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THE NICE

2023

THE THOUGHTS OF EMERLIST DAVJACK

Año de publicación: 1968

Puntuación:

1) Flower King Of Flies; 2) The Thoughts Of Emerlist Davjack; 3) Bonnie K; 4) Rondo;

5) War And Peace; 6) Tantalising Maggie; 7) Dawn; 8) The Cry Of Eugene.

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2023

Del grupo The Nice no se acordaría nadie hoy en día si no fuera porque en él comenzó Keith Emerson, uno de los más grandes teclistas de la historia del rock que alcanzaría la fama en los setenta en el trío de Emerson, Lake & Palmer. La breve y algo convulsa trayectoria de The Nice comenzó aquí como un cuarteto al uso de guitarra, bajo, teclado y batería, donde la estrella era sin duda Emerson, mientras que el apartado vocal siempre será el talón de Aquiles de la banda. El título de su LP de debut proviene de las primeras letras de los apellidos de cada miembro, lo cual denotaba que no había líderes (pese al mayor nivel técnico de Emerson respecto al resto) y esto también se aprecia si nos fijamos en unos créditos de composición bien repartidos entre ellos.

 

La pieza más deslumbrante del álbum es el instrumental ‘Rondo’, versión en clave de rock de ‘Blue Rondo à la Turk’ de The Dave Brubeck Quartet, el cual originalmente se quedaba en un camino novedoso entre el jazz y la música clásica pero aquí se amplía su espectro musical para ubicarla entre el rock, el jazz y la música clásica, todo un logro. Se elimina el intermedio jazzístico de la original (que ni falta que hacía) y, cierto es, The Nice saben extraer todo el potencial del estribillo, con un Emerson que consigue hacer sonar su teclado como si fueran puñaladas (símil fácil y adecuado al Emerson de los setenta), unas puñaladas emocionales conseguidas mediante esas notas largas y frenéticas. Por medio escucharemos incisos de teclado inspirados en Bach, para engrandecer todavía más un tema que demostraba lo serio que podía ser el rock. No es de extrañar que Emerson mantuviera ‘Rondo’ en el repertorio en directo de Emerson, Lake & Palmer porque es una composición extraordinaria y le permitía convertirse en el showman del concierto.

 

No son los Beach Boys los que empiezan cantando una exuberante melodía vocal en ‘The Thoughts Of Emerlist Davjack’, por lo que es toda una sorpresa esa manera de iniciar el tema. Luego cambia la ambientación por completo y adoptan un tono sombrío donde juegan con la tensión porque en cualquier momento esperamos que vuelvan a la explosión de júbilo del inicio, lo cual acabarán reproduciendo igualmente para regocijo del oyente. Tampoco son The Jimi Hendrix Experience quienes ejecutan la densidad eléctrica de ‘Bonnie K’, liderada por la guitarra y una sección rítmica algo desquiciada, pues en cierta manera se inspiran en ‘Purple Haze’ de Hendrix. Algo más discreta queda ‘Dawn’, pero su relevancia es evidente, pues la voz susurrante probablemente sirvió de inspiración a Roger Waters para sus futuras piezas psicológicas con Pink Floyd. Así mismo, el teclado que escuchamos en los incisos instrumentales lo retomará en el futuro Emerson como recurso para alguna sección de ‘Tarkus’. Lo que sí vale la pena es escuchar el tramo final porque aparece un órgano que ejecuta unas soberbias melodías. El nombre de Eugene lo asociamos también a Pink Floyd, pero ‘The Cry Of Eugene’ queda como un pop más relajado que no pierde la riqueza instrumental desplegada a lo largo del disco, añadiendo además trompetas que aportan una majestuosidad ideal como final de esta obra pionera del rock progresivo.

 

El instrumental ‘War And Peace’ no parece que tenga nada que ver con la magna obra de León Tolstói, pues no evoca guerras franco-rusas ni triángulos amorosos, pero en todo caso se trata de otra demostración de la habilidad técnica de este grupo. En cambio, podríamos denominar a ‘Flower King Of Flies’ como psicodelia progresiva, tanto por su surrealista título como por sus voces corales y su espectacular entramado instrumental donde, tras el estribillo, el órgano de Emerson alcanza esa gloria de las grandes piezas clásicas con ese instrumento. Al notable solo de guitarra le falta que lo hubieran colocado durante la fase de producción en un lugar más preeminente. El único tropiezo de este álbum, y bastante lamentable que es, lo encontraremos en ‘Tantalising Maggie’, cuyo apartado vocal es tan irritante que resulta complicado centrarse en lo único positivo que tiene, que son algunos detalles y pasajes instrumentales. Pero bueno, que este error mayúsculo no nos perjudique para poder disfrutar de un excelente álbum de debut del cual es difícil encontrar ejemplos similares. No todos los días se encuentra un grupo influenciado por la música clásica, el pop, el rock, el jazz y la psicodelia, que aparte se encuentra entre los pioneros del futuro rock progresivo.

