
CLÁSICOS DEL ROCK 2
BEE GEES
2025
1st
Año de publicación: 1967
Puntuación:
1) Turn Of The Century; 2) Holiday; 3) Red Chair Fade Away; 4) One Minute Woman;
5) In My Own Time; 6) Every Christian Lion Hearted Man Will Show You;
7) Craise Finston Kirk Royal Academy Of Arts; 8) New York Mining Disaster 1941;
9) Cucumber Castle; 10) To Love Somebody; 11) I Close My Eyes;
12) I Can't See Nobody; 13) Please Read Me; 14) Close Another Door.

2025
Los Bee Gees fueron un conjunto musical conformado principalmente por los tres hermanos Gibb (Barry y los mellizos Robin y Maurice), provenientes de Australia aunque habían nacido en el Reino Unido. Su familia, por tanto, había formado parte del enorme contingente de británicos que emigraron a Australia en busca de oportunidades. Tras haber grabado un par de álbumes en su país de acogida, volvieron al Reino Unido y grabaron un nuevo álbum que titularon First, un error deliberado que daba a entender que se trataba de su debut y los discos australianos no contaban, quien sabe si por vergüenza o por táctica comercial. Tuvieron la suerte de que Roger Stigwood, mánager de Cream, se fijara en ellos y eso les abrió las puertas de un buen estudio de grabación desde el cual gestar la obra que les abriera las puertas del mercado mundial. Y lo que hacen los Bee Gees es recoger los estilos de la música existente en 1967 como matriz en la que acoplar sus inspiradas melodías, sobre todo el art-rock que triunfaba por entonces en el Reino Unido.
Ese art-rock nos envuelve bajo exquisitos arreglos orquestales nada más comenzar el álbum mediante ‘Turn Of The Century’, aunque la canción es sobre todo costumbrista y con un comedido componente épico. Este tipo de formulación musical alcanza su cumbre en excelsas composiciones como ‘Every Christian Lion Hearted Man Will Show You’ y era el estilo que más definía al conjunto hasta que años después cometieron la imprudencia de lanzarse sin mesura hacia la música disco. Así pues, encontraremos más ejemplos como ‘Cucumber Castle’, en este caso con una batería que cobra protagonismo como elemento clave para la dinámica de la canción. La delicadeza y bellas melodías de ‘Holiday’ nos muestran el talento de estos chicos y tan sólo se les puede objetar que hayan lastrado el estribillo con tanto “Ti, ti, ti, ti, ti”, pues por lo demás se trata de una impecable balada orquestal, un estilo en el cual se sienten cómodos desde sus inicios como banda y donde nos ofrecen otros notables ejemplos como ‘One Minute Woman’ o la extraordinaria ‘I Can't See Nobody’, cuyo estribillo no llama la atención pero sí las emotivas estrofas cantadas por Robin.
Como estamos en 1967 y los Bee Gees recogían los estilos de la época, no puede faltar algo de psicodelia como en las disonancias y coros lisérgicos de ‘Red Chair Fade Away’, en la balada onírica ‘Please Read Me’ o en la estudiada dejadez de ‘I Close My Eyes’. La influencia de los Beatles es evidente y nos retrotraen a la época del Revolver con ‘In My Own Time’, pues posee unos aires a ‘Taxman’, incluido un afilado solo de guitarra. Lo que habían aprendido de los Beatles y Simon & Garfunkel lo ponen en práctica con una memorable composición como ‘New York Mining Disaster 1941’, donde los arreglos vocales alcanzan una maestría inimaginable para unos chicos tan jóvenes. La estructura y arreglos de esta canción pueden tomarse precisamente como inspiración para ‘The Boxer’ de Simon & Garfunkel. El costumbrismo lo aplican también de una manera experimental, sea distorsionando la voz con un efecto de megáfono en ‘Craise Finston Kirk Royal Academy Of Arts’, lo cual no oculta sus joviales melodías, como también con una estructura cambiante y original en ‘Close Another Door’, repleta de hermosas y emotivas melodías.
¿Y quién no ha escuchado alguna vez ‘To Love Somebody’ en alguna de sus múltiples versiones? Personalmente, uno siempre ha preferido la versión de Nina Simone porque en su interpretación transmite sus propios demonios interiores, que son muchos, pero la original es la original (excepcional parte vocal de Barry) y presenta también unos refinados arreglos orquestales que la convierten en inmortal. Sin embargo, el director de cine Cesc Gay opinará lo mismo que yo porque incluyó, en su original película de desdoblamientos V.O.S., la versión de Nina Simone. Y en general podemos catalogar 1st como uno de los mejores álbumes de los Bee Gees, sobre todo respecto a su variedad e inspiración melódica.
