velvet Underground, una aseveración nada descabellada porque también podemos encontrar en el segundo disco una interpretación de ‘I'm Waiting For The Man’, canción que a priori no encaja con el estilo del grupo pero que más o menos salen indemnes en la recreación. Pero queda claro que Lou Reed era una influencia visible en Belle & Sebastian.

 

Hablando ya del segundo disco, el del concierto de Belfast, resulta curioso que comiencen con una versión de ‘Here Comes The Sun’ de The Beatles, interpretada de manera fiel a la original. Más improbable resultaba la versión de ‘Boys Are Back In Town’ de Thin Lizzy, pero consiguen animar el concierto con el notable riff de guitarra que distingue a esta canción de 1976, sobre todo porque Thin Lizzy eran irlandeses y siempre es de agradecer un guiño al lugar en el que se actúa. Ya no sorprende escuchar la interpretación más animada y con protagonismo de la armónica de ‘Me And The Major’ porque de esa manera ya la habíamos escuchado en If You're Feeling Sinister: Live At The Barbican. Lo que sí sorprende es encontrar un tema de Storytelling, sobre todo porque en la fecha del concierto este álbum todavía no había sido publicado, pero ya podrían haber elegido otra opción en vez de la serenata mexicana de ‘Wandering Alone’.

 

Al final nos encontramos ante un álbum superfluo de Belle & Sebastian. Ni las actuaciones en la radio ni las del escenario igualan el potencial de las grabaciones de estudio del grupo, así que es más adecuado para sus seguidoras/es. Como curiosidad final, la chica de la portada es Isobel Campbell, la que fuera violoncelista y cantante en la banda hasta 2002. Todo un detalle de Stuart Murdoch.

WRITE ABOUT LOVE

Año de publicación: 2010

Puntuación:

1) I Didn't See It Coming; 2) Come On Sister; 3) Calculating Bimbo;

4) I Want The World To Stop; 5) Little Lou, Ugly Jack, Prophet John; 6) Write About Love;

7) I'm Not Living In The Real World; 8) The Ghost Of Rockschool;

9) Read The Blessed Pages; 10) I Can See Your Future; 11) Sunday's Pretty Icons.

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Los cuatro años transcurridos desde el anterior álbum de estudio no habían significado una interrupción en la carrera artística de Stuart Murdoch. En 2009 publicó el álbum God Help The Girl, un proyecto en solitario que le llevaría también a escribir y dirigir su propia película de mismo título, estrenada en 2014, y que trata sobre la relación de tres jóvenes con su pasión por la música como telón de fondo. Por tanto, con Murdoch que había estado más pendiente de su nueva afición cinematográfica, este nuevo álbum de Belle & Sebastian mantiene las premisas y parámetros establecidos en The Life Pursuit: pop dinámico, baladas y, llamémoslo así, homenajes. Aparte, retoman algo del sonido electrónico que a veces emplean para modernizarse. Pero no hay sorpresas y quizá por ello buscaron a un par de invitadas ilustres, para así llamar la atención de alguna manera.

 

Buscan captar la atención del oyente en el comienzo del álbum con la intrigante y espacial introducción de ‘I Didn't See It Coming’, que luego deja paso a un pop sosegado y amable con la voz principal de Sarah Martin. Sin embargo, a continuación la electrónica inunda ‘Come On Sister’, cuyas estrofas parecen algo forzadas pero luego llega el sensacional estribillo donde nos inunda la emoción como en las mejores composiciones de la banda. Parece que vamos a escuchar como una reescritura de esta canción en ‘Write About Love’, pero el estribillo es completamente diferente y aparte participa cantando a dúo la actriz Carey Mulligan, por entonces una actriz de moda en el Reino Unido por el éxito de una de esas películas que se ensalzan mucho pero que luego no son para tanto: An education. También quedan resultonas las trompetas de ‘I Can See Your Future’, lo cual unido a la cálida voz de Sarah Martin ya son garantía de que habrá un buen resultado.

 

Lo peor del álbum es que encontraremos baladas muy lentas y contemplativas que parecen extenderse más allá de sus respectivos cuatro minutos, lo cual es el caso de ‘Calculating Bimbo’ y ‘Little Lou, Ugly Jack, Prophet John’ (donde participa como vocalista Norah Jones). Aun así, no puede decirse que aburran, que es lo que sí ocurre con la acústica ‘Read The Blessed Pages’, pues ni siquiera la letra cumple las expectativas y es una abstracción personal en vez de tratar sobre ese libro religioso que acompañó la infancia de Murdoch. Que al menos le hubieran añadido algo de ritmo como en ‘The Ghost Of Rockschool’, que así ya da otra impresión

 

Respecto a homenajes, podemos citar la introducción de ‘I Want The World To Stop’, pues recuerda a ‘Lovesong’ The Cure aunque luego da paso a una vibrante pieza de pop repleta de melodías adictivas. Los coros que introducen la jovial ‘I'm Not Living In The Real World’ están implementados al estilo de The Who de los sesenta (¿cómo no pensar en ‘Rael’?), como también el estribillo posee un sabor característico de aquella década, y aparte está cantada por el guitarrista Jackson, quien suele aprovechar bien sus oportunidades como vocalista. El final del álbum es poco llamativo a pesar de la guitarra que asoma por ‘Sunday's Pretty Icons’, pero es sobre todo por el soso apartado vocal porque en su último tercio instrumental sí que deja una buena impresión. Nos topamos así con otro álbum irregular pero aceptable de la banda, donde afortunadamente seguimos encontrando retazos de talento y eso mantiene la esperanza de poder seguir encontrando más joyas pop en su catálogo.