ARS LONGA VITA BREVIS

Año de publicación: 1968

Puntuación:

1) Daddy Where Did I Come From; 2) Little Arabella; 3) Happy Freuds;

4) Intermezzo From The Karelia Suite; 5) Don Edito El Gruva;

[ARS LONGA VITA BREVIS:] 6) Prelude; 7) 1st Movement – Awakening;

8) 2nd Movement – Realisation; 9) 3rd Movement – Acceptance "Brandenburger";

10) 4th Movement – Denial; 11) Coda – Extension To The Big Note.

Sólo habían hecho que debutar con un notable álbum y el grupo se quedó sin guitarrista. Lejos de hacerse con un sustituto, decidieron seguir como trío con toda la responsabilidad y dificultad que ello conllevaba. Para un grupo normal, esto hubiera significado la muerte (artística), pero en The Nice estaba Keith Emerson y él sólo necesitaba una sección rítmica consistente, lo demás ya lo ponía él con su teclado. El problema histórico de la voz, que eso sí era importante, parece que no les preocupaba lo más mínimo. Ya podrían haber incorporado algún vocalista al menos para las sesiones de grabación, para cuatro canciones que tienen con letra, pero era la época en que nada tenía importancia, todo tenía cabida en el mundo discográfico. Así que el bajista e incluso Emerson (!) en algunos momentos son quienes realizan también esa tarea. No hay sorpresas respecto al debut porque en 1968 todavía existía la psicodelia, pero aquí apuestan con convicción por incorporar la música clásica y fusionarla con el rock. Tampoco tenían muchas opciones más porque la composición no era el fuerte de ningún miembro del grupo, ni siquiera de un joven Emerson.

 

Igual que en su debut, encontramos nada más empezar un sonido pop en ‘Daddy Where Did I Come From’ muy alegre y casi psicodélico que podría pasar por un tema jovial del repertorio de The Move. Le falta algo de gancho melódico, pero lo suplen con una estructura llamativa y una instrumentación experimental e impecable, aparte de lo curioso que es escuchar a Emerson como vocalista, lo cual obviamente no es su fuerte. Él quizá no lo entendió así en ese momento, o no vio otra salida, y vuelve a repetir como cantante en ‘Happy Freuds’, donde vuelve a faltar una mayor seriedad para conseguir algo más destacable y lo mejor es un sensacional puente que llega tras una florida y continuada percusión, pues el teclado de Keith suena ahí glorioso. Una lástima que sea tan breve. Ciertamente hay mejores piezas en el estilo de ‘Little Arabella’ si uno quiere escuchar algo de swing, puesto que The Nice no sería la parada adecuada a pesar de salir airosos por los pelos gracias al excelente trabajo de Emerson, por supuesto. Le añaden un inciso de trompetas que parece de los Beatles, pero poco más.

 

Para los amantes de la música clásica y el rock progresivo (es decir, ambas cosas conjunta e indisolublemente), tiene aquí una pequeña joya titulada ‘Intermezzo From The Karelia Suite’, que es una interpretación en clave de rock y con mucha vitalidad (en los momentos más rockeros, claro) de la Suite Karelia del mejor compositor finlandés de la historia: Jean Sibelius. Es para quitarse el sombrero ante la grandeza de Keith Emerson en los teclados, aunque decir eso es una obviedad. La brevísima ‘Don Edito El Gruva’ se la podrían haber ahorrado porque suena un silbato muy molesto y no se entiende la broma, aparte de que el silbato lo volveremos a escuchar en el preludio de la pieza central que da título al álbum y ocupa la mitad de su duración, conformada por seis movimientos. Este preludio presenta pasajes interesantes y es una demostración pionera de que se podían fusionar la música clásica y el rock, antes de que Jon Lord ideara el Concerto For Group And Orchestra con Deep Purple.

 

En ‘Ars Longa Vita Brevis’ es mejor pasar de lado el primer movimiento (que no el preludio) porque se basa en atonalidades varias y luego un solo de batería que ya comenzaba a instaurarse como una mala tradición. Cualquiera podría esperar que fuera una pieza enteramente instrumental, pero el segundo movimiento es el más rockero y contiene una parte vocal un tanto deficiente porque el bajista Jackson evidentemente no podría ganarse la vida como cantante, pero acaba tomando el liderazgo el teclado y ya es dejarnos llevar por Emerson hasta el tercer movimiento, el mejor de todos. Y es el mejor porque toma como referencia la melodía principal del memorable Allegro del Concierto de Brandeburgo nº 3 en sol mayor, BWV 1048, de Johann Sebastian Bach y con ello realizan una soberbia interpretación de rock sazonada con la grandeza del compositor alemán. La parte improvisada y exquisitamente ejecutada prosigue en el cuarto movimiento, pero vuelve a entrar una penosa parte vocal que desentona por completo con la instrumentación, mientras que la breve coda es simplemente el final en modo apoteósico que merece ‘Ars Longa Vita Brevis’, una pieza que abarca en total unos veinte minutos de duración.