HORIZONTAL
Año de publicación: 1968
Puntuación:
1) World; 2) And The Sun Will Shine; 3) Lemons Never Forget; 4) Really And Sincerely;
5) Birdie Told Me; 6) With The Sun In My Eyes; 7) Massachusetts; 8) Harry Braff;
9) Day Time Girl; 10) The Earnest Of Being George; 11) The Change Is Made;
12) Horizontal.

Tan sólo unos meses tardaron en volver a meterse en el estudio tras el éxito de su álbum de debut. Durante 1967 fueron apareciendo en single un par de canciones como adelanto de este nuevo álbum, siendo el primero de estos el famoso ‘Massachusetts’, que fue número uno en ventas en muchos países y supuso también el primer single de los Bee Gees en llegar al primer puesto en el Reino Unido. En Horizontal vuelven a mostrarse como un grupo cohesionado, con los tres hermanos componiendo aparentemente por igual (aunque esto será un motivo de fricción más adelante), repartiéndose las tareas vocales, teclado, bajo y guitarra rítmica, para complementarlo con el trabajo del competente guitarrista Vince Melouney y el baterista Colin Petersen. Son estos años los únicos en los que los Bee Gees funcionarán como un grupo de rock, a pesar de que también echan mano de arreglos orquestales, y seguían manteniendo la inspiración a la hora de componer y de experimentar con las estructuras y el sonido de las canciones.
Cuando empezamos a escuchar ‘World’, nos acecha la siguiente pregunta: ¿es confusión o diversidad estilística? Una entrada psicodélica liderada por el piano deja paso a unas estrofas delicadas que hacen preludiar una balada; pero nada más lejos de la realidad porque luego vuelve la psicodelia inicial, a la que se une una guitarra esquizoide, para que lleguemos a un glorioso estribillo que acaba en la memorable melodía del último verso (“Or am I needed here?”). En cierta manera, este sonido es lo que buscaban también los Aphrodite's Child por las mismas fechas. Y es que los Bee Gees dominaban el idioma psicodélico, tal como demuestran en la estupenda ‘Lemons Never Forget’, cuyos afilados punteos de guitarra les permiten rivalizar con los grupos de rock del momento. Sin embargo, la canción que da título al álbum es una balada psicodélica donde precisamente es la psicodelia aquello de lo que deberían haberla privado para conseguir aprovechar un nuevo surtido de memorables melodías vocales.
No pueden faltar emotivas baladas como ‘And The Sun Will Shine’ y ‘Really And Sincerely’, ambas con hermosas melodías vocales aunque podrían intercambiarse entre ellas y no nos daríamos cuenta. Por otra parte, como The Kinks se habían lanzado al costumbrismo, los Bee Gees hacen una incursión en ese terreno mediante ‘Birdie Told Me’, aunque impregnándola de psicodelia. Lo mejor es el puente previo al estribillo, pues recoge esa maestría para las melodías que ha caracterizado la mejor producción del trío. Y ya que hemos citado a los Kinks, es inevitable leer el título de ‘Harry Braff’, escuchar luego el estilo en el que está implementada y no pensar en ‘Harry Rag’. La de los Bee Gees es más psicodélica y un poco tosca en las transiciones, pero es igualmente entretenida. Tampoco podía faltar la influencia directa (porque indirectamente siempre están ahí) de los Beatles en alguno de los temas y eso lo encontramos en ‘The Earnest Of Being George’, devota de la canción ‘Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band’, aunque con menor impacto.
Un ejemplo del talento de los hermanos australianos es que consiguieron un éxito con un nombre tan poco agraciado para la pronunciación como ‘Massachusetts’. Lo normal es emplear otros estados norteamericanos con nombres más eufónicos como Ohio, Nevada, California o Tennessee, pero los Bee Gees quieren demostrar que llegan a donde nadie se atreve. Así, ‘Massachussetts’ es una de esas baladas que ponen a prueba las habilidades vocales de quienes la cantan, aunque se acerque peligrosamente a la canción ligera. Otro ejemplo de la valentía de la banda es la balada ‘With The Sun In My Eyes’, cantada bajo un fondo de órgano, luego complementado por arreglos orquestales, pero apoyándose con fe en la calidad melódica de los Gibb. En ese sentido, es menos arriesgada aunque igualmente de notable calidad ‘Day Time Girl’. Como demostración de la versatilidad y capacidad de adaptación del trío fraterno, nos topamos casi al final con el épico blues-rock de ‘The Change Is Made’, implementado como si fueran expertos, pues van incrementando el tono paulatinamente para que Barry se luzca como cantante, mientras el guitarrista y el baterista demuestran que son más que meros acompañantes. Esto último es la clave de estos primeros años de los Bee Gees, su unidad como grupo de pop-rock.