THE THIRD EYE CENTRE

Año de publicación: 2013

Puntuación:

1) I'm A Cuckoo (Avalanches remix); 2) Suicide Girl; 3) Love On The March; 4) Last Trip;

5) Your Secrets; 6) Your Cover's Blown (Miaoux Miaoux remix); 7) I Took A Long Hard Look; 8) Heaven In The Afternoon; 9) Long Black Scarf; 10) The Eighth Station Of The Cross Kebab House; 11) I Didn't See It Coming (Richard X mix); 12) (I Beli­e­ve In) Travellin' Light; 13) Stop, Look And Listen; 14) Passion Fruit; 15) Desperation Made A Fool Of Me;

16) Blue Eyes Of A Millionaire; 17) Mr. Richard; 18) Meat And Potatoes; 19) The Life Pursuit.

Como ya hicieran mediante Push Barman To Open Old Wounds, esta nueva recopilación recoge una nueva serie de caras B de single, canciones de EP y otras rarezas, grabadas entre 2002 y 2010. A diferencia de la recopilación anterior, aquí sí descubriremos a unos Belle & Sebastian más aventurados musicalmente, sin complejos para tocar todo aquello que les apetezca y hacer todo tipo de homenajes/emulaciones. Otro asunto es si lo realizan de manera adecuada o incluso si deberían haberlo realizado en primer término.

 

Así pues, les da por emular la música brasileña en ‘Love On The March’, la música surfera de los sesenta en la vibrante ‘Passion Fruit’ o las baladas de principios de los sesenta en ‘Meat And Potatoes’. También echan el ojo a grandes nombres como los Kinks de los sesenta en ‘Last Trip’, a los Zombies (aunque existieron después, sobra aquí decir que serían los de los sesenta) en ‘I Took A Long Hard Look’ y a Simon & Garfunkel (incluso los Hollies) en ‘Stop, Look And Listen’. De manera análoga, parece que querían hacer algo al estilo de George Michael en ‘Your Cover's Blown’ y les sale una vulgaridad electrónica muy al estilo de lo que acabó haciendo aquel. El mayor problema viene hacia la mitad de la canción, donde se acelera el ritmo y el resultado queda ridículo. Proviene de un EP de 2004 titulado Books cuya portada era una imagen del vídeo musical de ‘Wrapped Up In Books’, tema de Dear Catastrophe Waitress también incluido en el EP y del que en esta recopilación encontramos una reescritura titulada ‘Suicide Girl’.

 

Presenta mucha dificultad colocar un saxofón para cargar con la melodía principal de una canción porque es un instrumento que fácilmente puede caer en lo pomposo o en lo empalagoso, pero en ‘Heaven In The Afternoon’ deja una excelente sensación de entrada aunque luego la delicada parte vocal de Sarah provoca un marcado contraste y eso parece que hubiera quedado mejor con una voz más enérgica, adecuada también a las paradas de ritmo que contiene. Aun así, es de lo mejor del álbum. No con un saxofón, sino con una trompeta, es como consiguen darle un aire nocturno a la emotiva balada ‘Long Black Scarf’. En cambio, no pega mucho la remezcla de ‘I'm A Cuckoo’ (de Dear Catastrophe Waitress) con una percusión étnica y una flauta, igual que si la estuviera versionando una tribu oceánica, como tampoco encaja escuchar ‘I Didn't See It Coming’ (la canción que abría Write About Love) en modo techno de los ochenta cuya única finalidad es poder ser bailada.

 

‘Desperation Made A Fool Of Me’ o ‘Blue Eyes Of A Millionaire’ son las típicas canciones reposadas de base acústica que pueblan los álbumes de la banda y eso les llevaría a tener ganas de grabar un ska con tono triste como ‘The Eighth Station Of The Cross Kebab House’, pero para esto siempre es mejor pasarse a Madness. Con lo que siempre aciertan es cuando graban un folk dinámico como el de ‘(I Beli­e­ve In) Travellin' Light’, pero hicieron bien en no incluir ‘The Life Pursuit’ en el disco homónimo porque, a pesar de no ser tampoco una mala composición, no es más que un relleno pop de ritmo vivaz y un organillo de dudoso gusto. Por otra parte, el ritmo atascado de ‘Mr. Richard’ no acaba nunca de encajar, mucho menos un breve solo de guitarra eléctrica que añaden por medio, y todo queda como una especie de calipso-pop, esto es, un experimento poco reconfortante con incisos desconcertantes. Murdoch no es un compositor excelente y eso queda claro cuando le sale tanta morralla, pero más preocupante resulta escuchar su voz algo ronca en la flojísima ‘Your Secrets’. Pero bueno, es algo puntual y esta recopilación no es representativa de la carrera de Belle & Sebastian, sólo una curiosidad para completistas.

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