 

El valor histórico de este álbum es más que evidente porque The Nice fueron pioneros en la fusión de música clásica y rock. Previamente ya se habían adaptado piezas clásicas al rock o se habían tomado préstamos de fragmentos melódicos o de instrumentos clásicos, pero el resultado final siempre se podía catalogar como rock. En cambio, aquí obtienen una mezcla que puede decirse que está al 50% entre el rock y la música clásica, lo cual abría la puerta a un nuevo mundo que sólo los grandes instrumentistas podrán explorar con resultados notables en los siguientes años.

NICE

Año de publicación: 1969

Puntuación:

1) Azrael Revisited; 2) Hang On To A Dream; 3) Diary Of An Empty Day; 4) For Example; 5) Rondo (69); 6) She Belongs To Me.

Consolidados ya como un trío de estructura similar a los futuros ELP, Emerson (teclados), Jackson (bajo y voz) y Davison (batería) muestran aquí sus graves carencias como compositores. Sólo hay dos composiciones originales. El fuerte de The Nice estaba en la ejecución y en la adaptación al lenguaje del rock, aparte de que la salida del guitarrista que tuvieron en el inicio acabó de sepultar cualquier probabilidad de destacar por encima de la inspiración que tuviera Emerson. Aparte, no es casualidad que este primer y único guitarrista participara en la composición y fuera partícipe de buena parte de los (pocos) ganchos pop que existen en el debut. Pero bueno, la realidad era la que era y el trío decidió seguir adelante sin más incorporaciones. Así que continuamos aquí con el que ya podía denominarse como el grupo de Keith Emerson, un músico que probablemente ya estuviera pensando en un futuro diferente.

 

Algo tienen The Nice que parece que no pueden abstenerse de intentar irritar al personal. Aquí nos ofrecen ‘Azrael Revisited’, cuyo apartado vocal parece que esté vomitado y el inciso instrumental no muestra ni un ápice del virtuosismo que atesoraba Emerson. Contrasta sobremanera con la versión de ‘Hang On To A Dream’, un tema de Tim Hardin, que llega a continuación, pues en ella cuidan el delicado apartado vocal (a pesar de las limitaciones obvias para cantar), apoyándose en coros como compensación, y Keith se muestra inspirado con el teclado tantos en los desarrollos jazzísticos como en los más melódicos. ‘Diary Of An Empty Day’ es su versión de una pieza de un compositor francés llamado Lalo, pero más bien parecen tomar como referencia ‘America’ de Leonard Bernstein, una pieza que sí interpretarán en un futuro próximo y que aquí escucharemos brevemente hacia el final de ‘For Example’, una composición cuya energía es precursora de ELP y en sus primeros dos minutos se aprecian fragmentos que serán reciclados o reutilizados para ‘Tarkus’. Luego entra una línea de bajo bien marcada que inicia una sección bastante penosa por – cómo no – la irritante voz de Jackson, hasta que por fin volvemos a entrar en zona pre-Tarkus y ya resulta más interesante aunque la voz volverá a entrar nuevamente para que la pesadilla nunca se disipe por completo.

 

Los dos últimos temas están interpretados en directo y nos muestran la mejor y la peor cara del grupo. Era evidente que el tema estrella de The Nice (como lo será de Emerson a lo largo de su carrera) es el ‘Rondo’ de Dave Brubeck y aquí no dudan en volverlo a incluir porque a base de interpretarlo habían alcanzado una maestría innegable. No encontraremos nada verdaderamente novedoso en esta nueva versión (bautizada como ‘Rondo (69)’) salvo la ausencia de guitarra, pero se aprecia que la percusión es más densa y Keith realiza todas las variaciones posibles con las melodías principales, convirtiéndose en el centro de atención y demostrando que la falta de guitarra no se echa en falta cuando hay un magnífico teclista como él. En cualquier caso, el ‘Rondo’ de su debut es superior a este. De Bob Dylan interpretan una irreconocible versión de ‘She Belongs To Me’ que alargan sin miramientos hasta sobrepasar los diez minutos sin que por medio ofrezcan una justificación para tal decisión. Es la quintaesencia del aburrimiento y creaba un precedente muy funesto para el futuro de The Nice: eran también capaces de lo peor cuando interpretaban material ajeno.

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