IDEA
Año de publicación: 1968
Puntuación:
1) Let There Be Love; 2) Kitty Can; 3) In The Summer Of His Years;
4) Indian Gin And Whisky Dry; 5) Down To Earth; 6) Such A Shame;
7) I've Gotta Get A Message To You; 8) Idea; 9) When The Swallows Fly;
10) I Have Decided To Join The Airforce; 11) I Started A Joke;
12) Kilburn Towers; 13) Swan Song.

El título del tercer LP del grupo no pudo haber sido peor elegido porque aquello que precisamente lo caracteriza es que la calidad de las ideas no está al nivel de sus anteriores trabajos. No es que falten ideas, que las hay, pero uno percibe que algo falta en este álbum, la magia que envuelve sus grandes composiciones aquí brilla por su ausencia. Siguen sonando como un conjunto con talento, pero algo les falta a las canciones para alcanzar la grandeza de ‘New York Mining Disaster 1941’ o ‘World’. Es también en el presente álbum cuando empiezan a surgir tensiones entre los hermanos, algo impensable para quien pensara que detrás de la eterna sonrisa de los Gibb podía haber algo diferente a la felicidad. Los demonios iban por dentro, como siempre.
No hay nada de qué preocuparse cuando empieza a sonar ‘Let There Be Love’, un tema que representa el estilo de balada épica que desarrollarán con maestría a lo largo de su carrera, a veces de forma convencional, pero aquí todavía con la grandeza suficiente, acorde a la época dorada del pop en la que estaban inmersos. Seguiremos observando cómo buscan diversidad estilística a lo largo del álbum, incluso parece que vayan a inmiscuirse en la música western si nos fijamos en el título y la introducción de ‘Indian Gin And Whisky Dry’, pero luego se desenvuelve como una apacible balada de melodías resultonas. En cambio, el costumbrismo propio de los Hollies (los de 1965-66) es lo que escuchamos en ‘Kitty Can’, algo anacrónico pero ejecutado con gusto y estupendos juegos de voces. Todavía quedan resquicios de psicodelia en la balada orquestal y pro-Beatle ‘I Have Decided To Join The Airforce’. Bueno, pro-Beatle en la música porque la letra es pro-militar y eso no le hubiera gustado nada a Lennon, a pesar de que puede tomarse como una broma por el carácter desenfadado de la música. En Estados Unidos quizá no hiciera tanta gracia a las personas que se oponían a alistarse para ser enviados al matadero (y no al cinco de Vonnegut) de la guerra de Vietnam.
La atractiva ‘Such A Same’ podría haber pertenecido al cancionero de los Rolling Stones de la época pop de Between The Buttons y es atípico escuchar de entrada una vibrante armónica. Resulta que es la única composición ajena a los hermanos Gibb, pues fue escrita por el guitarrista Vince Melouney, y queda entre lo mejor del álbum, por lo que fue una buena idea dejarle aportar algún tema, si bien será la primera y última vez que los hermanos permitan una composición ajena en sus discos. A pesar de que Melouney era un buen guitarrista, es en canciones como ‘Idea’ donde se notan sus limitaciones, pues podría haber aprovechado para desarrollar un solo de aires psicodélicos que hubiera engrandecido la canción y la hubiera elevado por encima del estilo de Aphrodite's Child, de quien están influenciados para proponer ese sencillo pero pegadizo teclado atonal que distingue la canción. Al menos es una canción enérgica que queda muy bien en la ubicación central dentro del álbum, a pesar de que la guitarra se quede escasa de ideas, nunca mejor dicho. Todo lo contrario que el relleno insustancial de ‘Kilburn Towers’.
No pueden faltar baladas lacrimógenas como ‘In The Summer Of His Years’ y ‘I Started A Joke’, que rayan en lo edulcorado cuando sabemos que hay endulzantes naturales como alternativa, también en lo musical. Mucho mejor resulta en ese sentido ‘Down To Earth’, pues se aprecia un sentido en la estructura y un logrado clímax con el “Millions and millions and millions…” que podrían incluso haber aprovechado todavía más debido a la fuerza que posee. En cuanto a ‘I've Gotta Get A Message To You’, es simplemente la heredera de ‘Massachussets’, mientras que ‘When The Swallows Fly’ es el arquetipo de balada de los Bee Gees en la cual aparecen como varios niveles de melodías y estados de emoción que enlazan con naturalidad y que acabarán perfeccionando. No es que anteriormente no hubieran conseguido baladas perfectas, pero tampoco estaban ahora en su mejor estado de inspiración. Seguro que, de haber dispuesto de más tiempo, un tema como ‘Swan Song’ hubiera sido mejor elaborado y habrían podido extraer todo el potencial que se intuye que atesora. Pero bueno, era el tercer álbum en dos años y se debía notar el cansancio por algún lado.